domingo, 7 de diciembre de 2014

Un seudocuento erótico para amainar la descarga indecente, y poema de Gerardo Deniz.


La pestilencia moral de Juana la Loca
contra las impúdicas de Felipe el hermoso


El poeta colombiano, Gabriel Jaime Caro (Gajaka). Foto de Francisco Velasquez.


Juana la Loca no está triste bajando por la armazón que sirve de escalera en la carabela (El Vizcaya) A ver u observar como se la hace  El Hermoso a la princesa de Dover. Juana que es puro celos de católica romana y loba esteparia. De fuertes caderas y pronunciados senos de maja, y claro, cuando tuerce la nariz, caen a sus pies las brujas de Lieja y su querido maridito, que la tiene circuncisa, para el secreto de ambos. Qué osificación de temperamentos Reales. Qué cantaleta en medio del mosquitero celta (fisgoneando la avaricia de Juana, antes que el embrujo germánico de El Hermoso).

Todos en la sala de máquinas se preguntan qué hacer cuando en el puerto de La Coruña la reina decida vomitar el pescado por entre bastidores de negros desnudos traídos de África para nada que no sea espoliarlos.

Lo feérico y la pestilencia en el marinero español sobrevivido a los 4 mil metros de profundidad, y lo negro veneciano, enloquecen a la Reina que se desnuda un pie y el otro, hasta saborear la mirada estrecha de los expatriados vascos (tan galantes con sus saltos, con sus piernas gruesas por la pelota vasca) que apenas preparan su próximo ciclo de liberación con el apoyo de Juana, comida por los peces rubicundos del Vizcaya.

Juana sueña a Mozart, y corre enloquecida por el malecón, a punto de ser atrapada por el Rey Fernando el bueno, que no estaba escrito en la historia. La agarra y le clava su ponzoña entre las nalgas gigantes de sedentaria, así sea objeto asible y mierda para “Las moscas”de Antonio Machado.

Felipe escucha las digresiones de la inglesa romántica con el asunto de los piratas violadores, y cae exhausto hasta ser tendido en la lona del barco para ser poseído por los marineros peludos con corbata de lino escocesa. A Juana no le importa que su marido pierda las nalgas duras, así corra a sus pies para declararle que es un marica perdido para los próximos tres siglos de inquisición.

Muy cerca de allí: Carlos I ataca un monasterio de monjas y las hace picar (por no pedir perdón por semejantes escenas eróticas y hieráticas) Después de someterlas a su cosota gigante. Pide a Dios que su hijo Felipe II no sea como El Hermoso, y este (salido del Vaticano) se lo concede, porque nació negro, y por poco muere años más tarde atragantado de semen divino en aquel puerto catalán cuando su hija Micaela lo abandonó y lo dejó con su corte de moros sifilíticos. - Un puro yo de nuestras caricias erógenas, alcanzó a decir su clown, traído por la familia Tudor como invento de santidades.

- ¿Qué es esto? Humor hético, dice la reina, preñada por un esclavo holandés con sus manos de dragón, postrada a los pies de su señor, que a estas alturas del paseo no sabía si era una tira cómica renacentista, o lo peor: la suerte de marras de un matador español.

Felipe el Hermoso, a fe que lo era, con aquellas chaquetas de lana roja con pintas blancas (preferidas por los príncipes gays franceses, hasta su desaparición en la guillotina) regresaba al lecho de su mujer escandalosa, con sus derrames casi entre cobres y venenos venéreos, para crear la próxima generación de doncellas estigmatizadas como reinas por contrato para las cortes europeas. Y preparadas para ser putonas como su madre Juana y ambiciosas con el falo entre sus gargantas, por orden expresa de sus regentes impúdicos.

Juana Henríquez, porque en estos filtros fallaticos se le salía el apellido aragonés, empezó a comer las frutas que traían los traficantes de esclavos del Caribe; sobre todo papayas, que su Felipe hacía explotar con el erecto miembro paradisíaco. Daba ganas de entretenerlo con otras frutas tropicales, para evitar que el majo prefiriera el sexo oral (con las damas de palacio) a estas prácticas tan dulces y exóticas para Juana.

Carlos V, ordenó a punto de cuento de prostíbulo al pintor Tiziano para que lo pintara follando con la condesa de Farnesio, que lo acosaba cada que él le dirigía la palabra en el ofertorio. Tiziano cortó un seno, y con su sangre azul pintó el hades romántico del rey.

Faltaba el encuentro en Tordesillas de padre e hija con Felipe, para castigar tanta Sodoma y Gomorra, y así poder abdicar Juana de la corona, dejándose manosear por los pajes de Maximiliano, que encontraron en Juana la ocasional ramera de los dioses del Olimpo medio.

Gabriel Jaime Caro (Gajaka extramito de las Severisimas neoberracas)

 *
Un poema de Gerardo Deniz


Sorpresa

  Marielenita me ilustraba sobre los milagros obrados por Mao, con sólo
             salir al balcón. Los cojos oían, los ciegos hablaban (¿o a la
             bisconversa?). Acto seguido, franca como de costumbre:
     —Quiero acostarme con un negro —me declaró Marielenita—,
     pobrecillos, los discriminan tanto.

     Me retraje a mi madriguera.
     ¿Cómo suplantar a un tipo atlético formidable? —pensaba yo,
     pingüino depilado envuelto en piel crudelia
     que tanto atraía, en cambio, a Lilia.

     Pero a las amigas de amiga les debo muchos servicios, y sin escarbar.
     Una: —Tu adorada trompuda quiere acostarse con un negro,
     por razones filantropicoideológicas,
     pero la atormenta, confesó ayer, que los negros le den asco.

     (Nada recabdé a fin de cuentas, cual de ordinario,
     ni conocí aquel producto interno tan bruto como apetecible,
     tampoco me embijé cada mes lunar con el Libro Rojo del Timonel;
     sólo fue una enseñanza desdeñable, sin acabar nunca de aprender.)
       Marielenita se casó más tarde con un italiano, supe,
     ojalá siquiera pardusco —para aplacar tu racismo, dulce mía.

     Ustedes, europitos, vengan a visitar el trópico, hasta nueva moda,
     y admirar supremos especímenes humánicos. Ojalá entendieran la risa
            que nos dan. Ambos. -
  
      
     
Del libro “Fosa escéptica”, “Ave del Paraíso”, 2000.


Gerardo Deniz, El poeta mejicano de origen español. Tan ufanado, tan mejicano, que de España los cascabeles de Llorente. La Academia sueca lo anda buscando para saber quien es el, alcanzando una estrella se echa a reír.



44 comentarios:

  1. Por fin algo bueno como tergiversaciones. Coño que el pasado te atormenta, y por eso no aciertas en el presente. Consiguete un amante viejo como X-504. Ya llegaste a la edad de Bronce. Deja a la chismosa.

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    1. De acuerdo:ojo que ya llegaste a la edad de bruces.

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  2. Gerardo Deniz, bueno amigo Gabriel.

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  3. Un cuento muy explosivo, y en escena, rico.

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  4. Gajaka se cree Pound, porque todo el mundo es Ezra, menos el, tan antojadito, tan llena de memos, rapiñola, palabra que a este hombrecito dentro del cuerpo de una mujer, es.

    Te dejo ese par, ilustrativa.

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  5. De aqui sali al porno y me masturbe con las nalgas de la Juana en el Vizcaya.

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  6. Ay de bruces, con sonado bombo, con platillitos llenos de crema, ay Dylan, dele por ahi, que todavia a los sesenta se puede con las pesas y con el Dylan.

    Y que me han contado, que en tus secretos, todo lo tienes caido y con ese simulacro de macho apenado de papa, alargas la imagen y te contrahechas como peluche.

    Te deseo una buena carreta para la locura maniaca depresiva, y que algun dia escribas el poema largo de tu farsante vida, y termines inclinado ante mis versos.

    A la errante miseria

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  7. Si es seudocuento es seudoerótico.

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  8. Ah, entonces, ¿serè yo maestro, el mismisimo "oh fe en la vida" ?

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    1. Nooooooooooooooo creo, porque no soy retrasado mental, como lo admitís vos mismo de vos mismo. Esa si es ya la sabiduría tontal.

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  9. Ay no Gajak, "el mosquitero celta", no tiene sentido, sobra en Juana Henrriquez, tal vez el faro de Galicia.

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  10. Trataremos de encontrarte un terreno baldío para que te asombres.

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  11. Juana era un jinete terrible como lo fue su hijo Carlos V.

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  12. Geraldisimo Gajaka, ojo en hoja con las fechas de esta vida, el libro FOSA ESCEPTICA de Deniz no es inédito, fue publicado en el 2000. Escudriña por favor, antes de abrir tu ciega tinta.

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  13. Aurelio Penagos Salas11 de diciembre de 2014, 5:58

    Ezra Pound es mi poeta favorito, a pesar de sus posturas fascistas. Otro mas engañado por el fascismo que mas luego asumio al nazismo como tarea esclarecedora de un mundo mejor.Poetas futuristas solo vieron en estas politicas una reencarnacion de la verdad con uña del diablo. Cuando no se tiene nada que dar.

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  14. Hay algo que no me gusta del cuento, y es esa cosa repetitiva del semen, algo que no queda claro en los contextos historicos del catolicismo carismatico de la epoca. La voluptosidad de Juana como si fuera la Madonna de estos tiempos.
    Solo te arregla el cuento el ritmo decreciente de la hiperbaton.

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    1. ¿Cuento?...ja...correte un poquito payacito, yo también gomito al lado de los negros para no "espoliarlos"...(sic)...¿Cuándo aprendiste lo feérico, no aprendiste a expoliarlos?

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    2. jua jua jua, payacito!, a lo mejor querias decir papacito. Te traicionó el inconsciente de chucha.

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  15. Gajaka extramitico II12 de diciembre de 2014, 10:43

    Para tu informacion, yo no corrijo nada mio en el churrunguis, asi, que gracias gramatico culo bajito por tu ex...
    Ay, no, que lujo que lo leiste todo, asi la maldicion del garabato va super.
    No te sonó nada lo de la hiperbaton?

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    1. Ya lo decía alguien, Roca creo: que entre tu mano y la escritura no hay nada, el cerebro no pasa por ahí (lo que queda de él), y eso es el neoberraco: la exclusión del cerebro pa gomitar palabras...¡Qué lujo de vanguardia!

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  16. Gracias a los lectores de esta nueva entrada, la del seudocuento, pues en 5 dias se ha registrado 1122 entradas. No ocurria esto desde la publicacion de los poemas de Leon De Greiff y del Manfiesto del Neoberraco.

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  17. tres espuelas de acero ortográfico para el payasito Anónimo (no es payacito, papacito)
    tanto espoliar como expoliar son palabras permitidas por los jerarcas de la lengua.
    Así que trágate tu mala leche resentida para que lubriques tu lujoso cerebro.
    Lo de Roca son piedras de una rigurosa vedette de la escritura (dura tintura del poetariado)

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    1. Ay a ver...pallacito. ¿Mejoró?, ¿cerebritos?

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  18. O correte un poquito paallacito...o payacito revolviendo dos palabras, que no saben ver, mis dilectos payasitos descerebrados.

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    1. ?? ve que cosa, puso payasito, en vez de mantenerse en la posición. .

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  19. A mi me parece que el cuento de Juana y Felipe, es un cuento para marihuaneros, y como ahora volveran a estar de moda como en los setentas, siiii, fue mejor el setenta para mi, y otra vez las aproximaciones de Gajaka.

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  20. Sofia Moreno la plagiadora12 de diciembre de 2014, 18:20

    Vea señor payacito, lo mas horrible de este mundo, o mejor, del ser humano, es no tener conciencia, como las mismísimas burras de clase media.

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  21. El anonimato y el seudonimato cibernauta, una nueva plaga de la cobardía intelectual…

    los anónimos son sinónimos de bajeza...

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    1. Aplicando la máxima sentenciosa de Quevedo y Villegas, primero LA ENVIDIA, luego por supuesto LA INGRATITUD, para volverse SOBERBIOS y LA AVARICIA como sustentación de esta degradación humana.

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    2. ¿Estás hablando de vos, no? Me conmueve como te describís, qué capacidad para reconocerse, en cambio yo y mis otros yoes no hemos podido. Lo único es nuestra cobardía y bajeza que nos las repartimos y saboreamos entre todos.

      Confirmado: Anónimo

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    3. Mas perdido este zoquete, volvamos al cuento erotico. Pues me fume una bareto de la buena, y lei el cuento y si, es maravilloso. El futuro a la vuelta de La Malita, perdon la esquina.
      Vivan los marihuaneros unidos, y abajo los que la cambiaron por un pacesito, y han llegado a la soberbia ridicula hasta con sus hijos, y antiguas mujeres.

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    4. u.u. ñañigo

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    5. Dianus Atraides, me gustan tus comentarios, espero que no seas anónimo insulso.

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Gracias por los comentarios enviados con tu cuenta de Gmail, y por enviar textos para esta secta abierta de la pequeña Andrómeda con cebollas en el mundo celeste. Si no la tienes la puedes sacar inmediatamente. Textos pueden ser enviados a gajaka@hotmail.com. e hilario.aquiles@gmail.com