Gerardo Deniz
Hay autores
que son tan mágicos y solitarios, desconocidos, que nunca van hacer leídos por
los que les gusta “ser” profanos por
falta de una hormona, la lectura rigurosa de la poesía, que cuando los
encuentras en las listas de antologías, o por recomendación expresa de un
amigo, respiras mejor, y es el caso del poeta mejicano de origen español
Gerardo Deniz.
Con lo poco
que se de él, supera mi matiz político de concepciones y seguidillas; su humor
es desconcertante (ver entrevista “Una
tarde con Gerardo Deniz”, en el
blog “Siglo en la brisa” de Fernando
Fernández), provocador, de la animada astucia mejicana. Un viraje romántico con
sus ejemplos en la música, y fotográfico.
Deniz no está ni siquiera en
Wikipedia, a algunos poetas no les gusta por la competencia, es el caso de
Fernando Denis, que posiblemente tuvo ese nombre por el autor renombrado en las
ausencias eleusinas del que lo recibe, o no sabía que existía dado su
anonimato, tremendo matrimonio no compartido señor Denis.
Una poesía
refrescante que tiene muelle para buscadores desconstructivos. Mi amigo Comas lo
tiene en la sobornabilísima tragedia, como lo más cercano al neobarroco frente
al insufrible postmodernismo, mi rabo y mi pelo después del quinto dedo en la
frente.
Algunos títulos:
Adrede, Gatuperio, Enroque, Picos
pardos, Mundos nuevos, Alebrijes.
Una poesía erudita para un lector exigente, de este poeta traductor del
sanscrito, estudioso que nació en 1934. Poeta que para cada cual tiene su
propia historia. Tremendo coraje para alguien que está fuera del anuncio
oficial, y del parapeto de la mala poesía en la calle.
Gonzalo
Rojas y Alí Chumacero algunos de sus poetas favoritos.
Gabriel Jaime Caro (Gajaka)
*
Poemas de Gerardo Deniz
Artocarpa
Atrapé a la gula por una trenza
y me la senté en las rodillas.
Cómo pesaba.
Su cabello de chilacayote;
sus pómulos de mazapán barnizado,
con perfectos círculos cereza;
su sobaco, al abrazarme, fragante a aperitivo.
Era bastante pazguata, la pobre.
—Ea —le dije, simulando satisfacción—, te quedas y,
como la sabiduría popular previene que
la mujer en casa, y con la pata rota,
tú dirás cuál te quiebro, de preferencia
por la mitad. Ocupó entonces mi asiento,
extendió una como Felipe II, yo
procedí— y oh, sorpresa:
sonó (y sentí) como si partiera una excelente barra de pan.
Atrapé a la gula por una trenza
y me la senté en las rodillas.
Cómo pesaba.
Su cabello de chilacayote;
sus pómulos de mazapán barnizado,
con perfectos círculos cereza;
su sobaco, al abrazarme, fragante a aperitivo.
Era bastante pazguata, la pobre.
—Ea —le dije, simulando satisfacción—, te quedas y,
como la sabiduría popular previene que
la mujer en casa, y con la pata rota,
tú dirás cuál te quiebro, de preferencia
por la mitad. Ocupó entonces mi asiento,
extendió una como Felipe II, yo
procedí— y oh, sorpresa:
sonó (y sentí) como si partiera una excelente barra de pan.
Evasión
En Tlalpan hay varios manicomios.
Y viendo en la sala de espera esos viejos tomos franceses
tan espesos
de balneoterapia y arsonvalización
cruzando ese jardín por donde tres veces a la semana
discurren filosofías de vía angosta
-los perros trágicos machacados en la carretera al pasar en volandas,
y así habrá que pasar ahora.
Hace calor.
El que vaya a la hora cursi como todas marchando a oscuras
al lado de los rieles
podrá escuchar (si le importa) el zumbido de muchos
escarabajos enamoradísimos
entre las piedras del talud.
Más allá (es de suponerse) descansan adineradas adolescentes
de miembros fruticosos,
con los labios secos, tendidas al descuido
como largos gatos de algalia.
(¿Habrán comido habas?
¿Borrarán como es debido los moldes de sus cuerpos en las camas?
Oh riesgo.)
Pero este mundo de trenes y escarabajos es un mundo de
trenes y escarabajos,
sin embargo,
nagara.
En Tlalpan hay varios manicomios.
Y viendo en la sala de espera esos viejos tomos franceses
tan espesos
de balneoterapia y arsonvalización
cruzando ese jardín por donde tres veces a la semana
discurren filosofías de vía angosta
-los perros trágicos machacados en la carretera al pasar en volandas,
y así habrá que pasar ahora.
Hace calor.
El que vaya a la hora cursi como todas marchando a oscuras
al lado de los rieles
podrá escuchar (si le importa) el zumbido de muchos
escarabajos enamoradísimos
entre las piedras del talud.
Más allá (es de suponerse) descansan adineradas adolescentes
de miembros fruticosos,
con los labios secos, tendidas al descuido
como largos gatos de algalia.
(¿Habrán comido habas?
¿Borrarán como es debido los moldes de sus cuerpos en las camas?
Oh riesgo.)
Pero este mundo de trenes y escarabajos es un mundo de
trenes y escarabajos,
sin embargo,
nagara.
Sorpresa
Marielenita
me ilustraba sobre los milagros obrados por Mao, con sólo
salir al balcón. Los cojos oían, los ciegos hablaban (¿o a la
bisconversa?). Acto seguido, franca como de costumbre:
—Quiero acostarme con un negro —me declaró Marielenita—,
pobrecillos, los discriminan tanto.
Me retraje a mi madriguera.
¿Cómo suplantar a un tipo atlético formidable? —pensaba yo,
pingüino depilado envuelto en piel crudelia
que tanto atraía, en cambio, a Lilia.
Pero a las amigas de amiga les debo muchos servicios, y sin escarbar.
Una: —Tu adorada trompuda quiere acostarse con un negro,
por razones filantropicoideológicas,
pero la atormenta, confesó ayer, que los negros le den asco.
(Nada recabdé a fin de cuentas, cual de ordinario,
ni conocí aquel producto interno tan bruto como apetecible,
tampoco me embijé cada mes lunar con el Libro Rojo del Timonel;
sólo fue una enseñanza desdeñable, sin acabar nunca de aprender.)
Marielenita se casó más tarde con un italiano, supe,
ojalá siquiera pardusco —para aplacar tu racismo, dulce mía.
Ustedes, europitos, vengan a visitar el trópico, hasta nueva moda,
y admirar supremos especímenes humánicos. Ojalá entendieran la risa
que nos dan. Ambos. -
Del libro inédito “Fosa escéptica”, de próxima aparición en “Ave del Paraíso”
salir al balcón. Los cojos oían, los ciegos hablaban (¿o a la
bisconversa?). Acto seguido, franca como de costumbre:
—Quiero acostarme con un negro —me declaró Marielenita—,
pobrecillos, los discriminan tanto.
Me retraje a mi madriguera.
¿Cómo suplantar a un tipo atlético formidable? —pensaba yo,
pingüino depilado envuelto en piel crudelia
que tanto atraía, en cambio, a Lilia.
Pero a las amigas de amiga les debo muchos servicios, y sin escarbar.
Una: —Tu adorada trompuda quiere acostarse con un negro,
por razones filantropicoideológicas,
pero la atormenta, confesó ayer, que los negros le den asco.
(Nada recabdé a fin de cuentas, cual de ordinario,
ni conocí aquel producto interno tan bruto como apetecible,
tampoco me embijé cada mes lunar con el Libro Rojo del Timonel;
sólo fue una enseñanza desdeñable, sin acabar nunca de aprender.)
Marielenita se casó más tarde con un italiano, supe,
ojalá siquiera pardusco —para aplacar tu racismo, dulce mía.
Ustedes, europitos, vengan a visitar el trópico, hasta nueva moda,
y admirar supremos especímenes humánicos. Ojalá entendieran la risa
que nos dan. Ambos. -
Del libro inédito “Fosa escéptica”, de próxima aparición en “Ave del Paraíso”
POEMA DE LA TOLERANCIA
Que ocupes una mesa frente a obesos,
escribiendo con diez dedos más despacio que yo con cinco,
no es cosa que te perjudique, a decir verdad; tan
estragados estamos
Simplemente, consuma la transustaniación en los ene
pisos del ascensor
para que al llegar a la calle
hayas dilapidado ese tufo penetrante a eufíteusis,
fideicomisos, derechohabientes, cónyuges supér
stites
y el número de hoy del Oficial
-vamos pues; no era para tanto.
Al fin y al cabo mi
poesía no aborda grandes asuntos.
Viéndolo bien, en una hora hay tiempo apenas
para seis , un zíper, una , mientras
maúllas (como si fuese un imperativo del Código de
Procedimientos; v., por si acaso, Fargard 16 y 18
in fine) que anoche alunizaste en el Mare Crisium
y andas tigresa como tú dices.
Que ocupes una mesa frente a obesos,
escribiendo con diez dedos más despacio que yo con cinco,
no es cosa que te perjudique, a decir verdad; tan
estragados estamos
Simplemente, consuma la transustaniación en los ene
pisos del ascensor
para que al llegar a la calle
hayas dilapidado ese tufo penetrante a eufíteusis,
fideicomisos, derechohabientes, cónyuges supér
stites
y el número de hoy del Oficial
-vamos pues; no era para tanto.
Al fin y al cabo mi
poesía no aborda grandes asuntos.
Viéndolo bien, en una hora hay tiempo apenas
para seis , un zíper, una , mientras
maúllas (como si fuese un imperativo del Código de
Procedimientos; v., por si acaso, Fargard 16 y 18
in fine) que anoche alunizaste en el Mare Crisium
y andas tigresa como tú dices.
Buena sorpresa Gabrielito, asi si el churrunguis chunguis tiene sus poetas exclusivos. Tus nobeles en escenario bobito pero vale si siemopre vale cachetón.
ResponderEliminarQue que que con Fernando Denis, pues así lo puso William Ospina, y e´l si sabía quien era Deniz, o a
ResponderEliminarlo mejor no, pues como tu mismo decis no está en wikipedia, y si no está en wikipedia no es nadie. Y si no le gusta a Denis que se cambie el nombre pues para mi es un orgullo venir de allá.
Ese Denis alcoholizado que lo necesita es un pase de coca para poder comprender, no que dicha de posición de este engendro del diablo Ospina. No joda, la tiene grande para joder y al mismísimo demonio.
ResponderEliminarave maria pues donde te sacaste este vejestorio, solo a ti te gustan las vedettes cojas.
ResponderEliminarSólo el inédito me gusta, lo otro demasiado obsesivo paradojal y mientes.
ResponderEliminarTienes razón estos son los poetas que hay que leer. Lorenzo y Kozer son formidables, lo mejor de Cuba.
Cuando vayas a Jalisco
ResponderEliminarpasas por Tepatiplan, sus mujeres hermosas
la tierra baldía y el sueño dorado
ahora, esto es una nota negativa
nada saben, y se elijen gobernantes
en grandes estafas
ese es mi Mexicolindo
Pero a mi que me pratiquen de jardines
de chichimecas evolucionados
y llevados al primer holocausto
ganas tengo de salir de este pais
de flores tapatias
caminar sospechoso por entre las grietas
de un espíritu tapizado
como todo lo nuestro, y vacilarmelo
con muertos de mezcal
de nunca acabar.
A Gerardo Deniz
este poema para poesía IV me pela me pica por donde brotan los rumores mexicanos-
Eliminarvaliente dieta de bicarbonato de sodio para los lectores colombianos
ResponderEliminartextos recomendados para la tímida acidez que genera la lectura
de tantos poetas en sueños siderales y arcadios…
Bueno anónimo es un ejercicio, no del oficio poético de Deniz, pero si de alguien que quiere darle salida a la escritura bobalicona de la poesía hispana, no del agrado de los académicos que solo piensan en la arcadia goda y recalcitrante para nombrarse exégetas de los grandes para la risa de uana chimbita.
ResponderEliminarni fu ni fa
ResponderEliminarusted es enano, vamos a matarlos a todos
ResponderEliminary yo? te salvaras pero serás el último
y a lo mejor terminas en un circo o en un show de barrio
espeluznante, repítemelo, espejo luz de Nantes.
Se derrama la sangre y diez mil alfileres prestos
la humanidad amanezada por una mujer, pasó verdaderos hechos.
y tapatin tata taka pin sen sen
si si si
ResponderEliminarhay algo que se mueve entre los amarillos nonos.
extramitico son más saludables tus poemas sensuales desconstructivos que los de Deniz desconstructivo.
ResponderEliminarHe leido sus poemas y estos que seleccionaste son flojitos, se cae el pantalón por falta de correa, más bien raperitos para un viejo tonto como ese señor republicano
Personaje translumínico, hiperbóreo y superfluo. Pasa su tiempo entre el aprendizaje, la enseñanza y la lectura.
ResponderEliminarlas opiniones demuestran
ResponderEliminarque pocos en este blog
muerden el esplendido cordoban
de la nueva poesia latinoamericana
son lectores de textos rancios nerudianos
pasado por bano de maria
con tres gotitas de nadaismo callejero
"Sacra, Cesárea, Católica Majestad: pensé que haber trabajado en la juventud me aprovechase para en la vejez tener descanso, y así ha cuarenta años que me he ocupado en no dormir, mal comer," y jua jua jua "y dilatando a mi rey,"....
ResponderEliminarDon Carlos Fuentes que le cobraba a realidad aparte mil dólares para una entrevista en 1986.
No es por nada pero las fiestas patrias lo que hacen es ponerlo a uno una mierda.
Es el final de Terra Nostra.
De donde sacaste el poema de la tolerancia, te kagaste en el blog. que mal editor en el conjunto.
ResponderEliminarAnda buscate a Jofre Abdúl.
Gajakutra quien te dijo a ti que Juan Gabriel Vasquez odiaba los blogs de poesía, en fin tu dices, armas la gorda y muy pocos salen de ahí, descomunalmente, pero dejame felicitarte por seducir y seducir, Cantar y gritar, primeras palabras del hispanoidioma que tu admites.
ResponderEliminaralto Catatumbo me suena a poema de Quevedo, pero en fin si lo dije porque lo leí en una columna no se de que magazin.
ResponderEliminarY que tiene de raro, la vaguedad siniestra de los comentarios absurdos o pasivos?
Tengo a "Terra Nostra", descomunal bestia inmensa, solo para autores teatrales.
Roberto Matta y sus hermosos amarillos en la creación. El cuadro del museo de arte moderno donde caen los japonese como moscas.
ResponderEliminarLas manchas del sol por Marte lo veremos.
Leticia un artista chino acaba de descubrir que las partes más seductoras del cuerpo humano son: las tetas de las mujeres y las nalgas de los hombres.
ResponderEliminarOsea la leche y la mierda.
ResponderEliminarGajakaen Colombia ahora no hay un poeta importante, después de Mutis, así que es el momento de colocarse la huevas del toro y demostrar tu espiritu poético solitario y triste, no tanto, pues tu con tu dezeus llegaras a superarlos aunque sea la hora nona de la muerte.
ResponderEliminarGabriel del Casal en algo nos parecemos, Juana la loca, la enlagunada, va por esos caminos en el Túnel del Tiempo.
ResponderEliminarLes tengo dos sorpresas como noticia no están nada mal:
ResponderEliminar"La agonía y el éxtasis" de 1965, como el mejor título de cine en español dado a una película de Hollywood.
Churrunguis chunguis ya había sido expresado por una tal señorita D. a un mal señorito J.
Bueno O.C.M. es una vil mentira para acabar con la autoría del nombre del blog, pues que yo sepa solo existia chunguis, no es tan exacto como nuestra realidad aparte, que no fue en última instancia copia sino lenguaje clásico, churrunguis tunguis no, un dezeus, gracias por recordármelo, premio Horroris causa compartido 2012.
ResponderEliminarroberto matta me mata y me enloquece. pobre huevón. ese amarillo es de Dali, del surrealismo francés. con el ipod se ven los detalles que el turista no puede ver en el museo. ves como soy igual a ti, vez.
ResponderEliminarEl poema Sorpresa es una sorpresa en la lectura, que alegria proporcionan estos textos, que tenemos maestros no cabe la menor duda, pero cuales son los tuyos, pringote.
ResponderEliminarEs domingo nos quedamos conque lo que mas se le parece a churrunguis es puchunguita...
ResponderEliminarPuchunguita es un tema de los Zafiros, increíble, no se si fue por ahí o por el choteo cubano de los cincuenta que la encontraste Oscarito.
ResponderEliminarMira La agonia y el estasis, es la parte romana de Lexama, que todavia perdura, reemplazando agonia por alegria.
ResponderEliminarFue un mal cuento que ni cuadra con la covertura neobarroca por aquí en parva utilidad cientifica, pero como dices tu ni piu piu. Gusto en conocerte.
ResponderEliminara mi tu cover tura me lo dice todo. para tu place tengo sitio en el puente Colombia.
ResponderEliminarGaja kua!
ResponderEliminarcuándo vas a sacar a Verástegui
es un capricho tuyo rescatar
pero no levantar las banderas
de la poesía suramericana.
Tantos poetas amigos que se ven
y no se sienten O peor el olvido
que lleva corruptos sentidos.
So broken no es como para Deyzy,?, ay tu con ese deseo de ser como las diosas, sin ni siquiera te quieren.
ResponderEliminarSi que lo puedes hacer en tu sueño automático, con algo de sutil.
Estamos a punto de finalizar Poesía Iv, e iniciaremos con poesía V.
ResponderEliminarUn beijo gajakudo para la linda Deyzy, mamacita.
ResponderEliminar