Jeremy Irons cómo Kafka.
Cualquier descripción, sin decripción, de una mirada es
insignificante. El Proceso o en el proceso del señor K (segunda parte).
Por Gajaka II, primo o número primo,
divagaba incandescentemente, enredo en la lámpara.
Que vengan
los kafkianos, y sale Elías Canneti,
desfogado, y Deleuze convencido de
su advenimiento. El discurso de la Academia si ha sido suficiente, lo siguen (a
usted), y más si va meditando en la partida clásica de una mujer.
Pobre K, solo se había dado un beso en
público, y ya el tío de ella lo increpa y le sube a sus faltas graves como el
fascismo ordinario, convirtiéndolo en un perro.
El discurso
metafísico descompuesto, obsesiona los tumultos (Auschwitz para Imre Kertézs)
que no sean etruscos. Porque es el mismo de siempre desentona, solo que cuida
de rizar su pelo ante el asombro. Y sé contralto en la cámara de gas.
Yo tenía un
amigo, Peter, que ni corto, ni perezoso, se llevaba el bulto en el hombro
imitando a la atleta etíope, es una loba independiente. Cállate K. Un poema al
cedro, al espino y al limonero, y córtense los extremos.
La muchacha del Café.
Kafka en la piel de Jeremy Irons, La verdad
oculta (1991), es más una reivindicación que una caricatura de si mismo,
pensará el padre, porque mamás no piensan, y son así, despidiéndose. Una mujer,
Teresa Russell, es así por fuera de
la relación de pareja simbolizada, la progresión geométrica del monte apenino (a
la cabeza, jajaja).
El insecto
que crece hasta la altura de la papilla, suficiente las pruebas en su contra.
Dirima su soledad en un desierto pintado de tríos de jazz, o las llamas
confusas de su apreciación: son camellos que ruedan hacia el rio de la muerte.
Grita el oliloquio, sin s, solo, y compruébelo, no sabe saludar como es.
K hubiera podido pulir los lentes de Spinoza, ser lo que es, lo condena a la
observación estúpida de los humanos que apenas afloran una sonrisita para
condenarlo. La ética no existe en el Derecho, tiene razón el paraco (nombre bíblico).
Que es imposible
tocar al insecto, si lo torturan con el chorro de una manguera, ahí, no se sabe
cómo va a sobrevivir sin una caricia de terciopelo. De niño le cortaba las
patas a los animalitos que dibujaba, así el dolor es total y aplastante.
Romy Schneider y Antony Perkins en El Proceso de Orson Welles.
Ahora que si nos vamos, positiva (mente) hacia Oklahoma, veremos a un Kafka que fue cineasta en Hollywood (le consta a Orson Welles), desviando los presupuestos para un tren bala, entre tu vida y la mia, Milena.
Tiene que ocurrírseme
un milagro trepándote por la muralla, la pobre descendencia de un vampiro obcecado
por el mismo cuerpo desnudo, entre (a putrefacto coco). No, Kafka victamínisa
el confort prusiano.
Quizás todos
hemos tenido un señor K, el poeta Kozer (Un campo de achicoria), que no
deambulaba, ni necesitaba la estación central para observar, y el adivino que
hay, una suerte de ilusionismo en ese párrafo abierto. O el maratonista
desnudo.
No hay que
pensarlo dos veces, era no político, sino era demente, si las cuadrigas son
arreglos de la modista Joséfina Pinta Pinta. K los tiene ahora a punto de escupirle la cara al detective de ojos
verdes, que de seguro es caníbal.
La poesía
kafkiana más parecida la vemos en Pessoa,
sonrisa de presidio, la suerte encantada, pero el hígado de cucaracha. Tan
sagrados sus libros, que a pesar del degüello, llegan a una masa estudiantil
polarizada, olvidada de la esclavitud de castillo, saca las alas de la
reencarnación, vuelo recreacionista en el infierno decoroso del siglo XX.
A mi alter ego (jazz).
Dibujos de Kafka en la oficina.
Gajaka II
ResponderEliminarGajaka y no mencionaste a Rommy Schneider, en ninguna de las dos entregas.
ResponderEliminarQué te pasa, ah?
Paraco es parásito en la Biblia.
ResponderEliminarya has paseado tu intrépido velocípedo poético por todas las K
ResponderEliminardel kontinente semita …
Kafka
Kanneti
Kertézs
Kozer
tan solo te falta Mr. Klein
Komas
ResponderEliminarComas ni con la K de kopelia califica como helado hasídico...
ResponderEliminar(puro colesterol bizantino)
Comas más judio que Kozer, abligantinosomo, cómo escribe un neoberraco Mayor.
ResponderEliminarAsidico y issiano, anti todo.
Habladantinoso?
ResponderEliminarTalkative.
ResponderEliminarHablantinoso.
ResponderEliminarHablador
ResponderEliminarTejedor de paja.
!¡¡¡¡¡¡¡!!!!
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