lunes, 29 de noviembre de 2010

Realidad Aparte: historia de la revista ilustrada de poesía de Nueva York, 1984 - 2000. Dos vidas.

Dibujo de Gajaka (Gabriel Jaime Caro), poeta colombiano: EXTRATERRESTRE VACA o Vaca extramítica, 1992. Ilustración para la Segunda Vida de la revista Realidad Aparte, 1993. Carátula para el libro "La risa de Demóstenes, rara, II", 2009, de G.J.C.

Ilustres invitados al lanzamiento de la Segunda Vida de la revista Realidad Aparte, Nov, 1993, New York City.: de izquierda a derecha: Mónica Luque, Juliana Caro (3 añitos), Carmen Orozco; Gabriel Jaime Caro-Gajaka (POETA COLOMBIANO); una amiga española, Marlene Hidalgo (poeta de Costa Rica), León Felipe Larrea y, Teresa María Gallón (Reina de los poetas neoyorkinos).


El poeta colombiano Gabriel Jaime Caro (Gajaka). Riverside, Manhattan, 1994. Foto Alonso Mejía. Foto de la solapa de "La risa de Demóstenes, rara, II".
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Addenda ¿O memoria horrísona...?

I

Un proyecto feliz como el de "Manhattan en 1920" fue y ha sido la gran época casi (Era mitológica y mediterránea medioeva), ambas bien distintas pero del mismo tesoro de La Atlántida) para la revista ilustrada de poesía Realidad Aparte, que con sus 24 números marcó un disenso y una categoría nietzsheana llámese aporias o simplemente gusto, en donde no había la Internet, y los poetas eran tan limpios como sus zapatos nuevos.

Pasaba en la Florida el desembarco del Mariel y con el llegaban sus poetas y algunos musicos. Fue así que un encuentro tan cercano como los de el Segundo Tipo se convirtió en el Tercero arrasando tabúes y prejuicios políticos de la Vieja guardia mamerta y monárquica borbona fascista, con la crítica barroca super barroquísima de frente a mil batallas joycianas.
Que momentos, los únicos que se separaban eran las parejas sin principes azules, y princesas tan escasas como la Masa del gasto. Y los pueblos enanos que pintó Peter Brueguel nos quedaba chiquito. Y el que mandó a matar a León Trotsky (mirando el movie) convertido estuvo en monstruo pero no del arte en su Realismo Socialista. Jesús B. Comas se encuentra con un poeta colombiano (Gajaka) en 1982, después de ese desprecio que se sentía en Cuba por Jorge Luis Borges (el día de su muerte nos unió para siempre con nuestro proyecto artístico y literario), y el desprecio por los aforismos, los novísimos otros y estudiosos o ratonsuelos. Lezama y los poetas cubanos, Nietzsche y Bataille. Alejandra Pizarnik, Elis Regina y el son cubano.

Eso si, con las pilas puestas, y no es que sea cacorrísima por exceso de deseo, por el hecho de sentir tanto amor por los poetas, estabamos en la revolución sexual atropellada por el Sida. La década de los ochenta en Nueva York marcó ese cambio y esa felicidad remota que vuela en segundos como y vuelva y juega juerga un extramítico de Tokio al Central Park, y pum!!! desaparece, y nada raro solo la risa de Demóstenes era rara con sus profecías beckettianas y el terremoto de México de 1985, la nueva poesía colombiana, dominicana y caribeña, uruguaya y argentina, chicana y mexicana; los poetas desnudos y sus libros, creando el caos amoroso, de ese corazón manso del que he disfrutado siempre, y el sainete a la academia.
G.J.C. (Gajaka)