Si se puede ser admitamos la lucha por sobrevivir a los nazis. Aunque el tema sea otro, todo lo cambia un libro.

                                            

                                            Los poetas Ted Hudges y Silvia Plath.

Poema neoberraco, para quien se atreva a ser bueno y malo pictográfico, a la vez, con un libro en la mano.

Por Gajaka Extra (s)mitico (una especie de pelotero dominicano).

I

No hay más que brujería, erección del más grande, y tiempo para la evolución del más chico de los deseos.

La vez que quise ser bueno, en la cara se me rieron. Cuando grite una injusticia, ah, casi peronista a la hora del mate pastor. De las desobligadas de tipo judío argentino, El Sur se integró, bárbaro Daniel.

La magia flota a pesar de la espalda del otro, ese que tiene mandos medios. Mis mandos medios son más místicos de bajo perfil africano, es un decir es la supuesta identidad de mono en el carrafanchal.

¿Usted viene de Petrogrado? Devuélvase. Pero si lleva todo el tiempo el libro de Martí, esos poemas, a lo mejor no lo fusilan, y lo ponen a lavar baños de mercaderes que caminan sobre las olas del mar.

Terroristas pasivos, eso es lo que son, la barba china, el parecido unidimensional, y en eso soñó Kertesz, ni te imaginas salir de un crematorio vivo. Pero son doce escogidos matones de la santa madre iglesia. ¿Qué le pasó a miss Cúcuta, a miss Guatemala, santa Inquisición, por no ser misis?

Asistimos absortos a la adoración de un pueblo alienígena tipo Ry2 por su Diosa rica en mamarias y sobre todo su mutuo respeto a la hora nona del otro bastión de Diosa negra.

La pausa es de más de medio siglo, los volcados misterios que no te dejan vivir en paz, pero que la escena sea corta pero de gran tamaño. ¿Los 80s? Anás. Reynaldo Arenas. La jugada es maestra, defensa india de rey, de muros cómo tumbas. El alfil ganador pica en derrota.

Son en realidad hermanos, el uno lo puede dejar en la carretera, tirao y hambríado. No son hermanos a pesar de la hermandad. Y aquel color que delata soberanía en las sombras de azabache, jaja.

Los hijos de la chingada pueden ser del planeta Marte, o sino casa por casa en la nueva Chihuahua. Son prestantes simbologías, que lo dice por derecho fascista, ay no te rajes en el desierto chileno. No te ahogues más en el Río Amazonas. Invasor caníbal, la suerte te juegue un peo.

II

Se que lo espera un banquete, una luna de miel en la Divina Comedia, no hay puertas para Zeus, menos para ateos por gracia de X.

¿Eso dicen los casados, que dirán los solteros que se casan 100 veces? Mínimo se es feliz por un instante. Que las nieves perpetúas se inmortalicen, versión, Cote Lamus. Las hexaédricas (de Octavio Paz) de centro del mundo, si.

En otro campo las poetas. Bellas emperatrices. Somos ahora los poetos. A Dios gracias, salvarán al mundo hundido de pie reformatorio.

Allá ellas, pasaditas de cúrcuma en la selva madre, nadie más claro que esto, piedra por piedra la revelación de un mundo subterráneo que empieza a volar. Tablada volaba.

III

Ya no hay pueblos, tal vez los mapuches, que sabían latín. Alas. Ni carreteras para naves espaciales de camuflaje de papel rojo de plumas de parrots. Películas embazadas prohibidas. Visconti, Pasolini y Fassbinder. Fin del cine sonoro. Erotismo sublimado con cercanías a Sade, mi prójimo. Emperadores que pudieron haber cambiado la historia, Atila (la espada de Marte). Dión (la neo sofistica).

La infelicidad todavía parece más grande cuando se sufre en una ciudad rusa invadida por la blanca y fría nieve. Antón Chéjov.

Mi voluntad de representación, ahí reflejada entre los krisnas llorones. O los lores divinizando las vacas cómo en la India, sin oposición ven hamburguesa colonialista, en la boca; bastante sutil el interlocutor budista.

 

IV

Preferible mantener la memoria, Nietzsche prefería Para olvidar de memoria (el libro de poesía de Alberto Vélez): Mientras la muerte trepa por los pies del elegido. Así se puede llegar a una aldea antigua en el pasado.

Si esto es un hombre, Primo levi, levanta la humarada, sube la gran pianística. Ha humillado el Holocausto, 10 meses, 11 millones de muertes al concluir los hechos.

                                 Chi Chenor, Víctor Gaviria, Gajaka, Rafael Urrea.