El hijo del judío errante. Gajaka. Fotoshopp de Carlos Enrique Ortiz.
Por Mandarin Carroll
(El poeta Mandarin Carroll, con su origen ancestral en San Andrés de Pisimbalá, Colombia, nació de un viaje de hongos en 1977, y se suicidó en el desierto, nada sin importancia).
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La gente cree que la economía es la ciencia; veamos, bastante malita la academia, que poco le importa esta monstruosidad. No saben que la alquimia ha sido el mejor don que los dioses han legado a los hombres. El oro alquímico en tus ojos.
La ciencia y los dioses, no los dioses y la religión. Que barbaridad. Cuenta la leyenda que Da Vinci se disfrazaba de mujer para seducir a un alquimista, que era el mismísimo Hermes en persona. Da Vinci le sisaba al maestro (miraíatas incandescentes); porque se buscan inconsolablemente.
Vea pues, quién inventaría el café, para drogar a todo el mundo, menos a los mormones, que te hablan de su destrucción. No duermen los malditos, pensando en el semen de un tal José Smith, me lo dice un chilango. Crece el sentido del humor.
Cuando las palabras no se las lleva el viento, se vuelve insoportable la locura, no para un solitario. Por un vis a vis, que lo aclara todo, la vida perseguida por un diablo con relativo poder, que te lanza al abismo con cuerdas. La creada naturaleza de la nada.
Ahora que todo me importa un pito, no voy a pedirle a nadie aclaraciones del porqué de mi vaguedad ante las aproximaciones inútiles, cuándo el Ser, ese ser empieza a transformarlo todo.
Con un beso en la mejilla fría, desesperado mito, no suena imitándolo todo, ya que poco impulso mental, de ese que viene de lo increíble, imaginación de un cantor, periplo de orgías frustradas (las humanas?), que nunca se pensaron.
Ahora que derribo muros, sin que me paguen, añoro el espíritu de un amigo que se fue, o el de la madre entregada a la esclavitud. Por dónde viene el himno, la marcha, y la gran cruzada; esto último suena a inverosímil. Sin similitud.
Un paso atrás y pasan los vallistas la carrera por el anonimato. Bueno eso pasa en Burkina Faso. Nuestro nuevo paso atrás, y nos liberamos de esos locos sin freno, dando todo el tiempo su última o única sonrisa sin peso, sin la sustancia de las esencias eleusinas.
Eduardo Peláez (el poeta colombiano). De las poquitas fotos que le he tomado, con mi asombro de siempre. La frase del collage es de él: La ambición aleja excesivamente..
Me perdí, y es que soy tan distinto a Gabriel del Casal, que siendo nietzshiano, no pudo ser marxista, no hubo escuela, solo las opiniones falsas de un disidente adolescente. El existencialismo se nos volvió una lengua imposible, sin alma íbamos a obtener el paraíso con la economía=ciencia?
Yo leía la correspondencia de estos políticos que había que seguir: el Diario del Che lo llevaba debajo del brazo. Lo leía poco, porqué me gustaba más la música de los santos, que la de estos envalentonados, Marx y Engels, correspondencia, el Che opresor de los homosexuales, símbolo abstracto, castillo de naipes.
La ciencia ahora la tienen los transgénicos; te crecerán los dedos cómo a los reguetoneros, igual a las zarigüeyas, el paso de un tsunami que ha arrancado de la cama a Madonna. No llegaran a Once upon time, en la música. La cura del sida, y preparece al otro ataque pergeñado por la Biblia.
Y duerme bien el opresor? Cuál de todos, el de aquí o el de por allá? Todo suena a Pakistán número dos. El de por, esta arcadia, vendió todos los páramos, incluyendo a Pedro Páramo. Un poco de humor sin ache. Suena a maldita cremallera.
Si es imitación a USA, estamos jodidos, por aquí los ríos se murieron, lo que corre es el experimento atómico del enfrentamiento, se vive maravillosamente bien en la artificialidad.
Allá también es Alá, enfrentado a Jehobá numero cien, y todos sus pueblos corren mueren en el desierto. Sin justificación posible que no sea el fanatismo llevado al cósmos, y soltarlo allí, en la desorientación de las especies; se han encontrado más los hindúes vueltos ahora su propia imagen inmaculada.
Aretino por Tiziano.
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El cuento de Dalí y Buñuel cuando hacían El perro andaluz, me dejó lelo. Que inesperado Dalí con García Lorca, le señaló Buñuel, si se reía de su Romancero gitano. Hagamos algo, un trino, que le duela al poeta. Que le arrebató la mitad de la cinta, dice bostezando Aragón. Todo lo que oliera a Lorca, ya no le apetecía.
Así es cómo se arman los chismes, la malísísima mazmorra española, la malisísima mazmorra francesa, un infierno amenazante, mejor el Hades, y estaremos de acuerdo para siempre.
La suerte es cuando puedas masticar el pan con tu bendita frente.
Luz de invierno, por Klee...........................................................
A Eduardo Peláez P. desde las mazmorras colombianas puestas en pie. No puede ser el espíritu científico (supongamos, antes del bastón).