sábado, 31 de marzo de 2012

Lectura de la servilleta del Rey Felipe IV con la misiva de Quevedo y Villegas para comenzar Curso III de poesía neoberraca.

Quevedo y Góngora.....

Francisco de Quevedo y Villegas, retrato de Francisco Pacheco.


Católica, sacra y real Majestad, memorial atribuido a Francisco de Quevedo y Villegas


Á S. M. EL REY DON FELIPE IV

MEMORIAL


Católica, sacra y real majestad,

Que Dios en la tierra os hizo deidad:


Un anciano pobre, sencillo y honrado.
Humilde os invoca y os habla postrado.


Diré lo que es justo, y le pido al cielo
Que así me suceda cual fuere mi celo.


Ministro tenéis de sangre y valor,
Que sólo pretende que reinéis, señor,


Y que un memorial de piedades lleno
Queráis despacharle con lealtad de bueno.


La Corte, que es franca, paga en nuestros días
Más pechos y cargas que las behetrías.


Aun aquí lloramos con tristes gemidos,
Sin llegar las quejas á vuestros oídos.


Mal oiréis, señor, gemidos y queja
De las dos Castillas, la Nueva y la Vieja.


Alargad los ojos; que el Andalucía
Sin zapatos anda, si un tiempo lucía.


Si aquí viene el oro, y todo no vale,
¿Qué será en los pueblos de donde ello sale?


La arroba menguada de zupia y de hez
Paga nueve reales, y el aceite diez.


Ocho los borregos, por cada cabeza,
Y las demás reses, á rata por pieza.


Hoy viven los peces, ó mueren de risa;
Que no hay quien los pesque, por la grande sisa.


En cuanto Dios cría, sin lo que se inventa,
De más que ello vale se paga la renta.


A cien reyes juntos nunca ha tributado
España las sumas que á vuestro reinado.


Y el pueblo doliente llega á recelar
No le echen gabela sobre el respirar.


Aunque el cielo frutos inmensos envía.
Le infama de estéril nuestra carestía.


El honrado, pobre y buen caballero,
Si enferma, no alcanza á pan y carnero.


Perdieron su esfuerzo pechos españoles.
Porque se sustentan de tronchos de coles.


Si el despedazarlos acaso barrunta
Que valdrá dinero, lo admite la Junta.


Familias sin pan y viudas sin tocas
Esperan hambrientas, y mudas sus bocas.


Ved que los pobretes, solos y escondidos.
Callando os invocan con mil alaridos.


Un ministro, en paz, se come de gajes
Más que en guerra pueden gastar diez linajes.


Venden ratoneras los extranjerillos,
Y en España compran horcas y cuchillos.


Y, porque con logro prestan seis reales.
Nos mandan y rigen nuestros tribunales.


Honrad á españoles chapados, macizos;
No así nos prefieran los advenedizos.


Con los medios juros del vasallo aumenta,
El que es de Ginebra, barata la renta.


Más de mil nos cuesta el daros quinientos;
Lo demás nos hurtan para los asientos.


Los que tienen puestos, lo caro encarecen
Y los otros plañen, revientan, perecen.


No es buena grandeza hollar al menor;
Que al polluelo tierno Dios todo es tutor.


En vano el agosto nos colma de espigas,
Si más lo almacenan logreros que hormigas.


Cebada que sobra los años mejores
De nuevo la encierran los revendedores.


El vulgo es sin rienda ladrón homicida;
Burla del castigo; da coz á la vida.


"¿Qué importa mil horcas, dice alguna vez,
Si es muerte más fiera hambre y desnudez?"


Los ricos repiten por mayores modos:
"Ya todo se acaba, pues hurtemos todos."


Perpetuos se venden oficios, gobiernos.
Que es dar á los pueblos verdugos eternos.


Compran vuestras villas el grande, el pequeño;
Rabian los vasallos de perderos dueño.


En vegas de pasto realengo vendido.
Ya todo ganado se da por perdido.


Si á España pisáis, apenas os muestra
Tierra que ella pueda deciros que es vuestra.


Así en mil arbitrios se enriquece el rico,
Y todo lo paga el pobre y el chico.


Sin duda el demonio, propicio y benino
Aquel que por nombre llaman peregrino,


Al Conde le dijo, favorable y plácido,
Cuando su excelencia oraba en San Plácido:


«Del rey los vasallos compiten tu puesto;
Destruye, aniquila y acábalo presto.


Los de la Corona mayores contrarios
Serán la disculpa para tus erarios:


Que si acaban éstos con la monarquía.
Morirá también quien te perseguía.


Mejor libra en guerra el que es prisionero
Que el que es sentenciado por el juez severo.


La causa de todo lo que ellos ganaron,
No la mataron, sino la libraron.»


Esto dijo el diablo al Conde Guzmán,
Y el Conde prosigue como don Julián.


Consentir no pueden las leyes reales
Pechos más injustos que los desiguales.


Ved tantas miserias como se han contado,
Teniendo las costas del papel sellado.


Si en algo he excedido, merezco perdones:
Duelos tan del alma no afectan razones.


Servicios son grandes las verdades ciertas;
Las falsas razones son flechas cubiertas.


Estímanse lenguas que alaban el crimen,
Honran al que pierde, y al que vence oprimen.


Las palabras vuestras son la honra mayor,
Y aun si fueran muchas, perdieran, señor.


Todos somos hijos que Dios os encarga;
No es bien que, cual bestias, nos mate la carga.


Si guerras se alegan y gastos terribles.
Las justas piedades son las invencibles.


No hay riesgo que abone, y más en batalla.
Trinchando vasallos para sustentalla.


Demás que lo errado de algunas quimeras
Llamó á los franceses á nuestras fronteras.


El quitarle Mantua á quien la heredaba
Comenzó la guerra, que nunca se acaba.


Azares, anuncios, incendios, fracasos.
Es pronosticar infelices casos.


Pero ya que hay gastos en Italia y Flandes,
Cesen los de casa superfluos y grandes.


Y no con la sangre de mí y de mis hijos.
Abunden estanques para regocijos.


Plazas de madera costaron millones,
Quitando á los templos vigas y tablones.


Crecen los palacios, ciento en cada cerro,
Y al gran San Isidro, ni ermita, ni entierro.


Madrid á los pobres pide mendigante,
Y en gastos perdidos es Roma triunfante.


Al labrador triste le venden su arado,
Y os labran de hierro un balcón sobrado.


Y con lo que cuesta la tela de caza
Pudieran enviar socorro á una plaza.


Es lícito á un rey holgarse y gastar;
Pero es de justicia medirse y pagar.


Piedras excusadas con tantas labores»
Os preparan templos de eternos honores.


Nunca tales gastos son migajas pocas,
Porque se las quitan muchos de sus bocas.


Ni es bien que en mil piezas la púrpura sobre,
Si todo se tiñe con sangre del pobre.


Ni en provecho os entran, ni son agradables,
Grandezas que lloran tantos miserables.


¿Qué honor, qué edificios, qué fiesta, qué sala,
Como un reino alegre que os cante la gala?


Más adorna á un rey su pueblo abundante.
Que vestirse al tope de fino diamante.


Si el rey es cabeza del reino, mal pudo
Lucir la cabeza de un cuerpo desnudo.


Lleváranse bien los gastos enormes;
Lleváranse mal si fueren disformes.


Muere la milicia de hambre en la costa;
Vive la malicia de ayuda de costa.


Gana la vitoria el valiente arriesgado;
Brindan con el premio al que está sentado.


El que por la guerra pretende alabanza
Con sangre enemiga la escribe en su lanza.


Del mérito propio sale el resplandor,
Y no de la tinta del adulador.


La fama, ella misma, si es digna, se canta:
No busca en ayuda algazara tanta.


Contra lo que vemos, quieren proponernos
Que son paraíso los mismos infiernos.


Las plumas compradas á Dios jurarán
Que el palo es regalo y las piedras pan.


Vuestro es el remedio: ponedle, señor.
Así Dios os haga, de Grande, el Mayor.


Grande sois Filipo, á manera de hoyo
Ved esto que digo, en razón lo apoyo:


Quien más quita al hoyo, más grande le hace;
Mirad quién lo ordena, veréis á quién place.


Porque lo demás todo es cumplimiento
De gente civil que vive del viento.


Y, así, de estas honras no hagáis caudal;
Mas honrad al vuestro, que es lo principal.


Servicios son grandes las verdades ciertas;
Las falsas lisonjas son flechas cubiertas.


Si en algo he excedido, merezca perdones:
¡Dolor tan del alma no afecta razones!


Diciembre de 1639

Tomado de Obras Completas, prosa, "Aguilar", sexta edición 1966. F. Quevedo.


sábado, 24 de marzo de 2012

Poema Neoberraco para la Muestra, del libro "La intensidad de la palabra".

http://youtu.be/3ZhIitjiBLc

El amargado, tan tan

El amargado por fin tiene casa heredada, tiene muchas tías y tíos y primos muy blancos, bueno así es el amargado cuando al fin queda solo rodeado de viejos recuerdos. Va muriendo de rabia.

La otra tía me llamó y me contó todo, yo la quiero es mi tía. Una cosa es nivelarlo todo de a poquitos y otra la gran rabia que no es tan propia del amargado no Olafo.

Pongámonos de acuerdo, no encaja mucho en un buen argot, no se sabe de dónde salió, de monos. Todavía “Georgie” contemplo por instantes las fotos escogidas de la pared, los prototipos humanos fallidos deambulan por ahí, como si Buda los hubiera abandonados.

Mentira que sea esa. Pero es que el amargado está hecho con las mismas esencias pero con distinto modo de querer la luna. Él no quiere la luna.

Al bendito dresprendimiento, tan exclusivo de unos.


Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Nota: mi contribución a la Muestra de poesía neoberraca a partir del neobarraco y del surrealismo de los años veinte.


viernes, 23 de marzo de 2012

Marzo y abril, los meses de Ricardo León Peña, in memoriam

rlpv

Casí lila, con sabor de despedida, la copia de la copia, de la otra copia, y copiamos. Para la máquina de la creación, se revuelve tanto y tanto se mezcla que la primera vez pasa desapercibida, y si se lo unta Maddona o Madona, tiene que ser gay; pero porque siempre se recurre a que tiene que ser gay, la costumbre mi hermano. Dibujo archivo de Gajaka.

Y se hizo la luz, entre la noche húmeda de San Juan El morro, Puerto Rico. Gajaka y Ricardo León; éramos como modelos porque de poesía estábamos llenos, y la orgía, el espiritismo de las cartas y la elegancia santurciana, en fin hermano, que yo gocé y estuve perfecto hasta con las" gorditas", el número seis de San Sebastián fue el cuarto útil de Ponce de León. (Memorias, Gajaka), extracto.


P A N E G Í R I C O a Ricardo León Peña Villa, el día de su muerte.

Ricardo y dos mirtos

inauguran su periplo urbano en Umbrella House, 1992 ... “Manhattan@hotmail.com”

Ricardo ha sido mi volúmen dos y tres en Nueva York, mi maestría en las comunicaciones, su respaldo un disco duro difícil de olvidar y de interpretar.

Lacan dijo “Soy donde no estoy, estoy donde no soy”. Mira estoy aquí sedentario. Sus años compartidos de almas y de fuertes razones de espíritu, lo identificaban como Rey en Nueva York.

Siempre rodeados de musas y de monjes neohippies de excelente factura. Nos tocó la época en que se superaban (sic) las envidias y los guettos culturales. jaja, allá si, aquí no.

Fui su hermano, que más podría darme su relación permanente: yo Trostky tu Lenin, tu Gonzalo yo también, yo beckkettiano tu borincano, yo Góngora tu Gardel, tu cristiano yo neopagano, y así hasta encontrar la bolita mágica de un diario secreto de poesía hasta en los momentos más trágicos, todo con parodias, con sainetes de risa y con mis chistes zen llenábamos la falencia fáctica.

Ricardo muévete y yo nunca paraba de danzar, por eso nos invocaban, nos visitaban los dioses cargados del Este.

La fiesta de su amor era tan bien la fiesta del amor imposible, siempre allí presente la solidaridad, que poco tenemos en este Sur. De allí su superación y su formación digna de cualquier paisa en el exilio. Llegamos a ser policias Pop para poder tirar la primera piedra, para ser la risa en la Carpeta Roja. Los más soberbios caían como hielo contaminado de Cronos.

Participé de su Puerta 10 con el bello de Juan Salazar Sierra a quien admiró hasta el delirio, su primer amigo en la gran manzana, o el primero en su historia.

Esa vida muelle se fue tornando en evolución cultural (no revolución cultural) y, así apareció la Ñ, que con Realidad Aparte Segunda Vida, levantó las velas de grandes reencarnaciones poéticas, hasta en la pintura colombiana.

El líder era de carne y hueso, no de corrupciones hereditarias. En House Umbrella no se competía, no se talaban las ideas pues ellas llegaban como avalanchas, por lo tanto se multiplicaban los amigos que llegaban de todos los rincones del mundo, hasta un Majarachi que le ofreció un avión privado para que reclutara incautos para un proyecto millonario en la India y Usa, allí estaba yo para voltear esa imagen alzando las patas como Madonna en la mesa, y seguir con nuestras valiosas velas de seducción para nuestros latinoamericanos ávidos de amor y de locura.

No me perdonan que lo haya sacado del nadaísmo, pues lo veía diferente a esa “papización” que ni la papisa Juana miserable que llegaban a Nueva York para apagar la chispa de nuestra dote política independiente. Claro, a uno le salvan la vida, y continúa tejiendo minutos de amor. Si es misma corona para la pornografía, y a lo mejor Germán Espinosa nos aprueba la cita, después de leer sus libros.

Luego vino nuestro trabajo memorable en el Diario La prensa, y la revista Casa Tomada. Lo recuerdo con nostalgia cuando leíamos a coro el poema De Jaime Sabines, sobre Los amorosos.

Dos versos que andan ocultos en tus paredes y que hoy quisiera destacar: Nadie nos quiere, ni el verso más bello. El ser humano en detalle es un animal, del primer Gajaka.

Por tus pintores y escultores amigos y poetas que te pusieron el Poe, José Osorio, Nanda Arias, Iván Rivas, Nicolás Linares, Luis Javier Henao, Ramiro, Rivelino, Liz, María la madrileña, Jonás, Catalina Santamaría, Alexandra Patiño, Tango, Alberto Arango, Rosario, Juan Moreno, Jackeline Donado, Comas, Sheila, Alonso Mejía, Iván Peña y toda su familia Peña neoyorkina, el Sonero, y los que se me escapan pero que están en otros textos de mi memoria; por tus deseos inconmensurables de no retroceder con la bobería del celo femenino, algo que no nos consta con Tola y Maruja.

Por la gran Tata Lopera que hoy con orgullo te acoge con refinamiento y con carnalidad infinita.

Aleluya.

Gabriel Jaime Caro (Gajaka), “una vez más, una vez más”

Leído en Caja Negra, en homenaje póstumo al poeta Ricardo León Peña Villa. Abril del 2011

Medallo


sábado, 17 de marzo de 2012

Poemas de algunos concursantes al Premio Neoberraco 2012.

gkgkgkgkgkgkgkgVarias cámaras para Marilyn, la de Jezzyk Darkbantha, su foto, va por el centro por el vacío hacía la locura patas arriba. No es tán facil, se necesita ser parte de la concepción, de Leo en su salsa en este homenaje de Burritos Producciones, la Solorzano incrédula con saudade neoyorkina, el hamako en sus quince, Sergio en la vecindad y y el micrófono al aire. Por ahí mism ito el Terremoto de la falla de San Francisco.


"La gazmoña moral burguesa", dibujo de la serie Fin del mundo de Gajaka.


La gente no cree sino en los poetas que han sufrido demasiado como torturados por la creación, perseguidos; que más persecución que la envidia.
Elegía de Demóstenes, Gajaka.

6 poemas de mario José cervantes mendoza, marzo 2 de 1971, Barranquilla, Colombia.

Frecuentan los muladares. A recoger palabras de la basura. Y vuelven a casa. A limpiarlas. A repararlas de algún golpe. Más adelante, reaparecen. Ofreciéndolas a los transeúntes. Algunos las compran. Y las conservan lejos de la mirada del mundo. Pues son muy mal vistas.

*

Nos rodea: lo respiramos. Al desayuno, al almuerzo, a la cena: lo comemos y bebemos. Siempre la misma ración. Adonde vayamos nos sigue: se ha convertido en nuestra sombra. Nos espía en sueños. E, inclusive, copulando. Puede hasta caber dentro de una mano empuñada. Nos rodea el miedo: lo respiramos.

*

En mitad de un vórtice se aferra. A un puñado de palabras para no confundirse. Para orientarse. En mitad de una turbulencia que lo arrastra.

*

Solamente respira una grieta a través de otra hendidura. Y el silencio respira, en cambio, a través de un hombre: por un intersticio de las palabras. Así como, también, a través de un pájaro.

*

Unas raíces son abolidas. Pero vuelven a brotar del vacío. Y llegan a convertirse, cada vez, en otras palabras.

*

Un afilador aproximándose: hay que desempolvar el epigrama.

Si quieren saber quien es el autor pregúnteselo al poeta Mario José Cervantes, porque está muy hermoso, como buena crema para la piel, a él tan blanchotista, pero en fin los bloguers están destinados al basurero de 2001 Odisea del espacio de Stanley Kubrick.

El show de
Marilyn llegó a su fin como el Poseidon, creando el habitual espacio para los genios de la música escénica. esto me recuerda que Clementina la hondureña asistió al entierro de tercera del barroco, que no servia sino para guardar droga pecaminosa, vaya usted a saber cuál.

Los dos ju jurados (
Gajaka y C.E.O.) que combaten la mala influencia de una maldición llamada "Soplo Merde", saludan a Mario José y su enredo amoroso con un Triángulo como el de las Bermudas. El concretista experimental que aplaza lo relacionable cuando acabe de leer el canon de occidente, y que decir de las 300 variedades de mango de la India. Foto de Deyzy Zulú.



sábado, 10 de marzo de 2012

Un relax desde este ralenti para continuar con el curso de poesía neoberraca.


“Los críticos trabajan con conceptos, mientras los creadores con formas. Los conceptos pasan, las formas permanecen”. Julio Ramón Ribeyro

Elmer Restrepo, el amigo de mis amigos, el rey marquetero o marquetero surrealista, de los buenos de los de Man Ray, de los que son críticos hasta de los mismos estoraques de los demás. Con su risa de la risa, entre la salsa, de todas maneras es un Juego como de Colon, el 23 talvez, el son que se quedó en Cuba y del jazz de la emisora. Amante sin misterio de Leonard Cohen. Ilustrador de las primerias Siglóticas y las Realidades Apartes. Foto Archivo de Gajaka.

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Harold Bloom dispuesto a todo, a que lo indiscriminadamente fluya dentro del cannon, un poco Blue un poco Yale, indispuesto con la traducción´.

Canonizador

WINSTON MANRIQUE SABOGAL 26/11/2011

Harold Bloom habla sobre su legado como crítico literario en Anatomía de la influencia. El gran divulgador abre un debate, planteado por Babelia, sobre la crisis de la crítica. Insiste en la necesidad de conocer a los clásicos para juzgar a los autores de hoy.

HAY QUE MANTENER a raya la muerte de la imaginación!", pide Harold Bloom, que calla y cierra los ojos el tiempo suficiente para parecer un busto de mármol blanco de algún sabio griego de cabellos revueltos.

"La gente tiene valor intelectual. Quiere saber qué es lo bueno. Y yo he encontrado ese público en todos los países".

La frase suspendida recobra vida con voz grave y cansada: "Una de las maneras es que el crítico se acerque a un libro a través de la confrontación con las cosas directamente.

Debe ver lo bueno que es el autor. Y no hablo de los escritores menores sino de los grandes, como Dante, Shakespeare y Cervantes. Saber de qué están históricamente envueltos, cuál es el proceso; pero tiene que sentarse en el mismo sitio del escritor para conocerlo, y cuando lo lea debe leerlo como a un amigo cercano…". Y Bloom vuelve a suspender la idea un instante hasta encontrar las palabras: "Esa literatura, la canónica, que parece agonizar, es fundamental conocerla si queremos aprender a oír, a ver, a pensar… A sentir...".

Lo expresa casi al final de la entrevista como una recomendación para dejar de "bordear el abismo cultural". Es el reclamo de un hombre que siempre ha sostenido un duelo contra lo corriente; alguien para quien la literatura son las pulsaciones de su vida, que ha enseñado a amarla y en cuyo empeño pasó a ser uno de los críticos de referencia del último medio siglo, un relevo y respuesta a otros como el poeta T. S. Eliot (Lumen acaba de publicar sus críticas en La aventura sin fin). Todo viene de aquel niño que a los diez años empezó a leer poesía, a los 13 descubrió Macbeth, de Shakespeare, y, sin darse cuenta, se convirtió en un heredero de Longino, que propugna una ideología estética, y también en una especie de incentivador del espíritu agonista, del duelo dialéctico, en busca de… ¡La belleza! ¡El arte! ¡Lo sublime! Esa es su trinidad. Cómo descubrirlas y disfrutarlas serán las ideas que irán y vendrán durante el encuentro con este lector, crítico y docente octogenario a quien nunca le ha temblado la voz para convertirse en un canonizador. "Ahora más que nunca, en esta época paradójica de abundancia informativa y generadora de desinformación". Y es ese, este momento, el que acoge su libro número 32, su gran legado como crítico literario: Anatomía de la influencia. La literatura como modo de vida (Taurus). Con este volumen, Bloom (Nueva York, 1930) cierra un círculo intelectual después de 44 años con un guiño a su primera obra: La ansiedad de la influencia; que ha coincidido con los 55 como docente de la Cátedra Sterling de Literatura de la Universidad de Yale.

Hijo de inmigrantes judíos de la Europa del Este, Harold Bloom está a pocos pasos de la calle Broadway.Manhattan es un susurro en su apartamento, al que viene de vez cuando desde su casa de New Haven, en Connecticut. Un apartamento con apenas libros a la vista, que no delatan a un autor de títulos como El canon occidental; Shakespeare.

La invención de lo humano; Cómo leer y por qué y ¿Dónde se encuentra la sabiduría? Rodeado de tonos beis y camel, que favorecen una luz antigua, él empieza a hablar con su inglés pausado y transparente en la cabecera del comedor de madera.

PREGUNTA. ¿Usted que siempre ha entablado un diálogo con los lectores, cuál cree que debe ser la verdad de la crítica? RESPUESTA. Admiro al gran héroe que tengo en la literatura occidental y al que he querido ser igual desde que era niño: el señor Samuel Johnson. Lo leo cada semana. Él dice que la función de la crítica literaria es transformar la opinión en conocimiento.

P. Me recuerda un pasaje de su libro: "Practicar la crítica propiamente dicha consiste en reflexionar poéticamente acerca del pensamiento poético".

R. Los poetas, los novelistas y los dramaturgos piensan a través de imágenes y metáforas, es un pensamiento figurativo. Nada en la literatura de Walt Whitman, por ejemplo, es real. Él utiliza metáforas como en la ficción y la ficción es lo supremo. Estoy escribiendo una obra teatral sobre Whitman y la dificultad es encontrar que los poetas estén por sí mismos… Básicamente, el problema es que eso es ficción. Los poetas utilizan un pensamiento figurativo para hablar. Si yo ahora quiero hacer crítica debería tener mucha sabiduría, mucha experiencia para poder acercarme a seres como Cervantes, Shakespeare, los grandes.

P. Ha expresado su alarma sobre la situación de la crítica. ¿Cómo la ve hoy? R. Es reprobable porque se ha politizado, se ha mezclado lo académico y lo político.

Ha surgido una especie de feminismo o racismo y lo que esto ha producido no es real. Lo que ha generado es la destrucción de la literatura en el mundo inglés porque las palabras que se escogen para enseñar o leer no son en base a criterios intelectuales sino el color de la piel, la orientación sexual o el origen étnico. La llamada nueva crítica y el nuevo cinismo son cómplices inesperados.

P. ¿Y fuera del mundo anglosajón? R. Estoy cansado de que me pregunten por otras personas, solo ha generado problemas y peleas. El arte de la crítica literaria de nuestra época es, como digo en el libro, leer, releer, descubrir, evaluar, apreciar. Porque aunque la crítica no puede invertir el declive de la cultura podría dar testimonio de ella.

BLOOM CHASQUEA la lengua y se disculpa porque tiene que caminar un poco. "Debo hacerlo cada quince minutos por problemas de circulación en las piernas". Se apoya en la mesa para levantarse, coge el caminador y avanza hasta adentrarse en las sombras de un pasillo del apartamento.

Solo se escucha el débil roce de sus pantuflas sobre el suelo. Hasta que regresa quejándose de la disminución de la crítica en la prensa.

P. ¿Cuál considera que debe ser la labor de la prensa, los suplementos literarios y la crítica literaria en esta era de tanta información, potenciada por Internet, que tiende a la desinformación? R. Le voy a contar un episodio: hace 10 años remodelaron el Museo Británico y me llamaron porque había un acto donde se iba a hablar de la manera como los computadores transformaban el libro. Entonces pregunté qué tenía yo que ver. Me dijeron que era para que defendiera el libro. Mi respuesta fue que no había necesidad de defenderlo porque no era un dinosaurio extinguido.

Aunque es verdad que hoy la desinformación no se distingue de la información.

Lo que hay que hacer es cuestionar toda la información, venga de donde venga, porque los jóvenes son adictos a la televisión e Internet y son prisioneros de esa realidad virtual. El exceso de la vida a través de tantas pantallas, televisión, computador, cine, móviles y demás, corre el riesgo de acabar con los daimones, con la posibilidad de inspiración y pensamiento. Hemos entrado en la magnificencia de la realidad virtual.

Cervantes con el Quijote es un buen ejemplo de ello. Es una profecía que se está cumpliendo porque Sancho y él tenían realidades distintas.

P. ¿Se requieremás que nunca de la crítica de referencia, de personas o medios que orienten y fomenten lo mejor? R. Sin duda. Es necesaria una referencia, pero, precisamente, hoy más que nunca es difícil hacerla. Pero no todo está perdido.

Dejé la academia y elegí ser profesor para el público en general porque probé la teoría, mis libros están traducidos amás de 40 lenguas y recibo correos electrónicos de todo el mundo. En esa audiencia he comprobado que la gente tiene valor intelectual, quiere aprender. Quiere saber qué es lo bueno, retornar a los clásicos, porque esa literatura es necesaria si queremos aprender. Y yo he encontrado ese público en todos los países.

A pesar de que los estudiantes van a la universidad con los profesores y encuentran muchas cosas, ellos han desechado todo eso porque es basura y han regresado a los pilares de la literatura para poder comprender lo que viene después. La literatura sublime transporta y engrandece a sus lectores.

P. Pero lo sublime y lo estético no parecen vivir su mejor momento.

R. En la vida aparecen caminos extraños y lugares extraños. Todavía hay muchos novelistas estadounidenses fieles a lo mejor del pasado. También los poetas como John Jasper, y hay dos o tres en cada país, que son realmente importantes. Pensaba que cuando terminara la carrera iba a tener que pelear para cambiar eso, pero me he dado cuenta de que he influido en muchos jóvenes en todo el mundo que han tenido el coraje y les he dicho por qué leer, cómo leer y qué leer. Un deseo que ha permitido la continuación de una tradición por el gusto literario. Es el trabajo de la ilusión de más altos ideales, encontrar el auténtico trabajo, la oportunidad de buscar y de establecer grandes estándares como los establecieron grandes escritores. Toda esa parte sensitiva los ayuda. ¡Hay que mantener a raya la muerte de la imaginación! Y TRAS EXPLICAR LA NECESIDAD de leer a los clásicos, Bloom se disculpa de nuevo. Se aleja escoltado por el ruido de sus pasos al ritmo del caminador. A su regreso, manda por delante palabras entusiastas por otro libro que acaba de publicar, La escuela de Wallace Stevens (Vaso Roto), y los que está escribiendo: la obra sobre Walt Whitman, un estudio sobre cinco autores esenciales en la creación de su país (los poetas Emily Dickinson, Wallace Stevens, Whitman y Hart Crane, y el novelista Herman Melville) y sus ya legendarias memorias literarias.

P. Le voy a mencionar a algunas de las personas que, según usted, más le han influido como crítico. Me gustaría que dijera algo de ellas [Bloom se sorprende y levanta la cabeza al tiempo que sus cejas pobladas se arquean expectantes]. Longino.

R. [Sonríe, y su cara adquiere un discreto tono vivaz]. Es el comienzo real del criticismo, de lo que habrá de ser la crítica. Fue un crítico genuino. Longino es de lo que hemos estado hablando aquí todo el tiempo. Longino dice que necesitamos emular a los héroes, emular su propia grandeza y los retos para crecer como personas.

P. Samuel Johnson.

R. ¡Ah…! Él entendió mejor que ningún otro a Shakespeare. Mostró cómo poner la biografía y la crítica en otro nivel. Mostró cómo tener vida y trabajar en un sentido profundo e independiente cada uno. Pero, sobre todo, en algún sentido, mostró el uso de la literatura como forma de vida, de ahí el subtítulo de mi libro.

P. Immanuel Kant.

R. [Sonríe y cierra los ojos] ¡Ah…! Me influyó mucho y logró que me emancipara en la estética, la epistemología y la deconstrucción.

En Crítica del juicio, Kant enfrenta al crítico, a la razón inteligente de la literatura y dice que tú no puedes estar solo con todo el trabajo, no puedes estar solo cuando pones en escena el drama de Shakespeare.

Nuestras emociones son estética.

Y SIGUEN MÁS NOMBRES que le despiertan una evocación de plácida alegría en espiral: Edmund Burke, Walter Pater, Kierkegaard, Gershon-Scholem, Emerson, Kenneth Burke, Sigmund Freud, La Biblia, Angus Fletcher: "Es el crítico canónico de mi generación"; Hart Crane (su primer amor poético): "Ah…".

Es el Harold Bloom que ha intentado comunicar y enseñar a identificar la belleza y celebrar lo sublime de la literatura. Llega el momento de otro paseo por su casa, esta vez acompañado de sus reflexiones sobre el presente con una voz que va y viene, como oleaje: "Es un momento difícil para la gente… El gran problema es la educación… Si la gente es educada de manera adecuada, puede pensar, pero si la gente no es educada no es posible que piense. Toda la vida he sido profesor, por eso sé que aquí no pensamos…".

Anatomía de la influencia. La literatura como modo de vida. Harold Bloom. Traducción de Damià Alou. Taurus. Madrid, 2011. 444 páginas. 24 euros. La escuela de Wallace Stevens. Un perfil de la poesía estadounidense contemporánea. Harold Bloom. Edición de Jeannette L. Clariond. Vaso Roto. Madrid, 2011. 814 páginas. 38 euros.