sábado, 14 de abril de 2012

Poesía IV del curso del Neoberraco con las sagas en el naufragio.


Octavio Armand vivía en Hampton Street de Jackson Heights, Nueva York. En 1982 salíamos de un apartamento al frente de su casita, y de pronto Harold Alvarado le tiro una piedra a la ventana o a la puerta, y le gritaba sal de ahí pelícano de mal agüero, y yo espantado, no sabía nada. Harold simpatizaba con Castro y atacaba a los escritores del Mariel y otros como Octavio Armand que seguía escribiendo sus cosas con estudios que lo marcaban frente a la dictadura del proletariado tan astuta y represiva. Los políticos que se creen tan variados son unos hijos de madre.
Conocí después su revista "Escandalar" que publicaba allí asi como Comas y yo Realidad Aparte a tres cuadras de allí. Luego se fue para la calientí
ca Miami.
Gabriel del Casal
RTRTYTRTRTRTYTYYTRTYYTRTYTRTYTRTYTRTYTRRTYTRTTTYYYRRTYYTTRTTYYYRTYT

Más sobre Octavio Armand
Una riqueza que viene y regresa al cuento cubano, al barroco, Los tres tristes tigres, Paradiso, Carpentier, Loinaz, las novelas del exilio cubano, porque en Cuba no hay novela. De que podrían escribir, si en Los Andes vuelan los gavilanes polleros con los pájaros del diablo.

Canónico y del no barroco, pongámosle un límite y un mojón. Para los guettos culturales, no solo del exilio y del destierro. La patafisica para un cubano al dedillo, los misterios eleusinos dispersos hasta la montaña azul de Jamaica. Quiérase o no la papalla estelar que luego pintaría Ramón Alejandro, el sajón sangrado y sus hijitos, otros `placeers que se los disputa con los suramericanos de Chile, Argentina y Perú. Yo me voy pa la Habana y no vuelvo más… te puede enloquecer. Quítamelo por favor. Poesía, Setentino, la cabeza revuelta como un mastodonte y la furia asucarada dando pasos de pasos perdidos.
El mismo dolor pero con distinto pleito, señores no es la corte, ganas quisiera yo, ánimo verso hechizado , la extensión siempre bien vistas,la agonia del ser suicidado por una maldita droga. Te puedo decir ahora que acepto cualquier calificativo de bueno o de no me gusta, no estoy de acuerdo, no señor, a la vuelta, y celebraciones entre toda la cuadra y la distancia.
Gajaka Extramítico




El poeta cubano Octavio Armand en una de sus escasas fotos enviada por Roberto Espinal. "Verdad es que no es: se confunden el aliento de la pantera y el aliento del dragón. La conserva y su reverso, el cadáver, son una misma cosa. Una anécdota de Jerónimo Costilla recogida por el padre Acosta resume el hechizo ejercido por esta conjunción. A Costilla, poblador del Cuzco, le faltaban varios dedos de los pies. Se le habían caído en Chile “porque penetrados de aquel airecillo, cuando los fue a mirar estaban muertos, y como se cae una manzana anublada del árbol, se cayeron ellos mismos, sin dar dolor ni pesadumbre.”
"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""
RARARARAT



Los tres jurados indivisibles trazados por un lama no culos, preparados entre ellos solo los sustenta el vacío, la incomunicación (el hombre solo entre más hombres que hacen multitud). Uno es llamado el bermejo (Jesús Blas Comas), sarpó de alguna playa nudista de Cuba, el otro filósofo y beckettiano (Jorge Mejía Toro), y claro "el amor de visita" en su reinado de adolescencia, neoberraco (Gabriel Jaime Caro). Foto y cortado por Carlos Enrique Ortiz, y del archivo de Gajaka.

Poesía IV
Introducción a la magia cotidiana
Todos los poetas son falsos cuando no recurren en sus asuntos cotidianos a las oleadas de energía que da el furor, pero si, son seudos ante el fracaso de la vida y por ende, juju, la muerte. Falsos de agua de caldo degenerativo, imaginarios solo en el piropo y falsos charlatanes. Falsos porque somos del partido de la astucia, o esposos del silencio de la mujer sin orgásmos.
Impostores ante David y Goliat, recorren los detalles del barroco y dan por obvio el gesto provocador del retrato o del defecto. La piel no necesita cremitas, se nuclea con sueños tormentosos. No es un Manifiesto, para qué. Asesinos S.A. , bien dicho.
Necesitan vender su poesía, por escasa, no, por falta de rescoldos en la línea de fuego, donde no lo ven creen hacer el bien y otros el mal con abundancia. Creemos que César Vallejo sufrió más que nosotros en aquellos cabildos con el florecimiento del fascismo ante la maquinaria burocrática del stalinismo. No, feliz de la peca, con su sueño de Lambayeque, porque el dios no está en la cumbre, sino en la orilla. Jeje.
Falsos como los neoberracos en flor o la continuación de las estaciones ventajosas. Serio como una tumba o alegres como amantes platónicos.
Ya, di en el blanco.
___________________________________________________________
Tenemos en este curso IV de poesía a E. Verástegui, E. Espina, L.F. Batista, M. Montalvetti, O. Armand, R. Jiménez, Eunice Odio, A. Carrera, G. Deniz, J. Kozer. Todos falsos o todos en la cresta, del más tonto gestor a la nariz volcánica.
__________________________________________________________
Un ejemplo sin relación para comenzar, la patafísica en escena.
La ten tación

Uno no sabe cuándo es tentación de un daimón o simplemente la masturbada.
Yo diría que se hace y se inicia una trepada hacia la conciencia mejorando el sentido de la orientación contra las locuras juveniles.

La parte erótica va en competencia, si es corta hay arrepentimiento, pero si es larga con látigo por ejemplo, es buena para el daimón llámase daimón socrático.

La penetración en el hombre es diferente al de la mujer, pues el orgiástico de la mujer la protege del dolor, mientras en el hombre hay dolor ajeno, “pa comer” y pare de contar.

Así que la tentación no siempre es la de Cristo Jesús sino la consabida libertad del individuo. Pero si este individuo u individua son machistas nada se puede esperar, ni que lea este poema experimental concreto.

La tentación es pasión y en el amor fluye con parranda en los sitios ocultos. Templemos nuestro espíritu y demos rienda suelta a nuestra imaginación, así el daimón de cada uno o de la tribu arman la gorda en el paraíso.

Gajaka
(((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((()))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))

Octavio Armand
.
El poeta Octavio Armand nació en Guantánamo (Cuba) en 1946 y vivió durante muchos años en Nueva York, donde fundó y dirigió la revista Escandalar. Actualmente reside en Caracas y es quizá una de las voces de mayor potencia y sutileza estética de la órbita iberoamericana; entre sus obras están Piel menos mía (1976), Cómo escribir con erizo(1978), Origami (1987) y Son de ausencia (1999). Algunos de sus ensayos han sido recogidos en El pez volador (1997) y El aliento del dragón (2005). Su obra ha merecido la atención de la crítica especializada de voces como Guillermo Sucre, Octavio Paz y Severo Sarduy. En algún momento fue nombrado “el último surrealista”.
“El aliento del Dragón”, 2005, de Octavio Armand
.
Lo puro y lo podrido
La ingestión y la deyección, aseguraba Aristóteles en su tratado Sobre la respiración, nunca se hacen por un mismo canal. Esas funciones, decía apoyándose en la experiencia general, no pueden coincidir en el mismo órgano. La materia nutritiva y la materia corrompida, o sea el oxígeno y el ácido carbónico, entonces desconocidos, no pueden compartir la tráquea, los bronquios, los pulmones.

Por supuesto, Aristóteles estaba equivocado. Sin embargo, la misma lógica parece asistir a san Agustín: al refutar argumentos teleológicos acerca del cuerpo humano, cuestiona la sabiduría de colocar los órganos de reproducción entre los de la defecación y la orina.
“Nor wonder how I lost my Wits –diría el atormentado Swift–; Oh! Caelia, Caelia, Caelia shits.”

La anatomía humana, para esta mirada asqueada por las vísceras, no es tan perfecta como la antigua hipótesis de Estagirita. O como el bestiario, donde esa hipótesis sobrevivió durante siglos disfrazada no en la piel del cordero sino en el aliento de la pantera. El bestiario proponía implícitamente un modelo más aceptable del cuerpo, o sea un modelo perfecto. En sus páginas nos vemos a través del comportamiento de los animales, que a su vez son manifestaciones –señales, signos, jeroglíficos— de los designios de Dios. También nos entrevemos: esos animales revelan alegóricamente un dibujo anatómico de un cuerpo idealizado. El dogma, como en una radiografía infinitamente retocada por el asco, muestra un Frankenstein aristotélico que sin duda hubiera merecido la aprobación de san Agustín. Hay un pulmón para el oxígeno y otro aparte para el ácido. El bestiario es un zoológico infinito donde caben perfectamente separados el cielo y el infierno: una jaula enorme para la pantera y otra, pequeña, recóndita, enterrada, para el dragón.

A mediados del siglo XVII, al descubrir la circulación de la sangre y su fundamento: las partículas nitro-aéreas que un siglo después serían el oxígeno, William Harvey y John Mayow desmantelaron definitivamente esta anatomía utópica. Ya para esa fecha, aunque todavía algunos se empecinaban en describirla como paraíso y otros como infierno, América daba claros indicios de que en ella se habían encontrado y confundido la puro y lo podrido, el aliento de la pantera y el asqueroso aliento del dragón: la utopía era irrespirable.

Una sugestiva aunque minúscula versión de ese encuentro parece estar cifrada en una anécdota gastronómica del siglo XV. La iguana, una de las exquisiteces más codiciadas por el paladar de los indios, resultaba absolutamente repugnante a los primeros viajeros europeos. “comen cuantas culebras é lagartos é arañas é cuantos gusanos se hallan por el suelo –dice, por ejemplo, el doctor Chanca, que acompaña al Almirante en su segundo viaje–; ansi que me parece es mayor su bestialidad que de ninguna bestia del mundo.” Pero en la Española Bartolomé Colón fue persuadido a probar este extraño plato por Anacaona. Evidentemente eran estupendas la retórica y la receta de la mayor señora de la isla. Lo cuenta Pedro Mártir de Anglería y asegura que cuando los viajeros al fin lograron vencer su repugnancia al olor de la iguana cocinada la consideraron una incomparable delicia.

El olor mata pero el sabor vivifica. En la receta de Anacaona se reconcilian los opuestos del bestiario de Teobaldo: la iguana huele a dragón pero sabe a pantera. El saber se reduce a sabor.


El hospital de los podridos
En el entremés cervantino la palabra pudrición goza de una doble acepción. Referida por el título aparentemente tremebundo de la simpática pieza a hospital, la palabra aparece centrada en el ámbito calamitoso que le corresponde: la enfermedad, la corrosión extrema de lo que se precipita hasta la muerte. Pronto asoma una segunda acepción, que refleja circunstancias muy específicas de la época y que subraya lo que en el término era de particular interés para el autor del Quijote.Pudrición, de pudrirse, quiere decir consumirse y desesperarse por alguna cosa. No se trata, pues, de una enfermedad del cuerpo, como sugiere de inmediato el título, sino más bien de una manía, un desajuste de la mente, del ingenio.

Cabe recordar un hecho evidente: si bien la locura, y específicamente aquella desencadenada por la lectura de novelas caballerescas, es un tema fundamental en Cervantes, la psicología también – por consiguiente— es de decisivo interés. Examen de ingenios, de Juan Huarte de San Juan, uno de los importantes psicólogos de la época, aparece de perfil a lo largo del Quijote. A lo largo de la obra y a partir del título mismo: al fin y al cabo se tata del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Ingenioso pero también ingenuo: la relación con el ingenioso Odiseo, por ejemplo, es más bien de opuestos. EL Caballero de la Triste Figura le debe cuanto tiene de ingenioso a su ingenium, o sea al compuesto total que permite el conocimiento y que implica la inextricable función de cuerpo y mente.

A raíz de su publicación en 1575, la obra de Huarte de San Juan despertó una gran curiosidad no sólo en España sino en toda Europa. El examen de ingenio se hará en muchas parte y desde muy diversas aunque entonces imbricadas perspectivas. No sólo la psicología –o la psicolocogía, para jugar nosotros también con las palabras— sino la anatomía, la filosofía, la literatura. Por ejemplo, casi simultáneamente con Cervantes, lo hace Descartes. Aunque permaneció inédita hasta 1701, su Regulae ad directionem ingenii fue redactada antes de 1629. De hecho, el examen de ingenio representa una secularización del interés por la vida interior, la vida espiritual. Es cierto: se sigue practicando el examen de pecados, el examen de conciencia, reglamentado y popularizado por los Ejercicios de un san Ignacio hacia mediados del siglo XVI. Así en 1608 aparece la Introducción a la vida devota de san Francisco de Sales –traducida y publicada por Quevedo en 1634—, cuyos ejercicios para renovar el alma se apoyan en un examen de la misma: Examen del estado de nuestra alma para con Dios, Examen de nuestra alma para con nosotros mismos, Examen de nuestra alma para con nuestro prójimo... Pero los tiempos han cambiado. Descartes, que también busca el alma, lo hace para comprender la mente. ¿Acaso puede sorprender que hacia 1645 la descubriese en una pequeña glándula del cerebro, la glándula pineal? La mente sustituye al espíritu, la razón al alma, el filósofo y el loco al teólogo y al santo.

Los lectores de Cervantes se entregan a una aventura peligrosa: la lectura. La inmensa mayoría de ellos –de nosotros— se harán adoradores de un loco y uno que ha enloquecido precisamente por causa de la lectura. Leer puede ser un pecado, según el Índice; puede ser también una manía. Pero a través de ese acto que nos aparta de todas las actividades y nos sume en infinitas actuaciones surge, en apariencia de loco, el héroe moderno. La lectura enloquece al Quijote, es cierto. Pero la locura lo cura: resulta más noble que los nobles y más cuerdo, en lo profundo, que los cuerdos.

El Quijote, y antes el Entremés famoso de los romances, modelo de algunos de los primeros capítulos de la novela, son una lectura particular y una particularísima divulgación del tema de la pudrición. Una lectura de innegable y actualizada vigencia en nuestros días, como ha demostrado Manuel Puig.

En el Entremés famoso de los romances el labrador Bartolo enloquece leyendo romances y, como don Quijote, se lanza a las mil y una aventuras acompañado de un pobre escudero. Su Sancho se llamaba Bandurrio. A Bartolo lo agarran “al pie de unos altos montes”, lo llevan a casa, lo acuestan, para que “durmiendo amanse”. Mientras duerme el labrador se celebra la boda de los amantes Dorotea y Periquillo, quienes también han sido sorprendidosin fraganti en su aventura y a quienes también, como al loco, les tienen la cama hecha. Dos cosas: la cama no es un refugio ni remanso sino reclusión. Es una cama hecha: matrimonio y manicomio no son soluciones tanto como imposiciones. Además las alturas no son peligrosas unicamente para Ícaro. A Bartolo lo prenden “al pie de unos altos montes”; a Dorotea y Periquillo, “el desnudo y ella en faldas”, los sorprenden en la azotea. El final de la obra confirma el peligro de las alturas. Despierta Bartolo y se asoma, según la acotación, “por lo alto del tablado en camisa”. Su aparición en lo alto va a confundir y de echo a enloquecer a todos:


Bartolo.
-------------Ardiéndose estaba Troya,----------------------torres, cimientos y almenas:----------------------que el fuego de amor a veces----------------------abrasa también las piedras.

Todos.
--------------¡Fuego!, fuego!... ¡Fuego!, fuego!-----------------------------(Éntranse todos.)----------------------¡Fuego!, dan voces. ¡Fuego!, suena,----------------------Y sólo Paris dice: abrase a Elena.

Todos, ese personaje que somos todos, quedan contaminados por la locura. Bartolo los confunde: creen que anuncia un peligro y huyen gritando fuego. Pero terminan en las llaman del Romance de Troya; terminan abrasados, ellos también, en la fascinante hoguera de Bartolo: la locura. ¿No sucede algo parecido en el caso del Quijote? ¿No terminamos contaminados todos los lectores, personajes que página a página nos añadimos a la novela, por la locura del Quijote? ¿No quedamos hechizados por el loco? La lectura, la representación, no son exámenes de ingenios pero sí espejos de ingenios: los nuestros.

También enloquecen los personajes en El hospital de los podridos. Todos se pudren. Una pieza simpática pero a la vez sintomática: hay algo podrido en Dinamarca, decía un contemporáneo de Cervantes, pero en España todo se pudre.

Dice el Rector al comienzo de la obra:

---------------Era tanta la pudrición que había en este lugar, que corría gran peligro de engendrarse una peste, que muriera más gente que el año de las landras; y así han acordado en la república, por vía de buen gobierno de fundar un hospital para que se curen los heridos de esta enfermedad o pestilencia, y a mí me han hecho rector.


Al final el pobre Rector, podrido, es un recluso más. ¿Cómo sorprenderse? El número de pacientes en el hospital es exactamente el mismo que el número de ciudadanos de la república. El hospital de los podridos es una lectura tragicómica, lococuerda deLa república de Platón. ¿No dije que se trataba de una pieza simpática pero a la vez sintomática? España se hunde, se pudre. Pero los síntomas atañen a América y debemos señalarlo. Hacia la mitad de la pieza, dice Leiva: “¡Los podridos que se van desmoronando! Y, si no se pone remedio, en pocos días se multiplicarán tanto, que sea menester que haya otro nuevo mundo, donde habiten.”

El Nuevo Mundo, aquí, nada tiene de utopía. Hospital, manicomio, basurero... Que haya un nuevo mundo, otro nuevo mundo, para podrirlo, para podridos. Un mercado para marcados. Nuevo pero podrido, el mundo ya descubierto –y aun otro nuevo mundo por descubrir– está asociado a la aventura y la navegación, sí, pero también a la desventura y la enfermedad. Un hecho dramático que corrobora este diagnóstico: siglos después, en 1980, Cuba exporta una cantidad de locos a Estados Unidos.

El hospital de los podridos crece constantemente y constantemente se desplaza. El éxodo del Mariel es uno de sus innumerables episodios. Todo el descubrimiento de América, así visto, no es sino un extraño recorrido más de alguna nave de locos. Una enfermedad móvil, una más.

Verdad es que no es
En 1762 el conde de Albemarle, que entonces gobernaba la isla de Cuba, se quejaba del pésimo estado del papel en que escribía. “Everything spoils in this country”, sentenció. En el trópico entrópico todo se pudre. No se trataba de hispanofobia ni de calculado desdén por parte del gobernador inglés. En las Actas Capitulares del Ayuntamiento de la Habana las notas correspondientes al cabildo del 2 de octubre de 1840 testimonian exactamente lo mismo: “Como la trasuntación de los protocolos urge sobremanera, en razón á... lo poco q. se conservan los manuscritos, y aun los mismos impresos, en este país...”

Tanto en el gobernador inglés como en el cabildo criollo se siente todavía una antigua frustración: Cuba no era la India, fuente inagotable de especias aromáticas y drogas con que conservar la salud y sazonar la comida. El tema de la pudrición, en los siglos XVIII y XIX, está ligado a una ausencia, a una desaparición: la novedad de América hizo aun más remota a la India. Esto no era sino las Indias Occidentales. Una babélica confusión de nombres, promovida por enormes expectativas y engañosas apariencias, había colocado indios en estas orillas. Las expectativas pronto se frustraron pero dejaron como rastro nombres engañosos que han ayudado a perpetuar –a pesar de que aquí también se corrompe el lenguaje— un mundo de bambalinas y apariencias. Hay algo profundamente paródico en todo lo americano: sus fórmulas económicas, políticas, sociales, son grotescas caricaturas. Grotescas sobre todo cuando, espoleado por ideologías que pretenden afincarlo en su identidad, el americano se propone nada menos que parecerse a sí mismo. Así no sólo se impone como meta un destino rigurosamente inevitable sino que constantemente recurre, para comprobar el progreso de su empeño, a modelos disfrazados de espejo. ¡Todavía nos fascinan los espejitos que traen nuestros conquistadores!

En la época colonial el tema de la pudrición esta ligado a una ausencia. Pero existía ya desde el siglo XV. “Hay en esta tierra muy singular pescado –escribe el doctor Chanca en su carta sobre el segundo viaje de Colón—mas sano quel de España. Verdadsea que la tierra no consiente que se guarde de un día para otro porque es caliente é humida, é por ende luego las cosas introfatibles ligeramente se corrompen”. El tema de la pudrición existió siempre. Sólo que en el siglo XV aún no estaba desligado del hechizo de la India y sus especias. El propio doctor Chanca, cuyas páginas repletas de extraños sabores y perfumes resultan casi aromáticas, reúne en su prosa enumerativa la podredunbre y las especias, como si así, surrealista avant la lettre, reconciliara los contrarios. Es testigo, como Dante, de otro mundo. Y como el florentino va a enumerar sus visiones:

------------...Hay infinitos árboles de trementina muy singular é muy fina. Hay mucho alquitira, también muy buena. Hay árboles que pienso que llevan nueces moscadas, salvo que agora estan sin fruto, é digo que lo pienso porque el sabor y olor de la corteza es como de nueces moscadas. Vi una raíz degengibre que la traía un indio colgada al cuello. Hay también linaloe, aunque no es de la manera del que fasta agora se ha visto en nuestras partes; pero no es de dudar que sea una de las especias de linaloes que los doctores ponemos. También se ha hallado una manera de canela, verdad es que no es tan fina como la que allá se ha visto, no sabemos si por ventura lo hace el defeto de saberla coger en sus tiempos como s eha coger, ó si por ventura la tierra no la lleva mejor.


“También se ha hallado mirabolanos cetrinos –añade para finalizar la enumeración, descomponiéndola literalmente–, salvo que agora no estan sino debajo del árbol, como la tierra es muy humida esta podridos, tienen el sabor mucho amargo, yo creo sea del podrimiento; pero todo lo otro, salvo el sabor que está corrompido, es de mirabolanos verdaderos.”

La detallada enumeración de estos productos americanos, algunos de los cuales, como la ipecacuana, por ejemplo, transformarían la farmacopea del Viejo Mundo, no es fortuita. Al contrario: pretende satisfacer una curiosidad y un apetito insaciables. Los mapas de mediados de siglo XV, de la época en que la caída de Constantinopla agudizaría la necesidad de otro acceso al Oriente, ponen de manifiesto la extremada importancia que el comercio de especias tenía en los proyectos de navegación y exploración. En el mapamundi del benedictino Andreas Walsperger, dibujado en Constanza en 1449, donde figura al oriente el Paraíso Terrenal –representando por un gran castillo gótico, como correspondía a un pensamiento todavía medieval—, aparece un letrero en la islaTaperbana que reza: “el lugar de la pimienta”. En otra isla, frente a la costa arábiga, se ha escrito: “Aquí se vende la pimienta”. Hay un letrero parecido en el mapamundo de Fray Mauro, de 1459. De una isla que aparece al sureste, cerca del borde de este mapa circular que es considerado la cúspide de la cartografía medieval, se advierte: “Isola Colombo, donde hay copia de oro y muchas mercancías y produce pimienta en cantidad...” No en vano en el comienzo mismo del Memorial que envía a los Reyes Católicos en 1494, el Almirante antepone la abundancia de especias a la de oro: “...porque las cosas d’especería en solas las orillas de la mar syn aver entrado dentro en la tierra, se halla tal rastro é prinçipios d’ella, que es razón que se esperen muy mejores fines; y esto mismo en las minas del oro...”

La leyenda del ave del paraíso, inventada por el naturalista español Francisco López de Gómara, obedece al mismo apetito. En septiembre de 1522 había atracado en Sevilla el Victoria, el único barco de la flota de Magallanes que lograra sobrevivir la vuelta al mundo. Era casi un buque fantasma. La tripulación estaba consumida por el escorbuto y otros males. Pero a bordo, junto a una valiosísima carga de especias, venían algunas maravillosas pieles de aves perfectamente cubiertas de vistoso y sedoso plumaje. Al examinarlas, López de Gómara se asombró: no tenían patas ni huesos. “Somos de la opinión –concluyó— de que estas aves se alimentan con el néctar de los árboles de las especias. Pero, sea como sea, hay algo que es un hecho, y es que nunca se descomponen.”

Verdad es que no es: volvemos a la frase del doctor Chanca para subrayarla con aves del paraíso, América y barroco. Verdad es que no es: el barroco, la época del desengaño, pone de moda al cadáver y las frutas confitadas. El hechizo de la corrupción es en el fondo idéntico al de la conserva. “Sería bien mandar traer en los navíos que vinieran –pide Colón a los Reyes Católicos en 1494–, allende de las otras costas..., conservas, que son fuera de ración y para conservación de la salud...” En el teatro y la novela del Siglo de Oro, luego en la pintura del barroco, aparecen las bandejas o cajas de frutas confitadas, que aluden no sólo a los placeres de la mesa y el paladar sino al triunfo de la fe sobre la tentación y la corrupción definitiva de la muerte y el pecado. El sibaritismo y el ascetismo, en la glacial transparencia de las frutas, logran milagrosamente coexistir. EnParadiso, esa catedral barroca y habanera, se acentúa marcadamente el valor sencial de los confitados, lo que en el salto atávico del barroco lezamiano pudiéramos llamar, con Lezama, el peso del sabor. El valor moral de los confitados resalta, por ejemplo, en Quevedo. En su traducción de La vida devota de san Francisco de Sales nos deja oblicuamente pero por lo mismo perfectamente delineada su forma de pesar el sabor:

Es la mayor y más fructuosa unión del marido y de la mujer la que se hace en la santa devoción, a la cual se debrían llevar uno a otro. Hay frutas, como el membrillo, que por la aspereza de su zumo no son muy agradables sino en conserva; hay otras, que por su ternura y delicadeza no pueden durar si no se ponen también en conserva, como son las cerezas y albaricoques. Así las mujeres deben desear que sus maridos estén confitados en el azúcar de la devoción, porque el hombre sin la devoción es un animal áspero y rudo; y los maridos deben desear que las mujeres sean devotas, porque sin la devoción la mujer es en extremo frágil y sujeta a caerse y apartarse de la virtud.

América, en la brillante y sombría España de Quevedo, ya ha perdido la promesa de paraíso. Está asociada más bien al sentido de decadencia y podredumbre que entonces lo corroe todo. RecordemosEl hospital de los podridos, donde nos sorprendieron estas líneas tremendamente elocuentes: “¡Los podridos que se van desmoronando! Y, si no se pone remedio, en pocos días se multiplicarán tanto, que sea menester que haya otro nuevo mundo donde habiten.” Esta América no es la que se pudo soñar a través de López de Gómara sino la que otro naturalista, Georges Louis Le Clerc, conde de Buffon, pintaba como un sitio infernal y espantoso.

En América todo se corrompe, todo se ahoga, dice Buffon, como si acabara de recibir una carta del conde de Albemarle: “Dans cet état d’abandon, tour languit, tout se corrompt, tout s’étouffe...” Inmediatamente se refiere al aire en términos que hacen recordar ciertas observaciones del padre Joseph de Acosta acerca del viento en estas latitudes. “En diversas partes de Indias –escribe en Historia natural y moral de las Indias— vi rejas de hierro molidas y desechas, y que apretando el hierro entre los dedos se desmenuzaba como si fuera heno o paja seca, y todo esto causado de sólo el viento, que todo lo gastaba y corrompía sin remedio...” La altura contribuye a que esto sea así. De la sierra Pariacaca del Perú asegura que “es cosa inmensa lo que se sube, que a mi parecer los puertos nevados de España y los Pirineos y Alpes de Italia, son como casas ordinarias respecto de torres altas, y así me persuado que el elemento del aire esta allí tan sutil y delicado, que no se proporciona a la respiración humana, que lo requiere más grueso y más templado, y esa creo es la causa de alterar tan fuertemente el estómago y descomponer todo el sujeto.”

Verdad es que no es: se confunden el aliento de la pantera y el aliento del dragón. La conserva y su reverso, el cadáver, son una misma cosa. Una anécdota de Jerónimo Costilla recogida por el padre Acosta resume el hechizo ejercido por esta conjunción. A Costilla, poblador del Cuzco, le faltaban varios dedos de los pies. Se le habían caído en Chile “porque penetrados de aquel airecillo, cuando los fue a mirar estaban muertos, y como se cae una manzana anublada del árbol, se cayeron ellos mismos, sin dar dolor ni pesadumbre.” Estos dedos más obedientes a la ley de Newton que al esqueleto no resultan tan asombrosos como la anécdota referida por este capitán cuyo apellido milagrosamente no se le cayó.

Refería el sobredicho capitán, que de un buen ejército que había pasado los años antes, después de descubierto aquel reino por Almagro, gran parte había quedado allí muerta, y que vio los cuerpos tendidos por allí, y sin ningún olor malo ni corrupción. Y aun añadía otra cosa extraña: que hallaron vivo un muchacho y preguntando cómo había vivido, dijo que escondiéndose en no sé qué chocilla, de donde salía a cortar con un cuchillejo de la carne de un rocín muerto... La misma relación oí a otros, y entre ellos a uno que era de La Compañía, y siendo seglar había pasado por allí. Cosa maravillosa es la cualidad de aquel frío, para matar, y juntamente para conservar los cuerpos muertos sin corrupción.

En esta paradoja se complace el Inca Garcilaso. Con ella puede defender a su tierra: “ En el Cuzco, por participar, como decimos, más de frío y seco que de calor y húmido, no se corrompe la carne; que si cuelgan un cuarto della en un aposento que tenga ventanas abiertas, se conserva ocho días, y quince, y treinta, y ciento, hasta que se seca como un tasajo.”

En sus Comentarios reales el Inca enfoca el tema de la corrupción sólo para echárselo en cara a los europeos. Parece tener en la mente la exaltación apocalíptica de Zacarías cuando profetiza terribles plagas para todos aquellos pueblos que combatieron contra Jerusalén. “La carne de ellos –leemos en el capítulo 14 del Libro de Sacarías— se disolverá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se les pudrirá en la boca.” Los españoles sistemáticamente confunden o trastocan los nombres de nuestros frutos. “La fruta que los españoles llaman peras, por parecerse a las de España en el color verde y en el talle, llamen los indios palta...”Otra fruta llaman los indios pacay, y los españoles guabas...” En una de las numerosas ocasiones en que corrige el español de los españoles, el Inca señala cómo la babélica confusión de nombres va corrompiendo la lengua en América: “Hay otra fruta grosera que los indios llaman rucna, y los españoles lucma, por que no quede sin la corrupción que a todos los nombres les dan.” El Inca se reprocha por su mala memoria: “por la mala guarda que ha hecho y hace de muchos vocablos de nuestro lenguaje”. Verdad es que no es: ¿Cuál es nuestro lenguaje? ¿El español del Inca? ¿El quechua de los españoles? ¿O es la corrupción misma de nuestro idioma? Lo cierto es que el Tawantisuyu tiene un parecido implícito con Jerusalén: a los ejércitos que los debastaron se les pudre la lengua en la boca.

Según el Inca, América sí cumple la promesa del paraíso como especiero. El árbol mulli, el chinchi ullo y el uchu, fruto este último, que los españoles llaman axi por el nombre que tenía en las islas de Barlovento, superan con creces cuanto pudo llegar a las mesas europeas a través de Constantinopla. “Generalmente todos los españoles que de Indias vienen a España –dice del pimiento, que espanta a las “sabandijas ponzoñosas”— lo comen de ordinario, y lo quieren más que las especias de la India Orienta”.

Al transcurrir los años, y ya lograda la independencia, ese espejismo, los americanos volcarán la mirada sobre su realidad y la hallarán no sólo desabrida sino peligrosamente corrompida. Verdad es que no es. Aquí la imaginación misma se estanca, se pudre. “¿Por qué siempre rebajarlo todo y alabarlo como sentido común?... Mientras Inglaterra se esmera por curar la podredumbre de la papa –se pregunta Thoreau en Walden–, ¿Nadie se esmerará por curar la podredumbre del cerebro, que prevalece mucho más amplia y fatalmente?” Esa pregunta se la hacia Thoreau en el norte en 1854. Lamentablemente más de un siglo después los americanos del sur tenemos que preguntarnos lo mismo.


Un cadáver exquisito
Tuvo la suerte de no dejar una imagen exacta, inequívoca, de su rostro. Porque su perfil y su nombre han sido destinados a las dos caras de la moneda. Lo más sucio es ahora lo que más lo evoca: el dinero. Lo que corrompe, lo que todos codician y muchos roban. ¿Qué tendrá que ver el Bolívar de los bolívares con aquel hombre que murió solo y lejos? En la moneda y en la estatuaria se expresa una nostalgia venezolana por lo heroico. Una nostalgia que crece y que paradójicamente disimula o encubre el saqueo sistemático a que ha sido sometido el país. Ni Bolívar robaba ni se robaban los bolívares, dice esa nostalgia. El mármol, lo monumental, lo que por su propia naturaleza y dimensión permite soslayar más que expresar la identidad, remite a una época que la añoranza dibuja sin sombra ni corrupción. Una época de figuras gigantescas y marmóreas. En ese mármol, además, se cifra una nostalgia racial y social: del blanco y del mundo criollo desaparecido.

En 1812 había dicho: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca.” Pocos años después, en 1830, la naturaleza no lo perdona. Deja entonces su último retrato. Un retrato a medio cuerpo que firma Alejandro Próspero Reverend. Se trata del protocolo de autopsia del Libertador. Destaco del mismo aquellos elementos de textura, imagen y color, que permiten enfocarlo como retrato, el único rigurosamente fidedigno por cierto.

Habitus del cuerpo: cadáver a los dos tercios del marasmo, descoloramiento universal, tumefacción en la región del sacro, músculos muy poco descoloridos y consistencia natural.

Cabeza: los vasos de la aracnoides en la mitad posterior, ligeramente inyectados, las desigualdades y circunvoluciones del cerebro recubiertas con una materia pardusca, de consistencia y trasparencia gelatinesca; un poco de serosidad semi-roja bajo la dura mater...

Pecho: ...endurecimiento en los dos tercios superiores de cada pulmón; el derecho casi desorganizado, presenta un manantial abierto, de color de las heces del vino, jaspeado de algunos tubérculos de diversos tamaños no muy blandos; el izquierdo, aunque menos desorganizado, ofrece la misma afección tuberculosa; y dividiéndolo con el escalpelo se descubre una concreción calcárea irregularmente angular, del tamaño de una pequeña avellana. Abierto el resto de los pulmones con el instrumento, derramó un moco parduzco que por la presión se hizo espumoso. El corazón no ofreció nada de particular, aunque bañado de un líquido ligeramente verdoso, contenido en el pericardio.

Abdomen: el estómago dilatado por un licor amarillento de que estaban fuertemente impregnadas sus paredes... Los intestinos delgados estaban ligeramente meteorizados... El hígado, de un volumen considerable, estaba un poco escoriado en su superficie cóncava...

Verdad es que no es. Acá todo se pudre: hasta el mármol. Cierto: a todos nos espera un capítulo final en algún manual de patología. Pero en el orden simbólico la corrupción del cadáver del Libertador es algo que prosigue, que día a día se manifiesta con mayor virulencia. Una muerte sin fin: la cotidiana y casi infinita corrupción de los bolívares no deja descansar al muerto. Lo sigue matando, pudriendo. La historia ha llenado a todos nuestros países de gigantescos mármoles agusanados.

58 comentarios:

  1. Todos falsoquetes teneís razón majo.

    ResponderEliminar
  2. Las manos en la mesa, puro y casto, hasta podría aparecer la rata negra.
    La contradicción y así se pasan la vida renqueando si saberlo al fin cosen el camino, si al menos recordaran su canción, Siempre te voy a olvidar.

    ResponderEliminar
  3. "Escucha cómo estallan en la palma de la mano unos pétalos de rosa.
    Mira cómo entre el anillo de Numa Pompilio en la copa de agua;
    mira cómo el gallo salta en el círculo de trigo.
    Mira, la semilla de amapola cae sobre las brasas
    y se retuercen las vísceras de tu peor enemigo.
    Observa cómo el reo lentamente mastica asustado pan de cebada." Pienso que este solo párrafo justifica el Oráculo, por ser verso eleusino. Lo demás.....

    ResponderEliminar
  4. Poetas falsos mentirosos copiones todos O vienen de Whitman o de Vallejo, así cualquiera. Algo tenía en su magia Nestor con su Parque Lezama, sexo oral y estrellitas de porno. Nalgas Sarduy, si de exportación.

    ResponderEliminar
  5. la entrevista de OCTAVIO ARMAND de lo mejor, honores a la crítica cubana, quién no quizo salir en Escandalar. Harold Alvarado lo odíaba en aquellos años de Queens.

    ResponderEliminar
  6. El poema de Armand me robó la cripa de la mano.

    ResponderEliminar
  7. Compren el libro "El cantare lo juro nunca ha estado enamorado", aprendamos de ello. 20 pesos. Málaga, Cartagena, Mallorca.

    ResponderEliminar
  8. Dónde en Mallorca, Pepito?
    Un abrazo
    Juan Cerrato
    Mallorca 39 de la Siete Colina

    ResponderEliminar
  9. oooooooo me gusta que hablen de Eunice Odio, la chica mejicana de los cicuentas. Tan Clasica y . Por su miedo y su muerte.

    ResponderEliminar
  10. María Ricardo Chica14 de abril de 2012, 19:21

    Mejicana no es Eunice Odio, ella nacio en Costa Rica y vivio muchos años en Mexico. "Los elementos Terrestre un gran poemario.

    ResponderEliminar
  11. Y dónde están los poeticas neoberracos de Colombia, en la costa atlántica o son paisitas sin manganeso en la imaginación, o son mamerticulosos lama culos?

    ResponderEliminar
  12. Marlene Inchauspe15 de abril de 2012, 5:29

    Don Gaja, aquí va mi colaboración, lo que he aprendido en los cursitos de poesía paraberraca:

    Memoria de un lustre

    Me muere de ganas de pecar hoy Viernes Santo, mientras se supone la maldad del espíritu abrazador.
    Una terna de demonios viene con comandancia, Pasolini, Chaplin y el otro que se arrastra más cerca de nosotros, desproteinados, sin tocar la manzana de la discordia, meto entonces la papaya entre el bolsillo y la critica.

    Un perro de Zeus atraviesa la noche preñada de virus, sentada la luz e incorporada en la colmena, vate las alas, y yo más tarde repleta de arrugas no se si permanezco en el otro polo con la bebida del yage.

    Para nunca terminar, escribo y pienso, esperando el llamado de la acrne arrugada sentada con un vaso de sangre erotizada.

    Responder

    ResponderEliminar
  13. Ya eres una poeta neoberrca Marlene Inchauspe, si eres de Costa Rica, que lo supongo, a lo mejor de Bello Antioquia, merecido tu homenaje, hay influencias pero relacionables "Pasolini, Chaplin" de mi show poético musical "Marilyn en el cielo de The Morocco", pero bastan tus ardides querida amiga pecadora. Viste que no se puede ser feliz sin orgásmos con el marido en la cama repleto de mierda contaminante, vite.
    Pienso que si escribes otros 10 de estos te colocas en la neta muy netas, y apagas la luz con las nueces entre "el bolsillo y la crítica".

    ResponderEliminar
  14. Será Juan Manuel Inchauspe, que murió muy joven en los ochenta, poeta argentino, otro de los grandes olvidados. Será por llamarse Juan Manuel, no, que va.

    ResponderEliminar
  15. Mira Eunice Odio está más muerta y desaparecida que una cabra o una niña libanesa. Más podrida que María feliz, pero feliz de estar ahora sentada en Saturno con Juan LiscanoPorque no sigues con los poetas vivos y escoges una mujer, ahi está Kamenzain, Roffe, Carmen Valle, Mairyn Cruz, Anabel Torres, las duranes, Lucía Estrada, en fin que se metan enteritas entre la cama y el cielo.

    ResponderEliminar
  16. Si claro me equivoque, irán poetas vivos en el Poesía IV, y dejaremos a Eunice Odio para el poesía 6, sobrevivientes del olvido.

    ResponderEliminar
  17. Y porque no Alejandra Pizarnik que parece viva dentro de sus lectoras. Alejandra consumia marihuana para escribir, lo dijo la poeta amiga Silvina Ocampo, mucho mayor que ella.

    ResponderEliminar
  18. http://hablodemi.wordpress.com/2011/08/25/final-del-juego/
    ir al blog hablodemi.woedpress.com acerca de Alejandra Pizarnik

    ResponderEliminar
  19. Hay copia en algunos poetas escogidos para comenzar su oficio de poetas, pero en fin demos le la bienvenida a los fanaticos lezamistas y eleusinos.

    ResponderEliminar
  20. Alirio Antonio Machado

    Gajaca

    Voz podéis ser barroco o verraco,
    Podés ser surrealista, anarquista o analista.
    Igual, tu corazón de poeta
    te puede convertir en huracán
    O una pluma despistada de gorrión,
    Gajaka, sos poeta y por lo tanto
    tenés un alma llenita de agujeros
    y de nichos de brujas volantonas.
    Cuando te veo llegar, delgado
    y con sonrisa maliciosa,
    yo sé que traes un poema recorriéndote la sangre
    o que un recuerdo de abducido
    se apodera de tus ojos delirantes;
    para mí sos poeta y eso basta,
    para mí todo sobra,
    sos mi amigo de bufanda
    y anteojos circulares.

    Del libro “Los que salvan el día”, Palabra Viva, 2006, Medellín.

    ResponderEliminar
  21. De esos poetas escogidos para Poesía IV, tres han sido propuestos por algunas academias de la lengua española al Nobel de literatura: José Kozer, Arturo Carrera y Gerardo Deniz.

    ResponderEliminar
  22. No pues la Quinta esencia esta gajakula baronesa del tejado de Belen, con semejante trivial poema que le dedicó Machado, mas perdido que un hongo frio de Santa Elena. qUE NARCISIMO

    ResponderEliminar
  23. El aliento del dragón huele a pecueca, talves si fuera nadaista lo entenderiamos a plenitud de ardilla de bosque rojo.

    ResponderEliminar
  24. mi versión libre de una de las fotos lleva un corto texto cuasipoético: "Mi amor tienes cuerpo de parapléjico sin parachoques. Porqué confías tanto en tu tronco con brazos de travesti".
    Para los jurados del neoberraco

    ResponderEliminar
  25. Octavio Armand vivía en Hampton Street de Jackson Heights, Nueva York. En 1982 salíamos de un apartamento al frente de su casita, y de pronto Harold Alvarado le tiro una piedra a la ventana o a la puerta, y le gritaba sal de ahí pelícano de mal agüero, y yo espantado, no sabía nada. Harold simpatizaba con Castro y atacaba a los escritores del Mariel y otros como Octavio Armand que seguía escribiendo sus cosas con estudios que lo marcaban frente a la dictadura del proletariado tan astuta y represiva. Los políticos que se creen tan variados son unos hijos de madre.
    Conocí después su revista "Escandalar" que publicaba allí asi como Comas y yo Realidad Aparte a tres cuadras de allí.

    ResponderEliminar
  26. En Poesia V irán Roberto Echavarren, Cristobo, Milán, Roca, García Vega, Huerta, Aridjis, Rivas, Baranda, García, Cadenas, Calzadilla, Fernandez Larrea.

    ResponderEliminar
  27. Arango

    Hay dos Arangos en la poesía de Medellín, y faltan datos de algunos municipios, no cierto Gabriel Jaime?. El uno es tardío por prudencia, en cambio EL OTRO, Gonzalo, era profeta MENOR.

    ResponderEliminar
  28. En poesía 5 irá Roberto Echavarren,Jorge Mejía Toro, Osvaldo Lamborguini, David Huerta, José Luis Rivas y Homero Aridjis de Mexico. Rafael Cadena y Juan Calzadilla de Venezuela.

    ResponderEliminar
  29. ....................................................-----------------------------------------......................................-----------------------%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%//////////////////////////////////.....................................................¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿´´´´´´GGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuu

    ResponderEliminar
  30. Dejo mi alma
    El alñma no me deja, estoy vivo reencarnado del pasado, al menos vivi cerca del pasado 7o años atrás. El diablo guitarrista me acecha tiene un oído de tisico.

    ResponderEliminar
  31. Gajaka es la reencarnación de Juan la loca porque con Marilyn no pudo, haber si con esta figura mas muerta que un damnificado de la historia puede salir con un chorro de bobadas y unos seguidores incautos.

    ResponderEliminar
  32. Bueno gracias por tantos elogios para este pesimista, Anónimo que no da su nombre. El Marilyn en el cielo del Morocco fue nuestro paso por el Nuyurican Poets Cafe del East Village de Mnhattan y la Medallo incauta pero no tan boba, dada la produccion. El Juana La Loca, la enlagunada, ya veremos si con un chorro de babas.

    ResponderEliminar
  33. La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir

    ResponderEliminar
  34. que esto es poesia, mamolas, Gajakua necesita exorcismos haber si responde a una mejor estetita.

    ResponderEliminar
  35. La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir
    La incertidumbre es el único camino a seguir

    ResponderEliminar
  36. Sobre Octavio Armand
    Una riqueza que viene y regresa al cuento cubano, al barroco, Los tres tristes tigres, Paradiso, Carpentier, Loinaz, las novelas del exilio cubano, porque en Cuba no hay novela. De que podrían escribir, si en Los Andes vuelan los gavilanes polleros con los pájaros del diablo.
    Canónico y del no barroco, pongámosle un límite y un mojón. Para los guettos culturales, no solo del exilio y del destierro. La patafisica para un cubano al dedillo, los misterios eleusinos dispersos hasta la montaña azul de Jamaica. Quiérase o no la papalla estelar que luego pintaría Manuel Alejandro, el sajón sangrado y sus hijitos, otros `placeers que se los disputa con los suramericanos de Chile, Argentina y Perú. Yo me voy pa la Habana y no vuelvo más… te puede enloquecer. Quítamelo por favor. Poesía, Setentino, la cabeza revuelta como un mastodonte y la furia asucarada dando pasos de pasos perdidos.
    El mismo dolor pero con distinto pleito, señores no es la corte, ganas quisiera yo, ánimo verso hechizado , la extensión siempre bien vistas,la agonia del ser suicidado por una maldita droga. Te puedo decir ahora que acepto cualquier calificativo de bueno o de no me gusta, no estoy de acuerdo, no señor, a la vuelta, y celebraciones entre toda la cuadra y la distancia.
    Gajaka Extramítico

    ResponderEliminar
  37. Gajaka yo personalmente no veo a Carrera tan grande como Espina y Jimenez. Espina y Kozer dos caras bien distintas y una olimpiada entre la toma de yage entre los dos. León Felix Batista un maestro un mago neoyorkino, nuestro poeta en Nueva York. Que pasó con Verastegui, tu tenías unos inéditos. Que pasa bozon.

    ResponderEliminar
  38. Me gusta tus dispachadas palabras para Octavio, le va a sentir bien que lo hayas presentado en tu curso de poesía para maestros en el blog, con mucho esfuerzo consigues copiar de un blog a otro, aburrido no, m,ejor originales. Bueno lo tuyo es muy original, soberbio poeta neoberraco.

    ResponderEliminar
  39. Gajakop extramítico tu triunfarias en Kikirkistan, con un sueldaso, ves como se pudre el cuero en las pieles duras de Dios.

    ResponderEliminar
  40. San Diego Romero Gallón20 de abril de 2012, 17:13

    Gael conoces a Piriguarero o a Piriguaro? - ah si el que fumaba marihuana, si, que furra, queria follarse a mis amantes. A las 4 y 15 de la mañana.

    ResponderEliminar
  41. Diego ya eres santo, me lo habria imaginado, con el cuidado de un cirujano en el quirofano, la ley de la vida contra la de la muerte. Yo que pensaba que un mistico no llegaba a santo, que era puro cuento.

    ResponderEliminar
  42. La madre de la mallorquina, demadrid.21 de abril de 2012, 11:08

    Eres una eminencia, lo mismo tu amiguito cubano.Si ya me habñian advertido de que sigues con la poesía y un blog de eso. y . hay que decirlo. Te extraño muchisisimo.

    ResponderEliminar
  43. "Escucha cómo estallan en la palma de la mano unos pétalos de rosa.
    Mira cómo entre el anillo de Numa Pompilio en la copa de agua;
    mira cómo el gallo salta en el círculo de trigo.
    Mira, la semilla de amapola cae sobre las brasas
    y se retuercen las vísceras de tu peor enemigo.
    Observa cómo el reo lentamente mastica asustado pan de cebada." Pienso que este solo párrafo justifica el Oráculo, por ser verso eleusino. Lo demás.....

    Responder

    "o demás" es muy gaucho de montañas agudas, el essay me imagino la pequeña academia con tierra roja.

    Para ti anónimo entre anónimos

    Gajaka

    ResponderEliminar
  44. Quiero lamentar la perdida de los poemas ineditos que me envio Enrique Verastegui, pues estaban en un word de documentos y saz! llega el virus, la solucion casi con quimo terapia, es comenzar con algunas perdidas en el archivo, y se fueron, pero se que el tiene las copias, y le pido que me los envie de nuevo, ya que no soy tan robotizado en el wi fire.
    Verastegui es la literatura y poesia filosofica de La hora Cero del Perú, maluco no, dioniacos secuestrados por Pizarro desde 1550.
    Como joden estas historias que no han dejado de ser (sic) mágicas.

    ResponderEliminar
  45. Perdida de que textos?
    Gajaka estas loco tu, no pares tantas bolas.

    ResponderEliminar
  46. LIBÉRATE DE QUEVEDO TU ERES GONGORINO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  47. Hora Zero
    Hora Zero
    Hora Zero
    Hora Zero
    Hora Zero
    Hora Zero

    ResponderEliminar
  48. El chiste
    Hay chistes para intelectuales, en los que participaríuan el cura Alvarez, Borges y Calzadilla.
    Hay chistes malos para cansados obreros
    Hay chistes para señoras, que a diario salen por la televisión, pero hay chistes soberbios que si no los entienden no es porque sean para intelectuales, vaya la palabrita, sino que no hay sentido del humor, este nace en sonrisas estilo Julia Robert, o una familia de monos.
    Los chistes sobre l,os pastusos ya han incorporado al expresidente Uribe dentro de sus genialidades.
    He dicho, soy un bastardo.
    A las seis de la tarde de un domingo medallero me mato.
    A Gajis

    ResponderEliminar
  49. Genial Zulu, ya eres una neoberraca, sabes más que Antenor Orrego.

    Quiero decirles a los seguidores del blog que esta semana no pude subir los textos de Enrique Verastegui porque se me envolató la cuestión, ni los del peruano Mario Montalvetti, será para la próxima. necesito ayuda.

    ResponderEliminar
  50. Carlos I y Carlos V.23 de abril de 2012, 15:30

    a conque solo Argentina Chile y Perú en las demas paises no escriben nada que valga la pena, no creo que eso es la rutina de Armand. Estás con esos chistes zen que a veces peroran en toda tu obra con algunos aciertos, y que te pillas unas que nos hacen reir, pero no abusés Polaco.

    ResponderEliminar
  51. Montalvetti
    Cisneros enredado en Trilce
    Granados con su Funny Girl, y la espalda bien cuidada de los poetas sesenteros, the maximus.
    Hora Zero y Femur, Javier Sologuren y Carlos Germán Belli.
    Enrique Verástegui gritando por toda "Lima la horrible" la escases y "La esclavitud Perpetua", horrible terminar con el título de una canción.

    ResponderEliminar
  52. Pero que tonto jaime 44 o jaime 45 acerca de poetas peruanos buenos, 33, 33, 33, y ya está la perorata zen zen... Y te acercas al fuego de Demeter.
    He dicho.

    ResponderEliminar
  53. oh Zulu Deyzy, fue un 0-3 en contra que cabó con El medallo, casí le da un infartó a Sergio. Ganarnos El Chicó con el bolillo que nos hizo perder, es una tragedia. El DIM pa la B, y que de allí no vuelva a salir nunca!
    He dicho.

    ResponderEliminar
  54. La marquetería Neoberraca o la marqueteria del neoberraco o neobarroco, jo jo.

    ResponderEliminar
  55. que lástima que no salieran los poemas de Verástegui en este neoberraco. Así se perdió el año gajakita.

    ResponderEliminar
  56. que paso, no me gusta, que lenguaje que se acerca para coger a Gajaka por el culo de pasas y hacerle ver el diablo de los judios sefarditas. Apurese hombe que usted no es el preferido de lezama.

    ResponderEliminar
  57. El poe como Dalí, y sin idea sincera, o dios, que lo tenga en poaz fumando mallboro medium. y tu Gabriel que haras en Loisaida sin tu place en Umbrella House.

    ResponderEliminar
  58. No se anonimo, irñe acompañado para no tropezar con la misma piedra. Ya Umbrella House NO EXISTE.

    ResponderEliminar

Gracias por los comentarios enviados con tu cuenta de Gmail, y por enviar textos para esta secta abierta de la pequeña Andrómeda con cebollas en el mundo celeste. Si no la tienes la puedes sacar inmediatamente. Textos pueden ser enviados a gajaka@hotmail.com. e hilario.aquiles@gmail.com