viernes, 24 de diciembre de 2021

Gajaka Extramitico (que cómo Tácito) no pertenece a ninguna escuela, y menos empiriocriticista; se muere de ganas de servirle a la novela La Fugacidad del Instante de Miguel Falquez Certain (B/quilla, 1948)...

 

Foto del libro. Archivo de Gajaka.

Siempre que vuelvo a Proust, me siento irritado al principio, me parece que está anticuado y siento un deseo irreprimible: el de tirar el libro. Pero, al cabo de cierto número de páginas (y saltando ciertas escenas), el encanto vuelve a surtir efecto, aunque sólo sea por tal o cual halllazgo verbal o tal o cual anotación psicológica. (Proust está enteramente en la línea de los moralistas franceses. Rebosa de aforismos: los hay en todas las páginas, en todas las frases incluso, pero son máximas arrastradas por un torbellino, para que el lector las descubra, es necesario que se detenga y no se deje llevar demasiado por la frase.) E. M. Cioran, Cuadernos, 1957-1972.

Por Gajaka Extramitico.


Miguel Falquez Certain (poeta y dramaturgo. Traductor). La novela de mi vida (La Fugacidad del Instante, 2021), de mis primeros 18 años; la coincidencia histórica, nuestro Pacto eleusino (Falquez y yo), haber sido concebidos en los meses del Bogotazo, 1948. Toda la familia en escena (dialéctica del ser). 

La fugacidad del instante, la primera novela de M.F.C. Ha publicado varios poemarios y dos antologías sobre su obra narrativa, cuentos (Triacas), y poesía (Mañanayer). Hipótesis del sueño, 2019, es su último libro de poesía publicado por Nueva York Poetry Press.

Con la tía Lydia, y la imágen de Tyrone Power, se inicia la cosa para este bebé que se ha callado ante el proyector con la imagen rutilante, en la peli Al filo de la navaja. Con el bautizo del niño, Carlos Alberto Rivadeneira Laurent, con más padrinos que cualquier chico normal.  Esto más parece la oda a un gran bebé, que llegaba después de nueve años a la familia. Los celos de sus hermanos hacían que el niño se sintiera solo y universal? Marcel Proust se quedó en palotes.

La novela, ese género que se apoderó de la escritura, la novela francesa y rusa del 19. Cien años de soledad en la última Era, para ser exactos. El Ulises de Joyce, en la XX centuria. La novela autobiográfica, hoy de fición, en Europa, es lo más comunitario, en Ameríca Latina hay pocas y buenas, diría yo, mojándome de las poco que he leído.


Miguel Falquez Certain, al lado de su padre y una amiga gringa (Evelyn) de la mamá, en New Jersey, 1965.

L.F.D.I. descanza en la magistral construcción de la desmemoria. M.F.C., Los personajes de su vida adquieren dimensión personal en una metáfora envolvente, van a ver, rica en sensaciones y provocaciones de tipo sexual, parahomexualismo precoz.

Desde esa larga lista de padrinos en su bautizo, del niño Carlos Alberto Rivadeneira, se van avecinando todos los apellidos de familias barranquilleras y cartageneras, que han posado en esa tierra, la Costa Atlántica colombiana, que hoy es un "cementerio" de las nuevas víctimas de la violencia paramilitar... Y que antes era un paraíso, despúes de la independencia. Cuna de exiliados y comunidades enteras de Europa y Asia Menor.

Se pudiera decir que estos primeros años, los 50s del siglo XX, están llenos de carnaval y belleza.  Carlos Alberto que estudía su bachillerato en el colegio de San José en B/quilla, ya antes había viajado a Nueva York City, en donde en 1964 estuvo a punto de salir en el show de Ed Sullivan, pero se le adelantaron The Beatles.

Su show será de magia, este mago llamado Miguelino, se las traía con su padre en esos años de eterna juventud de los 60s. Yo recuerdo cuando lo conocí, que me sacó una quora de mis orejas. 

Pero van llegando las tradicionales aptitudes de los chicos costeños: masturbación en grupo, antes de que se vuelvan algunos homosexuales, invitaciones a dormir con el amigo estudiante, más que todo; pero Carlos Alberto ya la tiene clara, es homosexual, y no soporta que una tía le diga maricón. Es que es tan detestable el señalamiento.


M.F.C. recitando y ganando un premio intercolegial de declamación. 1965. Más pispo pa dónde.

La novela del poeta M.F.C. única, las atmósferas han sido las más ricas que haya leído sobre esa Barranquilla, desde que llegó el caimán (versión). Cerca la Macondo en las grandes lagunas de la costa interior, las laderas de la Sierra Nevada, y el río que ya no es el río, Magdalena. De ahí mi placer por leerla. Pese a todo M.F.C. no es mamagallista!, más bien bromista a la hora de tomar el té con coca. 

Pero son los apellidos de esas familias mediterráneas, entre las dos piernas de Hércules, que me seducen, la invención de todos los apellidos, todas las castas de tercera y cuarta generación, la hipérbole retratada por un discurso político revelador humanitario: yo soy pacifista, el amigo que más me gustaba se fue a la guerrilla (versión).

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¿No nos va a complacer, Rivadeneira? dijo el rector*.

¿Cómo así, padre?

Traje la máquina de afeitar. Por favor, hombre, rasúrese, dijo el rector.

Quítese esa chivera tan fea, dijo el prefecto.

Lo lamento, pero no puedo complacerlos.

Mi tía Lydia me jaló por la manga del saco.

A mí me parece que le queda bien. Se ve muy buen mozo, dijo mi tía Lydia queriendo apaciguar los ánimos.

Carlos Alberto, dijo mi mamá exaltada.

Qué quieres que les diga, mamá. Me graduaré con chivera, mal que les pese.

Cuánta insolencia dijo el prefecto. Acuérdese jovencito que aún no es tarde para retirarle el cinco en conducta.

Haga lo que quiera, Rivadeneira, dijo el rector soliviantado. Tenía la cara roja y contrastaba con sus cabellos completamente canos. Pero sepa que no lo olvidaré.

Está en su derecho, padre. Permiso. Creo que ya nos llaman.

Agarré por los brazos a mi mamá y a mi tía Lydia y entramos al vestíbulo del Metro. La temperatura fría nos calmó en un instante.

¿Has visto a Zubizarreta, Carlos Alberto? preguntó Campoy.

No le dije. ¿Quién te acompañará en la marcha?

Desfilaré solo.

Ni más faltaba. Ven conmigo, mi mamá tiene dos brazos.


Armoire Surréaliste. Marcel Jean, Francia. Muestra de surrealismo en el MET, 2021.

Y con los acordes de la “Marcha Triunfal” de Aida, comenzamos a desfilar los veintisiete bachilleres de los brazos de nuestras madres.

El colegio se pone de pie en pleno, a nuestro paso la gente susurra, Campoy con sus dos metros de alto, sus ojos azules y sus cabellos rubios ensortijados del brazo izquierdo de mi mamá y yo colgado del derecho, la sempiterna marcha de Verdi usada todos los años hasta la saciedad aglomera a los mirones que sonríen, murmuran y critican, los fotógrafos corren por los pasillos adoptando las poses más absurdas, los flashes nos ciegan momentáneamente, el rector y el prefecto suben al escenario y se sitúan frente al micrófono, los pajes con sus guantes blancos forman filas con los azafaticos de plata en las manos, el aire frío tan frío gélido que se desplaza en nubes casi imperceptibles y toma posesión de la mañana, el camino tortuoso que comenzó exactamente hace ocho años cuando llegaban a su fin los días inocentes y pacíficos de las hermanas de la Presentación y de las Siervas de San José y nos entregaban a las manos ásperas del hermano Beto Gorostiaga, las batallas por los conocimientos entre romanos y cartagineses, la magia y la palabra como armas para defenderme de los gamberros que me hostigaron en el camino, los múltiples apodos con los que intentaron doblegarme, mis contadas amistades forjadas en el secreto de las cofradías, la tía Lydia y su amor incondicional, Oscar Wilde y Fabrizio Lupo, el escarnio de los intrusos huyendo de la isla en libertad, el despertar sexual, la lucha y la aceptación, mis viajes a Nueva York, el mundo de la magia y los Beatles, “Jairo contra mi ingle”, el gozo y el placer floreciendo cada día, la muerte persiguiendo a los abuelos, las noches estrelladas y el descubrimiento de los meandros del río en la nave colosal, mi padre y mi madre, su amor y su desamor, la fortaleza inquebrantable de mi madre y el mundo sorprendente de mi padre, su amor por mí y las historias de ambos, enrevesadas y sublimes, los secretos confesados, escuchados o compartidos, las farsas, los engaños, los fingimientos, la agridulce hipocresía de una ciudad infestada por la angustia, las noches de placeres solitarios, las canicas, los patios de recreo, los trompos de guayacán, la monstruosidad de una sexualidad impuesta, la arropilla y el pan de yuca y las frunas y las alegrías, los versos españoles con la manzanilla, el placer de leer y escribir con el profesor Arístides Amézquita, la preceptiva literaria, las noches de tormentas, la disciplina descubierta, el poema diario, la literatura, la historia y la filosofía, el trueno y el rayo y las palmas de los Domingos de Ramos para controlar la tempestad, el extrañamiento, el cine desde mi nacimiento, la figura gigantesca de Tyron en la pantalla, los idiomas, el baile y la cumbiamba, Miguel Strogoff ganándole la batalla a la varicela, el muelle larguísimo desafiando al crepúsculo, el escultismo, la sucesión de playas como ecos, el enfrentamiento, el teatro, sus múltiples máscaras fortaleciendo tu coraza, mostrándote el camino, la ciudad amurallada, las fotografías repetidas hasta el infinito en los múltiples espejos, cóncavos y convexos, reproduciéndonos en los bordes continuos de la cinta de Möbius, la alienación, la ciudad vencida, las cajas dentro de las cajas, el fuego de la hoguera y del campamento, el muñeco de trapo sacrificado con los muebles viejos en un verano inacabable, el descreimiento, el fanatismo, la afirmación en el desasosiego, las caleidoscópicas posibilidades de un mundo mejor, la música arrullándote, este niño quiere que lo duerma yo, que lo duerma su padre que lo consintió, las muñecas rusas, la muerte carcomiendo el cuerpo decrépito de tu padre, las guerras, las masacres y la vida mordiéndote los calcañales, sacándote a flote para que de una vez por todas respires el aire frío y desapacible de este nuevo día.


Mago Miguelino. Foto tomada por su padre, Manuel Guillermo Falquez Grau. 1962.

Lo anterior parece un discurso político dicho para la sección del grado de bachillerato, en el colegio de San José, con una sultura empequeñecida por las boberías de los curas a que los jovénes no tengan chivera, ni pelo largo; lo mismo hacían los franquistas y los castristas stalinistas.

*Tomado de La fugacidad del instante (Bogotá: Editorial Escarabajo, 2020) de Miguel Falquez-Certain, capítulo 24, págs. 665,666, y 667.


M.F.C. y yo (Gajaka), celebrando nuestros 70 años en su nuevo apartamento de Manhattan. Verano del 19. Foto de Joaquín Méndez Gaztambide.

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Siempre hay una luz de efervescencia que nos guía en la juventud, La fugacidad del Instante, arrebatos dionisíacos en el pasado (es tan exclusivo en la novela de M.F.C.) Como si viéramos el exabrupto, y preferimos la mano de un ángel que muchas veces es demasiado humano. La mano de su padre, Mario Alfonso Rivadeneira Pujol, alguien portentoso de experiencias artísticas en Hollywood en los 30s, en aquella foto de matrimonio con Dolores Laurent López en su boda en Bogotá, de una elegancia sin igual, que la recuerdo ahora.

M.F.C. escribe la segunda nóvela de ficción acerca de su vida, que como les digo es muy prustiana (de nuevo tipo), su vida después de los 18, seguro arderá de pasiones mayores y muy poéticas (la cantidad de años neoyorkinos)

A Joaquín Méndez Gaztambide.


Los poetas, Severo Sarduy y Octavio Paz en París, 1985.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

Leticia Pumarejo Cuartas, ex reinas de magazines, regresa por el (Me Too), nada de machismo, más bien amorfo. Jardín de Epicuro.


Yemaya, por Wifredo Lam. Muestra de sus pinturas y esculturas en Pace Gallery de Manhattan. Foto de Loli Cienfuegos.

 Tésis desprovistas de prosa de pro y contra. Más bien maitines o medio

día sabroso. Si se escribe sobre política es tratable con el

 cordobés, su figura metafórica. 

Por Leticia Pumarejo Cuartas, (Mira, es otra cosa? (en política), No basta.)

Lo primero que se me vino hoy son de que carajo comen, en cada barrio hay cientos, y son en realidad millones. Las golondrinas mias y las de Margarita Cardona, quizás mucho más, y las de Ángola, ah, no te mortifica?

Si comen mariposas, estamos perdidos, no tenemos un dios que equilibre, con ese escándalo masoquista de las palomas... y los perros (Dogville), y los hips de los cuentos de hadas y anopheles. Cuadritos de penca.

Hasta aquí las exaltaciones de estilo muy rupestre, cómo pintar con cerdos en un sanatorio estilo suizo... Hasta ese instante monstruoso en que el animal se caga en su p.u.t.a. dueña.

Puedes gritar, no soy esquizofrénico, sáquenme de aquí? Ni arrojar la última piedra, que la tara muere con el bicho, que se extermina en vida. Me lo dijo Ana de Cacia.

Wifredo Lam (1902-1982), artista plástico cubano. Pace Gallery Manhattan. Foto archivo de Gajaka.

La falta de humor, sin h, con k, los mantiene, nos, en el abismo de piedra de Milwaukee, y el mulo que no se cae... Y más terco que ella, monje encendido, peldaños de ese infierno que nos toca por suerte. Lo soñamos, estamos con él.

Que todas griten su nombre, los otros irán sembrando, sugeriendo estas mutaciones del espíritu encadenado. No es un mito el espíritu encadenado? Es tan onírico en El Decameron... La felicidad ja ja ja. Pero si es la represión de las ideologías?

Segunda tésis doctoral para escribir un haiku: Ser amigo de todo el mundo asi el menbrillo va a ocupar toda la línea transgresora. Se rinde toda la tecnología. Y los recuerdos de la imagen comprometida. La España franquista y boba que se salvó con la movida madrileña. 

Pues, haremos el haiku político, a la juventud japonesa en Tic Toc. Ni esos acentos o conjunciones que estirán la papa, poeta Villalba.

Comer hongos, no cesan, ese cuerpo silosivino que empuja a los abismos pero de su propia dramaturgia. No hay nada más placentero que ser cuidado por los dioses trémulos, de ahí el ejemplo del poeta Scardanelly.


Wifredo Lam. Pace Gallery. Foto de Loli Cienfuegos.


Pero todavía no es Haiku, ya llegaremos en un vuelo de la TWA. a México. Tablada dictámina El universo en una botella

la cueva de Luxor. En la cueva de Luxor

el universo es una botella. Luego cambió por Lámpara. (Versión).

lo olíste, lo hice, chantagiado con haikus al comienzo del oficio de poeta, tendrías que unirse en un apagón. 

Volver a Renzi, recomienda Ricardo Piglia... Aunque no venga al caso. Con humor te tiras y no caes... O te viola el ángel del otro. Tiene su perdon.


Wifredo Lam. Pace Gallery. Foto archivo de Gajaka.

Disclaimer

Yo moribundo, ella cerrada y trancada por dentro.

Yo moribunda, él desabrochado a cada hora, según la costumbre. Ahora que se puede gritar y meter preso al alcalde in the village Billy, el asqueroso.

Hoy juegan todos los terminos politicos, hasta los bloqueados nazis se comen a sus perros, literalmente, y la esquizoide actitud es la altura de lo posible del fascismo ordinario, lo otro si basta, la pintura sacralisada, el antes y después de la era cristiana, y la hermandad ante las verdades siniestras. Epicureísmo en el alma mater, de las famosas atenciones públicas de los liceos de filosofía. Pero faltaban los chefs y moría la carcajada olímpica. 

Recien ahora descubro que The Black Mountain College, fue un campus maravilloso por casi una década en Carolina del Norte. El jardín de Epicuro. Grandes poetas y artistas desafiaban esta belleza y este hedonismo. No se sabía nada de infierno y paraíso, habían muerto con la gran guerra. Thomas Mann (The Buddenbrooks) tenía razón, se venía el nazismo encima, el arte se fue por las alcantarillas de París, le respondería Cioran.

                                                                     A los amigos de Leticia, la seudoseudonimia 


Wifredo Lam. Escultura de su colección sobre santería cubana. Foto de Loli Cienfuegos.

W.Lam. Pace Gallery. Foto de Loli Cienfuegos.

W. Lam. Pace Gallery. Foto de Loli Cienfuegos.


miércoles, 1 de diciembre de 2021

Gabriel Del Casal, heterónimo mayor, regresa al museo Metropolitano a ver la exposición del Surrealismo.(El arte pictórico y la escultura a nivel planetario).


Fotografías de obra en conjunto (Sin título), entre Cecilia Porras y Enrique Grau, pintores colombianos. De lo más destacado en la exposición surrealista en el Met., por El New York Times.

***

Cuando el Surrealismo se le salió de las manos a André Breton, llamado por el filófoso Georges Bataille (Eres un león castrado). No le besó el dedo gordo del pie, y para afuera, lo mismo para todos los homosexuales.

Por Gabriel del Casal

Volví al Met, a sus corredores poblados de esculturas, cada vez más Grecia clásica, y el Surrealismo pictórico y chismoso, más bien político; que se impone en el mundo, entre las guerras mundiales. Que encarna con las raices africanas, y toma su bautizo con un modelo francés, pero de pasarela (para los filmes)... 

Aparecía de nuevo la muestra del Surrealismo, dejando a algunos protagónistas descansando (?), Masson, Man Ray, Tanguy, Buñuel, o en otro Olimpo... y yo que fuí a lo que fuí, me senté un rato a conversar con la muda de Remedios Varo, en la sala 13, y los cuadros se hacían grandes y chiquiticos, no eran renacentistas, post lejos. Parece que tiene la obra contada como a Vermeer.

Foto de César Cano Cadavid.

Poesía visual, el objeto inexpresivo se vuelve rótula, todos visten igual como en los conventos y sanatorios de risa, y es la atmósfera onírica que la achica. Todo este discurso puedo decir de Remedios Varo... Si me encerraran con ellos, cuadros casi vivientes, escribiría una obra famosa, Con Remedios, la fea. 



Frida Kalho suplicándole a Diego que le cuadrara la nariz a los manitos con sarape, que ella ahí tiesa le daba corazonada al trazo, que más tarde serian sus autorretratos, in situ, ya tan caros como los de Van Gogh, Pero el cuento es otro.

La muestra del Met tiene puros contenidos politicos, un poco aburridores, y cuando hablán del ruso Trotsky, ese rubio fenomenal, regalo de la revolución de octubre, no de noviembre. Un orgullo para México, pero el maestro Siqueiros lo quería matar. Stalin mandaba a asesinar a sus críticos dentro del partido. Las purgas vergonzosas. Y hoy lo copian las Dictaduras del proletariado en América latina

Fue en Mexico donde se asentó el surrealismo pictórico y escultural. Si, las pintoras surrealistas María Izquierdo, Leonora Carrington, está última británica, en ese México de los treintas y cuarentas, un paraiso demostrativo, nada casual, que todavía lo es para las queridas soluciones de exilio, y de trabajo artístico. Mi primer poema se llamaba Como Méjico no hay dos, copiado de una vaya publicitaria. 1974. Dije que Rufino Tamayo era mi pariente cercano.


Foto de César Cano Cadavid.

Cuadro hipnótico II

(En) resulta que yo iba a la muestra para ver exclusivamente las pinturas de Dorotea Tanning, y solo tenía un cuadro chiquito, excepcional, una flor de girasol de oro en esos balcones prefigurados de Dorotea, la precursora de ese escenario (Hiperrealismo) de casi todas sus pinturas. Otra amante de Max Ernst, vivieron en Arizona. 

Dorotea Tanning.

Como el análisis de la exposición fue más politica que artistica, vuelvo y me pregunto, por qué asesinar al revolucionario León Trotsky? Porqué lo mando a asesinar Stalin, por traidor o qué (envidia dictatorial)? por dedicarse al Surrealismo, qué lo consideraban burgués y enemigo? Más falso que lavar las lentejas para que no mueran muchos veganos de hambre. así han asesinado a los mayores líderes politicos del siglo XX. Tanto la izquierda stalinista como la derecha vuelta fascista y neoliberal.

Cota.

Gracias a César Cano Cadavid y Loli Cienfuegos por las fotos tomadas en la grande muestra del surrealismo en el Met. Las mias las borró el Drive. Se nos quedaron algunas obras sin resaltar, porque queda claro que el arte pictorico y escultural realizado a traves de los últimos 100 años, supera a la literatura surrealista actual. Se salva el movimiento de La Mandrágora en Chile a finales de los años 30s hasta los setentas.


Foto de Loli Cienfuegos.


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Foto de César Cano Cadavid.

Los zapatos de Kurnstsammulu. Foto de Loli Cienfuegos.


Foto de César Cano Cadavid.

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Joan Miró y sus alumnos. Foto de Loli Cienfuegos.

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Foto de César Cano Cadavid.

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Foto de Loli Cienfuegos.


Cuadro de Remedios Varo. Foto de Loli Cienfuegos.



Foto de César Cano Cadavid.



Remedios Varo. Foto de Loli Cienfuegos.



domingo, 21 de noviembre de 2021

Gajaka Extrasmitico, se quedó de heteronimito otra vez. No aguantó el tren. Regresa con un poema para Gustavo Adolfo Garcés y, sus Textos Descartados.


Goya.
***

Empoderamiento; salió garza la pata.

Aquel pasado que germina.

No es para mi.

Pare, un momentico, si.

Aquel pasado que germina

va hasta las rimas de Bécquer, 

Pasado impoluto. Machado y vaya si hay Dios.

Post Scriptum.

A la Tos alegre del poeta Gustavo Adolfo Garcés: 

Ha transcendido por una carta de que no soy bien visto entre ciertas sabanas, frías, más no calientes, jua jua...Pardom, sabanas cómo la de Bogotá. Qué porqué no me presentaron a la poeta suicida María Mercedes Carranza, allí sentada  dónde el poeta Silva escribía sus novelas de amor.

Talvez yo la hubiera salvado? Llevaba un libro para impresionarla, ese día, y tas! pasaron los supuestos acuerdos y volvieron a matar a Silva, Adversarios de Nueva Caledonia sin poder pedir, ni siquiera una copita. Me acuerdo de ese día y me entristece.

ATT.

Un amigo, nunca es un enemigo, decía Polifemo, el más reencarnado de todos los mitos.

Gajaka extrasmitico por más señas, a sus primeros editores de Belén, La Floresta y Calazans...Que me los mato a besos.



Tiziano.

***

Textos Descartados (inamovibles).

Casi pal tajon de la basura (1A)

Casi fueron los poetas estadounidenses (americanos), K. Koch, R. Creerly, los poetas de éxito, los que les dijeron a la gente; quieren ver las mil y una noches,( ? ), lean en otros romances, parecidas al tacto también, con lo extraño que es la fascinación, ah, y no fueron los profesores de lenguas y sus alumnos de idiomas quienes, nada de raices griegas y latinas, no le enseñaron esto a la gente, sino dentro del recinto cobrizo. Hay París a las cinco con Lorca en otro espacio pero con toros.


Eduardo Pelaez P. y Gustavo Adolfo Garcés, poetas colombianos. Foto archivo de Gajaka.

Cómo me pregunto ahora que chupo la toronja: Caballero tire ud la corona, virus tramontano, hacemos caso omiso y cuenta nueva en una nueva generación!!!! La del c.u.l.o. de la especie de dos metros.

Cuántas óperas se volvieron un zafarrancho!!!!!

Sin poesía no hay nada, ni el accidente del traste viejo, la conexión ahora extraterrestre, incluyen a algunos de ellos.

Black Mountain college. (2 A).

Qué lo trae de nuevo a América, poeta Creerly? Y este lo mira con su biónico ojo, semidioses, y dale con el orale para todo. quiero disfrutar hasta el final el College de La montaña mágica; habrá algo más hermoso qué esto?  O el vuelo volaba con él o él volaba el vuelo. Todo terminó para que empezaran a reinar los Beatniks. Hijos de Joyce en una sola página y de W.C.Williams, y Emily Dickinson en el esplendor de la poesía gringa que llegaba por cataratas. Ya veremos porque.

Cómo encuentras los nuevos títulos, los poetas muertos de la risa, pero ellos los solo novelistas, si el coro no tiene nacimiento primero?

Quedan las ceremonias, dijo el rey pachuco antes de morir.



Lanzamiento de la Segunda Vida de Realidad Aparte. De derecha a izquierda, Teresa María Gallón, León Felipe Larrea (Editor), Marlene Hidalgo (Poeta de Costa Rica), una chica española, Gajaka (Editor), Carmencita Orozco, Mónica Luque, Juliana Caro en brazos. Viva Galeria. Manhattan. oct. 1993.

Vienen las zandias, se acuerdan de Zanzibar, de lo qué quería el rey? Solo albondigas pasadas con miel. Sandías es lo único justo y verdadero, y él se echaba a llorar inconsolablemnte por mil y una noches. Esto parece todo plagiado, y más real que un chucho.

No hay nada más exhausto que una viuda alegre; fue la liberación de la mujer en el siglo 19. Quién fué el que dijo, qué un poeta dominicano pintó (no que había, y con dos vocativos) la torre Eiffel? Pedro Mir.

Qué aprendio ud de la Revolución francesa? La calma civil.

y de la Revolución cubana? El nombre.

Había grandes diferencias entre Napoleón y El Che Guevara, el úno único se coronó Emperador, y el otro, que no hizo maestría en Economía, se coronó Martir, sin una palabra más de Martí, el poeta  apostol. Le fue mejor en Bolivia (por nada lo mata un Gorila), el otro en retiro forzoso en la isla de Santa Elena, echándole la culpa a los ingleses por un error de cálculo que hubiera solucionado Newton. Cómo que no coinciden el descanso con las vacaciones.

Fin del café con leche, libro a la imprenta o a la basura.

Se ha fijado ud a la filosofía en su poesía perdiendo el amor por la fe. Si tengo claro a Aristóteles, el que enseñó las reglas y las conductas a seguir con el escrito de meditación sesgada más que de profundidad competitiva. Otra vez que rico el poeta Agatón de Atenas, perdiendo casi toda su obra, retrato vivo de Sócrates, en un papiro fosforescente, aclareciendo la belleza de sus poemas, out! iban a desaparecer en un incendio. Cuándo el hombre no se parecía al animal, solo en su soledad.


Poeta Carlos Enrique Ortiz. Foto archivo de Gajaka.


A Gustavo Adolfo Garcés, Eduardo Peláez P.,y Carlos Enrique Ortiz, Principes (asi sea de las tinieblas).


martes, 9 de noviembre de 2021

Gajaka II, que solo fue una vez al Infierno del Dante, al de Lezama, las Eras, y quizás al de Bedoya Carlos, con todos los blues.

 


Leonora Carrington. Se han encontrado todas las obras de esta pintora, tan prolífica cómo la de Max Ernst.
***

Noviembre ocho, Qué es lo más profundo? Suponiendo una calaverada, romántica, si ya le pusimos siglo y hora; subir a los infiernos gracias a la locura, hacia el ponqué bienaventurado. Y tu te llamas, Cero Intempectivo.

Por Gajaka II (el que los va a enterrar a todos).

I

Si el cuerpo es el objeto, no así el avestruz, es un principio del surrealismo. Y hay pocos postulados, a medida que el transporte publico se esfuma. 

Si es un hueco para esconder esclavos, judíos, en el mejor de los casos piratas internautas. Muy profundo. Huele a especies, las moscas invisibles, y saz, la generación espontánea de Aristóteles tardío.

Lo más profundo puede ser las primas terceras, y las golondrinitas golondrinitas, que hasta aquí llegué, sigue mi culto Délfico. El tango es lo más profundo. Se confirma en un dos por tres, 

Eduardo Peláez con los pies en Bs As, con remedos para la toz. Ahora que voz moris con la tanga, el concierto para piano de Stravinsky es igual al Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. Un hombre entre un millón para imitar la soberbia.


Heidegger, el suavo.

CONCierto de imitadoras en la más próxima torre de la televisión, golondrinas de nuevo y el anunció del invierno, se parten en dos las sopas. Todo es Brahma. Malena.

Lo más profundo en la hierba del tapete persa, no está mal, principio del yoga y fin del zen: como rasgarlos, a esos deseos con represalia, mancomunados, seudoanalizados, que van y se quedan petrificados al flechazo continuo.

Fin del modernismo tardío (neo), no aguantaron dos siglos los Ritos (y las arpas mudas, la imperfección, de Agatón)... Han quedado por fuera sin amor, solo el tridente en la mano asesina.

II

La sola pensada de casualidades masticando carne entre los dientes postizos, y se creen adoptivos, en un mediano acto [premonitorio], las trampas del hombre sobre el animal mundo, cuando hay que volver al Nietzsche de Heidegger.

Nietzsche bailando con el arpa paraguaya, y Heidegger metiendo mano con judías sobrenaturales. Las obligaciones del ser empiezan en la prohibición, hacia la libertad de rebaño.



III

Fuego lento (food o fou), acostumbrado a desacostumbrarse a  limpiar el bar de las ausencias. La ignorancia del Surrealismo es hermosa. Nadie siguió a André Breton, estructurado por Sartre.

Qué es lo más profundo, solo al toque de la piel, y el benjamin rosado de la emperatriz Juliana, la hipérbole decía William Faulkner.

Para mi las golondrinas y sus mensajes cifrados entre las nubes calumniosas. Algo más qué mirarse copado?


Al poeta Carlos Bedoya, a sus 70 años, cuidando a su madre casi centenaria.


El Modernismo!!!!!!!!!!!!!!


miércoles, 3 de noviembre de 2021

Pepito en Penn Station acaba de recibir su doctorado en literatura; hasta eso has llegado? No importa me salva mi docencia.

 


Bertolt Brecht y Walter Benjamin, la que hemos, elegida, cómo la foto del siglo XX.

***

Por Pepito en Penn Station (Yo feliz, hasta donde se pueda, o lo contrario, desparejado, mimado y sin el virus arrodillante). Prendo la vela de la cumbia.

One

Profecías del nuevo mundo, al garete, Fueron tres carabelas?/ un nuevo almirante, no hay caminos sino estelas en la mar, versión de Antonio Machado y de Serrat. Y SI HABÍAN CUATRO RINOCERONTES?/ Fueron aniversarios dictámenes; pero el peor, en asuntos del fin del mundo, el de Carlos I, ex V, SINO ESTOY MAL MÁS del 50% de TODA SU FORTUNA PARA LA sANTA MADRE inquisición. No joda. 

Lezama bajate de esa nube, le decía LORENZO, AUTISTA ALBINO EXTRAORDINARIO. Sonará osco. Ya no hay que estar claros sino confesional (como la Escuela de New York de los 50s y 60s). Para mandárselos a decir.

Qué cómo fue qué se tiro de un puente al Missisippi? No, no fue al Misissisippi!!!!. Muérase, 100 paquetes de mentolado al mes, y la esquizofrenía, pero dijo, a quién no odio y está cerca, no lo conozco (versión). Berryman. Si habían cuatro rinocerontes en tu suicidio, pero eran de madera triplex.

Los suicidios de la familia Mann, no cuentan, ???, malintencionados los sentimientos y el deseo no confabulan, a pesar del ejemplo del padre, el elegido, a sentir amor no importa el sexo. Y de ahí la cepa de esta altura que huele a pasado colgado en arrebatos de tipo gay.

Doctorado X contra Anarquista X, llegan a lo mismo; cómo explican qué es un Poeta maldito? Que lo digan los neutros, bolos, de la cama exhibicionista, la ciencia postiza del ser. Cómo dormían los mayorazgos o en él?, y de segunda iba la Inquisición. Cómo lo explicas al profesor Parnaso, manteniendo el exametro cerrado? Una quintanilla con oboe de madera? Si, cuatro rinocerontes.



Para el ego: Lorenzo García Vega está conmigo (Gajaka), ambos autistas, y vestidos igual, me comparó, sin igualar, con Lezama (Contracarátula de La risa de demóstebes, rara, II), un auténtico caballero... En casa de Alonso Mejía. N.Y. 1998.

Two

La imagen de tercera, no da aviso, solo estupor, y viene del Renacimiento (pura rinascita). Eduardo Lizalde por ahí. Profecías. Quedas eléctrico, algo que le gustaba a Marco Antonio Montes de Oca. Modeló tu adolescencia. - Pero ni siquiera has visto a AlA, y ya regresa Backtidisaba en dos lenguas de fuego!!!.


Igor Samsonov

Three

Qué a (qué) conciertos regresarías? Yo, al de Queen, porque no recuerdo nada. Solo bailaba. 1983.  El énfasis en la demarcación, solo angelitos verdes, Jaime not yet. Mi hermano quedó maravillado de la figura de Freddie Mercury. Yo no lo vi, porque era el más bruto para todo. Tenía mi cámara dañada. Me dieron alguna droga que prefirió ignorarlo todo. Ya no hay psicoanálisis del arte!!!

 Al de Cesária Évora en Puerto Rico. Yo bailé con ella, sin darme cuenta, estaba enlagunado desde antes del concierto. Cómo voy a describir la enlagunada, si el concierto nunca existió? 2004.

Four

Una brecha, el petirrojo, tiene que ser una plaga. Mustia, vaya al fin has sido. La naturaleza asusta, pues han comido en la misma mesa de los azules.

Trizas pero de cobalto, enmudecidas voces del coro del requiem. Tu sepelio favorito. Vuelas con la musa, Bécquer seguro lo hizo. Julía Espín y su voz peregrina. Pena sin infortunio, a dónde miraís en revuelo purulento?. Ven, a veces no dicen nada.

***


Última foto del poeta mejicano  Gerardo Deniz.

Tres poemas inéditos*
Por Gerardo Deniz

1. Secreto
Ponderan mi memoria de cosas variadas
(—Tiene usted una memoria felicísima,
me dijo a mis diecisiete un viejo químico),
pero el secreto que sólo yo conozco
es que más y mejor recuerdo todo
lo que atañe a cierto olfato y cierto tacto
(no hablo de zonas erógenas pues son el cuerpo entero),
y que estos rastros mnémicos
me asaltan a mano armada en mil circunstancias.
De pronto mi órgano de Jakobson, mis manos y lo demás
despiertan, desvergonzados y simultáneos,
ante la estantigua de las ausencias,
quienes, por si fuera poco, cargan a la espalda
sentimientos, palabras, preguntas sin respuesta o respondidas,
más toda la tramoya necesaria
para seguir existiendo sin perder lo existido
que siempre concluyó de igual manera,
pero dejando todos los detalles tragicómicos.
Huellas dactilares, indicios de ADN,
parafernalia caduca, pero ello,
lo puedo asegurar, no tiene gracia ninguna.

2. Preparativos
Me preocupa (entre otras quisicosas) pensar,
ahora que me quede ciego,
qué voy a hacer con la mesa de billar 
que traigo dentro de la cabeza 
cuando rueden por ella
(y a oscuras) cisticercos, pezones lisos como caramelos chupados,
canicas, avellanas, vólvoces (gónadas), 
burbujas de chicle, oes
y hasta una que otra piedra de la locura.

(No) vamos a ver qué pasa.

3. Sintomatología
Esto va de mal en peor.
Hace unas horas te encontré en una pieza de Scriabin
que, por tanto, en adelante será tuya.
En mi poblacho habrá esta noche una luz
y en adelante continuarán siendo más, bien lo sé:
son las metástasis que sin querer desparrama tu existencia.
No sólo por el andar se denunció la diosa.

Es ello, estoy seguro.

* Tomado del blog de Fernardo Fernández, SIGLO EN LA BRISA.



miércoles, 27 de octubre de 2021

Postalitas para dequear (no existe, igual da) estos comienzos de los veintes. Y es Gabriel del Casal quién salva la cosa.



Adivinen, adivinadoras, barco de la amistad: Alvarez, presentadora, César E. Carrión, Gabriel Jaime Caro (Gajaka), Forrest Gander, Samuel Gregoire. Archivo del Festival internacional de poesía de Santo Domingo. Nov. 2017

Gabriel del Casal y sus postalitas long daffodil. Estilo Arturo Carrera. 

Anne Sexton, eso era Anne Sexton, un prodigio, no de este mundo aunque haya parecidos, Silvia Plath, Janis Joplin, Patti Smith. Sola como Dios, no dice nada, pero era más bella, Sexton, que las reinas del Hight school, todas de 1.70, y diéronme las tres en mis lecturas de media noche sin J.K. 

Post de la anterior: Era común tener los granos de la cara, aunque fuera uno y bien cultivado, sin el topical cream de Fluorouracil. Ya a quien importa mi vida. No más vida. Habían dos mundos mientras me concentraba el cigarrete. Vive o Muere.

Aniversario 111, y la Teresa María muy oronda, y muy vecina del autor de On the road, osea que desde aquí se partio a viajar en auto stop por todo USA. Significaba del más allá, con aquella pulsera roja que costaba mil dórares. Mientras ensayo mi nado sincronizado, y voy al sur, el grande y el pequeño.

La crítica era mejor antes que ahora, era como cirujanos, en su repectiva bóveda, un decir, pero grandes conocedores del tema y no eran sociólogos. Escuelas de pensamiento estético que duraban décadas. Desde Diderot hasta Steiner. Voluntad del arte. Hoy Eduardo Milán, sin mampostería, se te puede derrumbar el mundo post y sincronizado.

Antes hablaban de metamorfosis, hoy solo Kafka, que sin comparación crea sus colonias. El Corpus hermético, hasta Apuleyo hablaron de metamorfosis. Yo solo a canario, he podido llegar.

Qué si vivo rezando? Así es, cuando estoy bien. Lloraras está muy bien conjugado. El sindrome de Stendhal sobre la belleza, hasta pelando los chanchitos. Cuando se podía subir escaleras para llegar a Dios. Y la madre de Dios subía a los cielos, y ahí empezó a figurar lo que tenía pleitesía, a lo anárquico del siglo 19.



Jamás tantos poetas juntos. Lanzamiento del libro Matrix Lux, poesía reunida de la poeta argentina Lila Zemborain, 2019. Foto de archivo. N.Y. 2019.

Antonio Gamoneda, el poeta de Oviedo y de León, te mete fisicamente al río, con su extraordinario Libro del frio, por donde anda definir en cuatro palabras te toma la dieta por jugador de este destino. Y pensamos inmediatamente en la prisión del frio.

No hay mayor satisfacción que corregir poemas y soliloquios. Estoy en eso desde hace cuatro años, con La muerte es ese ballet. La ordenación antitética, vaya mi propio doxógrafo, y meto un pie.

Sopita de caldo de todo, y masticas el brocolli para que tu médico crea en ti, y en los hippies, es un decir, si crematizas tu vida. Crematizado de toronja.

Cuando llegan las nubes, las del intelecto, viajas, mejor desciendes al Hades, todo policromático, sucesión de nubes, vas bien, a lo primero que agarras, un marcador, y golondrinitas irreconocibles. No son coquí. La naturaleza se moldea, se vuelve bonsai.

La soledad era la tierra prometida, no la del presidiario, donde vagas feliz. Que si lo veías, era en sueño que parecía. Las verdades que son amargas se pasan con yogourt de la Promenade, ya verás la suerte de marras. El libro de naranja, me apetece. Giordano Bruno en Londres, huyendo de la Inquisición.

A todos los personajes de La mosquita muerta contra la pulga hampona, versión Brecht, a la masa incendiada de occidente.



Los poetas peruanos, Blanca Varela y Rodolfo Hinostroza en París.

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