sábado, 17 de diciembre de 2016

Gerardo Deniz, que con su Prosa reunida, De marras, nos tiró al claustro. El castillo de la fuerza. Si es grande Mesoamérica.

                       
Gustavo Rojas

Un fragmento, un acoso con sus poemas y una mano que te corta la respiración. Este y todos los fragmentos de la poesía de Gerardo Deniz. El muy alquimista se preparaba su buena dosis de hermetismo con cinabrio, y barba blanca para no usar bufanda de bosalino, la canabis castillesta, moderada casi siempre por lo contrario de un barbero y una Josefina.

Uno entreva bahti y kris, polvazo a la protlanca, llevo azogue, la perdición de todos los científicos cocineros.

Gabriel del Casal


***

   “ Al declinar el día
ingresa en nuestro zaguán la cefálica cesta del pan dulce, asimismo,
y con múltiples parangones, remontaré la escalera brujesca,
        chorreando ahora
exquisitas lucibabas amarillento-zanahoria.
                                                                         ¡Tesis!
Salvo por cierta dicotomía alimentaria pronto incoada (muy deseable,
          empero),
mi vivir es característico de una deidad de Mesoamérica,
de esas apendejadas de gustos y cacao,
ni - menos – he presenciado todavía cómo los profesores
-Haro, Bracho, Aguiñaga el sinarquista-
pasan ruidosamente páginas de los códices.”

Fragmento de “Verano del 42”, extractado de Erdera, su antología reunida de poesía Fondo de Cultura Económica, México, 2005.
.
((((((((((Premio Fragmento del churrunguis Tunguis a un Poema largo.))))))))





El poeta Gerardo Deniz, un anciano venerable, le dicen el camaján, que un día de estos nos dijo adiós después de sortear una profecía. Con sus 80 años, y el otro muriéndose de la risa, la de cambio de religión o bata.


Entrevista.

Gerardo Deniz: El monstruo de la alquimia lingüística.

Por Omar Alcántara Islas

(Fragmentos)



–¿Y a los 20 años ya leía en otras lenguas? 
–Yo a los dos años de haber nacido en España, estaba en Ginebra, Suiza; ahí estuve seis, cinco años, algo así… Y ahí fui a la escuela y aprendí el francés. Después ya vinimos a México y dejé olvidado el francés, pero luego lo rescaté. Ahora lo leo con soltura, aunque hablarlo ya no. Hace 66 años que no hablo francés. Y aquí en México, en un trabajo aburridísimo empecé a aprender a leer inglés. Como me di cuenta que eran necesarios para cualquier estudio científico el francés, el inglés y el alemán, pues insistí con el inglés, hasta [saberlo] como ahora: poder leerlo con soltura y no dar ni los buenos días hablado, porque nunca aprendí cómo se pronuncia. Del francés se me olvidó la pronunciación, pero la del inglés no la supe nunca. 

Unos años después estudié un año de alemán con una profesora. Fue la última vez que me enseñaron algo, porque ya llevaba mucho tiempo que todo lo que aprendía, lo aprendía yo por mi cuenta. Ella, naturalmente, se empeñaba en que yo le contestara en alemán, pero como no era para nada mi propósito, yo la escuchaba… A ella la entendía muy bien, a los demás alemanes no, pero a ella sí. Y cuando esperaba que le contestara algo, yo le decía “ Ja, jawohl” [“Sí, a la orden”] y todos contentos. Tomé así un año y ya pude leer mi química y mi biología y demás en alemán. 

Después de eso, en el 73, descubrí un autor francés, Georges Demeuzil, que se ocupa de mitología comparada y de lingüística caucásica y tal cual; y entonces se me prendió el foco lingüístico y así me puse a aprender sueco y danés, que se parecen mucho. Y yo solito también estudié ruso, pero era casi imposible obtener material en ruso que fuera de mi interés, porque yo quería unos libros sobre los pueblos de Siberia, y de Moscú me mandaban los discursos que pronunció Stalin en 1950. Entonces dejé al ruso irse pudriendo; ahora ya está podridísimo. 

Llegué a aprender bastante polaco porque tuve una temporada un amigo polaco, y como se parece mucho al ruso… Ahí se dio el caso chistoso de que, en una ocasión, entre mis papeles revueltos, encontré una fichita que tenía una preciosa frase en polaco, de la cual entendía yo tres palabras. “¿De dónde salió esto?”, me dije; entonces me acordé, la había escrito yo, pero ya se me había olvidado… [ ríe] Entonces me lancé a todo lo habido y por haber, sin pretensiones de agotar el asunto. Todavía me dura esa otra crisis, la lingüística. La paso muy a gusto leyendo una gramática albanesa o tibetana, o georgiana o tarasca, sin pretensiones de leerlo todo, ni de estudiar vocabulario, para nada, ¿para qué? Desde entonces me he divertido con el chino y el tibetano, o el indonesio y el sánscrito… Llegué a aprender bastante bien, leído, claro, el turco. Porque fue al principio como el sueco y el ruso: llevaba mucho impulso y pensaba que iba a conseguir algo… A conseguir algo de qué leer y qué estudiar. Pero cuando no fue así, estudié todos los idiomas del mundo, a medias, y sin pretensiones de nada.

–¿Cuál cree que haya sido la lengua en la que haya abrevado más? 
–Lo que más he leído en la vida, que a estas alturas ya debe ser tanto como el español, es el inglés, seguido rápidamente del francés. El alemán no me gusta nada. Lo aprendí sin mucha pretensión, porque la literatura alemana, con rarísimas excepciones –entiéndase algo de Goethe y Rilke– no es una cosa que me importe. Así que desde el momento en que pude empezar a leer mis revistas de química, ya lo dejé bastante. Después me ensanché leyendo distintas cosas de lingüística. Si me preguntas donde aprendí el poco esquimal que sé, pues fue en un libro alemán.

–¿Le importa que sean pocos sus lectores, a partir de la complejidad de sus versos? 
–Ah, no. Ya sólo me falta plantearme semejantes problemas. Escribo lo que me sale, y en fin.

–¿No le inquieta que a partir de su poesía se elabore todo un culto a su persona, ya no tanto a sus textos…? 
–Mientras no me molesten, que hagan lo que quieran [ríe]. Que hagan si quieren autos de fe con mis libros, o que hagan actos maravillosos de admiración, ni me viene ni me va.

–¿Quién es Gerardo Deniz, más allá de la poesía? 
–Un fracasado, que por estar en México no pudo dedicarse debidamente a lo que realmente le interesaba, que es la química y la biología. Y que se botó la puntada de ponerse un seudónimo, sobre todo para que diversas personas no se enteraran de que andaba haciendo esas cosas vergonzosas, de poemas y demás… Cosa que me fue útil: durante largos años sí me protegió bastante el no haber usado mi verdadero nombre. Nunca es que me propusiera cosas complicadísimas, sino sólo eso, evitar los comentarios de algunas personas que les iba a parecer raro, feo; o peor todavía, que me iban a pedir que les recitase algo, se iban a llevar el susto de sus vidas [Risas]. Deniz quiere decir “mar” en turco.

–¿Así que hubiera preferido ser un científico? 
– Yo sí, es en mí más auténtico. Lo malo es que no consigo creer en la reencarnación; si no, me quedaría algún consuelo. A pesar de ese hecho, deplorable, de que los que reencarnan no se acuerdan de su encarnación previa, hasta que se llega a la penúltima. Entonces sí: ve uno toda su estupidez como en una pantalla... pero es muy difícil la reencarnación. 

–Sobre la reencarnación, recordé un poema en Mansalva, en donde usted recurre al cuadro El juramento del juego de pelota, de Jacques-Louis David y dice que en una encarnación previa fue el hombre que está sentado a la orilla del cuadro, ajeno al regocijo de la Revolución Francesa…
–Yo salgo sentadito [en primer plano, a mano derecha], así mirando [ejemplifica la postura], diciendo: “¿Ahora que se traen?” No sabían lo que venía luego… [Deniz ríe. Quien mire este cuadro comprenderá un poco más el desinterés de Deniz hacia los excesos, y algo más: su sarcasmo].

***



David Huerta y Gerardo Deniz. México.


Tres poemas de Gerardo Deniz*

S’agapóo

Te me mueres de seria, cual chiquilla,
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, evitando algún desleal beso,
te acaricié el cariz de una orejilla,

donde una chispa de oro en seda brilla;
mas desde aquel dulcísimo suceso,
la aurícula, de escrúpulo y de peso
rojea y se enfurruña, la muy pilla.

Flor: di a Miguel Hernández que he olvidado
sus tercetos, con íntimo decoro
(supones) y te apartas de mi lado

a sestear en la Mezquita Azul
de Estambul, mientras yo mi culpa ignoro
—ay, corola del Cruzeiro do Sul.

Qué importa cómo seas si eres tú.

Palinodia del rojo

No cantes ésa, rojo, porque ya no se estila.
Sólo algunas pazguatas piden perdón por ti,
pero la mayoría te reciben serenas
y hacen bien. Saben oscuramente
que, si bien a unas cuantas das algún dolor,
en desquite haces a muchas más ardientes [confidencia de dos]
y pones una fascinadora inflexión
en los deleitosos alientos femeninos.
Jáctate mejor, rojo, de que fue el doppleriano
batocrómico corrimiento de las líneas espectrales
en conjunto hacia ti
lo primero que reveló la expansión del universo
(lo cual no es una cuestión de poca monta).
Piensa también, oh rojo, que si en ruso tu nombre
se funde con lo bello
(lo cual no es, por supuesto, lo que cree gente babosa)
es por algo —dímelo a mí, que vehemente acuso todavía
a la que siempre de rojo iba vestida
y cuyos ojos, oscuros teobromos deseados,
aún llevo en mis entrañas dibujados.
Para no ser prolijos, en fin, oh rojo contempla a tu poeta
confiando en que lo ayudes en su triangulación
de la topografía divinal de un blanquísimo Chaco,
ruega por nosotros los rojos y los verdes,
así como por algún Rangoni malhadado.


El perfecto agonoteta

Cuando la vanguardia de los corredores asomó en la distancia,
un inmenso clamor se alzó de la multitud
y creció aun más al ver cómo la Marratoncita iba alcanzando el primer lugar,
hasta cruzar, veloz pero serena,
la línea anaranjada de la meta.
Marratoncita giró 180º y anunció, sosegada —Victoria.

El viejo adivino etrusco
            se acercó a ella:
—Entre los varones que viven en el orbe,
escasamente una docena te merecemos. Por desgracia, todos
rebasamos los setenta, y hay que aguantarse.
Que te acompañe pues este agonoteta cántabro favorecido. [A éste:]
Conduce a Marratoncita al penthouse del templo, sudorosa pero sensata,
extiéndela a gusto y acéitale con la lengua todas sus divinas bisagras,
levántala entonces y sométela, horizontal, a la ducha fría;
cuando el coxis deje de saberle a sal,
hazla rodar sobre un gran secante verde, sin solución de continuidad
y échatela al plato.
     Deja a los persas alzar torres al silencio.


*Tomado del blog, Luvina foros.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Alfred Jarry, el creador de la Patafísica, de la que el mismo dijo, se hablará más claro en 100 años: ensayos y poemas.


Vaya seguro a su doctorado

Por Gajaka Extramitico unido al pie del ángel supremo.


Una vez adquirida la Doctora Patafísica, ves a los hijos de Blade Runner, ya tienen piernas humanas, de primera y segunda categorías. Juro por mi madre que aborté en Castellón de la Plana, condenados a las Azores, eso si recuerdo placentero.
Y cuando vengan esos poemas, Genitor por la imagen. Tu te cagas en tu madre, y yo en la mia.

Gajaka de Natalia Lange

Un concepto dos, despotricando, no te metas con el verbo. Así la Patafísica sea noticia en los globos aerostáticos, que es lo mismo que extraterrestre. Viajas hacia el sur sin visagra, ni sicopete embrión, a las ñatas experimentales, lo mismo que lista de futbool, y de vegetales. Los pacifistas enemigos de la iglesia, vulga y talmud, Bulgata Bulgaria.

Hermenejildo Segrera

Y si te mueres, después de dejar el jardín florido, te llevas tus propios testimonios al parecer testamentos, todos poéticos como los de Mandarin Carroll.
No faltará la imagen desnuda de la desazón, la de un río entero. El dos por tres de la diosa de Taliecin.
No olvides las actrices que hace un año amabas, por las otras en cartelera. Ah, yo soy así, me fascinan los dos reynaldos de la foto con Lezama.

La goma hernández es poco para tanta locura especulativa. No le pegue a la gorda, versión, va para todos en Pinar del Río, y La Habana vieja. Que sepan cocinar y ahí está.

Irma, la dientona alemana. (Nos sedujo a Deniz y a mi).

Tenía el misterio de las catedrales de Fulcanelli, se ha dicho un millón de veces. Celebremos tu oro de novio. La luz infame no absuelta, en la estructura. La pirámide del cuaternario, jiji me soplaron. Lo que veía al otro lado daba cuenta la muerte.

Mandarín Carroll




Alfred Jarry, el padre de la Patafísica, solito con las estrellas.*.



Pocas personas pueden arrogarse el hecho de haber inventado una ciencia. Alfred Jarry es una de ellas, ya que el escritor francés es el padre de la patafísica: la ciencia que estudia las “soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones”.

La patafísica, en realidad, es una pseudociencia creada en el marco de la ironía y el absurdo que manejaba este autor nacido el 8 de septiembre de 1873 en la localidad de Laval, a unos 300 kilómetros de París.
Jarry creció en Saint-Brieuc y en Rennes, donde cursó su educación secundaria. Luego, en París, aprendió Literatura en La Sorbona, pero sin llegar a completar su licenciatura. De todos modos, con sus primeros trabajos literarios pudo alcanzar un gran reconocimiento.
El éxito de sus libros y la herencia que le dejó su padre al morir permitieron a Jarry llevar, en un principio, una vida sin preocupaciones materiales. En su juventud colaboró con diversos medios, co-dirigió una revista de arte y hasta fundó su propia publicación, aunque apenas duró un par de números.
En 1894, en la vivienda de un matrimonio amigo, Jarry presentó por primera vez “Ubú rey”. Gracias a esta obra teatral, el autor suele ser señalado como pionero del dadaísmo y del surrealismo.


Cuentan los historiadores que, a partir de entonces, Jarrycomenzó a comportarse como el personaje principal de su obra, adoptando comportamientos extravagantes y privilegiando el placer y los excesos por sobre todas las cosas.
Antes de cumplir 30 años, Jarry se quedó sin herencia por sus gastos desmedidos. Así terminó instalándose en un pequeño departamento parisino y viviendo en casas de sus amigos.

El 1 de noviembre de 1907, una tuberculosis que se agravó por su abuso del alcohol y las drogas, lo llevó a la muerte. Tenía apenas 34 años y era admirado por Pablo Picasso, Guillaume Apollinaire y Max Jacob, entre otras personalidades.

En 1911, cuatro años después de la muerte de Alfred Jarry, una novela póstuma incrementó aún más su popularidad: “Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico”, donde sentó las bases de la mencionada pseudociencia.

,*:Tomado de Poemas del alma.



Poema de Alfred Jarry, de El amor en visitas.


Trois grenouilles passèrent le gué,
Ma mie Olaine,
Avec des aiguilles et un dé,
Du fil de laine.

C'est pour la robe du roi,
Ma mie Olaine,
Qu'elles feront avec le doigt
Et de la laine.

Voici qu'arrive le bourreau,
Ma mie Olaine,
Apportant un grand sarrau
De grosse laine.

— Coupez, cousez l'habit d'elbeuf,
Ma mie Olaine.
C'est plein de sang, mais c'est tout neuf
Et c'est en laine !

— Nous ne toucherons point au sang,
Ma mie Olaine,
Aimerions mieux pourrir dedans
Avec la laine !

Le roi n'est plus, le roi est mort,
Ma mie Olaine,
Et nous partagerons son sort :
Cassez la laine

“”
Tres ranas pasaron el vado,
    Mi querida Oliana,
  Con agujas y un dado,
    Con hilo de lana.

  Es para la túnica del rey, 
    Mi querida Oliana,
  Que ellas harán con el dedo
    Y con la lana.
  
  Aquí llega el verdugo,
    Mi querida Oliana,
  Trayendo un gran blusón
    De gruesa lana.
  
  —Corten, cosan la tela de Elbeuf,
    Mi querida Oliana.
  ¡Está llena de sangre, pero es flamante
    Y está hecha de lana!
  
  —¡No tocaremos la sangre,
    Mi querida Oliana,
  Más querríamos pudrirnos por dentro
    Como la lana!

  Ya no hay más rey, el rey ha muerto,
    Mi querida Oliana,
  Y nosotros compartiremos su suerte:
    ¡Corten la lana!

((()))



Ubú Rey, o los monstruos de cada día.

Por Belgoña Barrena, El País.

El estreno oficial de Ubu Roi en el parisino Théâtre de L’Oeuvre en 1896 fue todo un escándalo ya desde la primera palabra del texto, “Merdre” -enfatizada así, con una “r” intercalada-, por su atrevido lenguaje, el comportamiento transgresor e irreverente de sus protagonistas, Père Ubu y Mère Ubu -remedos satíricos de los shakesperianos Macbeth y su esposa- y los medios con que estos consiguen hacerse con la corona de Polonia. La pieza del joven e irreverente Alfred Jarry convirtió a Ubú en símbolo de la violencia y del abuso de poder, y supuso un antes y un después para una tradición teatral que a partir de ese momento viraría hacia el surrealismo y el absurdo. Los postulados más convencionales del teatro burgués, dominado por el simbolismo, se fueron a la ídem con su alucinada predicción de la devastación que el nuevo siglo XX iba a acarrear y que tan bien condensaba esa expresión soez del principio. La resonancia de esa “r” intercalada ha hecho que su onda expansiva llegue hasta nuestros días gracias a lo bien (¡) que los políticos han ido cumpliendo a lo largo de los años con esa visión de lo que iba a ser el nuestro mundo.
 En cuanto toma el trono, Ubú sube los impuestos, despoja y mata a nobles y magistrados, castiga a los comerciantes y hace de todo con el propósito de enriquecerse; al final, huye buscando otras oportunidades de dinero y poder. Muchos han visto, tras la cosa grotesca y el esperpento, un parecido más que casual con la realidad política de cada momento. En 2002, el premio Nobel Dario Fo y Franca Rame adaptaron la pieza de Jarry en un monólogo cuyo protagonista estaba inspirado en Silvio Berlusconi y sus escándalos; el título, Ubu bas, hacía referencia a la altura física y política del entonces presidente del consejo de ministros italiano. Ese mismo año, Àlex Rigola trasladaba la brutalidad, la crítica sobre el poder y la provocación que encierra la obra en un montaje deliberadamente salvaje por procaz que pudo verse en el Teatro de La Abadía de Madrid; buscó un equivalente actualizado al merdre original, añadió algún fragmento de Macbeth, tomó elementos de dictadores como Hitler o Franco e incluyó en su dramaturgia a Bush, Aznar y al Papa de Roma. Sin embargo, en nuestro país, quienes más veces han puesto el dedo en la llaga han sido Els Joglars de Albert Boadella, siempre a favor de la función higiénica de las parodias y las sátiras basadas en el poder real. Tanto Operación Ubú, montaje estrenado en el Teatre Lliure en 1981, como Ubú President, versión ampliada de 1995, tenían como gran protagonista al ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol. Según el programa de mano de la segunda, la primera “fue recibida como un fenómeno excepcional dentro del moderado panorama teatral de aquellos tiempos. Los ingredientes de sátira política directa, así como el sarcasmo impecable sobre las megalomanías de nuestros dirigentes, encendieron las opiniones adversas de quienes creían que la joven democracia y el floreciente nacionalismo no debían ser materia de farsa".
Con estos antecedentes, el Ubu roi de los Cheek by Jowl, la compañía de Declan Donnellan y el escenógrafo Nick Ormerod, puede parecernos un picnic. O mejor dicho, una cena con amigos, pues este es el punto de partida del montaje que llega hoy (y hasta el domingo) al María Guerrero dentro del ciclo Una mirada al mundo del Centro Dramático Nacional tras estrenarse en La Haya en enero y pasar, entre otras plazas europeas, por el veneciano Teatro della Fenice en agosto, programado precisamente por Àlex Rigola, director de la Bienal de Teatro.
Donnellan parece desafiar la tendencia provocativa situando la trama de Jarry en un elegante salón de un piso parisino burgués y actual, recreado por Ormerod en color blanco, revistiéndola con la sobria sofisticación propia del contexto y decantándose por el anonimato de los monstruos protagonistas. Sin señalar a nadie, su Ubú se convierte en una delirante lucha generacional. Un matrimonio recibe en casa a unos amigos mientras el hijo adolescente de aquel se dedica a grabar la velada con una cámara de video, siguiendo los movimientos de sus padres ya desde los preparativos. Y será en su mente donde este grupo de burgueses perderá su discreto encanto para luchar por la corona del rey Wenceslao. La cena y la obra de Jarry se van intercalando con absoluta fluidez gracias al trabajo de los intérpretes, actores franceses con los que Donnellan ya había trabajado. ¿Dónde queda, a todo esto, su crítica? Pues más cerca de lo que parece, justo bajo las buenas maneras y modales. El Padre Ubú es el padre anfitrión que prepara los cocteles del aperitivo y saluda cordialmente a sus invitados al llegar. Es un amigo que comenta sus planes a aquellos en los que confía, induciéndoles al complot. Y será la tensión que genera la mirada del hijo, un poco al estilo de Haneke en Funny Games, la que nos pondrá sobre aviso y la que no permitirá que los monstruos salgan impunes.





lunes, 14 de noviembre de 2016

Francisco de Quevedo y Villegas: Libro de todas las cosas y otras cosas más (Para hacer todas las ciencias y artes mecánicas y liberales en un día).






Dr. Zocotropo, para SÁTIRICAS Y FESTIVAS de Quebedo.

Carlos E. Ortiz y Gajaka, a toda máquina, por El óvalo de las auroras. Nataly traducía. Cuando ya, no, me quieras.
Y saz se rompió la cuerda, en lucha de demonios. Palestrina. La zozo y soso enfrentadísimos; que la una baila hasta reguetton, swing, babalu ae. Kumbha Mela.
Me he quedado solo mirándote. La playa albina con tarros Goya de frijoles: La puntada lezamista y su nuevo huésped en casa deshabitada.

A Comas, con el añil, aniyo, otrosí.

II

Me llama la profesora de literatura comparada, Patti, supongo, qué determina que tu digas, este poema es bueno y este no, la calificación de un jurado, gustos y disgustos, escuelas desaparecidas de poesía, gustos retóricos, en los bolsillos de mi reina, O la saturación de un pánico, mira escribo en mi lengua materna, llevo 50.000 palabras corregidas, o el dulce sainete de los elegidos?


III

Que incredibilidad las puestas en escena de Velázquez. El barroco académico, desnaturalizado, si es increíble, claro, a lo sumo lo fueran con gafitas de Quevedo, Las enaguas estropeadas de las ninfas, cortesanas en servicio, enanos gorditos, y que decir de las enanitas gorditas, el rey las mandó a cremar... No sin antes en después le dio la gana que no!


IV


Guzmán Peláez22 de noviembre de 2016, 10:06
"La magia para Lezama, se nos presenta el perderse como un regresar, y el regresar como un perderse". No, pues, gana la astucia, ladrones nocturnos contra ovejitas descarriadas, si, todos somos descarriadas, y que me pongan el punto y coma en mitad del muelle. No soy exactamente una roca pedestre./

V

Admiradora lejana de los neoberrakos.21 de noviembre de 2016, 6:17
Barroco hueco y fundido.
Dame Nicolas tu báculo
e intenta reforzarme el lino.
omo
R
Roma ciudad abierta.

1 000 000 000 000
han muerto. Hágalo usted mismo.

Pongo mis sueños al mejor postor.
El final es la nausea para el coleccionista.

Hago pipi, media velada.
o
xi
moron
Borges y Cortázar, yo si, yo si.

Horacio oda y ola. Dióme gran temor.

Barroco y verraco e ahí la porción.
Y si todos los hombres, Sancho de Alcalá de Henares?

La burundanga, la bugambilia.



VI


Curas, emblemáticas tijeras en el hombre tijeras. Cayos, bajo lenguas mordaces, la tibia conejita del rey tomando con los borrachos (versión a Brouwer), solos para la paz sin fronteras, un jueguito que no se lo cree el mismo. Arañas, para mandárselos a decir.

VII

Canción


Somos los lestrigones, somos los lestrigones, somos poquitos. No hay islas hippies, renunciaron, hipster, hippi, se vuelve a Penélope. No se atreva a abrir la puerta del paraíso, bueno al menos no hay chequeras cerca de uno. Puros matrimonios gaysudos, y el compás de espera. El mistico doble se baña ante Teresa de Jesús, y todo el convento, Quevedo.

VIII


Como sombra vagaras, hasta el tribunal de Dios, me muero de la risa mientras puedo, suite caso mil, y los mejores poemas para la cajita, estilo pedido de la Nasa.
Decía tu sombra, no la saques más. Tan lánguida, animal depredador   cogido, brutalmente se despide tu inocencia dos. Fuera de orbita tu concierto para violín, que nunca sea el de Brahms. 
Los remilgados, según Vallejo, vienen desde caro al dedillo con nosotros, los politólogos amaestrados por la lotería, locuaces de cañerías.

IX

Lo mas claro es que el hombre siga al animal, en sus costumbres, lava las hojas, prende la mecha, pero y el sólo, no es acaso otro hombre, sin animal a imitar, como no sea rascarse de las ganas, que le muerdan los huesos, con la factura de una imaginación desbordante, y la larga fila de fenómenos paranormales, mientras haya cerámica toda la vida, ve cumplirse su otra fantasía erótica.

X


Gajaka Extramitico

***

Libro de todas las cosas y otras muchas más

(Fragmentos) 

Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645).

Compuesto por el docto y experimentado en todas materias 

EL ÚNICO MAESTRO MALSABIDILLO 

Dirigido a la curiosidad de los entremetidos, a la turbamulta de los habladores y a la sonsaca de las viejecitas 

PRIMER TRATADO 

Secretos espantosos y formidables, experimentados, tan ciertos y tan evidentes, que no pueden faltar jamás 

ADVERTENCIA AL LECTOR 

Curioso lector o desaliñado, que no importa más lo uno que lo otro para el efecto de mi obra. Esta primera página contiene las admirables y estupendas proposiciones, en que podrás escoger la maravilla que quisieres obrar mirando el número que tiene delante y buscándole en la siguiente página donde está el modo de hacerlo. Y no te espante el prodigio que ofrece la pregunta; que todo lo hallarás fácil en viendo la respuesta. 

TABLA DE PROPOSICIONES 

1. Para que se anden tras ti todas las mujeres hermosas; y si fueres mujer, los hombres ricos y galanes. 

2. Para ser bien recibido donde quiera; y es infalible. 

3. Para que cualquier mujer o hombre que bien te pareciere, seas hombre o mujer, luego que te trate se muera por ti. 

4. Para que con sólo haber hablado a una mujer, te siga a donde quiera que fueres. 

5. Para hacerte invisible y que aunque entres entre mucha gente, ninguno te pueda ver. Y encomiéndote por el sumo Señor, que te hizo, tan alto secreto, por el daño que puede resultar si se divulgase en ladrones y adúlteros y presos y enemigos. 

6. Para que hombres y mujeres te otorguen cuanto pidieras. 

7. Para ser rico y tener dineros. 

8. Para alcanzar cualquier mujer en un momento y es certísimo. 

9. Para que no se te rompa ningún vestido que trujeres. 

10. Para que no se te vaya el halcón, aunque le sueltes; y es probado. 

11. Para no tener dolor de muelas jamás. 

12. Para no encanecer ni envejecer nunca. 

13. Para tener hijos la más estéril mujer del mundo. 

14. Para que no te hurten los sastres. 

15. Para no morirse jamás. 

16. Para no morir sin confesión. 

17. Si quieres que el caballo que tuvieres resuelva a todas manos. 



18. Para tener grandes cargos en la república. 

19. Para verte en altos puestos en breve tiempo. 

20. Para ser tenido. 

21. Para no envejecer, seas mujer o hombre. 

22. Para que aunque seas calvo, no lo puedas parecer, sin cabellera ni casquete. 

23. Para que todos los pleitos salgan en tu favor. 

24. Para que te duren poco las enfermedades. 

25. Para que no te piquen las chinches de noche. 

26. Si quieres ser bienquisto. 

27. Para no confesar en el tormento; y es certísimo. No lo comuniques, por los ladrones y delincuentes. 

28. Para quitarte los grillos y las prisiones en la cárcel por grandes que sean. 




TABLA DE SOLUCIONES 

1. Andate tú delante dellas. 2. Da dondequieras que entrares y serás tan bien recibido que te pese. 
3. Sé el médico que la cures, y es probado, pues cada uno muere del médico que le da al tabardillo o mal que le dio. 
4. Húrtala lo que tuviere y te seguirá hasta el cabo del mundo, sin dejarte a sol ni a sombra. 
5. So entremetido, hablador, mentiroso, tramposo, miserable y nadie te podrá ver más que el diablo. 
6. Pídeles a ellas que te quiten lo que tienes y a ellos que no te den nada y te lo otorgarán todo. 
7. Si los tienes, tenerlos; y si no, no desearlos y serás rico. 
8. Aguija si anda, y corre si aguija, y vuela si corre, y la alcanzarás. 
9. Rásgale tú primero; y es cierto. 
10. Pélalo cañón a cañón y lo verás claro. 
11. No las tengas y es un ahorro que parece muy mal a las quijadas. 
12. Muérete cuando muchacho o recién nacido. 
13. Conciba y para y críelos y nos los suelte y los tendrá. 
14. No hagas de vestir con ellos y no hay otro remedio. 
15. No seas necio, que éstos sólo son los que se mueren; que a los desgraciados 
mátanlos las heridas, a los enfermos mátanlos los médicos; y los necios sólo se mueren a sí mismos. 
16. Haz delitos de muerte y confiésalos y morirás confesado. 
17. Ponle dos días con un escribano y revolverá a todas manos y aun a todo el mundo. 
18. Fuerza doncellas, hurta casadas, mata clérigos, roba iglesias; que no hay mayores cargos.
19. Ándate de cuesta en cuesta y de cerro en cerro. 
20. Déjate agarrar y asir.
21. Ándate al sol en el verano y al sereno en el invierno; no tengas paz con tus güesos; púdrete de todo; come fiambre y bebe agua; no descanses de día ni de noche por andar en lo que no te va ni te viene: que como ésta no es vida para llegar a viejos, conseguirás 
el no serlo. 
22. Ten sombrero perdurable y de por vida y no te lo quites aun para dormir; y si otro te 
quitare el sombrero remítete a la cabezada y a la reverencia y sí por esto te dijeren que eres descortés, di que más vale ser descortés que calvo; y si por descortés riñeran contigo y te mataren, también vale más ser muerto que calvo y procura morir con tu sombrero como con tu habla. 

23. No pagues al abogado ni al procurador, ni a los oficiales; que eso es lo que se pierde siempre sin remedio y en eso vas condenado cada día y cada hora. Y si pagando a los susodichos tienes sentencia en tu favor, tienes dinero en contra y si tienes sentencia en contra también. Y advierte que antes que se contesten las demandas, son los pleitos sobre si mi dinero es mío o del otro y empezándose es sobre que no sea del otro ni mío, 
sino de los que nos ayudan a entrambos. 
24. Llama a tu médico cuando estás bueno y dale dineros porque no estás malo; que si tú le das dinero cuando estás malo, ¿cómo quieres que te dé una salud que no le vale nada y te quite un tabardillo que le da de comer? 
25. Acuéstate de día y es probado. 
26. Presta y no cobres; da, convida, sufre, padece, sirve, calla, y déjate engañar. 
27. Negar cuando te preguntaren. 
28. Pagáselo muy bien al alcaidie y es probado. 


TRATADO DE LA ADIVINACIÓN 

por quiromancia, fisonomía y astronomía 
Señales de agua: Ver llover, no tener para vino, ahogarse en ella. 
Señales de sereno: Catarros a la mañana, reumas y dolor de muelas. 
La luna en los Peces significa que está de viernes: menguará y andarán linternas de 
noche. 
Todas las veces que la luna está en el Toro, es cierto que entre los dos hay cuatro cuernos: saldrá el sol por la mañana. 
Las lunas viejas son las que hacen las malas noches en invierno y se gastan en enseñar a gruñir los vientos y a murmurar los vientecicos. 
Júpiter en Libra parecerá tendero: denota invierno y verano en el año. 
Venus con Géminis, que es signo ungüente, es señal que tiene llagas: miren por si los boticarios. 
Júpiter en el Carnero estará como hueso de muerto: denota melancolía en los presos. 
Saturno en Capricornio amenaza casados mollares. 
Mercurio en el León parecerá medio ochavo: Causará enfermedades, si hay melones y pepinos y se bebe agua; y morirán los que enfermaren si los curan los médicos. 
La luna en la cabeza del Dragón significa que el Dragón tiene cabeza. 
Luna llena no cabe nada más y es aforismo de Hermes. 
Eclipse solar es eclipse hidalgo: promete oscuridad mientras durare y mentiras de astrólogo, creídas de necios y temidas de poderosos y ricos. 
Cometa con cola es cierto, si se llegan a ella, que se pegarán. Denota muchas bocas abiertas, nueces de gaznates empinadas y ojos de puntillas para verla. Y si fuere crinita, 
morirán sin duda aquel año todos los reyes que Dios quisiere. 
Conjunción magna: habrá encuentros de reyes en las barajas, jugando a la carteta; muchas muertes en los rosarios y durarán sus efectos hasta que se rompan. Talomeo y Maxinío y Origano. 


CAPÍTULO DE LOS AGÜEROS 


Si vas a comprar algo y al ir a pagar no hallas la bolsa adonde llevabas el dinero, es agüero malísimo y no te sucederá bien la compra. 
Si vas a reñir y se te cae la espada, es mejor que no si se te cayeran las narices. Pero si rifiendo se te cae y te rompen la cabeza, es mal agüero para tu, salud y bueno para el cirujano y alguacil. 


Si al salir de tu casa vieres volar cuervos, déjalos volar y mira tú dónde pones los pies. 
El martes es día aciago para los que caminan a pie y para los que prenden. 
Si se te derrama el salero y no eres Mendoza, véngate del agüero y cómetele en los manjares. Y si lo eres levántate sin comer y ayuna el agüero como si fuese santo: que por 
eso se cumple en ellos el agüero de la sal, porque siempre sucede desgracia, pues lo es no comer. 
Días aciagos y horas menguadas son todos aquellos y aquellas en que topan al delincuente el alguacil, el deudor al acreedor, el tahúr al fullero, el príncipe al adulador y el mozo rico a la ramera astuta. 
Tres cosas, las mejores del mundo, aborrecen sumamente tres géneros de gentes: la salud, los médicos; la paz, los soldados; la verdad, algunos escribanos y letrados. 

CÓMO SE HAN DE HACER LAS COSAS, Y EN QUÉ DÍAS PARA QUE TE SUCEDAN BIEN 

Domingo reina el sol; es día a propósito para comer a costa ajena y no hace mal, aunque sea algo más de lo ordinario; porque según Hipócrates y Galeno, no son dañosos los ahítos de balde, y está el sol en su casa y tú en la del otro. 
Lunes compra todo lo que hallares a menos precio o de balde. 
Martes toma todo lo que te dieren y no repares en cumplimientos, que es día de Marte y si lo haces te mirarán en el arrepentimiento de mal aspecto. 
Miércoles pide a Dios y a ventura, que quizá toparás con alguno a quien Mercurio, tocado de la vanidad, incline a darte lo que tuviere. jueves es día a propósito para no creer nada que te digan los aduladores. 
Viernes es buen día para huir del acreedor y de la ejecución y de la embestidura meridiana de las panzas al trote. 
Sábado es buen día para levantarte tarde, andar despacio, comer caliente, hablar mucho y vestir ancho y calzar holgado; que es Saturno viejo y amigo de su comodidad y tiene gota, como sale de Acuario y no se ha enjugado. 

DE LA FISONOMIA 

Todo hombre que tuviere el cabello ensortijado, negro y recio, dará más que hacer a los barberos; y el que cría piojos se rascará a menudo la cabeza. 
Todo hombre calvo no tendrá pelo y si tuviere alguno, no será en la calva. A éstos si son barberos les reluce el c asco y parecen sus caras cabezas con el pelo y sus cabezas caras sin él. 
Todo hombre de frente chica y arrugada parecerá mono y será ridículo para los que le vieren. 
El que tuviere frente ancha, tendrá los ojos debajo de la frente y vivirá todos los días de su vida; y esto es sin duda. 
Quien tuviere nariz muy larga tendrá más que sonar y buen apodadero. 
El de narices meniques y romas, llamadas nariguetas, que hay algunos que las tienen tan pequeñas que apenas se las puede hallar en la cara el mal olor, son hombres, aunque 
parecen otra cosa y en vida empiezan a hacer diligencias para calaveras. No son coléricos, porque por milagro se les sube el humo a las narices como no se las halla. 
Boca grande de oreja a oreja significa tarasca o alnafe y mucha espuma sin freno. Y estos paran bien, porque no sólo no son desbocados, pero son boca todos. 
Boca pequeña y fruncida que hace hocico de hurón y parece oído, denota escuridad en los dientes y es como tener encías con saetera en lugar de ventana. 


Boca en almíbar con humedad de balsa, que habla con perdigones y razona con zumo, ondeada de jabonaduras, con la risa. nadando en salivas, más necesidad tiene de enjugador que de requiebro. 
El que tiene manos muy grandes. tendrá grandes dedos y diez uñas en entrambas; y el que tuviere mucha mano privará; y muchas manos, será valiente; y por el contrario. 
Ojos vivos no huelen mal y relucen; los pequeños tienen niñas y los grandes mozas. 
Ojos verdes y azules parecen pájaras y no mujeres. 
Ninguna mujer que tuviere buenos ojos y buena boca y buenas manos puede ser hermosa ni dejar de ser una fantasma; porque en preciándose de ojos tanto los duerme y los arrulla y los eleva y los mece y los flecha, que no hay diablo que la pueda sufrir. 
Si tienen buenas manos, tanto las esgrime y las galopea por el tocado, tecleando de araña el pelo y haciendo corvetas con los dedos por lo más fragoso de¡ moño, que amohinará los difuntos. Pues considérame la de buenos dientes, arregazados los labios, 
con todas las muelas y dientes desenvainados y en puribus los colmillos, muy preciada de regaño de mastín y a pique de la alma condenada; y veréis cuanto mejor es un neguijón fruncido y unos ojos rezmellados y una mano de mortero, contenta con ser mano, sin introducirse en revoloteos, en sonajas, en pinzas y en taravilla de bullicios. 
Mujer con cara podrida como olla, donde hay, con hocico de puerco y carne de vaca, de todo en la escarapela de facciones, más preciada de bien prendida que los que están en los calabozos; dama de la cárcel, muy presumida de los alffieres, pretendiendo pasar por 
lindeza lo bigarrado, de puro bien prendida, merece que no la suelten las pascuas. Y pues todo su caudal es ser solamente bien prendida, es razón que la llamen doña Escariote, y que sea conocida por el prendimiento, como Judas. 
Mujer tarasca, que delincuente de cara, muy ravesada de Ojos, muy gótica de narices, muy hética de labios, muy penitente de mejillas, muy escura de encías, con dentadura de raja, y frente tan angosta que el cabello sirve de cejas, si retrujere estas bellaquerías vivas 
en lo discreto, cuando pida se le ha de dar audien~ cia y no joya; tenga cátedra y no amante. Alábensele las cláusulas y las doctrinas no el talle ni el rostro; tenga lugar en las librerías y no en las voluntades. Y porque conviene que con ella se gaste muy poco 
tiempo, queremos que en las visitas, ya que no sea oída ni vista, sea sólo oída y la vista huida. 
Unas viejas en duda; que se usan, que se toman de los años como del vino, y andan diciendo que la'falta de dientes es corrimiento y que las arrugas son herencia y las canas 
disgustos y los achaques pegados y por no parecer huérfanas de la edad, llaman mal de madre el que es mal de agüela; decimos que se les dé para su sustento una plaza de dueñas; que con esto serán viejas y no dejarán ser mozas a las niñas a puros chismes y 
tendrán venganza, ya que no pueden remedio. Y las graduamos de mujeres de bacinica, que piden para las otras. 
Las mujeres que tienen las cejas en arco y no ballesta, tendrán dos pestañas en cada ojo y serán bien miradas si las miran bien. 
En viendo un tuerto, puedes juzgar por esta ciencia que le falta un ojo. 
Los bizcos son tuertos en duda, que no se sabe de qué ojo lo son. 
El hombre zurdo sabe poco, porque aun no sabe cuál es su mano derecha; pues la una lo es en el lugar, y la otra en el oficio. Es gente de mala manera porque no hace cosa a derechas. 
Hombre corcovado no le trates y júzgale por mal inclinado, pues lo anda con la corcova. 
Capón, que ni es hombre ni es mujer, y parece entrambas cosas, es gente intratable, que ni merece ser hombre ni se atreve a ser dueña. 
Quien tuviere pequeño pie ése sin duda calzará menos zapato y tendrá menos zancajos que le roan los maldicientes. 
Pie grande que los gallegos llaman pata si el que le tuviere dice riñendo que meterá a otro en un zapato lo podrá cumplir sin ser valiente. 





QUIROMANCIA. O ARTE DE ADIVINAR POR LAS RAYAS DE LAS MANOS, EN UN CAPITULO BREVE 

Todas las rayas que vieres en las manos, oh curioso lector, significan que la mano se dobla por la palma y no por arriba, y que se dobla por las junturas; y por eso están las grandes en las coyunturas désas, como es cuero delicado, resultan las otras menudas. Y para ver que esto es así mira que en el pescuezo y frente, caderas, corvas y codos y sangraduras y nalgas, por donde se arruga el pellejo y en las plantas de los pies hay rayas. Y así había de haber, si fuera verdad (como hay quirománticos), nalguimánticos, y frontimánticos y codimánticos y pescuecimánticos y piedimánticos. 


PARA SABER TODAS LAS CIENCIAS Y ARTES MECÁNICAS Y LIBERALES EN UN DÍA 


Si quieres saber todas las lenguas, háblalas entre los que no las entienden y está probado. 
Si escribes comedias y eres poeta, sabrás guineo en volviendo las RR. LL. y al contrario: 
como Francisco, Flancisco; primo, plimo. 
Si quieres saber vizcaíno, trueca las primeras personas en segundas, con los verbos y cátate vizcaíno, como Juancho, quitas, leguas, buenos andas vizcaíno y de rato en rato su Juangoicoá. 
Morisco hablarás casi con la misma adjetivación, pronunciando muchas xx o jj: como espadahan de jerro, boxanxe, borriquela y Mondoxas, mera boxe y así en todo. 
Francés en diciendo bú, como niño que hace el coco y añadiendo bon compare y nombrando macarelage, sin descuidarte de decir la Francia, monsiur y madama, está acabado. 
Italiano es más fácil, pues con decir vitela, signor si, corpo dil mondo, y saber el refrán pian, pian si va lontan, y pronunciando la ch, ce y la ce, che está sabida la lengua. 
Alemán y flamenco es lengua breve, pues se aprende en un brindis, gotis, guen, garhaus, mempiat, menestiar. Y para tratar de guerra, en diciendo país, duna y dique no hay más que desear. 
La arábiga no es menester más de ladrar que es lengua de perros y te entenderán al punto. 
Griego o hebreo, como todos los que lo saben lo saben sobre su palabra, por sólo que ellos dicen que le saben, dilo tú y sucederáte lo mismo. 
Dejo de tratar de la jerigonza y germanía por ser cosa que puedes aprender de los mozos de mulas. 
Si quieres ser famoso médico, lo primero linda mula, sortijón de esmeralda en el pulgar, guantes doblados, ropilla larga y en verano sombrerazo de tafetán. Y en teniendo esto, aunque no hayas visto libro, curas y eres doctor; y si andas a pie aunque seas Galeno, 
eres platicante. Oficio docto, que su ciencia consiste en la mula. 
La ciencia es ésta: dos refranes para entrar en casa; el ¿qué tenemos? ordinario venga el pulso, inclinar el oído, ¿ha tenido frío? Y si él dice que sí primero, decir luego: «Se echa de ver. ¿Duró mucho?» y aguardar que diga cuánto y luego decir: <¿Bien se conoce. 
Cene poquito escarolitas; una ayuda». Y si dice que no la puede recibir, decir: «Pues haga por recibilla». Recetar lamedores jarabes y purgas para que tenga que vender el boticario y que padecer el enfermo. Sangrarle y echarle ventosas; y hecho esto una vez, 
si durare la enfermedad, tornarlo a hacer, hasta que, o acabes con el enfermo o con la enfermedad. Si vive y te pagan di que llegó tu hora; y si muere di que llegó, la suya. Pide orines, haz grandes mencos, míralos a lo claro, tuerce la boca. Y sobre todo advierte que traigas grande barba, porque no se usan médicos lampiños y no ganarás un cuarto si no pareces limpiadera. Y a Dios y a ventura, aunque uno esté malo de sabañones, mándale 
luego confesar y haz devoción la ignorancia. Y para acreditarte de que visitas casas de señores apéate a sus puertas y entra en los zaguanes y orina y tórnate a poner a caballo; que el que te viere entrar y salir no sabe si entraste a orinar o no. Por las calles ve 
siempre corriendo y a deshora, porque te juzguen por médico que te llaman para enfermedades de peligro. De noche haz a tus amigos que vengan de rato ' en rato a llamar a tu puerta en altas voces para que lo oiga la vecindad: «Al señor doctor que lo llama el duque; que está mi señora la condesa muriéndose; que le ha dado al señor 
obispo un accidente» y con esto visitarás más casas que una demanda y te verás acreditado y tendrás horca y cuchillo sobre lo mejor del mundo. 
Para ser caballero o hidalgo, aunque seas judío y moro, haz mala letra, habla despacio y recio, anda a caballo, debe mucho y vete donde no te conozcan y lo serás. 
Si quieres ser letrado almendruco por madurar que hagas mal a los pleitos y tus alegaciones sepan a madera, ten de memoria los títulos de los libros, dos párrafos y dos textos y esto acomoda a todas las cosas, aunque sea sin propósito. A todas las cosas que 
te dijeren, di que hay ley expresa, que habla en propios términos. Si abogares da muchas voces y porfía; que en las leyes el que más porfia, tiene, si no más razón, más razones. A todos di que tienen justicia por desatinos que pidan. Y sabe cierto que no hay hoy 
disparate en el mundo tan grande que no tenga ley que lo apoye y mira si hay mayor disparate que no beber vino y no comer tocino y tiene la ley de Mahoma que lo abone. Si no entendieses las relaciones que te hicieren de los pleitos, di que ya estás al cabo y 
harto de vocear el mismo caso en la chancillería. No te olvides de la ley del reino que'está en romance y ten en la memoria a Panormitano y Abad. Podrás alegar al cierto jurisconsulto y al otro, y algún refrancíco; que al fin son evangelios abreviados. Y 
sobre todo, tendrás en tu estudio libros grandes, aunque sean de solía o caballerías, que hagan bulto; y algunos procesos, aunque los compres de las especerías y tiendas de aceite y vinagre. Si dijeres algo por auténtico y te apretaren a decir en qué autor lo viste, 
di que en Carolo Molinero antes que le vedaran; que por estar vedado no se podrá averiguar o inventa un autor de Consejos, pues salen nuevos cada día. Y no te olvides de traer chinelas, y gorra y capa con capilla, por quien Dios es. 
Si quieres ser alquimista y hacer de las piedras, yerbas, estiércol y aguas, oro, hazte boticario y herbolario y harás oro de todo lo que vendieres. Y guárdate de quemar metales y sacar quintas esencias; que harás del oro estiércol y no del estiércol oro. 
Y si quisieres ser autor de libros de alquimia, haz lo que han hecho todos que es fácil, escribiendo jerigonza: «Recibe el rubio y mátale y resucítale el negro. ítem, tras el rubio toma lo de abajo y súbelo y baja lo de arriba y júntalos y tendrás lo de arriba». Y para que 
veas si tiene dificultad el hacer la piedra filosofal, advierte que lo primero que has de hacer es tomar el sol, y esto es dificultoso, por estar tan lejos. Hazte mercader y harás oro de la seda; y tendero y harásle del hilo, agujas y aceite y vinagre; librero y harás oro de 
papel; ropero, del paño; zapatero, del cuero y suelas; pastelero, del pan; médico, de las cámaras harás oro y de la inmundicia; y barbero y lo harás de la sangre y pelos. Y es cierto que sólo los oficiales hacen hoy oro y son alquimistas, porque los demás antes lo 
deshacen y gastan. 
Para ser toreador sin desgracia ni gasto, lo primero caballo prestado, porque el susto toque al dueño y no al toreador; entrar con un lacayo solo, que por lo menos dirán que es único de lacayo; andarse por la plaza hecho caballero antípoda del toro; si le dijeren que cómo no hace suertes, diga que esto de suertes está vedado. Mire a las ventanas, que en eso no hay riesgo. Si hubiere socorro de caballero no se dé por entendido. En viéndole desjarretado entre pícaros y mulas haga puntería y salga diciendo siempre: «No me 
quieren»; y en secreto diga: «Pagados estamos». Y con esto toreará sin toros y sin caballos. 


Si quieres, aunque seas un pollo , ser respetado por valiente, anda con mareta, habla duro, agobiado de espaldas, zambo de piernas, trae barba de gancho y bigotes de guardamano y no levantes la habla de la cama sin vaharada del trago puro; habla poco 
que ya no tienen por valientes sino a los que callan. Di cuando estés vestido que estás atravesado por mil partes. Brinda en los banquetes al ánima de Pantoja y a la honra de Escamilla y Roa. Sé cuerdo en las pendencias y loco en los banquetes, colérico en las paces y flemático en las veras; y de cuando en cuando achácate entre los amigos un herido o dos de los que otros mojaren. Y con esto no tendrán tanta opinión como tú ningún barbadillo.