martes, 31 de marzo de 2009

Poema de León Félix Batista (R. Dominicana)


Del libro "Burdel Nirvana"


LINCERÍA
“oh lince, mi amor, mi amor lince.”Pound
Leer este fenómeno ya es molde de la niebla. Aparece desplazado a una región difícil.
Pero pasa que el pensar (que va como torrente) se involucra para hacer del desfase diferen-
cia. Siempre saca de lo amorfo la antigua percepción, de modo que el absurdo boceta simetrías. Se conserva tan lúcida en la curva de la córnea que simula reposar (pero en verdad se muestra) mediante el argumento que expresa sus constantes, bajo el tórrido estatuto de la audacia. Yo pinto su perfil fijándolo a un desvío y (en esta sola hipótesis) le doy actualidad.
León Félix Batista

lunes, 30 de marzo de 2009

Otro poema del libro "La risa de Demóstenes, rara, II" pedido por un moribundo saltando en la cuerda floja.


POEMA JAIME 37 (De cómo un pájaro pintado con sus dos buches, seduce a un tercero que es una gallina frente a una invasión apocalíptica).
Jaimeeee! y sus opiniones políticas permanecen grabadas para el culto masónico militar travestudo (qué risa) a las almas puras, las únicas con sus distorsionados discursos de apoyo a un rey venenoso.

Jaimeeee! con su Mozart presente, con los pulmones agridulces, y el odio a la llanura para las concertaciones con timbre en la voz de mandos (eso que se presta obligatorio).
Yo no me complico con segundas opiniones, mejor y cuento nuevo para los contorneados pies de las reinas de la ilustración, rodeadas de grandes patas de avestruz.
¡Ja!
Jaime. Por fin lo que quería Jesús o Sebastián: del sucinto ropaje andaluz, gallego y siciliano. Queda uno ocupado con una boutade.
Jaime caminando sobre las aguas de un mar robado que ha creado la crítica feminista, justa, al cristianismo, con sus tulipanes como respuesta a lo verde del dios ilusionista del siglo 8.
Y ahora por tercera o cuarta vez “El Misterio de las Catedrales” de Fulcanelli, acordeón y bandoneón, para esta despedida del dios Saturno en el control de las aguas putrefactas de la nueva desesperación que nos trae el eclipse de sol en el atanor.
Todo es horrible en la memoria mitológica, y ahora historia, de la destrucción en 100 años de Micenas por los Dorios, que tanto le importaba a Jesús.

viernes, 27 de marzo de 2009

Poema del Libro próximo a salir:"La risa de Demóstenes, rara, II".














Los poetas Alonso Mejía, y Jesús Blas Comas, en el lanzamiento del primer libro de poemas "21 poemas" de Gabriel Jaime Caro (Gajaka), junto a "Clásico", la mujer de Harold Alvarado Tenorio. Mayo de 1983, Galería Ollantay, New York. Foto de Renán Darío Arango.


POEMA JAIME 14 (Dejando en cada puerto su almizclero paralingüísta)

Jaimeeeeeeee! Recluta cada primero de enero, vehemente vejez.
Ahora sin caries del “Sandro de Dafne”.

La paz mundial, y la de hinojos. Los besos robados y las locas maneras
de la desigualdad. He ahí el suceso ordinario que nos llena y que nos dispara la semblanza.

Jaime, está usted repartiendo inmuebles, libros de pasta dura a lo mejor alegóricos, y las primeras lecturas del argot en español. Todo en cordeles de palosanto, tapizados de duelo femenino. Gruesa verbena de asilos.
.
¿YO? No me apuesto, me acongojo con el simple escote de la cantante enana que enloqueció a medio Francia, y más con la difteria de peste. Yo, Jaime enemigo del acuerdo liberal, si el primer hombre caminaba de espaldas sin dejar Asia, sin dejar mundos amarillos, de cúrcuma.
Subterráneos después de la consabida dubitavidad de tu mejor amiga.
Jaimeeeee! Recta a Hare en Holiday.

Jaimeeeee! Los asombros si cambias de rutas; si llegada la noche con el sueño del libro, alteras tu definición plástica

Jaimeeeee! apuesto por apuesta. Ormonas por Hormonas. La perfección de un ocho en el balanceo histriónico, y rompes unos ojos con seducción rastra...
Gabriel Jaime Caro (Gajaka)


Mayores y Favoritos poetas colombianos


Por Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

“Nunca es tarde para hacer las cosas” decía mi jardinero favorito, Álvaro Aguilar, que en estos días caminando por un parque me lanzó la albahaca envuelta en un liencillo para que me refrescara ante la cara insulsa de la contaminación dirigida.Yo le leí un poema de la amilfeña Piedad Bonnett, que no me gusta mucho, pero, con el asombro de los dos, y dejé caer el libro, que pesaba más que la iluminación espiritual que tuve, a tantos años A (a 16 años de la muerte del jardinero).

No es cuestión de odios (detestable se le hice a los amigos), si por fin hay que saberlo decir, o simplemente de la caída en el tiempo que nos desmoraliza, teniendo ahí afuera la caldera con las brujitas medio vestidas para nuestro gusto, o hambrientas con parche y todo, dejadas por ser muchas judías del tercer mundo, no estoy muy seguro, con un primer poder de seducción por la literatura.

Y viene el merequetengue. Algunos poetas se escudaron en nombres comunes, algunos salidos del directorio telefónico, no hay duda, otros matriculados en el surrealismo con nombres muy apropiados atacando a cuanto iniciado se les atraviesa en su camino u nadaistas; yo que trato de conocerlos a todos, a los convidados a la mesa, a la caldera mugrienta, a “La risa de Demóstenes, rara II”, pero otros acudieron al llamado de la Gajaka marimonda, gracias.

La Era apenas comienza, el volcán pacífico adquiere su forma de seducción y destrucción a su debido tiempo.Cito: “que este poeta es un sapo, un monstruo o una rata, ratas, enemigos de la cultura (sic), hampones, negreros”. Cito: “Roca, F. Rendón, Samuel Vásquez, Mario Rivero, Harold Alvarado, Jota Mario, Jaramillo Agudelo".

Los comentarios amorfos a escoja sus “5 poetas favoritos de Colombia” ni siquiera fueron paliques, tan comunes en la crítica finisecular del siglo 19 (los famosos paliques de Silva que provocaron odio y desprecio por parte de los liberales radicales), solo dicterios llenos de ignorancia, envidias pero no de tus lindos ojos, ni dislates, cuando se deshonra a alguien para descuartizarlo espiritualmente.

Nos quedamos con los remos cortos para cruzar hacia la otra orilla, en donde nos reciben con desagrado por un dizque retraso donde no lo hay, para que, tildando el devenir con envidias, de comer tantas adelfas venenosas, se detiene la pluma de avestruz y cae al abismo insondable del que no sabe ni a donde esta parado. El mito poético pasa como una extraña avefría.

Y el poema bien escrito se pierde con la peste de nuestros recintos de arena mojada. Nos dejan los mitógrafos, y se quedan los Neos dispersos los unos a los otros en la llanura detestable.

II

Fueron ESCOGIDOS al comienzo de este llamado los poetas más reconocidos del país para el blog del Churrunguis Tunguis: Silva (Poeta Mayor), Aurelio Arturo (P.M.), Barba Jacob (P.M.), De Greiff (P.M.), Gaitán Durán, Álvaro Mutis (P.M.), J. M. Roca, y empezaron a sumar otros, Vidales, Rojas Herazo, Obregón Carlos, José Manuel Arango, Quessep, Domínguez Camargo de la época de la Colonia, nuestro barroco gongorista, poeta Mayor. Charry Lara, Amílkar Osorio, Fernando Arbeláez, Raúl Henao, Gonzalo Arango, Emilia Ayarza, X-504, Gómez Jattin, Alberto Mosquera.

Y aparecen nuevos y viejos, casí todos Poetas Menores, en las listas, como Mario Rivero, Cobo Borda, Junieles, Ibarra Merlano, Andrea Cote, Carlos Vásquez T., Eduardo y Ramón Cote, Armando Romero, Víctor Gaviria, Rafael Pombo (P.M.), Anabel Torres, Elkín Restrepo, María Mercedes Carranza, Fernando Denis (el más destacado), Augusto Pinilla, William Ospina, Alberto Escobar, Darío Lemos, Harold Alvarado Tenorio, Gustavo Adolfo Garcés, Rogelio Echavarría, Pedro Arturo Estrada, Jorge Mario Echeverri, Orietta Lozano, Carlos Enrique Ortiz, Horacio Benavides, Carlos Patiño, "El tuerto" López, Flober Zapata, Gabriel Jaime Franco, Gabriel Jaime Caro (aspirante a Neobarroco)(de nuevo gracias por sus votos clandestinos), Gonzalo Márquez Cristo, Eduardo Peláez P., Rómulo Bustos, Oscar Torres Duque, Meira del Mar, Omar Castillo, Jaime Manrique, Luís Mizar Mestre, Jorge Rojas, Eduardo Carranza, Joaquín Omar Mattos, Tomás Quintero, Miguel Falquez Certain, Piedad Bonnett, Lucía Estrada, Alberto Vélez, Darío Jllo Agudelo, Ocampo Zamorano, Oscar González, Samuel Jaramillo, Ricardo Peña Villa, Miguel Méndez Camacho, Eugenia Sánchez Nieto, Marta Quiñonez, Matilde Espinosa, Omar Ortiz, entre otros.Recibimos votos de lectores de otros países.


“Hay una tarde varada frente a un río/y entre los dos un niño canta/vaiviniéndose en su mecedora de bejuco” (R.G.Jattin).

Y los que tuvieron un voto, no dejan de ser reconocidos, porque no vamos a borrarlos como hacemos en Colombia, por el capricho de ciertos editores godos o visigodos, sino que conservémoslos a todos como hacen en Argentina, con sus 5 mil poetas reconocidos, y en Uruguay con 1250.Imperdonable que poetas como Diógenes Arrieta, Carlos Arturo Torres, José María Grueso y sus antipoemas en el siglo 19, Fernando Garabito, Mauro Trujillo, Max Grillo, Rafael Vásquez, no tengan mención en nuevas antologías colombianas, y en esta encuesta. Diógenes Arrieta, un poeta muy radical que admiraba a Silva, lo mismo el presidente Caro, que trató de salvarle la vida con un nombramiento a un consulado en Guatemala.

Estuvo Ricardo Silva en las encuestas, el padre de José Asunción, que se nos hace muy grato gracias a Santos Molano. De ahí que diga que a Silva lo mataron sus parientes cercanos en un rito muy extraño, seudoórfico, masón.

Una Batalla de versos sin precedentes la que hemos librado, por mantener el estilo libre frente a los sonetistas, pocos de ellos reconocidos; “El tuerto” López, E. Castillo, Rasch Islas (¿quién los lee ahora?) Los especialistas en el ocio térmico, incluidas las arañas gemelas de los anaqueles olvidados.

Habría que decir como cierto crítico callejero, “que nos olvidemos de las generaciones desencantadas porque nada (fisieron) en épocas violentas de narcos y banquetes paralizados”.Se les acaba el contacto con la Diosa Blanca o con el sol pagano, algo que constatábamos desde la revista Realidad Aparte. Se les acaba, o como dicen se les seca la mente y la metáfora (a no ser que recurran a las hierbas mágicas), la inspiración de formulitas; no por la edad sino por el maldito dogmatismo, el miedo a ser diferente.

Puedo concluir que el mejor poema de la poesía colombiana es el "Relato de Sergio Stepansky" de León de Greiff, inspirado en un poema de Eric Fjordson: “!Juego mi vida, la llevo perdida sin remedio… Bien poco valía!, que lo trabajó por 10 años, para concluir su Cuarto Mamotreto. Otros poemas favoritos: Morada al Sur, Carta rumbo a Gales, Canción de la vida profunda, Nocturnos de Silva y, escoja usted el suyo.



Fin


martes, 24 de marzo de 2009

Poema de Giovanni Quessep, enviado por un payanés.


AMARA YO EL OLVIDO


Felicidad en ruinas

Lo que han visto mis ojos

Volver al tiempo amado

Ya fugitiva música del polvo


(Nada tendrá el amor

Si en jardines o nieve

La quimera le cuenta

Del valle de la muerte)


Felicidad en ruinas

Lo que ha visto mi alma en el encanto

Amara yo el olvido

Y el reino de las hojas que he encontrado

Giovanni Quessep


lunes, 23 de marzo de 2009

Poema de Carlos Enrique Ortiz, de "ORVALHO"


El poema en que te nombro
y contra todo mar y todo cielo
tu imagen retengo.

El gesto en que te toco
y contra toda distancia y toda ausencia
tu cuerpo en mí alimento.

El silencio en que te llamo
y contra toda lluvia y todo viento
tu voz enciendo en mí.

La memoria en que te busco
y contra todo recuerdo y todo olvido
tu amor construyo, tu luz celebro
Carlos Enrique Ortiz

viernes, 20 de marzo de 2009

"Elegía de Leyla Kháled" por Meira del Mar (1922-2009).


Elegía de Leyla Kháled (De el libro Reencuentro)


Te rompieron la infancia, Leyla Kháled


Lo mismo que una espiga

o el tallo de una flor,

te rompieron

los años del asombro y la ternura,

y asolaron la puerta de tu casa

para que entrara el viento del exilio.


Y comenzaste a andar,

la patria a cuestas,

la patria convertida en el recuerdo

de un sitio que borraron de los mapas,

y dolía más hondo cada hora,

y volvía más triste del silencio,

y gritaba más fuerte en el castigo.


Y un día, Leyla Kháled, noche pura,

noche herida de estrellas, te encontraste

los campos, las aldeas, los caminos,

tatuados en la piel de la memoria,

moviéndose en tu sangre roja y viva,

llenándote los ojos de sed suya,

las manos y los hombros de fusiles,

de fiera rebeldía los insomnios.


Y comenzaron a llamarte nombres

amargos de ignominia,

y te lanzaron voces como espinas

desde los cuatro puntos cardinales,

y marcaron tu paso con el hierro

del oprobio.


Tú, sorda y ciega, en medio

de las ávidas zarpas enemigas,

ardías en tu fuego, caminante

de frontera a frontera,

escudando tu pecho contra el odio

con la incierta certeza del regreso

a la tierra luctuosa de que fueras

por mil manos extrañas despojada.


Te vieron los desiertos, las ciudades,

la prisa de los trenes, afiebrada,

absorta en tu destino guerrillero,

negándote al amor y los sollozos,

perdiéndote por fin entre la sombra.


Nadie sabe, no sé cuál fue tu rumbo,

si yaces bajo el polvo, si deambulas

por los valles del mar, profunda y sola,

o te mueves aún con la pisada

felina de la bestia que persiguen.


Nadie sabe. No sé. Pero te alzas

de repente en la niebla del desvelo,

iracunda y terrible, Leyla Kháled,

oveja en lobo convertida, rosa

de dulce tacto en muerte transformada.


Meira del Mar

jueves, 19 de marzo de 2009

Poema de Raúl Henao del "Sol negro", diríamos sol pagano.


EL VERANO

Veo la mano de fuego aparecer
En el oscuro lago del parque

Recostado al herrumbroso
Muro de cal
Un hombre de humo
Me hace señales indescifrables

Escucho las piedras
Del vergel
Murmurando por el camino
La tarde de verano

Un relámpago restalla
Sobre un espantado palomar

¡la risa se fríe en mi rostro!

Raúl Henao

miércoles, 18 de marzo de 2009

Poema de Amílkar Osorio, "El intelectul" del Nadaísmo.

Ëtude III” de "Vana Stanza".

No somos como el pez grande
que se come al chico.
Somos más bien como el chico que lustra la piel /

de las rémoras
del día: los gestos salaces del comerciante, /

la caricia acosada
de los mendicantes, las proposiciones oscuras /

del intelectual, las
rúbricas solícitas de los cambistas: ilustra la piel /

con sus picos,
mordiscos, con sus labios de pez chico.

Y así somos
dos peces bajo los arbotantes
de esas catedrales coralinas de /

las Islas Vírgenes.

Amílkar Osorio

martes, 17 de marzo de 2009

Poema de Fernando Denis, el poeta de Ciénaga. Magdalena.


MÚSICA


No solamente has sido música para encontrarte.

También tu canto enrojeció los bosques donde fui forastero,

Donde bebí el agua dormida que reflejaba tu desnudez

Y los campos de uvas azules.

Recuerdo que tu música en esas florestas era una piel.

Música de Vivaldi, violines rojos,

Canciones de amor eterno, rojos aposentos para la ternura.

Todos los pájaros de esta isla solitaria saben que tu música

Arrulla el silencio de la memoria mientras duermes.


Y arde el rocío

Arden en la sombra de tu cuarto los felinos.

Otra vez los gatos volvieron a tu sueño.

Recuerdo aún que albos eran al llegar la noche.

En los muros, en los tejados,

Las aves vigilan la luz de tu ventana,

El sonido de tu voz

Reflejando el tiempo en los cristales.


Fernando Denis

lunes, 16 de marzo de 2009

Poema de Porfirio Barba Jacob enviado desde México por Cecilia Lemus.

ELEGÍA DE SEPTIEMBRE

Cordero tranquilo, cordero que paces
tu grama y ajustas tu ser a la eterna armonía:
hundiendo en el lodo las plantas fugaces
huí de mis campos feraces
un día...

Ruiseñor de la selva encantada
que preludias el orto abrileño:
a pesar de la fúnebre muerte, y la sombra, y la nada,
yo tuve el ensueño.

Sendero que vas del alcor campesino
a perderte en la azul lontananza:
los dioses me han hecho un regalo divino:
la ardiente esperanza.

Espiga que mecen los vientos, espiga
que conjuntas el trigo dorado:
al influjo de soplos violentos,
en las noches de amor, he temblado.

Montaña que el sol transfigura.

Tabor al febril mediodía,
silente deidad en la noche estilífera y pura:
¡nadie supo en la tierra sombría
mi dolor, mi temblor, mi pavura!

Y vosotros, rosal florecido,
lebreles sin amo, luceros, crepúsculos,
escuchadme esta cosa tremenda: ¡He Vivido!

He vivido con alma, con sangre, con nervios, con músculos,
y voy al olvido...

Porfirio Barba Jacob

Poema de Eduardo Peláez P. extractado de la revista Realidad Aparte No.19












El poeta colombiano Eduardo Peláez Pérez. Foto de Gabriel Jaime Caro (Gajaka). 2009.


ELEGIA AL ABANDONO

El poder le cree demasiado al demonio
a la vanidad, a la mentira.
Coloca su silla para exterminar, burlar.
Jamás posee el silencio
el sencillo afán de lo que es.
Sus cosas son adjetivos
Su palabra artimaña, veneno.

Su enemigo es la soledad
ese espacio de sol que habita la noche
en su compasión, en su bien, en su decir.
Ese cuerpo, ese farero, ese rayo
ilumina la tiniebla
Y ve las revueltas y la pena de soportar
El amor y la sangre
la justicia
la alegría
Ve el alba donde se desperezan los niños
para correr hacia el tiempo
Ve el tiempo al frente,
detrás
enredado en los huesos
en el agua y las ciudades
Ve el vacío y la desesperación
en su vestido de diario.
Ve a los hombres en su fragilidad, en su lucha.
Ese rayo, ese cuerpo, no ceja de unir,
de cantar, de vivir
de leer el fondo de los sueños
De amar cada paso que dan
las otras soledades
hacia la casa deshabitada
donde solo existe el poder del agua,
del beso
de la palabra y el fuego.
Eduardo Peláez

viernes, 13 de marzo de 2009

Un poema de Gonzalo Márquez Cristo, cedido por "Juka" desde el blog rabodeají.


PALABRAS PERDIDAS

Gonzalo Márquez Cristo

Alguien descifra la escritura de la lluvia y sin embargo no puede escapar.

Un alud de imágenes nos extravía la palabra;
acudimos al grito
y al llanto, a veces a la indiferencia, pero sabemos
que necesitamos de la guerra para ser inocentes.

Todo lo ha ofrendado la ceniza.

Desde que desterramos a la noche desaparecieron las más
profundas alianzas y nuestros perseguidores pueden
encontrarnos.

Una herida siempre recuerda la vida, todo nacimiento procede
de su túnel. Un árbol arde en nuestros ojos de agua.

La verdad –es decir lo prohibido, impone su reino de
terror... y hemos decidido habitarlo con las manos
entrelazadas.

Creímos que la poesía nos enseñaría a morir...

Persistimos... Con frecuencia hacemos la extraña sonrisa del
miedo. Si huimos, la soledad convertirá a alguien en víctima.

Por eso la palabra se pasa de mano en mano para construir una
morada invisible.

A veces para sobrevivir renunciamos al conocimiento.

Y cuando todos duermen escribimos...
Pero un poema es el fósil de un sueño, el cadáver de un dios...

¿Aún podremos salvarnos?

miércoles, 11 de marzo de 2009

Definición de Gajaka según el PECUS


Definición de GAJAKA en el PCUS (Diccionario filosófico del Partido comunista soviético):


GAJAKA: Dícese de una especie de marimonda burguesa que habita en las zonas tropicales de Sur América, a unos 7 grados de latitud norte, también se le ha visto en altas latitudes del hemisferio norte (a la altura de New York) y en ciertas zonas de Brasil (estados de Sao Paulo y Rio de Janeiro).


Esta extraña marimonda se alimenta exclusivamente de flores liofilizadas, ocupa su tiempo en divagaciones metafísicas inútiles y en la escritura de indiscernibles textos de patafísica nietzscheana, se le conoce también por sus frecuentes pataletas contra el estamento estalinista y por su trotskismo rabioso (en ataques de rabia se sabe que ha atacado a bestias mucho más grandes como el tipo de perro de la raza gonorreón, a enanos desalmados de la raza chuchainmundis y a elefantes blancos de la variedad vasquiana).


La Gajaka, como marimonda que es, sufre de frecuentes trances socráticos y de temblores incontenibles con los que anuncia los temblores de tierra. Ha resultado muy útil en la prueba de mezclas químicas altamente tóxicas y en los usos inesperados de la pega-loca, como el fijado de párpados y la grudada de piezas dentales de repuesto.

La marimonda gajaka gusta del rock progresivo inglés (lo que la hace más burguesa) y peligrosa para el poetariado ramplón. Es muy peligrosa en estado de alucinación y se recomienda avisar a las autoridades de vida salvaje si usted se topa con una inadvertidamente.

Algunos autores han insistido en que la marimonda gajaka NO EXISTE, especialmente insisten en ello las feministas desgualetadas y los hamaqueros indigentes. Este bicho burgués no agrada a las Gordas sancochas y ni los inseptos surrealistas.
Ya que está en riesgo de extinción fulminante, si usted ve una favor avisar al CURRUNGUISTUMBIS, LA PIRÁMIDE PLANA.

Att: Elvergomeztorva

lunes, 9 de marzo de 2009

Juan Manuel Roca y sus poetas favoritos


Juan Manuel Roca nos escribió:
1. Silva
, nuestro poeta de cromagnon, nuestro primer poeta moderno. Un lírico de la lengua más que del país que, además, se adelanta a la llamada antipoesía en sus "gotas amargas".
2. Vidales, porque ante tanta solemnidad de la poesía colombiana, ante su verbosidad y excesos lecicográficos, hace una poesía desacralizadora y lírica a la vez. Es la mosca en la nariz del orador.
3. Aurelio Arturo, el evocador poeta del sur, alguien que nos enseña que la musicalidad no tiene que ver con la sonoridad externa de las palabras sino con el ritmo interior. Arturo es un músico de la lengua, nuestro más alto poeta, Su poesía es una lección de imagenes y silencios, de acople entre el qué decir y el cómo hacerlo.
4. Carlos Obregón, el ascetismo de su lenguaje, su alteridad y búsqueda interior, su misticismo sin dogmas ni camanduleos.
5. Héctor Rojas Herazo, un poeta visceral de estirpe vallejiana, un lírico de la ruina y las derrotas que lleva a extremos su pasión por volcar su adentro, por traducirse a sí mismo para lograr traducir a los demás.
6. Fernando Charry Lara, su visión evanescente del mundo, su adentrarse en una fantasmalidad y en un mundo nocturno de dioses y de adioses.

viernes, 6 de marzo de 2009

!León de Greiff, el poeta favorito de los exégetas!


DOBLE CANCIÓN

I
Tengo una sed de vinos capitosos
-venusino furor, pugnas salaces,
ojos enloquecidos por el éxtasis,
bocas ebrias, frenéticos enlaces-.

Tú, Dinarzada, tú, fogosa mía,
tú, Melusina, vid de mis deseos:
¡dóname tu lagar tibio y recóndito!

quiero oprimir tus uvas!
Y tus vinos

exprimir!
-fulgurante filtro cálido
para mi sed de zumos citereos!

II
Tengo una sed de búdicos nirvanas
-xahareño no oír, callada acidia,
ojos enceguecidos por el éxtasis,
espiritual ardor, psíquica lidia-.
Tú, viaje azul, deliquio, noche intacta,

música..., oh tú, mi inasequible dueño:
¡llévame a tus refugios ataráxicos!

quiero tañer tus fibras!
y el prodigio

de tu entraña exprimir! -don inefable
para mi sed de fugas y de ensueño.

León De Greiff

miércoles, 4 de marzo de 2009

José Asunción Silva: el poeta asesinado por sus parientes cercanos.








¡Oh voces silenciosas de los muertos!

Cuando la hora muda

y vestida de fúnebres crespones,

desfilar haga ante mis turbios ojos

sus fantasmas inciertos,

sus pálidas visiones...

¡Oh voces silenciosas de los muertos!

En la hora que aterra

no me llaméis hacia el pasado oscuro,

donde el camino de la vida cruza

los valles de la tierra.

¡Oh voces silenciosas de los muertos!

Llamadme hacia la altura

donde el camino de los astros corta

la gélida negrura;

hacia la playa donde el alma arriba,

llamadme entonces, voces silenciosas,

¡hacia arriba!... ¡hacia arriba!...




J. A. Silva

lunes, 2 de marzo de 2009

Un poema de Aurelio Arturo


PALABRA

nos rodea la palabra
la oímos
la tocamos
su aroma nos circunda
palabra que decimos y modelamos con la mano
fina o tosca
y que
forjamos
con el fuego de la sangre
y la suavidad de la piel de nuestras amadas
palabra omnipresente
con nosotros desde el alba
o aun antes
en el agua oscura del sueño
o en la edad de la que apenas salvamos
retazos de recuerdos
de espantos
de terribles ternuras
que va con nosotros
monólogo mudo
diálogo
la que ofrecemos a nuestros amigos
la que acuñamos
para el amor la queja
la lisonja
moneda de sol
o de plata
o moneda falsa
en ella nos miramos
para saber quiénes somos
nuestro oficio
y raza
refleja
nuestro yo
nuestra tribu
profundo espejo
y cuando es alegría y angustia
y los vastos cielos y el verde follaje
y la tierra que canta
entonces ese vuelo de palabras
es la poesía
puede ser la poesía

Tomado del No. 1 de "Golpe de Dados".