martes, 24 de abril de 2018

José Lezama Lima gana el premio Nobel de literatura, póstumo y repudiado. No podrá regresar de Estocolmo a Cuba.

José Lezama Lima


Portocarrero
                                                              Priapo.

Segundo Cemi nario (gracias a Comas por el nombre*), semi (pre) semén semilla semiótica, todas le caben bien a Lezama y su novela Paradiso.  

Primer discurso para el doctorado en Lezama Lima en el medio medo evo de la ya rancia América Barroca de espejismos.

Por Gajaka Extra (s) mitico

Paradiso es la mitología de lo que quedó de la Atlántida, y no es cualquier perreta, aquellos españoles cubanos se las traían de paraísos, en vez de obispos y sacerdotes del santo Oficio, nanas, abuelas, y con un coronel de coroneles, José Eugenio Cemí.
Nada que envidiarles la corte borbona española del siglo XIX. Vascos es el caso a destacar por todo el mar caribe haciendo su desembarco. Admirables. Hoy esos vascos ya no existen, sin el idioma, tratado de la oportunidad, de subvertir el orden o simplemente un plano secuencia de nuevas vidas en el arte.

España menos o más romana que los vascos, que se han defendido de los Francos carolingios (Roncesvalles una batalla enormísima para ellos). Un vector de protestantismo pasó por ahí a Navarra.

Don José Lezama Lima, del que dice el mudo beckettiano, que no le haga tanta propaganda, pero si es de lo que mejor se escribir. Sabía que muy pocos iban a entender el Castillo de la fuerza, y los pilares hipertélicos del lenguaje de oro barroco. La hilaridad del orgasmo musical de la orquesta, los cantos precisos y prefijos de los sijú (cucu)
 o mochuelo de sabana (aves).



Los Cemi, la otra comida (como el júbilo de los cazones cuando rodean un salmón homérico, o el rizado caballito de mar con su dórica sorpresa ante la tenebrosa cuna de las langostas),  la gran comilona, seis capítulos de Paradiso, que le costaron al poeta el corte total del vedado del faisán, ahora que no están esos cumbambones absburgos del siglo 16 y 17, y se lo prohibían por degenerado al poeta que solo vio una chispa con la revolución; un sicólogo le dijo al  comandante, es estoicismo lo que soporta ese habanero.

Venía Lezama muy orquestado de Cervantes en su escritura, como también de Fray Luis de León, con aquel lenguaje judicial de los pueblos. Quevedo y Góngora, ahora parados el uno al otro lado rascándose las huevas.

Y de dónde sacó la mitología judeo cristiana y griega, el Tao, la Italia de Shakespeare, de su grupo homogéneo; de su cerca de 10 mil libros de biblioteca. Paradiso iba a ser la venganza de aquellos carepuños que le decían maricón. Desde el más alto rango de totalitarismo stalinista, a espiítas de la KGB. Cómo no comía sino pan con manteca, se deformó (perdió toda su vergüenza). El etrusco de la Habana.

Pudiera su clásica lectura atreverse a hundir de nuevo el continente, las falsedades del espíritu ante la fe, el mal logrado espíritu científico (una risa en vacaciones), ante lo sublime del arte. Las metáforas desnudas en la cubierta a Barlovento, Martí, el ricorsi, conocido por su abuela, coronando el final del siglo XIX, es un santo como san Juan de la Cruz.

El nuevo mundo, nada más erróneo, el rasero más absurdo de que se tenga crédito. Ya en 1502, Lucrecia Borja, lucía los collares de oro junto a su corte de Ferrara, traídos de las Indias (Las indias?) ¿Cómo carajo entenderían esta vaina en los reinos de Castilla y Aragón?

Abundar como dormir no chorrea el sentido del cuadrado, pero sobreabundar es como cuando el durmiente descendido en grabado de ausente y extensión plomiza, se encuentra que la luna ha llegado al fondo del infierno.



La gran novela, epopeyitas y trompeticas al unísono, sobre la isla de Cuba. 400 años después. El neobarroco estructurado. La universidad de Lezama. Existía el Boom de la literatura latinoamericana, pero nadie ubicó esta novela entre las más maravillosas, ni Cien años de soledad le llega a los tobillos, bueno si al contexto paradisíaco, cuando el español de Latinoamérica superaba a la literatura española. Cortázar, Paz, Onetti (desde la cama). Rulfo. Mutis.

*Sugerido.

Fin del discurso.

II

El ensayo no tiene que ser una cátedra sino una catedral sumergida.  Una ligereza órfica, asistiremos a un asalto, a una orden de esculcar toda la casa, en el dintel de la gloria, sentado en el salón de clase, visión multigemela, esperando el cero, que no multiplica, ni divide, a la consagración, al mundo hechizado de los asmáticos y sus congéneres. A Yemaya, san Jerónimo..

III


El dios menor Priapo rústic
o de la fertilidad. Las ilustraciones del capítulo VIII, gracias a Loli Cienfuegos. Quién maneja a estos extra (s) miticos.

IV

Continuando con su lectura, profano es el escita que toma sol como los lagartos, hay que entender cómo la vieja Mela ( y su manteca de majá caliente en el pecho para el asmático José Cemi), de poderosa y sabiondo el barroco clásico para llegar hasta ella y la estulticia, los matriacardos deliciosos de Lezama, y de Rialta y su mitología nórdica. Luego vino el mambo, se lo repetimos a J.L.L.

Los cambios gramaticales de Fray Luis de León a Cervantes, desde el capítulo VIII aquello es otra cosa, jornadas de seducción, de antideterminaciones de tipo sexual. Mientras los jóvenes leían la novela, se creaban los campos de concentración para vagos y homosexuales, un halo de libertad ante esta represión stalinista guevarista. Lezama reía y también tragaba desprecios, Era publicaba la novela, Lezama en contacto con Cortázar y Monsivaís, sus editores. 

En una próxima entrada hablaremos de Cemí (el ver delante) y sus amigos, Foción y Fronesis. El compendio de la Cantidad Hechizada, en Upsalón.




lunes, 9 de abril de 2018

Seminario sobre Lezama Lima, en cortos ensayos. Gabriel del Casal, mi alter ego, con tres pinches de surrealistas al frente, se atreve a ser Lot.




Los poetas cubanos, José Lezama Lima y el padre Gaztelú.




Gabriel del Casal*


Para aquellos deseos de leer todo del cubano Lezama Lima (1910-1976)

Obra de Lezama Lima. Primera Parte.


Muerte de Narciso (poesía) 
Juego de las decapitaciones (cuentos)
Patio morado (cuentos)
Coloquio con Juan Ramón Jiménez
Enemigo Rumor (poesía)
Aventuras Sigilosas (poesía) 
La Fijeza (poesía)
Arístides Fernández (ensayos)
Analecta del Reloj (ensayos)
La expresión americana (ensayos)
Tratados en La Habana (ensayos)
Dador (poesía)
Antología de la poesía cubana
Órbita de Lezama Lima
Paradiso (novela)
Los grandes todos
Posible imagen de Lezama Lima
Esfera imagen. Sierpe de Don Luis de Góngora
Las imágenes posibles (ensayos)
Poesía Completa
La cantidad hechizada (ensayos)
Introducción a los vasos órficos
Las eras imaginarias (ensayos)
Obras completas
Oppiano Licario (novela inconclusa)
Fragmentos a su imán (poesía) 
La Casa de Alibi (poesía)

El Caballo mascando hojas con grillos (Dador).

I

Si usted se lee todos estos libros, tiene casa propia en Cuba. Así que decídase, hay plazo hasta el 2059. Un descansito historiográfico, a un orgullo de nueva generación.
Nuncupatoria de Entrecruzados, un poema largo de Dador, es de lo más electrizante de Lezama. Por ahí dijo alguien que el terror no existe, el terror penetra.

Extracto de Nuncupatoria....

sino surgiendo del oscuro del perdido abismático, del apretado por la oscuridad rezumante.
En la nobleza florentina coincidió lo invisible de la
mutilación y la abismada indolencia.
El ocio tiene la vigilancia de la plegaria que no alcanza el murmullo.
El ocio tiene el pez invisible, pero saltante en las redes de la planicie,
no es un paseo entre las máscaras y las jarras, sino el alborozo de los rostros en la proliferación de la música.
El ocioso ha destruido blandamente el recuerdo de la mutilación y la obligación abismática,
sabe que el destino invadirá su granja con asesinos antiestoicos y normandos.

Dos monedas juntas, en la soberbia de la misma acuñación, mal sagrado
de un rostro que se apoya en lo inútil semejante, pues sus emblemas
pierden el sobresalto de cada matiz para perderse en la indistinción tintineante.
La lejanía de cada moneda crece con el peine de estopa del primer recordado,
y su mareante sucesión se acoge al húmero blanco del febril yerbazal.
El rostro y los emblemas se muestran como la joven corintia entre el bambú y el gorrión,
y cuando una moneda se apoya sobre la otra, se borra como la quemante cera.

Quevedo y Villegas, el verdadero espejo de Quevedo, para una transformación.

Notarán, pero yo no noto nada, más adelante en el poema escribe en Nuncupatoria de Entrecruzados: En el amanecer el Ómnibus traquetea la fea hondura de su vaciedad,
Su emputado silencio redobla como los huevos de la tortuga enterrada en la arena.

Pero me confundo, estamos es en el último poema de Dador (Nuncupatoria de Entrecruzados), y el penúltimo (Recuerdo de lo Semejante). Parecen hermanitos, los dos poemas largos (La semejanza no coincidirá con lo homogéneo).
Mitos y leyendas, solo en ese trópico desmembrado, una erección es motivo de discusión toda la noche, como la yegua mala de la noche.




Impresiona como comienza Recuerdo de lo Semejante: ¿Hay una total pluralidad en la semejanza?
La diversidad multiplica con los siete martillos
terminando por ladear la lámina regada
por la luna con el tegumento de lo indistinto.

Neobarroco, y casi nadie lo dijo, sino lo dijo Severo Sarduy, desde París. Una especie de pincelada que derribe el Loubre, no impedirá la partida de uno, sin ser el otro, eterno yo, en la corriente salvadora de los inframundos orgánicos, el beso negro de Baco, La Samotracia con pedazo de un ángel para ruborizarse con la libertad.

Lo inseleccionado, cobijaba todo, y todo fue grande, como Diógenes Laercio, hay si, sin comparación, el jefe de la empresa Barroca llega en motocicleta, manipulada por el padre Gaztelu... y en motoneta donde no cabe atrás, Virgilio Piñera. Soñar no cuesta nada.




Gajaka, Comas, María Helena y Tola. Foto de Loli Cienfuegos.

Tina Turner, alcanzó a cantar en su tumba griega, con las Migajas Sentenciosas de Quevedo. Dador fue lo mejor de la revolución cubana, lo hemos dicho shempre:

La Boba: Como le pesa más el hombro izquierdo,
está allí, enredado en la reja de sus pies,
el idiota. Vuelve a su abecedario desleído,
agua con hilachas mareosas y cáscaras sedosas.
Este idiota está dañado, se entrega empujando
al revés, a los merengues corporales; babea
sobre el phalus impudicus, babea
sobre los manchones de la retrasada tosferina;
bebes sobre las tumultuosas  enmiendas  de la plana.

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Himno para la luz nuestra, es para leerlo mentalmente en misa, dice Lezama, De la inteligencia de la misa a los placeres de la mesa, el rayo vital no cesa
de engrandecerse con la vista.

No voy al oro final del bosque,
no escucho el trueque de quedejas.
Cierren el conciliábulo del preboste,
encadenen al puerto de Ostia.

Oculten la sortija del pez retornante,
destruyan el filtro que estaña
los extremos. Alejen la guardia
del infante a la casona del este.

Voy en camino envallado, obtáculos, el fantasma propio, acaso medicinas invisibles me hacen catarriar, unos cuantos versos para situarse en el siglo XVI, y estar suspirando por el sumo pontífice, y la mitología griega en Dador es un sistema filósofico. Quevedo y Villegas al dedillo.

Este es el motivo por el cual es difícil llegar a Lezama, hay que tener títulos universitarios, haber, en ves de a ver, leído toda la biblioteca de la casa, y si no tuvo, mameys.

Yo solo tengo el titulo de bachiller, y me ha dado duro entender y comprender sus ensayos, pero me he dado duro a la cabeza, y hay, siempre, hago mis pinitus, y mastico la fécula de creación.

Lezama Conceptista y Culterano, difícil de igualar. Delicia de un futuro incierto.


***
*Heterónimo de Gabriel Jaime Caro (Gajaka)





jueves, 5 de abril de 2018

Pepito en Pensylvania, hace su aparición con estos poemas redomados, pluscuamperfectos. Nació en Corozal, Col.



Pepito en Pensylvania, representando a la Madre Teresa de Calcuta.

II

No hay nada más aborrecible, no saber el volumen I de este poema seductor, comenzando a responderle al interlocutor de bolsillo.


Por Pepito en Pensylvania*

No hay nada imposible, más falsa la voz impostada de un caballo de dientes de tercera, salidos de la mitología griega, no en balde fueron los bárbaros de Occidente. Los de oriente meditaban más, se piensa en el ser y en la muerte (Diario de la galera, Imre Kestész).

Yo pienso en escribirle un poema a un amigo, una y otra vez. Pues mejor déjalos para tu amiga, la voz del inconsciente.

Se desciende por la escalera, así te mueves con el temblor sediento de la tierra, un punto en esta galaxia, y tan atrevidas sus ambiciones, abriendo grietas, que hoy son partes de un cataclismo reservado para la filosofía, con pequeños tomos.

Apuesto dice el profesor, que no ha leído al Colegio de Francia, el alemán para conquistar a una princesa roja. Pero si ha vivido con la imagen de Poe, porqueriza isa pisa.

Y no es que se crea, pero ese genio, ya sabe que lo es, y es Lezamista de tiempo completo. No vive con los miedos de este, y sus atornillados discípulos. Acostumbrados a ver el punto y la Galaxia.

Albures de pisadas romanas o de sus mismos elefantes en Cuba, de una isla que se desprendió, de vacíos y contraltos. 

III

Todo ha sido lírica, de agrupados libros, todo se ha dicho hasta antes de las guerras eternas entre Imperio germano romano y Francia, y ahora mueven las fichas, las prostitutas rusas, los perfectos gay del medio oriente, y con todo y burka, te los tiran a la calle. 

Ya no hay lírica, lo último y sabroso, España e Hispanoamérica. Al que lo entendió, lo entendió. Si señor El Quijote viene del Cervantes de Las mil y una noches. 3 que se salvan del Modernismo, pero no digo sus nombres, ha llegado el olvido.





de verdad el sociólogo de masas, más muerto que vivo. se han robado el sofá y el recuento de las películas, a enfrentar el ser político, sin Aristóteles en la mano, con las fotos que hacen milagro, con Appolinaire luchando en el campo de batalla, nos pueden echar a todos al bulto del que se va en El proceso.

Traigan la mica, por entre tragaluces, en plena secuencia, y córtenle la cola. Ay que descanso, han leído algún decálogo, las firmes posiciones ante los oscuros laberintos, dan al traste con la piedra preciosa en el centro de la tierra.

IV

Memoria: He visto no deja de ser tonto. Qué has visto, qué sientes estremecer el cuerpo, el porno, la decapitación de un pájaro en una jaula, o una jaula esperando un pájaro es el pájaro, si, la opionoma o la marihuanera de Alejandra Pizarnik, para mandárselos a decir?

La impronta de una invasión de los deseos encerrados en Gomorra, el gran chichón en la cabeza. Otra cosa el ejercito persa, dice Lucrecio, que dormían 18 horas, y comían una sola vez.  Mientras tanto comamos ahora frutos orgánicos. El pastel de manzana, apuesto, que no lo comía Platón, ni Plotino (también en Pensylvania).

V

Arte y Política: Ante si mismo, variadas escogencias, remake de otras danzas, el tango por ejemplo, con el ordenador musical, hay o no colesterol, al fin y al cabo es su destino. La eterna lucidez de los sólidos carnívoros.

En segunda instancia con el arte, no hay arte del terror en el cine, es el atractivo de un moderato con moto, la música, el teatro del absurdo lo más correcto. Ya sabemos que no podemos representar a Macbeth, muerte segura. Quién la impostó? Mataba la tiranía, y resplandecían las hechiceras en el camino silocivino.

La lucha, soldados aterrorizados en la guerra, llegado el caso de una orgía para olvidar sus muertos. Y todavía pintamos con emociones, Mark Rothko y sus pinturas místicas.


Mark Rothko.


VI

No me interesa la verdad, sino la inspiración, decía Kertesz. La inspiración vuela, hay que pescarla pero no normatizadamente, talvez apesadumbrada, respire entre las cuatro paredes y un descansito, y tu seas feliz en esa cárcel con libros.

Si te apersonas con símbolos que te hagan feliz, tócalos como se siente el alma, ráyalos como un espíritu impuro; a lo mejor no tienen materialismo concienzudo. Si tu si, sin saberlo, la naturaleza no humana es para ti humanoide, es decir, toda la vida inútil en el fondo. El epitáfio y el centauro.


VII 

La luna desarmada, corruptos los hechos, inenarrables, lo mismo que una estatua de hierro en una carroza antigua. Si no le bajas a la avaricia,  vuelvo e insisto, bajarán tu auto estima y mueres estigmatizado, en muchos casos es por la reina.

He pasado cabizbajo, como se ven los finalistas de la muerte. La suerte si es la ese, convertida en dinero, sencillo constante y sonante.

Háblame encima de la voz, las alas de una Mariposa herida tragada a picos por una paloma. Los piélagos o el viento del desierto. Nada al fin y al cabo, dependemos de las energías renovables.

IX

Tu odio clandestino, la estrechez causante, que a nadie le importa. Allá usted en la caverna luminosa, con los siete sellos en la frente, confrontados a la divina providencia. Déjame ser el iceberg del volcán.

Las mezclas clandestinas
nada extraordinario de poesía
rencas pisadas polvorientas
tampoco dice nada de poesía

Cuántas treguas milenarias
sombras de la noche aplastadas, 
es como si te cayera encima el rey

Hágalo deslizarse, llévelo con los ojos:
quien quita que sea la medium?

X

 Baudelaire tenía razón, a la masa súbdita hay que darles por el culo; y es ahora todo lo contrario. Napoléon pensaba lo mismo. Stalin hubiera llevado a juicio a Lenin por trostskista. Rezartero para latinistas.



Pepito en Pensylvania en las playas de Santo Domingo: Loli Cienfuegos, Gajaka, Samuel Gregoire y Ashwini Bhat. Foto de Forrest Gander. 
Tatatatatata tata, en el plano de los acompañantes, un Zeus despreocupado.

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*Pepito en Pensylvania, heterónimo de Gabriel Jaime Caro (Gajaka).