miércoles, 9 de octubre de 2019

Gajaka Extramitico muy orondo anoche en Dolor y Gloria de Almodóvar. Nos vimos de extra (miticos) terrestres en escena.





Dolor y Gloria de Pedro Almodóvar.

Gajaka extramitico (extra (s) mitico, sin pio, sin Baroja de Hollywood, aunque lo sepa todo y prefiera el cine iberoaméricano.

El deseo presenta, Dolor y Gloria, o cómo le gusta a Hollywood o a la España de Cristo rey; de dónde diablos, hacerle sentir al rey que tiene súbditos de aquellas tribus violentas que se enfrentaban a los moros, y se despedazaban canibalmente, ojo al ritmo, y a la comedia, al melodrama estilo gay, y con todo el mundo dándose balazos.

El deseo del destape, ante la opresión y represión, inaudible, encima del pueblo español de las iberias, y paremos el cuento, Pedro no es un inquisidor, aunque se excedió en Mala Educación, mostrando gays asesinos, horribles, solo la de la nariz grande, salvaba una película.

Gael (0tr0ra) se dejó deslumbrar con este guión de Almodóvar, de ese destape del cine español después de Franco (conservando la monarquía), del que, hay, no den un paso, o piérdase de mi vista. Chavela y el cine argentino. Todo un deleite, Dolor y Gloria, con esos colores vivos del setenta. Antonio Banderas fenomenal, la sonrisa del año.



Y es que cuándo comienza la anécdota, el filme cambia 100 %, la amistad gay y bisexual, la contragema, la true historia, entre dos amigos, y otro, y otro, ahí solo su madre y la amiga. La metáfora de la heroína, se la comió.

El Banderas de Átame, pero más maduro, una excepción a la regla. Penélope es Penélope (a la española (casi lo que es), en su papel de siempre. Y ser casi la segundona después de Sofía Loren, aunque haga su biopic, que risa. Góngora debe estar aplaudiéndole (a Pedro).

Pasolini asistiéndole una escena, con un niño ideal que emerge de las aguas del río, donde lavan y cantan las mujeres del pueblo.

Yo sufría, ya va a cagarse en azares, que tienen que ser concurrentes, hermano mio. La madre que salvó a Capote, Borges, a muchos de nuestros amigos, es la madre de Almodóvar, su humor es el lenguaje exclusivo de todas sus pelis, religiosamente atea.

Pero más católica, en los entremeses mofletudos de ánimo, pero es qué nadie les gana, y dejamos La mancha de Cervantes, por la Madrid contraactuada, de ese valle de caídos, vaya a saber después de las cuevas, y esa cueva de Altamira, donde creció el niño y aprendió de todo, sobre todo a escribir. Solo faltó otra vez la narizona.

Y con este cine español, hay que tener cuidado con la que vine, Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar. Cómo dicen los pichones de poetas, el uno Almodó (var) y el otro Amená (bar), tiene que ser del mismo origen.

Con su peli (P> Y G>), a lo Douglas Sirk, nos muestra a Unamuno y la caída de la república por el franquismo (nada de merovingios, que quede claro), y el nazismo para los poderes españoles inquisitoriales.


César Vicente, en el papel de analfabeta.

II

 No se bañe delante del niño, y es su maestro. El estilo de la droga, la huida del pop, acabadita de pintar. Y faltó el tocadiscos, y que sonará Il Volo, hay cuándo la vea Comas.

Nos mirábamos identificados en la sala, no hubo tal transgénero, talvez los gemelos de Ricky Martin. La unidad de cuidados intensivos, por donde viene la gloria, la estrecha relación entre individuos que alguna vez fueron tus amigos, El deseo presenta. El vómito del artista.

Son muy de primer plano sus actores, tienen sus rostros particulares, Leonardo Sbaraglia (Argentina), y Asir Etxeandia. Todo bien, entre más acentos el arte del cine nos une, ¿son metales preciosos, o solo mi imaginación?

A mi entender, subió la calidad de historias de su vida o la de un tercero, que es el mismo, Banderas muy emocionado, que gran parejo (ahora hacemos sopa de palma de oro). La mujer madrileña preocupada de los vitores y malos momentos de un director de cine, son las mejores extraterrestres de P.A.

La risa de Almodóvar no funcionó tan palatinamente. Más en Erase una vez de Tarantino, si, y menos en Judy, por los beneficios gays. De lo que hemos visto con pasión.

Don Martín de Angulo y Pulgar (Granada, 1594), el poeta pro gongorista, que escribió una égloga (Mocedades de don Luis) de su muerte, basado de sus poemas, Licidas/ Brazos le fueron de las Gracias cuna,/ y nido generosos/ en sus primeros paños/ de su primer gorgeo;/ Y Sobre sus plumas llueve/ la docta erudición su licor puro;






Los tres amigos: Carlos Enrique Ortiz, Elmer Restrepo, y Gajaka.


3 comentarios:

  1. El príncipe de las letras.9 de octubre de 2019, 15:43

    Coño, te la comiste.
    jajajaja.

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  2. Aha, Manuel Vicente, que viva el porno.

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    1. El cine de Almodóvar es único y muy detallista.

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