Dolor y Gloria de Pedro Almodóvar.
Gajaka extramitico
(extra (s) mitico, sin pio, sin Baroja de Hollywood, aunque lo sepa todo y prefiera el cine
iberoaméricano.
El deseo
presenta, Dolor y Gloria, o cómo le
gusta a Hollywood o a la España de Cristo rey; de dónde diablos, hacerle sentir
al rey que tiene súbditos de aquellas tribus violentas que se enfrentaban a los
moros, y se despedazaban canibalmente, ojo al ritmo, y a la comedia, al
melodrama estilo gay, y con todo el mundo dándose balazos.
El deseo del
destape, ante la opresión y represión, inaudible, encima del pueblo español de
las iberias, y paremos el cuento, Pedro no es un inquisidor, aunque se excedió
en Mala Educación, mostrando gays
asesinos, horribles, solo la de la nariz grande, salvaba una película.
Gael (0tr0ra) se dejó deslumbrar con este guión de Almodóvar, de ese destape del cine español después
de Franco (conservando la monarquía), del que, hay, no den un paso, o piérdase de
mi vista. Chavela y el cine argentino. Todo un deleite, Dolor y Gloria, con esos colores vivos del setenta. Antonio Banderas
fenomenal, la sonrisa del año.
Y es que
cuándo comienza la anécdota, el filme cambia 100 %, la amistad gay y bisexual,
la contragema, la true historia, entre dos amigos, y otro, y otro, ahí solo su
madre y la amiga. La metáfora de la heroína, se la comió.
El Banderas
de Átame, pero más maduro, una
excepción a la regla. Penélope es Penélope (a la española (casi lo que es), en
su papel de siempre. Y ser casi la segundona después de Sofía Loren, aunque
haga su biopic, que risa. Góngora
debe estar aplaudiéndole (a Pedro).
Pasolini
asistiéndole una escena, con un niño ideal que emerge de las aguas del río, donde lavan y cantan las mujeres del pueblo.
Yo
sufría, ya va a cagarse en azares, que tienen que ser concurrentes, hermano
mio. La madre que salvó a Capote, Borges, a muchos de nuestros amigos, es la
madre de Almodóvar, su humor es el lenguaje exclusivo de todas sus pelis,
religiosamente atea.
Pero más católica,
en los entremeses mofletudos de ánimo, pero es qué nadie les gana, y dejamos La
mancha de Cervantes, por la Madrid contraactuada, de ese valle de caídos, vaya
a saber después de las cuevas, y esa cueva de Altamira, donde creció el niño y
aprendió de todo, sobre todo a escribir. Solo faltó otra vez la narizona.
Y con este
cine español, hay que tener cuidado con la que vine, Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar. Cómo dicen los
pichones de poetas, el uno Almodó (var) y el otro Amená (bar), tiene que ser
del mismo origen.
Con su peli
(P> Y G>), a lo Douglas Sirk, nos muestra a Unamuno y la caída de la
república por el franquismo (nada de merovingios, que quede claro), y el nazismo
para los poderes españoles inquisitoriales.
César Vicente, en el papel de analfabeta.
II
No se bañe delante del niño, y es su maestro.
El estilo de la droga, la huida del pop, acabadita de pintar. Y faltó el
tocadiscos, y que sonará Il Volo, hay
cuándo la vea Comas.
Nos mirábamos
identificados en la sala, no hubo tal transgénero, talvez los gemelos de Ricky
Martin. La unidad de cuidados intensivos, por donde viene la gloria, la
estrecha relación entre individuos que alguna vez fueron tus amigos, El deseo
presenta. El vómito del artista.
Son muy de
primer plano sus actores, tienen sus rostros particulares, Leonardo Sbaraglia
(Argentina), y Asir Etxeandia. Todo bien, entre más acentos el arte del cine
nos une, ¿son metales preciosos, o solo mi imaginación?
A mi
entender, subió la calidad de historias de su vida o la de un tercero, que es
el mismo, Banderas muy emocionado, que gran parejo (ahora hacemos sopa de palma
de oro). La mujer madrileña preocupada de los vitores y malos momentos de un
director de cine, son las mejores extraterrestres de P.A.
La risa de
Almodóvar no funcionó tan palatinamente. Más en Erase una
vez de Tarantino, si, y menos en Judy, por los beneficios gays. De lo que hemos visto con pasión.
Don Martín
de Angulo y Pulgar (Granada, 1594), el poeta pro gongorista, que escribió una
égloga (Mocedades de don Luis) de su
muerte, basado de sus poemas, Licidas/
Brazos le fueron de las Gracias cuna,/ y nido generosos/ en sus primeros paños/
de su primer gorgeo;/ Y Sobre sus
plumas llueve/ la docta erudición su licor puro;
Los tres amigos: Carlos Enrique Ortiz, Elmer Restrepo, y Gajaka.
Coño, te la comiste.
ResponderEliminarjajajaja.
Aha, Manuel Vicente, que viva el porno.
ResponderEliminarEl cine de Almodóvar es único y muy detallista.
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