lunes, 9 de septiembre de 2019

La poesía en Hilario Aquiles Luna transcurre entre la felicidad (el placer) y la tragedia (la melancolía). Prefiere el saxo roto a la bestia política.



Gajaka. Foto de Jairo Arango.

Teoría neo (Patafísica), la mismísima la o él, no lo digo, lo dijo Malrau (u) x, bajo toda sospecha de introspección, la misma que se lleva el mono cuando no duerme en las noches de griticos.

Por Hilario Aquiles Luna (hacía campaña política entre los Pesos pesados, así ingresaba al cuadrilátero).

Acto uno (todos los actores en escena, podría ser en Terraza 7)

El hombre es un animal político, pero el ser no, solo lo vieron sus estudiantes. Mire ud cuando se coaguló, solo vio dos líneas que se entrecruzaban como dos aviones; así es el peligro.
Ver pasar la guerra, ese te saca los ojos, sin ser Aquiles celoso.

¿Es usted, vosotros, del otro equipo? Pasan la prueba, 100 látigos menos. El monumental cargo de despecho, idos maestro, jamás logre imitarle. Se queda uno helado en Montevideo al paso de los guerreros de diferentes pintas.

¿Pero el hombre es por esencia político? Las pelotas vienen de trapo. Y sufrirán de próstata en el capitolio, son capitolinos, unos farsantes, que ya no tienen maestro, sino al descolorido (medio pantanoso, haitiano) discurso de Bolívar, que ve venir el otro imperio, más al sur, - por qué más al norte, cállate esas pelotas. Francia.

Maquiavélicos los ordenados, desabridos, sin pena, ni gloria, lejos de un barco, su ancestro más cercano. Yo hago yogur, pase ud ante su majestad. Es la ira de Klaus Kinsky la que más tenemos cerca. Qué tal los Hitler en pantalla, hacen arder la sangre de ese desembarco, y de esos otros radicales de vieja guardia, que no cambian, ni por el p.u.t.a.s.



Gajaka y Roca, Un león se escapó de su jaula, por descuido de su domador,. Jamás tendrá problemas con su alimentación, si se encuentra su morena por ahí (R.Carlos). Foto de Jairo Arango.

Acto dos

Entre por esa puerta, hay un perfecto moribundo, cachaza, qué había? Le traen un arma blanca, puede depositarla en la bóveda boreal. Rastrear rastafariano si es verdad lo de los Extras;si era verdad lo de los ángeles venidos del cielo, se parecían a los mapuches.

Ahora soy más que el fogonero, corto la hierba transcendental, y hago morir de hambre a los vegetales en mis bolsillos de adidas. Pienso en el tex tez tes que me hicieron hoy, 2019, es ud hetero o homosexual ¿ ni siquiera gay? Y lo siento por Trump, que ahora si va a caer, y no hay niño que lo repare.

Fin del acto dos, que se la pasaron hablando sin parar todo el tiempo.

Acto tres (El crimen de Galán, el neoliberalismo que se comió a todos los economistas de los ochenta). Érase una vez, no da más, hay que inventarla y después levantarla. Puro regae perdido (el de las hermosas islas azules de Caimán), la locura desposeída, por huidiza, alcanzó el verso al menos.

Lo recuerdo, vino después Hannah Arendt, y la veíamos entre los libros viajar hasta caer en nuestras manos, Mambo que rico el Manbo. Manbo para bailar. Martí como el apóstol de la muerte.
In perder los nuevos recuerdos, frente al reguetton de los carros que vamos teniendo, mami (que absurdo, solo para niños excelentes de papi).



Acto final

Se leen dos poemas de Emily Dickinson, el gallo tapado de este acto con sabor a terrorismo malcriado)

990

No todos los que mueren jóvenes mueren pronto.
La madurez del destino se logra
en muchos años -igualmente-
o en una noche.
Sé de un anciano niño que se fue,
ya formado del todo, junto a otros
más viejos. Terminaba un acto,
no un mero parlamento.

107

Fue un bote tan pequeño - tan pequeño -
el que se aventuró en la bahía.
Y era un mar tan galante - tan galante -
el que por señas lo llamaba.

Y una ola tan avara - tan avara -
la que lo arrastró de la costa.
Los impotentes veleros no adivinaron
que mi pequeño bote estaba perdido.


(versiones de José Manuel Arango)

A Vicky Paz D.


9 comentarios:

  1. Como queriamos a Jose.
    Cuando vienes a mi casita sin h?

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  2. Excelente modelo patafisico, muy del Alfred Jarry, precursor de la patafisica. Hilario la hace bien.

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  3. Me encantó tu P.U.T.I.A.D.E.R.O.

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  4. Josefina Beethoven Marrera10 de septiembre de 2019, 9:11

    Gajis, cuando6sera el shows en Terraza?

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  5. Las dos traducciones de José Manuel Arango son memorables.
    Hilario es tu patafísico. Que bien.

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  6. Mejor quedar feo y gracioso cómo Agustín Lara, que le dieron un machetazo en la boca por artista.
    La santa Inquisición.

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  7. domingo, 27 de marzo de 2016 Blog del churrunguis

    La Primera Elegía de Rainer Maria Rilke. Versión de Otto Dörr.

    RAINER MARIA RILKE

    LAS ELEGÍAS DEL DUINO
    Traducción, notas y comentarios de Otto Dörr Zegers

    (Fragmento)

    PRIMERA ELEGÍA
    ¿Quién, si yo gritase, me oiría desde los coros (1)
    de los ángeles? Y aun suponiendo que alguno de ellos
    me acogiera de pronto en su corazón, yo desaparecería
    ante su existencia más poderosa. Porque lo bello no es sino
    el comienzo de lo terrible, ése que todavía podemos soportar;
    y lo admiramos tanto porque, sereno, desdeña el destruirnos.
    Todo ángel es terrible.
    .....Y así me contengo, sofocando el llamado seductor
    de oscuros sollozos. Ay, ¿a quién podemos
    recurrir entonces? A los ángeles no, a los seres humanos tampoco
    y los astutos animales advierten ya
    que no estamos muy confiados y como en casa
    en el mundo interpretado. Tal vez nos queda todavía
    algún árbol en la ladera que podamos contemplar
    de nuevo cada día; nos queda la calle de ayer
    y la mimada fidelidad de una costumbre
    que se complació en nosotros y así permaneció y ya no se fue.
    ----- Oh, y la noche, la noche, cuando el viento lleno de espacio sideral
    nos muerde el rostro; ¿a quién no le queda al menos ella, la anhelada,
    que nos decepciona suavemente y con esfuerzo aguarda
    al corazón de cada cual? ¿Es la noche más leve para los enamorados?
    Ay, ellos sólo se ocultan uno al otro su destino.
    ----- ¿Aún no lo sabes? Arroja desde los brazos el vacío
    hacia los espacios que respiramos; quizá de modo que los pájaros
    sientan el aire ensanchando con un vuelo más íntimo.
    ----
    - Sí, al parecer las primaveras te necesitaban.
    Algunas estrellas te exigían que las percibieras.
    En el pasado se levantaba, acercándose, una ola
    o cuando pasabas tú junto a la ventana abierta
    se entregaba un violín. Todo eso era misión.
    ¿Pero pudiste con ello? ¿No estabas todavía
    distraído por las expectativas como si todo
    te anunciara una amada? (¿Dónde quieres albergarla,
    cuando grandes y extraños pensamientos entran y salen de ti
    y a menudo se quedan por la noche?) Pero,
    si te abruma la nostalgia, canta a los amantes; mucho falta todavía
    para que su célebre sentimiento sea lo bastante inmortal.
    Y a esos abandonados que tú casi envidias y a quienes encontraste
    aún más capaces de amar (2) que a los satisfechos.
    Una y otra vez recomienza la alabanza inalcanzable;
    piensa: el héroe perdura y hasta su mismo ocaso
    fue para él sólo un pretexto para ser: su último nacimiento.
    Pero la naturaleza, agotada, recoge de vuelta a los amantes
    en su seno, como si le faltaran las fuerzas
    para llevar a cabo dos veces la tarea. ¿Has pensado bastante
    en Gaspara Stampa (3), para que así alguna muchacha
    a quien dejó su amado, ante el ejemplo señero de esta amante,
    sienta: y si yo llegase a ser como ella?
    ¿No deberían, al fin, hacérsenos más fecundos estos viejos dolores?
    ¿No es tiempo ya de liberarnos, amando, del amado
    y de resistir estremecidos, como resiste la flecha a la cuerda,
    para ser, concentrada en el salto, más que ella misma?
    Porque no hay permanecer en parte alguna.
    ----
    - Voces, voces. Escucha, mi corazón, como antaño
    sólo escuchaban los santos, de tal modo que el llamado gigantesco
    los alzaba del suelo; pero ellos, los imposibles,
    seguían ahí de rodillas, indiferentes:
    Así estaban escuchando. No es que tú puedas soportar
    la voz de Dios, ni mucho menos. Pero escucha el soplo,
    el mensaje incesante que se forma del silencio.
    Ahora susurra hacia ti desde aquellos jóvenes difuntos.
    Donde quiera que entraste, ¿no te habló quedamente
    su destino en iglesias de Nápoles y Roma?
    ¿O se te impuso, sublime, una inscripción en relieve,
    como recientemente esa lápida en Santa María Formosa?
    ¿Qué quieren ellos de mí? En voz baja debo deshacer
    la apariencia de injusticia que limita un tanto a veces
    el puro movimiento de sus espíritus.
    ---

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  8. ,Me divierte tu patafisica neoberraca, artista perfumado.

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