- Toca aparecer en el colmo de los narcisos, para los que no lo son, o son de otra categoría, Aquí es mirando el mar de los sargazos, justo en mi mente los pájaros.
Cuando la muerte es inminente, la palabra -cada
palabra – se llena de sentido. La sentimos nacer al fin grádiva, indispensable.
Esplende lo que por años había sido nuestra duda, conquista del mundo.
Nombramos la centella que mata: el mundo
es una palabra. No hay tiempo entonces que perder y esta experiencia
última, única nos resarce de toda patria. De Cada palabra, Jorge Gaitán Durán.
Por Gabriel Jaime Caro (Extramitico, ex,
is, ser xapil)
Buen título
para hablar de la prosa poética, la palabra grádiva, la experiencia de la
palabra, y por último la libertad de una patria que no tenemos. Fue Juan Liscano el promotor de esta
lectura, Entre el erotismo, y la pulsión
de muerte. Ahora sí que nos coja la muerte confesados, no es la historia
del parnaso colombiano, que dan
ganas de vomitarlo, no importa su exotismo, al fin y al cabo una inclinación de
la torre divide los rebaños, del simbolismo al surrealismo de Georges Bataille, de una inusitada
revelación.
Y el por
qué desprecio tanto a Guillermo Valencia,
el poeta, fue Ministro de guerra, que prometió devolver la esclavitud para los
negros en Colombia en 1930, y para los indígenas del Cauca. ¿No
es para meterlo por un tubo de ensayo? Con el perdón de William Ospina, por tergiversar sus ensayos sobre la Historia de la poesía colombiana.
Gaitán Durán con sus escasos libros de
poesía, merece un Nóbel póstumo,
desde Asombro, El libertino, China,
Amantes, Si mañana despierto, cinco libros en el entre brazo mundano paraíso,
por ahí se adentra. La cosmovisión de un hijo de Silva. O de Shia.
Antes de aquí tendremos no existía/ Este
mundo radiante. Nunca en vano/ Al deseo arrancamos el humano/ Amor que a las estrellas
desafía! (de Sé que estoy vivo). Comienza vallejiando,
sigue la metonimia dolorosa, a la filosofía
entregamos el humano, y a la poesía el amor.
Hasta aquí
el seguimiento a Liscano por su
ensayo sobre Gaitán, tan largo cómo
un libro.
La llegada del Extramitico, luego (s), y ahora (x). Detalle. Gajaka 94.
II
Preparación para
ser feliz con el polvo del desierto, o con el polvo de la playa, odiada por los
mapaches con rostro de mujer.
Mi madre
les tenía miedo, caminaban en las puntas de la alambrada invisible, supongo un
encuentro de origen, o la tornasolada refriega de la imagen de pacificación.
Ellas
suponen una hermandad entre líderes de diferente política, siendo Una la muy
maldita, se abren el rostro como fieras de laboratorio, el mismo del patio
trasero.
Y saz,
disparan al aire, mientras huyen sus camadas infames. Tómate la llave, no dejen
que entren, pasadas épocas con la cacería. E ahí la diferencia, y no hay
hermandad sino para robarle la presa.
El modernismo fue el poder CASI
INDEPENDIENTE de casi cuatro décadas. Cojan papel y lápiz, dibujen cada uno su
sistema planetario con los últimos descubrimientos, ojo con volver a ver la
tierra plana.
Se mueven
como fichas, así los movía el Duque de
Alba, la farsa hermandad para por fin descargar el arma asesina en nombre
del rey. O los sacrificios anunciados; a ti el escarmiento, al otro la soledad
petrificada, los goteros selenitas.
Y cada amor
tenía su paraíso. Su infierno era una imagen pesada de mover la página. El
ulular del búho del poeta Nuevo, y
la horrible ganznateria de los cisnes abandonados del Romanticismo.
Lamer las
señales de la taza de café, o simple manejo de las cartas en el poder, sino Póker,
cae el telón.
Casa Teatro, Santo Domingo. Aquí compartiendo con Forrest Gander y Ash, y Alejandro Aguila Aguilar, con el amigo de Miami. Nov. de 2017. Foto de Loli Cienfuegos.
Me cago en Sebastopol.
ResponderEliminarQue maravilla los dos poemas que ibas a leer en el Festival internacional de poesía de Fredonia.
ResponderEliminarNati, una más de vida, una rosa, y todo marcha bien.
EliminarNati e una vida, trans trans.