Foto de Loli Cienfuegos. Museo de Detroit.
Lo único que se conocía era el corazón
Nada de primero la luna.
Por Gajaka II (rey de Murcia)
con aquellos fruncidos cejo (s), presos de melancolía, la dama gris o negro, blanco el cachete colorado. Colado o manifiesto, pobre hombre cómo el de hoy, timido y desbocado en la intimidad de la divina providencia.
eres muy mala, ve... a lo mejor te reciben en el convento y con esas tetas la purita edad media, los 6 pares de cachorros, las igualadas maneras pero en el banco, más que cerca del simil que de pájaros cantores.
cantaré las diferencias, realizadas maneras, infierno uno con infierno dos, realzando lo que es endógeno, a unas cruel, cercano, que a mi me gusta, la pues de, tu purgatorio: con esto escrito te parten a la mitad.
le amputan a Demócrito, en aquella virginidad de gato. Todo sapo debe contener a un humano en los bordes de las algas encantadas del lago de la niñez.
huye en el desespero, le quitan un cinturón y otro hasta la médula camaleónica. Tiene la solución denominada derrumbe, hasta opacar los sueños de una grandeza. Pobrecito Truman.
si se le denomina mal, cae en desgracia, no le digan que primero fue barroco, y luego conversacional o del diario vivir, sin ni siquiera a comido mamey hasta jactarse de ser caribeño taino.
pobrecito, fingiendo una bondad mientras colocan la palabra, las palabras sin sus raíces, sin el arte de la ilustración, que había llegado para quedarse.
fui rosa, luego negro, y blanco para la santidad que atrapa moscas, y repite hasta el cansancio los postulados amarillos y negros para la conservación de las almas que comen muerto.
una cosa es ser redentor en un país de maravilla, escogido por la insensatez, y otra un dadaísta hermoso escondido en su propio pedestal (J.J.Sosa) de muérdagos y moscos.
Llegó el momento de repetirse (acerca del video), solo porqué la sobrina Ana Isabel, Gonzalo, y este deseo escondido, que se comió la parte de retrasado físico, pero hasta el 2009.
Y Ya sin acémilas que lleguen a tiempo a Toledo, me lo dictaron los dioses que apoyan a los poetas sufridos, pareados, pajiándose, y lo peor las 24 horas. Todo el poema, y dedicado a 1492, Juan Cabezón de Castilla, novela de Homero Aridjis.
Me y el hamaquero, y dos damas de honor, la poeta Nora Rendón y la mona (bióloga). Foto de Jairo Arango.
