lunes, 10 de diciembre de 2018

El filósofo George Santayana. Acerca de sus Soliloquios, entre la superada metafísica y su hija, la física.






En los Soliloquios, George Santayana, te tira a la calle a cantar el Hare Krisna, es mi hombre acaso un cristiano paulista hindú por escogencia?

Un Platón solitario, que a secas le escoge la copa de esa felicidad que viene encajonada o sea libre (libre no es el cielo), ni el cielo raso.

Por Gajaka Extramitico (rey visigodo)

Guión de extracto cero

Estoy en un nido de aves migratorias, que han desviado el espacio para otras aves, todavía Sir Dickens. Vamos muy bien vestidas al coro, de Luis de Villavieja del Corral, o el mismísimo corral para el sacrificio.

Juraría que no he visto nada. La vasta incomprensión, y un poco de salsa roja para el pescado congelado. Hago un mapa, un nuevo mapa, y para qué? Para memento, para Colón.

I

Y el Progreso del siglo 19, siempre está por verse, ni en 1950 existió, la psique, menos mal que existió Schopenhauer pero sin Nietzsche, sin la teoría de los gustos, la India eterna, esa si, ah, y los progresistas fueron los poetas ingleses, si así fuera, no ha entrado el Quijote, entre la ciencia del medioevo al fragor de un combate pírrico, por culpa del Tempranillo a media noche de caravana, y lo otro siempre será la espiritualidad de la India.

Segunda dice G.S. los griegos, su soliloquio de Hermes (Hermes, el intérprete. Da pie a ese sabor agridulce de otros dioses.
En un estanque de cuatro baldas, van dos llenas. El Renacimiento y Shakespeare, cierran el index.


Chirico.

Una filosofía muy personal, solo para eruditos ratas, los otros son los sofistiqueros, de trayecto en trayecto, las historias prehelenistas, entre el orfismo y los epítetos…

Antes de un San Constanzo, en la lejanía o en el inmenso mundo, no ha todos les corresponde por la misma cantidad, desata el veneno de San Luis.  Es una forma de epigramar la poesía. Medio siglo, resucitar ya no estaba de moda.

En el siglo XIII no se pusieron de acuerdo, pasantes asesinadas, un destierro podría convenir. Nada de esto en G.S. Españoles e ingleses nunca se han podido poner de acuerdo, el stablismech cogió a España en deshuzo, de sus golfas de la corona.Tampoco es G.S.

Estamos en Inglaterra, después de Harvard atrás muy lejos, hoy se alborotará con sus antiguos alumnos en Cambridge de difícil recorrido, vaya compruebe, son por si acaso detonantes de un siglo que los premió, y otro a pesar del degüello establecido.  Son dos plazas sostenidas por un microcosmos.

Por ninguna parte hemos hablado de despotismo en la poesía inglesa, solidificada por la mesura en sus discursos divinos de amor.

El exquisito poeta (G.S.), viajando entre el Atlántico, de lo más normal dado el caso y su obra. El maestro de la mitología griega, O tener embelesadas a las pobres furtivas dríades, con el canto de Apolo. Y  con el niño Hermes haciendo travesuras, con su cayo de pastor del Olimpo.

Cae el mito por si solo, y allí los rescoldos de la Britania, la adulación pero del sol enceguecido por las balas asesinas. Corren a resguardarse de las bombas que no se ven en la niebla, no es G.S. tampoco. Es el positivismo inglés. El espíritu irlandés es más verraco, en caso tal de ver desfilar sus muertos en el campo de batalla.

El dios Mercurio romano, es más hermético que posible, te forjaban telarañas, si, Inglaterra, tampoco es G.S. El maestro, G.S. está bañado con Demócrito de Abdera, todos deben de escoger lo bueno.

La propia pintura se maquilla, se cree Catherine Denauve, o peor Silvia Koscina. A lo mejor Adhela H. Nada de esto es G.S. Que malos chistes del pasado, quién era Atenea, había sido sepultado por los turcos.

De ahí, el ornotorroringologo para curar a los más mezclados, o la medeíta con su ídolo mamotreto censado, muerto en un campo de concentración. Nada de esto G.S.


II


LA POESÍA DE GEORGE SANTAYANA*



(Este artículo se ha publicado en El Norte de Castilla)
Jorge Ruiz de Santayana. “Sonetos”. Trad. Alberto Zazo. Prólogo David Pujante. Salto de                  Página, Madrid, 2016. 135 págs.

Luis Antonio de Villena
Para no confundir aunque se diga verdad, hay que comenzar declarando que los sonetos que aquí se traducen en cuidada edición bilingüe, fue los que publicó en Nueva York en 1896, George Santayana, por entonces ya una notable personalidad de Harvard. Sin embargo el gran Santayana filósofo, escritor y más incidentalmente poeta, hijo de padres españoles, nacido en Madrid y que vivió en Ávila hasta los 9 años (en que lo llevaron a Boston) es Jorge Ruiz de Santayana (1863-1952) que aunque siempre escribió en inglés, la lengua en que estudió, mantuvo toda la vida su nacionalidad española, y en cuyo pasaporte por ello debía figurar su nombre original: Jorge Ruiz de Santayana Borrás.  La situación familiar marcó su originalidad, su padre era diplomático y vivió en Filipinas –entonces española- y su madre, española asimismo, vivió también en Filipinas, pero casada en primeras nupcias con un norteamericano. Jorge (George) fue hijo del segundo matrimonio de su madre. Vivieron un tiempo en la península, pero la madre regresó pronto a Boston llamadapor sus otros hijos, y apenas dos años después fueron el diplomático y nuestro autor. Pero si el hijo se quedó ya en Estados Unidos estudiando, el padre volvió a España. Santayana por tanto (esto se recuerda menos) vino muchas veces a España y a Ávila en particular a ver a su padre y luego a sus hermanas, pero acá entonces era apenas conocido.
Santayana es uno de los grandes autores en inglés de la primera mitad del XX, con ensayos como “El sentido de la Belleza”, “Tres poetas filósofos” o una gran novela de fondo autobiográfico, “El último puritano” (1935) y unas singulares memorias como “Personas y lugares.” Educado en Harvard y notable profesor, George abandona EEUU en 1912 y pasará el resto de su vida en Europa, entre Londres, París y finalmente Roma, donde nuestro descreído autor vivía en un convento donde murió. El nombre grabado en su tumba está en español. Como muchos, Santayana tuvo una inicial vocación de poeta, aunque debió pensar que el tono de poesía de pensamiento de sus composiciones mejores (o más originales) le llevaba al ensayo. En esta cuidada traducción con rimas asonantes, vemos que la poesía más honda de Santayana es la más antigua, una poesía de raigambre metafísica, sobre el ser y el Todo.Luego los sonetos se van volviendo amorosos –hacia una amada ideal- y aunque son bellos vemos brillar la tradición del “Cancionero” petrarquista o incluso cierto eco shakesperiano. Los sonetos son siempre bellos y de poesía sabia pero triunfan los ideológicos sobre los amorosos: “Ido el placer, que el viaje sea corto.”(…) “No teme el temporal el que se sabe/ copo feliz que baila con el viento.” O mejor: “Y algunos nacen para estar perplejos,/ a un lado con su pena: de esos soy.” Ocasional corresponsal de Unamuno, Jorge Guillén tradujo uno de los sonetos, como le prometió al autor. Pero fue en Argentina donde más se tradujo a Santayana. En su justo prólogo Pujante se hace eco de la posible oculta homosexualidad de Santayana, soltero siempre, y al que tampoco se le conoce amor. Vale la pena.
, Noticias de Luis Antonio de Villena.
A Gonzalo Rigor
(Fin de la primera parte.)

12 comentarios:

  1. Ay ay ay corazón, el cielo me está matando.

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  2. Gajaca vas a venir a Colombia si o no?

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  3. Aleisa Porto Carrero11 de diciembre de 2018, 13:50

    No nos dices nada del Santayana español. No se porqué te gusta.

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  4. ESTO ME PARECIÓ GENIAL DE GAJAKA EXTRAMITICO;

    miércoles, 5 de septiembre de 2018
    Mi hermano, Gajaka Extramitico, heterónimito, nos trae sus últimos textos, neoberracos, antes de que aparezca la planadora con cara de pelona.





    Tres poemas de Gajaka Extramitico.

    (Más por la emoción pagana, de tenerlas a todas las figuras en pie de lucha, que por miedo al linchamiento isabelino).

    I

    La esencia del ser es la risa, surfeaba en el tablero verde. No es son romeo ronronea ese ron desnaturalizado.


    Empiezas mal, con la riña, la esclerosis múltiple de nuestros cerebros, la guerra de Viet Nan le queda chiquita. ¿De qué lengua me habla, su palabra final, agotada especie sonriente y petrificada? Así Petra muerta.

    Tan tan, tocan a la puerta que nunca dividió, tus pasos en la hoguera, j aja ja. Milenios de los Partos.

    Hasta los beckettianos destruidos professörchen, arrastraran los fardos del alemán de dientes de cocodrilo. No querer ser yo.
    Solo un hombre de éxito, que sabe perder su corazón en no te hagas el guasón animalesco, tres patas.

    Si van a quitarme la casa, el miedo de toda una historia derruida, me perseguirá sin armas para un valor que viene del juego en la habitación.

    Los hijos del sol no mueren, y como rastras, patafísicos indescriptibles, que se lo deben al barroco, que carajo.
    Desbalance de cargas emocionales, diferencias ahora si de formas en el epicentro cultural, si quién gana es la menor causa castigada, la aurora boreal.

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  5. LA POESÍA NO DEBE TENER CLARIDAD SINO ADMIRACIÓN, escribió el seudo Longino.

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  6. Tiene simulaciones de admiración. Buen gourmet. Al fin, he sido.

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  7. No conocía a Santayana, suena bien su selección. Otro más que pone a Nietzche en su lugar, aunque de vidas muy distintas, siempre se recurre al alemán, aunque sea detestable.

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