viernes, 12 de agosto de 2016

Eduardo Lizalde, el Poeticismo mejicano que giró hacia la izquierda en los 50s ( y al barroco), allí el dogmatismo stalinista los mandó al carajo.




Poemas de Eduardo Lizalde

Amor

La regla es ésta:
dar lo absolutamente imprescindible,
obtener lo más,
nunca bajar la guardia,
meter el jab a tiempo,
no ceder,
y no pelear en corto,
no entregarse en ninguna circunstancia
ni cambiar golpes con la ceja herida;
jamás decir "te amo", en serio,
al contrincante.
Es el mejor camino
para ser eternamente desgraciado
y triunfador
sin riesgos aparentes.




El tigre real, el amo, el solo, el sol...

El tigre real, el amo, el solo, el sol
de los carnívoros, espera,
está herido y hambriento,
tiene sed de carne,
hambre de agua.
Acecha fijo, suspenso en su materia,
como detenido por el lápiz
que lo está dibujando,
trastornada su pinta majestuosa
por la extrema quietud.
Es una roca amarilla:
se fragua el aire mismo de su aliento
y el fulgor cortante de sus ojos
cuaja y cesa al punto de la hulla.
Veteado por las sombras,
doblemente rayado,
doblemente asesino,
sueña en su presa improbable,
la paladea de lejos, la inventa
como el artista que concibe un crimen
de pulpas deliciosas.
Escucha, huele, palpa y adivina
los menores espasmos, los supuestos crujidos,
los vientos más delgados.
Al fin, la víctima se acerca,
estruendosa y sinfónica.
El tigre se incorpora, otea, apercibe
sus veloces navajas y colmillos,
desamarra
la encordadura recia de sus músculos.
Pero la bestia, lo que se avecina
es demasiado grande
-el tigre de los tigres-.
Es la muerte
y el gran tigre es la presa.





Esto es falso, esto es bueno...

Esto es falso, esto es bueno
y aquello rubio cobre.

Qué ciencia, hermanos,
cómo saben todo eso.

¿No hay más azul, ni falso ni magenta
que el sol del que los mira?

¿No florecemos, no estamos
comprendidos
entre los seres del reino
-oh solipsistas, oh videntes, oh magos-?

Sólo somos el muro que retiene al jardín.





Martirio de Narciso

Al verterse en los charcos la apostura
del que delgado está, pues disemina
sus reflejos, el agua femenina
se hiela por guardar cada figura.

El revés del cristal nos asegura
su espalda contener: allí camina
la sangre que en Narciso se origina
cada vez que un espejo se fractura.

Pulida tempestad en los cristales
impide que navegue su reflejo;
le da ceguera un Tántalo cercano,

quien dice amordazando manantiales:
aquel que aprisionar logra un espejo
puede apretar el mundo con la mano.





No puedes, rosa, coincidir con tu rosa...

...alle Rosen sind entweder gelb oder
rot...

No puedes, rosa, coincidir con tu rosa.

La rosa es amarilla, o no:
la rosa es roja, es blanca, es rosa.
¿Son sus hermanas todas amarillas
o blancas?
¿Rosadas, color vino?

Lo verdadero no es un callo
de este aparador,
ni lo falso una grieta
de su espalda de encino.

Rosa, no es prenda tuya
la verdad
de tu amarillo o de tu rojo.
No es un pétalo más esa rojez
que es sólo sangre de tu realidad
y trampa y muerte
del ojo que te observa
con sus tintas.

No, rosa,
no eres verdad como rosa
de tal o cual textura,
no se empatan las voces, al cantar,
del crecer y el vivir.
En innúmeras vidas
te deshojas al tiempo en que maduras,
palideces o alientas,

Rosa, no puedes
coincidir con tu rosa.

La despedida del bufón, de Marco Antonio Montés de Oca.



Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses...

Que tanto y tanto amor se pudra, oh dioses;
que se pierda
tanto increíble amor.
Que nada quede, amigos,
de esos mares de amor,
de estas verduras pobres de las eras
que las vacas devoran
lamiendo el otro lado del césped,
lanzando a nuestros pastos
las manadas de hidras y langostas
de sus lenguas calientes.

Como si el verde pasto celestial,
el mismo océano, salado como arenque,
hirvieran.
Que tanto y tanto amor
y tanto vuelo entre unos cuerpos
al abordaje apenas de su lecho se desplome.

Que una sola munición de estaño luminoso,
una bala pequeña,
un perdigón inocuo para un pato,
derrumbe al mismo tiempo todas las bandadas
y desgarre el cielo con sus plumas.

Que el oro mismo estalle sin motivo.
Que un amor capaz de convertir al sapo en rosa
se destroce.

Que tanto y tanto amor, una vez más, y tanto,
tanto imposible amor inexpresable,
nos vuelva tontos, monos sin sentido.

Que tanto amor queme sus naves
antes de llegar a tierra.

Es esto, dioses, poderosos amigos, perros,
niños, animales domésticos, señores,
lo que duele.


Poetas: Rubén Bonifax Nuño, Carlos Pellicer, Eduardo Lizalde, Marco Antonio Antonio Montes de Oca.

Eduardo Lizalde:


Poeta, narrador y ensayista  mexicano nacido en Ciudad de México en 1929.
Estudió Filosofía y música en la Universidad Nacional Autónoma de México. 
Es uno de los grandes exponentes de la actual poesía mexicana. Ha ocupado diversos cargos en el campo universitario, 
artístico y cultural. Hizo parte del grupo poético fundado en compañía de Enrique González Rojo y Marco Antonio 
Montes de Oca. Fue director de la Casa del Lago de la UNAM, director general de Publicaciones y Medios de la Secretaría 
de Educación Pública, y director de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes. Actualmente dirige la Biblioteca 
Nacional de México.
Su obra poética  iniciada con "La mala hora" en 1956, fue seguida por otras publicaciones entrelas que se destacan, 
"Cada cosa es Babel" 
en 1966, "El tigre en la casa" en 1970, "La zorra enferma" en 1974, "Caza mayor" en 1979, 
"Tabernarios y eróticos"
 en 1989, "Rosas" en 1994  y "Otros tigres"  en 1995. 
En 1984 le fue concedida la beca de la Fundación John Simon Guggenheim. 
Su obra ha sido distinguida con importantes galardones: el Premio Xavier Villaurrutia  en 1969, el Premio Nacional 
de Poesía Aguascalientes
 en 1974, el Premio Nacional de Lingüística y Literatura en 1988,  y el Premio Iberoamericano 
de Poesía Ramón López Velarde
 en 2002.
 

*** 

JLOT de Hidalgo y Costilla16 de agosto de 2016, 11:09

3

 Lo he leído, pienso, lo imagino;

existió el amor en otro tiempo
Será sin valor mi testimonio.

Rubén Bonifaz Nuño




Recuerdo que el amor era una blanda furia
no expresable en palabras.
Y mismamente recuerdo
que el amor era una fiera lentísima:
mordía con sus colmillos de azúcar
y endulzaba el muñón al desprender el brazo.
Eso sí lo recuerdo.
Rey de las fieras,
jauría de flores carnívoras, ramo de tigres
era el amor, según recuerdo.
Recuerdo bien que los perros
se asustaban de verme,
que se erizaban de amor todas las perras
de sólo otear la aureola, oler el brillo de mi amor
—como si lo estuviera viendo—.
Lo recuerdo casi de memoria:
los muebles de madera
florecían al roce de mi mano,
me seguían como falderos
grandes y magros ríos,
y los árboles —aun no siendo frutales—
daban por dentro resentidos frutos amargos.
Recuerdo muy bien todo eso, amada,
ahora que las abejas
se derrumban a mi alrededor
con el buche cargado de excremento.

Poema crucial de Eduardo, se lo oí leer a Revueltas en medio de la hinchada revolución del PRI.
Responder


https://youtu.be/CTE08SS8fNk

f

35 comentarios:

  1. No veo porqué los expulsaron del partido comunista mejicano. Lógico, ahora los comunistas dogmáticos no están en nada.

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  2. M sin Muerte, sin Matrimonio12 de agosto de 2016, 6:08

    Gracias, hoy es día del bloguero. Felicitaciones.

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  3. La ciencia ha demostrado que el vuelo de la imaginación después del verso libre, latín comunero, inglés Boca, Tenerife, de que no damos constancia a pesar de su existencia.

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  4. Esto es falso, esto es bueno...

    Esto es falso, esto es bueno
    y aquello rubio cobre.

    Qué ciencia, hermanos,
    cómo saben todo eso.

    ¿No hay más azul, ni falso ni magenta
    que el sol del que los mira?

    ¿No florecemos, no estamos
    comprendidos
    entre los seres del reino
    -oh solipsistas, oh videntes, oh magos-?

    Sólo somos el muro que retiene al jardín.

    Poesía filosófic
    a.

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    1. Si, y que es eso de qué el stalinismo los expulsó del partido comunista mejicano, acaso existe?

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    2. Existe un México perdido. Cada vez van menos a su tumba, digo pensé, a la de Octavio Paz.

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  5. -No puedes, rosa, coincidir con tu rosa..., es malito, desatinado, compleja liberta.d

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    1. Gajaka Extramitico.13 de agosto de 2016, 13:34

      Puro modernismo, chilango, texcoco. Baloncesto, Zapata y los zapatistas, Revueltas Texcoco.

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  6. Me llamo Eduardo Link!, mándame mensajes, yo todo lo contestare.

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  7. Serendipity

    Pocos pasos perdidos, el reflejo a horcadas, afiches la pala artistica acá donde agarre allá, par ati solito.

    Y por otro lado, La parte de la barra tallada con cuchillo.
    Si lo tienes eres bardo, entre Aristóteles y Potter.

    No sin antes, las ganas del vagabundo feliz de vagabundo. La felicidad amurallada, el endrino en el camino.

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    1. Bienvenidos a los ilustres poetas, una agenda muy apretada Serendipity, aquí le sobra el lenguaje técnico corporativo: Y por otro lado, muy antillano, lo mismo: No sin antes. No hay poema y queda como misiva.
      Por otro lado, ahí si, LGTB y otras siglas, es la organización gay más importante de latinoamérica, y queda en Colombia. No hay porque quejarse.

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    2. Entre Aristóteles y sus 14 libros, y los 14 de Potter. O me equivoco, solo hay un verso que trina a a diario. El azar concurrente no es una novela.

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  8. Poeticismo, mexicanismo, comunismo transnochado.

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  9. JLOT de Hidalgo y Costilla16 de agosto de 2016, 11:09

    3 Lo he leído, pienso, lo imagino;
    existió el amor en otro tiempo
    Será sin valor mi testimonio.
    Rubén Bonifaz Nuño

    Recuerdo que el amor era una blanda furia
    no expresable en palabras.
    Y mismamente recuerdo
    que el amor era una fiera lentísima:
    mordía con sus colmillos de azúcar
    y endulzaba el muñón al desprender el brazo.
    Eso sí lo recuerdo.
    Rey de las fieras,
    jauría de flores carnívoras, ramo de tigres
    era el amor, según recuerdo.
    Recuerdo bien que los perros
    se asustaban de verme,
    que se erizaban de amor todas las perras
    de sólo otear la aureola, oler el brillo de mi amor
    —como si lo estuviera viendo—.
    Lo recuerdo casi de memoria:
    los muebles de madera
    florecían al roce de mi mano,
    me seguían como falderos
    grandes y magros ríos,
    y los árboles —aun no siendo frutales—
    daban por dentro resentidos frutos amargos.
    Recuerdo muy bien todo eso, amada,
    ahora que las abejas
    se derrumban a mi alrededor
    con el buche cargado de excremento.

    Poema crucial de Eduardo, se lo oí leer a Revueltas en medio de la hinchada revolución del PRI.

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    1. Poema crucial, una nueva música de los adredes poéticos.

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  10. Poema filosófico, para una sonata otoñal.

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  11. Gracias Gajaka.
    Cañasgordas

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  12. Tu eres lezamista, mira
    no significa nada, a nadie le interesa, en Cuba lo leen y votan el libro pal abono reciclado. Quemado.
    Atrévete a hacer algo.

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    1. JLOT de Hidalgo y Costilla18 de agosto de 2016, 15:59

      Tu eres un idiota, no sabes nada, ni pio de literatura, por muy negra que seas, negro guevón.

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    2. jajajajajaja jajajaja jajajajajajaja

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  13. Muy a propósito su comentario plus mamerto, que se le va hacer, si la castración es meramente cubana, la mariconería está en la pose militar. Cuba mamerta y maricona, que disfruten de su música y sobre todo de sus dirigentes descabezados.

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  14. Que hermoso Rilke, parece un caleño con traje ajustado al cuerpo.

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  15. Rilke

    Canciones de los ángeles

    No he soltado a mi ángel mucho tiempo,
    y se me ha vuelto pobre entre los brazos,
    se hizo pequeño, y yo me hacía grande:
    de repente yo fui la compasión;
    y él, solamente. un ruego tembloroso.

    Le .di su cielo entonces: me dejó
    él lo cercano, de que él se marchaba;
    a cernerse aprendió. yo aprendí vida,
    y nos reconocimos . lentamente...

    Aunque mi ángel no tiene ya deber,
    por mi día más fuerte desplazado,
    baja a veces su rostro con nostalgia,
    como si no quisiera ya su cielo.

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  16. El surrealismo se resiste a morir.

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    1. El surrealiasmo es Dali, lo demás es basura.

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  17. Comienza la PAZ en forma en Colombia, felicitaciones gabrieles.

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  18. Recordé que había límites solo limites, para pasar los conejitos y los perritos detrás.
    Que hay algo referencial con el sexo, solo en los harenes improvisados.
    Te cagas de alegría con el café helado con leche, ves el cielo.
    Por fin las dos mucamas contrahechas, hermanas, se reparten lo que queda de este mundo.

    Gabriel del Casal


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    1. Hermoso el poema, lo copiaré para mi libro de apuntes, que tu conoces.

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  19. las manos de los etiopes, las presencias y la foto.

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Gracias por los comentarios enviados con tu cuenta de Gmail, y por enviar textos para esta secta abierta de la pequeña Andrómeda con cebollas en el mundo celeste. Si no la tienes la puedes sacar inmediatamente. Textos pueden ser enviados a gajaka@hotmail.com. e hilario.aquiles@gmail.com