miércoles, 16 de septiembre de 2020

Humillar la vanidad de Gajaka sique su camino de creación. Algunos avances. Conversaciones con el extraterrestre se materializan.

 

                                  Homenaje al Fauvismo.

Humillar la vanidad; terco lo primero que se me vino en mente. Selección de un libro inédito.

Por Gajaka II (que no piensa en nada, a pesar de la escasa metafísica) (El guardador de rebaños).

I

He copiado el color luz de las estrellas, sus millones de súbditos salen a aplaudir, mientras me preparo con la difícil danza dodecafónica.

Saque su pincel más rápido, el marcador negro, la hoja de un gordolobo, la música del quinteto, nos dobla hacia nosotros mismos y hacia los otros, por fuera del horrendo baile de la piscina.

Tengo a alguien escondido en mi cuarto con olor a hombre, no ha de ser menester decir que es bueno, alto y trabajador. Tras el caso anda siendo perseguido desde la Primera Guerra Mundial.

El compositor musical de Chaplin, lo quiero aquí, salvo al cine de su inercia. Contra todo pronóstico empiezo a cosechar semillas para la multinacional. Tengo una que los va a poner de vuelta a la biología. Que frágil, volverse conservador pasivo, amedrentador de lobos.

A mi me salvaron la vida con leche acabadita de ordeñar, cuando apenas me erguía y seguía por el mundo; fuera de las islas!

Y en eso llegó mi alma y el virus que camina en la deriva artificial. Miro hacia atrás, con el paso congelado, el pasaporte a lo desconocido, con lo que importan las migajas del pan.

No llegas a las desconocidas lunas de Júpiter sino escuchas rock sinfónico. Qué tontería se va volviendo la vieja guardia, solo aguantan los que de verdad estén interesados; ¿cuáles son sus nombres? El rey de la selva, el OO7 X504 Agatha Semiótica.



II

¿Cuáles son esos lados del cerebro qué son en realidad rincones de deseo? Volcanes de risa en comparación a la explosión de lava. Pero a mí también me da en pensar en los crematorios. No le tengo ni la más mínima confianza.

Tardíamente la música, creaba su propio universo, comenzando con la imitación. El desplazamiento de la danza macabra en el futbool, solo interesa a quienes aman el fascismo para apartarse de las personas escogidas por una tabla, que no es propia idea de la redonda.

Doy vueltas en la cama, no quiero envejecer por el insomnio creado por el periodismo, quiero conservar el rostro de mi madre en mi interior con algunos retoques, a la hora de dar la cara a la intolerancia y al maniqueísmo en casi todo.

Ha crecido el estadio de esta duda, no somos nadie, a aquel que se movió en la prohibición aun pasando el período con la madre. De mala familia es harto pelechar a costa de los demás. El punto es permanecer en la esclavitud cómo lo más barato.

***



Conversaciones con un extramitico*

(Fragmentos)

¿Qué hay más allá? – Los amigos viejos o muertos. La selección de la memoria. ¿Te acuerdas del instante en su summa aquerrante?  La inmoralidad si se puede de las borracheras de Baco, tu tío botella.

La selección de los libros, y su orden alfabético siempre será Babel, lo sagrado. Inventas una palabra larga cómo un oxímoron, y te sale desconchinflado, y existe cómo motivo impresentable. Quemas el futuro en el primer plano.

¿La vida tiene suerte, cuánto dura? No tiene suerte, no tiene nada que reivindique un sacrificio. Es la pérdida de la memoria colorida, el gusto, y el mal gusto, juntos, forman este episodio dado en llamar Los detectives salvajes.

Mejor, tú, robarse un beso y morir encarcelado. Los inmerecidos golpes en la vida, señor Vallejo, siempre dándole al mazo, solo posando para la Torre abolida del amante de langostas.

Es la cura de la artritis el acontecimiento de este fracaso entretejido, que va cómo a caballo por la vida en colectivos avisos de aniquilamiento.

Luego suena a imparcial el pacto, sin fidedignos, sin la congoja por el amor entre los tumores, sino es parte de este mundo hereditario. Morimos confusos, e implantamos una dictadura a nuestro espíritu.

Éticos hasta en el paredón, las estacas métricas te dan la mano hacia un mundo relativo, guiado por figuras que van al sol a depositar sus cenizas, el ovni azul, no.

Todo lo que no está bien dicho, regresa a la pregunta poética. Van 100 al paredón de la Vereda tropical, y solo hay un demiurgo aciago, o un Aciago demiurgo.

A Carlos Enrique Ortiz, 

 *O conversaciones con un extraterrestre. Libro en  preparación.


9 comentarios:

  1. Ahora si entramos en materia efervescente.
    El inventor de Ovnis es ruso, o quizás hindú, cómo Mr Hindú.

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  2. Humillar la vanidad de Gajaka, título genial.

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  3. !!!!!!!!!
    Pareces o no pareces?

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  4. Me Quito la gorra teñida, si hay alcance para el ticket.

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  5. Extra (s) mitico es más que uno. El actor y su doble.
    Lo leeré en Cusco.

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  6. El collage 2020 maldito pacto, viejos de Morao.

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