Los panfletos antisemitas de Céline.
Mi heteronimito Gajaka II, es mi más
caustico (de los atravesados), digo enfermo lector, que todo lo ve con lupa,
sin invertir nada que no demuestre la inmortalidad de un autor, y de una
cantante.
Por Gajaka II
Céline odiaba a los judíos en su shofar, tan arrogantes, y
él un simple escritor de novela y ensayo, por ahí jodido, por apoyar al
nazismo. Ni Heidegger se dio cuenta, talvez le hubiera dado la mano, después de
Viaje, en esa inconformidad entre el
marxismo y el nazismo. Una psicología que nació c.a.g.a.d.a. o Bolsonaro que es lo mismo, arbitrariada, valga el pulso,
del que se ufanan.
Muere el siglo 19, la sicología de Nietzsche, que nos llevó
al nazismo, por la inteligencia suprema de los alemanes judíos, tan arrogantes,
Kafka se llevaba a F.N. en el comentario, en sus cuentos, veinte años después. Voluntad de poder sin psicología, digamos
la de masas, que al fin y al cabo han sido siempre la esclavitud, o desde, que
solo queda la mano y el pie ensangrentada.
Pobre Céline, solo sabía escribir mientras un mundo se moría
en los Campos de concentración, otros fusilados en Francia por colaborar con
los nazis, y otros del frío polar. Él ahí con su esposa y el perro.
Dice de si
mismo en Conversaciones con el profesor Y. Cómo para tirarlo por una escalera de mármol, no se usaba, más
que en los pisos de la desobediencia, un poco más de la altura de un cafre.
Confieso que me creí ario, y que podríamos estar unidos
algún día en la tierra maldita, Siberia por ejemplo, o en el norte de África.
Los nazis en París.
II
La cruzada
de los niños, lobos de si mismos, o el mismo cielo redondo por donde pasamos,
en esa inmortalidad que viene a ser la eternidad, todo redondo, y punzante, la
melodía de arrabal, cae muy bien.
III
Y la
cantante es Judy Garland, interpretada por la actriz Renné Zellweger, en Judy, y para de montar a caballo con el
narcotraficante presidente, ante esa vida desdichada, que solo sabía cantar
para sobrevivir cómo mujer en el mundo del vodevil (ante un mentor gigante, su
padre) y de Hollywood, el fracaso y el abandono. El exilio, London, y el paroxismo.
Ahora
sabemos que esa voz de la radio era Judy y su Somewhere Over Rainbow, sus películas musicales, la voz, muy
por encima de las contraltos. De ese símbolo
gay, que dicen fue, atravesando toda la línea de fuego. Se fue a los 47 años,
otra más de este club de suicidas cómo el club de suicidas a los 42 años (Romy Schneider), a los 36, Fassbinder, M.Monroe, el club de suicidas de los 27, Winehouse, Joplin, Hendrix, y otros.
Renné Zellweger, realizando su biopic de Judy Garland (a la derecha). Ya tiene su Óscar en el bolsillo.
IV
La condición humana (A.M.)(un
once de abril a la Parte quinta), solo
desligo un cuento de otro, la filosofía
francesa es pura literatura, gritaba Gide a Gide. Si es que ahora tenemos a la Unión europea de humanista ante el
empoderamiento de los musulmanes con su oscurantismo.
V
Pasemos a
revisar la Antología poética en honor a
Góngora, recogida por Gerardo Diego: de Lope de Vega a Rubén Darío. Señor o
Don Francisco de Quevedo, Don Hernando Domínguez Camargo, hasta Anónimos. Y la
única mujer, Sor Juan Inés de la Cruz.
Claro signo del Betis (Soneto a Góngora de Lope de Vega),
así comienza que no arranca más allá de un clásico con el Real Madrid.
Ya fijas váis, o ya llevéis delante/
por lúbricos caminos greña errante:/ Si amastéis en la vida/ y ya en el
firmamento estáis clavadas,/ pues la pena de amor nunca se olvida/ y aún
suspiráis en signos transformadas,/ con Amarilis, ninfa la más bella/ estrellas
ordenad que tenga estrella. Quevedo y Villegas.
Plátano tu gentil estatura, / flámula
es que a los aires tremola/ ágiles movimientos que esparcen/ bálsamo de
fragantes aromas. Sor
Juana Inés de la Cruz.
Gerardo Diego (a la derecha), entre otros.
A Teócrito y Poussin la Fama dote/
con la corona de laurel supremo;/ que en donde da Cervantes el Quijote/ y yo
las telas con mis luces gemo,/ para don Luis de Góngora y Argote/ traerá una
nueva palma Polifemo. Rubén Darío.
La regia sala, que asistió al intento,/ era alabastro y jaspes; tan costosa/ piedra da cuerpo y sólido cimiento/ al edificio. De palacio y cortejo de Cleopatra, por Don Juan de Jáuregui. Continua, Oro es el fondo, el friso, la moldura/ que el artesón en ángulos comparte,/ y en los entalles que el sincel figura/ rinde su aprecio la materia al arte.
end
La regia sala, que asistió al intento,/ era alabastro y jaspes; tan costosa/ piedra da cuerpo y sólido cimiento/ al edificio. De palacio y cortejo de Cleopatra, por Don Juan de Jáuregui. Continua, Oro es el fondo, el friso, la moldura/ que el artesón en ángulos comparte,/ y en los entalles que el sincel figura/ rinde su aprecio la materia al arte.
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Gajaka que cambio.
ResponderEliminarEl poder de la prensa.
Que hermoso es el oro en el barroco, que limpia la escritura de Jáuregui. Que bellos comentarios, la Edad de Oro de los egipcios queda demostrado.
ResponderEliminarTe felicito Gajaka por tu Gajaka II, UN NEOBERRACO para mucho rato.
ResponderEliminarEs mi deseo querido poeta.
Fenómeno y fenomenal.
ResponderEliminarCarrizo, Maradona.
Kundera y koxer