lunes, 17 de diciembre de 2018

Zama (L.Martel), Roma (A.Cuarón). The other side in the wind (O. Welles), y un documental sobre su último filme, nos ocupa este final de año en cartelera de cine.


POEMA DE ENTRADA

Si señor, ROMA, el señor Cuarón.

Agarre su hembra y su arreo, voy con toda, por la Tere, y por la Medina.  La judía que se jactaba de ser poeta judía, que se lo creo en la misma cuadra. El odiado Leo Dan.

La musa judía, lavada, que pecaba por rigor.  El grito del otro, suáquete, la identidad. No soy monedita de oro.

El truco legal del padre de 4 hijos, no existe. En los bajos rescoldos del mismo inmueble, la gracia medio entendida de la mujer mixteca. La dulce indiecita.

Si aquí en Coyoacán ahora adoran al poeta Novo, muy cerca del horror del Fascismo Ordinario que se tomó las calles de Tlateloclo.

Los tocó sanamente el Popol Vuh, en esos planos con carrito motorizado o de vallas, Roma, preponderante y poderosa hasta en los más bajos instintos humanos.

Y esa señora que parece una poeta católica del virreinato de México, lleva las crianzas al matadero, al cine de la Colonia.  Los perros el alma de la distracción.

El polvo de este desierto que se va por los abismos o simplemente las artes marciales, no son el deseo.


¿Y por qué el cine es diferente a la realidad que alguna vez fue? ¿Por qué ha corrido tanta agua de planeta, sobre los espacios sagrados, que nunca fueron? 


Zama

“La vida es una tómbola” (Homenaje al cinematógrafo), al mejor
cine del 2018, según Filme Comment, me atrevería a escoger 4 de las 20 del año.

Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

El cine, 2018, estuvo a esto de quedar decapitado, unos autores se volvieron fascistas, odian las doctrinas elípticas, de esas luces que no son las del espíritu. Fellinis en la muerte de la especie, que te llega vía Amarcord.

Otros lograron llegar y subir, el director mejicano Alfonso Cuarón y Lucrecia Martel de Arg., pero con ingenio y locura; de que estaban hechos, están hasta el sobaco, y el desengaño de qué, Orson Welles, John Huston, nada de Óscares en vida, ni la rima, para eso me tiro al boceto. 

La risa del cine, Huston Welles. Eran los primeros y los últimos del cine de Hollywood, al que desgraciadamente pertenecían. Zabriskie Point de Antonioni, y el cine italiano post neorrealismo. Ah se siente a gusto, el Making sin make up.

¿Cómo tratar a los trillizos?

Voy a hablar de mis emociones con Zama de Lucrecia Martel, y Roma de Alfonso Cuarón. The other side in the wind, de Orson Welles, y su documental maravilloso.

O.W. (no contento con la pelí, hizo el documental acerca de la obsesión con las formas: el making  para ver como se hace, va usted a 100, hay una gran fiesta, que en el cine son conflictos internacionales).

En algo estábamos conectados en 1970 y el 80, con Orson el gordito de la teve. No se cansa de mirar la tele. Igual capricho sin que nadie le ponga balas al travellin.

Roma, la otra película elegida, dije un deleite, y eso que le falla en espectáculo el incendio de los bosques californianos, de ahora. Carajo, la mixteca Cleo, la empleada de servicio, también es mejicana, doble sangre, interpretada por Yalitza Aparicio.

Hay que acomodarse cada vez más, en la butaca, mientras la cámara de Alfonso Cuarón te arrincona en la pocilga (la recámara) que alguna vez fue tu cuna, a 360 grados del piso al reflejo condicionado, mierda, ¿qué es esto? El cine dentro del cine, los sanguinarios aztecas y sus mujeres milenarias.



Zama (L>M>), la otra seleccionada, pero primera en la lista de Filme Comment) te embarca, hasta los profundos paraísos del caballo de la conquista. Dónde desaparece el Chaco porque si y porque no mis mininos vecinos de Portugal en el Matto Grosso.

La cineastaLucrecia Martel se basó en una novela del escritor argentino, Antonio De Benedetto, pero en el foro del Alice Tull de New York, dijo, que no solamente el 100 por ciento del filme tiene que ser de esa novela; me gustaba Visconti y monté una escena de Romy Schneider. 



Hice de Lola Dueñas (la actriz), que disfrutara de su set como nunca, regalo de Pedro Almodovar. Si por esa crítica de qué Zama no era fiel a la novela de Benedetto, perdió en la taquilla en USA y Argentina.

Verbena de la paloma.

Orson Welles, se sale de sus clásicos, y realiza su último filme, entrándote a la segunda y cuarta dimensión, el cine y las comunicaciones, John Huston, los amigos, peter Bogdanovich (The last Picture). Los 60s, el cine de psicosis, y de la psicosis colectiva

Todos los involucrados con el cine en los 80s, de la misma escuelita, al cumpleaños de Jake Hannaford, sus 70, la fiesta dividida en cuatro partes, O.W. nos deja ah/i tirado hasta que vienen sus chistes y presencias de semidivino, esté dónde esté, en Madrid.

Mientras tanto Roma (calle de Tepejí 21), es la autobiografía del cineasta A. Cuaron, el guionista, el fotógrafo y camarógrafo, que aprendió junto al Luvesky, El chivo.



Sus 0nce añitos en la colonia Roma, con sus hermanitos, madre y padre, y criadas de origen mixteco. El machismo más allá de un filme de Clavillazo. Cleo, es la chica mixteca que protagoniza el filme con un respaldo del autos, que sabía que tenía su memoria intacta.

Zama, nos introduce por la inocencia y la maldad en la falsa expresión del Nuevo Mundo, ¿De dónde ha salido tanto criminal, o un derecho divino de la Santa Inquisición, que tenía folios de 27 mil personas buscadas en toda la Colonia, hasta 1800, la Corona no nunca fue incapaz de unir sus colonias, tenía tanto desnivel el vino
Romano, y hasta el de La Rioja?



El hombre que espera a 38000 millas una noticia de traslado,  y que busca bandidos para trabajar, interpretado por Daniel Giménez Cacho, y mientras tanto recibe un castigo del mismo horror de los infiernos cadavéricos del papa negro. Lucrecia viste a todos para la toma de los 360 grados, la misma que vemos en Roma.

El cine el buen cine son todas estas expresiones, de las que intento modernizar, sacarlas de contexto, tan tiro una al viento desde las terrazas al cielo de Roma, vivíamos de las baladas, de los viajes a la playa en el carro de mamá. Extiende el guión, y se entran los esbirros de Hernán Cortés.

Mientras tanto, Welles nos cuenta la historia de Pocahontas, desnuda, en uno y otro contexto, y cuenta con colaboradores de excepción como Robert Ramdón, Pauline Kael, Susan Strasberg, Oja Kadar, hacen la [parte critica del cine, que para esa época tenía maestros, que ya los había tenido en cinema francés.

El sound track, las entrelaza a las 4, incluyendo el documental de la última cinta dirigida por O.W. que no la pudo terminar debido a su muerte en 1985… como imprescindibles, y que el macho ojón rubio no mate a la nena. Y la película de O.W. termina con la muerte de Hannaford (J.Huston) el mismo día de su fiesta de cumpleaños, y todos quedamos de bruces en el final o apenas tratando de levantar vuelo.  

Para decir que volvimos a lo sublime, a reconocer el cine de los autores latinoamericanos en la cartelera neoyorkina.

A Loli Cienfuegos, colaboradora, a dos voces.





lunes, 10 de diciembre de 2018

El filósofo George Santayana. Acerca de sus Soliloquios, entre la superada metafísica y su hija, la física.






En los Soliloquios, George Santayana, te tira a la calle a cantar el Hare Krisna, es mi hombre acaso un cristiano paulista hindú por escogencia?

Un Platón solitario, que a secas le escoge la copa de esa felicidad que viene encajonada o sea libre (libre no es el cielo), ni el cielo raso.

Por Gajaka Extramitico (rey visigodo)

Guión de extracto cero

Estoy en un nido de aves migratorias, que han desviado el espacio para otras aves, todavía Sir Dickens. Vamos muy bien vestidas al coro, de Luis de Villavieja del Corral, o el mismísimo corral para el sacrificio.

Juraría que no he visto nada. La vasta incomprensión, y un poco de salsa roja para el pescado congelado. Hago un mapa, un nuevo mapa, y para qué? Para memento, para Colón.

I

Y el Progreso del siglo 19, siempre está por verse, ni en 1950 existió, la psique, menos mal que existió Schopenhauer pero sin Nietzsche, sin la teoría de los gustos, la India eterna, esa si, ah, y los progresistas fueron los poetas ingleses, si así fuera, no ha entrado el Quijote, entre la ciencia del medioevo al fragor de un combate pírrico, por culpa del Tempranillo a media noche de caravana, y lo otro siempre será la espiritualidad de la India.

Segunda dice G.S. los griegos, su soliloquio de Hermes (Hermes, el intérprete. Da pie a ese sabor agridulce de otros dioses.
En un estanque de cuatro baldas, van dos llenas. El Renacimiento y Shakespeare, cierran el index.


Chirico.

Una filosofía muy personal, solo para eruditos ratas, los otros son los sofistiqueros, de trayecto en trayecto, las historias prehelenistas, entre el orfismo y los epítetos…

Antes de un San Constanzo, en la lejanía o en el inmenso mundo, no ha todos les corresponde por la misma cantidad, desata el veneno de San Luis.  Es una forma de epigramar la poesía. Medio siglo, resucitar ya no estaba de moda.

En el siglo XIII no se pusieron de acuerdo, pasantes asesinadas, un destierro podría convenir. Nada de esto en G.S. Españoles e ingleses nunca se han podido poner de acuerdo, el stablismech cogió a España en deshuzo, de sus golfas de la corona.Tampoco es G.S.

Estamos en Inglaterra, después de Harvard atrás muy lejos, hoy se alborotará con sus antiguos alumnos en Cambridge de difícil recorrido, vaya compruebe, son por si acaso detonantes de un siglo que los premió, y otro a pesar del degüello establecido.  Son dos plazas sostenidas por un microcosmos.

Por ninguna parte hemos hablado de despotismo en la poesía inglesa, solidificada por la mesura en sus discursos divinos de amor.

El exquisito poeta (G.S.), viajando entre el Atlántico, de lo más normal dado el caso y su obra. El maestro de la mitología griega, O tener embelesadas a las pobres furtivas dríades, con el canto de Apolo. Y  con el niño Hermes haciendo travesuras, con su cayo de pastor del Olimpo.

Cae el mito por si solo, y allí los rescoldos de la Britania, la adulación pero del sol enceguecido por las balas asesinas. Corren a resguardarse de las bombas que no se ven en la niebla, no es G.S. tampoco. Es el positivismo inglés. El espíritu irlandés es más verraco, en caso tal de ver desfilar sus muertos en el campo de batalla.

El dios Mercurio romano, es más hermético que posible, te forjaban telarañas, si, Inglaterra, tampoco es G.S. El maestro, G.S. está bañado con Demócrito de Abdera, todos deben de escoger lo bueno.

La propia pintura se maquilla, se cree Catherine Denauve, o peor Silvia Koscina. A lo mejor Adhela H. Nada de esto es G.S. Que malos chistes del pasado, quién era Atenea, había sido sepultado por los turcos.

De ahí, el ornotorroringologo para curar a los más mezclados, o la medeíta con su ídolo mamotreto censado, muerto en un campo de concentración. Nada de esto G.S.


II


LA POESÍA DE GEORGE SANTAYANA*



(Este artículo se ha publicado en El Norte de Castilla)
Jorge Ruiz de Santayana. “Sonetos”. Trad. Alberto Zazo. Prólogo David Pujante. Salto de                  Página, Madrid, 2016. 135 págs.

Luis Antonio de Villena
Para no confundir aunque se diga verdad, hay que comenzar declarando que los sonetos que aquí se traducen en cuidada edición bilingüe, fue los que publicó en Nueva York en 1896, George Santayana, por entonces ya una notable personalidad de Harvard. Sin embargo el gran Santayana filósofo, escritor y más incidentalmente poeta, hijo de padres españoles, nacido en Madrid y que vivió en Ávila hasta los 9 años (en que lo llevaron a Boston) es Jorge Ruiz de Santayana (1863-1952) que aunque siempre escribió en inglés, la lengua en que estudió, mantuvo toda la vida su nacionalidad española, y en cuyo pasaporte por ello debía figurar su nombre original: Jorge Ruiz de Santayana Borrás.  La situación familiar marcó su originalidad, su padre era diplomático y vivió en Filipinas –entonces española- y su madre, española asimismo, vivió también en Filipinas, pero casada en primeras nupcias con un norteamericano. Jorge (George) fue hijo del segundo matrimonio de su madre. Vivieron un tiempo en la península, pero la madre regresó pronto a Boston llamadapor sus otros hijos, y apenas dos años después fueron el diplomático y nuestro autor. Pero si el hijo se quedó ya en Estados Unidos estudiando, el padre volvió a España. Santayana por tanto (esto se recuerda menos) vino muchas veces a España y a Ávila en particular a ver a su padre y luego a sus hermanas, pero acá entonces era apenas conocido.
Santayana es uno de los grandes autores en inglés de la primera mitad del XX, con ensayos como “El sentido de la Belleza”, “Tres poetas filósofos” o una gran novela de fondo autobiográfico, “El último puritano” (1935) y unas singulares memorias como “Personas y lugares.” Educado en Harvard y notable profesor, George abandona EEUU en 1912 y pasará el resto de su vida en Europa, entre Londres, París y finalmente Roma, donde nuestro descreído autor vivía en un convento donde murió. El nombre grabado en su tumba está en español. Como muchos, Santayana tuvo una inicial vocación de poeta, aunque debió pensar que el tono de poesía de pensamiento de sus composiciones mejores (o más originales) le llevaba al ensayo. En esta cuidada traducción con rimas asonantes, vemos que la poesía más honda de Santayana es la más antigua, una poesía de raigambre metafísica, sobre el ser y el Todo.Luego los sonetos se van volviendo amorosos –hacia una amada ideal- y aunque son bellos vemos brillar la tradición del “Cancionero” petrarquista o incluso cierto eco shakesperiano. Los sonetos son siempre bellos y de poesía sabia pero triunfan los ideológicos sobre los amorosos: “Ido el placer, que el viaje sea corto.”(…) “No teme el temporal el que se sabe/ copo feliz que baila con el viento.” O mejor: “Y algunos nacen para estar perplejos,/ a un lado con su pena: de esos soy.” Ocasional corresponsal de Unamuno, Jorge Guillén tradujo uno de los sonetos, como le prometió al autor. Pero fue en Argentina donde más se tradujo a Santayana. En su justo prólogo Pujante se hace eco de la posible oculta homosexualidad de Santayana, soltero siempre, y al que tampoco se le conoce amor. Vale la pena.
, Noticias de Luis Antonio de Villena.
A Gonzalo Rigor
(Fin de la primera parte.)

viernes, 23 de noviembre de 2018

El poeta Gabriel del Casal; siempre que la hace, ya saben, Unos poemas a las axilas de tu ser reencarnado




Yogananda collage. Gajaka crippi.

Diario de un loco con interlocutor:

Un antecede que regula otro, hasta hacerlo picadillo en la boca que atraganta. Pausa a una tormenta.

Por Gabriel del Casal

I

Maluco.

El hombre de hoy no se parece a mi, sino por la curva turdas de la noche negra del Atlántico, que no percibe la horrible nada. No es un clima ideal, es la curva turdas, maneras de hacer las cosas
antes que la inquisición mande su castigo ejemplar.

Es la Parte maldita que se desdobla en pedazos como salmón asado, con fines recreativos.

Hasta el momento de libertad nada, tetas? Mejor esconda sus dedos romanoides, va a faltar el arroz. No en la costa del marfil, que va que arroz… arrow mon a mu.

II

Si no hay fronteras se perderá en la llanura, sombreros cada vez más anchos pero en la pasarela de Milán, la semana de la moda. Yo miro de infarto tu lánguida imperfección.

El peso de las culpas se cae como un techo viejo, ni con el pétalo seco del faisán. Apuesto etrusco de La Habana.

Que te hacen el milagrito, en que escala mi mijo, pero se hace, y cada uno por lo suyo, mientras la madre envejece de ansiedad, y un corrientazo de vida en la sublime reina de Corinto y sus desterrados hijos de Edipo en Crotona.

III

Semicondenado por seudoteniente coronel, solo apuntaba al mar de Crimea. Vaya barbaridad.

Con el paso de las hojas en blanco donde mora la poesía no cupieron en un solo cajón, las que iban para el editor estrella. ¿La marquesa de O la hermana de la Medusa?
¿Dios mio no te detengas, o quieres que vaya yo; le impresionó a Paz o más a Novo de Pita Amor?

Alas incautas imprecisas y violentas, pesadillas  sueños somnolencias, gritos de la diosa perdida que busca a su otro yo, aunque sea en forma de víbora. Para redimirlo.




IV

La drogadicta escena del sanatorio, y la diminuta pena del canto, dos cosas bien distintas. Hazlo saber Jung.

Si me han condenado para quererte, entre canas, peluqueros que se comen los animales domésticos.

La confianza en el ser que va más allá, de todo y de mi, lanzo mis canas al aire metafísico, y que de allí ofrecerla a los dioses pequeñitos.

Un helado en Budapest, de Claudio Magris, para subirle el tono a la elocuencia y a ese vasto valle del Danubio. Haces un puente y se liberan todas las deidades, hasta aquí llegaron los bazares, y ese afán de hacer castillos imposibles para sobrevivir.

V

Predicas el amor y la bondad, pero porque estás en la India Meridional, pero cuando viene un tsunami, todos vienen hacia ti. En el centro del mundo y de la tierra, donde el verde es de esmeraldas.

Los fusas, confundida la crónica con la presencia desencadenada siglos atrás. Encima el encierro de las vacas, porque no hay toro, dice la niña.

La condesa del reino de Castilla va de pueblo en pueblo, buscando a su hermano torturado por el Chaco. Y se hace mujer. Nos hace reír, tejiendo orgasmos.
(Se me salió el Zama de Lucrecia Martel).

VI

La escala es del amor, cuánto dura qué no se tira un pitazo, y revientas glumorosa, el otro sinceramente es del bando de los músicos.

Lunifica, es terrible (quizás en los bosques de hierro), y si todos se parecen a ti, la descendencia pura y orgánica, mientras no abandones el cero, seguirás dividiendo. Todos llegan a un fin, cuándo la muerte se va a dormir, yo muero.



VII

Epicuro quiere pruebas de supervivencia, entre el cielo y la tierra, que toques, así, el centro neurálgico y acrecientes tus bondades divinas. La inmadurez es como la niñez eterna esclava del deseo.

Las enseñanzas del joven telúrico, dan al traste consigo mismo. Hoy ha descendido al purgatorio, ve más gente que de costumbre. Procura tormentos para enemistarse, y al final el dedo en la boca dulce.

VIII

Tu un hombre interior, baste decir interiorizado desde el seno de la muerte. De privadas batallas, cogen vuelo, no vaya a maldecirte la sicópata figura.

¿Sí o no hicieron el hueco en Bajo el Volcán? En el gran latifundio, en donde amanecen las grullas del septembrino.
Se priva de toda grandeza, abandonando las necesidades de pedestal o vestal indígena. Des cobra terramicinas.
j


Foto archivo del Central Park: M. Martinez, Gajaka, R.L.P.V., L.F.Batista, Sheila Candelario, Paco (amigo dominicano), L.F.larrea, y Robertico García. 2002.


lunes, 12 de noviembre de 2018

Gerardo Deniz, el poeta mejicano que hoy nos atañe, está buenísimo, digo, para el Juicio Final.



G/D. 1934-2014.

Gerardo Deniz, le dije, ole, su prosa representa una filosofía De marras. De su parte alegro con moto, sus textos a Viceversa, en los noventa. Apunte in extensión. Límpiese bien las trasedillas, para que no diga que se le acabó.


Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Con su prosa reunida, De marras, del poeta Gerardo Deniz, nos damos un vueltón, hasta suavizar los conflictos con el balsámico cómo penicilina, y la risa de Demóstenes en el exilio de verdades insulares.  Ronda por sus textos a la revista Viceversa de México.
Prepárese para el infarto al miocardio, mio poseso, a la mezzo, a esos Puritíticos positivistas…En la Quemazón de condesas. A esa pocilga donde llegan todos; es propicio el examen de los labios amargos.

Tres chat de tequila para el doctor Juan Almela. La prostitución está en los labios, la marea está baja, límpiese los hongos herpianos, para que después no diga que está acabado.

Y La siesta del fauno, de Debussy. De Mallarmé otra vez, su página en blanco con solo una h, entra y sale por el viejo escritorio. El nacimiento de la música moderna. Es bien sabido. Bravo Debussy y, G.D. anda feliz. Es solo la colaboración para Viceversa (1994-2000).

Si, que es lo qué más se le acerca a la alquimia, la bioquímica, exacto para otros la quántica y Diógenes Laercio. Ah, y el dibujo, desde pequeño.

Ese cuento se lo habían echado a Stravinsky, La música moderna existe entre pechos, entre telones y pieles color de gallina. Niyinsky desmoralizado.

Antes el caso Dreyfus, El cielo del fauno en la hierba se desparrama en un cuarto de hotel, no terminé la investigación, siguiendo a Deniz, seguían las persecuciones a los judíos en Francia, fundamentalistas entre los aplausos del público. El otro villano.



El Himen en México, sobre un cuadro de Chavarri. Se ve desde las montañas de Toluca. El cádaver de Anatole France (Viceversa, junio d 1995), una pequeña joyita, Deniz de cuerpo entero. ¿Qué es un sifonaptero? Muy cerca cabalgamos, no es burra es mula.

Cabalgamos dice G.D. en la Isla de los pingüinos de A.France, su más universal y única novela, pero G.D. da su voto por El figón de la reina patoja y Los dioses tienen sed. Se declara prehistórico, lo mismo que a A.F. (para nosotros los prehistóricos). El appergione de Schubert, para el precio de la fama. Atenor con arcilla de coca.

Una rareza, el absurdo en la alquimia, puede ser ahora para los nulos lectores, G.D., cuadra con el neobarroco por el Siglo de Oro que lo lleva de escudo proserpiniano, a la vio con Diana, la energúmena de la provincia de Papantla,  de donde viene la vainilla.

También publicó en una de sus entregas, Viceversa, una Escena Dramática, Acto único: diálogos ejemplares. Una obra intensa como las del Berlín Ensemble, Esquilo, casi apoteosis, que contradicción también rumorada. Una obra clásica, la comidilla en Tepen el fin de semana.

Que sigan, Bonnet, Busser, Franck, Cheveliard, Orson Welles, sin telón de fondo Buenos Aires. Que se desinfla, que se ve como Narciso, y muchas cosas más. Me sigue sonando Debussy, mientras los falsos cantantes de la música moderna utilizan el violín.

G.D. seguía trashumante escribiendo sus libros de poesía, Ton y son, Letritus, Fosa Escéptica. Cubiertos de una piel. Una maestría, cuántas maestrías leídas, mejor que leer mala poesía, condenada en el oráculo de Sierra Leona, por el homosexual F. Pessoa.

Para los de la poesía difícil de leer, un tonel de mierda de laboratorio, y montar por última vez en bicicleta, camino expreso donde Dioniso, O, quedarse quieto con la momia.

Y escribió Violín (Dic. Del 2000). En el violín los rusos y Bela Bartǒk, a todos nos dijeron desde pequeños, el stravagarius, el violinchelo, toda la familia unida. Deniz aconseja el peyote (el preludio te lo haces). Sibelius, Prokofiev, si, y los rusos escandinavos también. Acción extrema, pluralidad de sonidos mágicos de violín, para el Juicio Final.

Preludio, que ahora va a sonar Alban Berg, Para mi el mejor concierto para violín. Otro más que lo mató un resfriado.

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Tomado del blog: Otra iglesia es imposible.
martes, julio 10, 2018


Gerardo Deniz / Tres poemas inéditos

Secreto

Ponderan mi memoria de cosas variadas
(—Tiene usted una memoria felicísima,
me dijo a mis diecisiete un viejo químico),
pero el secreto que sólo yo conozco
es que más y mejor recuerdo todo
lo que atañe a cierto olfato y cierto tacto
(no hablo de zonas erógenas pues son el cuerpo entero),
y que estos rastros mnémicos
me asaltan a mano armada en mil circunstancias.
De pronto mi órgano de Jakobson, mis manos y lo demás
despiertan, desvergonzados y simultáneos,
ante la estantigua de las ausencias,
quienes, por si fuera poco, cargan a la espalda
sentimientos, palabras, preguntas sin respuesta o respondidas,
más toda la tramoya necesaria
para seguir existiendo sin perder lo existido
que siempre concluyó de igual manera,
pero dejando todos los detalles tragicómicos.
Huellas dactilares, indicios de ADN,
parafernalia caduca, pero ello,
lo puedo asegurar, no tiene gracia ninguna.


Preparativos

Me preocupa (entre otras quisicosas) pensar,
ahora que me quede ciego,
qué voy a hacer con la mesa de billar que traigo dentro de la cabeza
cuando rueden por ella
(y a oscuras)
cisticercos, pezones lisos como caramelos chupados,
canicas, avellanas, vólvoces (gónadas), burbujas de chicle, oes
y hasta una que otra piedra de la locura.

(No) vamos a ver qué pasa.


Sintomatología

Esto va de mal en peor.
Hace unas horas te encontré en una pieza de Scriabin
que, por tanto, en adelante será tuya.
En mi poblacho habrá esta noche una luz
y en adelante continuarán siendo más, bien lo sé:
son las metástasis que sin querer desparrama tu existencia.
No sólo por el andar se denunció la diosa.
Es ello, estoy seguro.


Gerardo Deniz (Madrid, 1934-Ciudad de México, 2014), Siglo en la brisa. Blog de Fernando Fernández. Laberintos. Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles, n° 17, 2015
Envío de Eduardo Ainbinder.

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G.D. con O.P.



jueves, 8 de noviembre de 2018

Mandarín Carroll, Autorretrato, hablado y escrito, poco importa que se autodestruya.





Fausto y Mefistófeles. Delacroix. Foto archivo del churrunguistunguis.

Nota del autor: Mandarin Carroll viaja al planeta de la lírica, más acá que de allá, jardines orientales de aves multicolores, no bastaba que se instalaran allí, prosaicos. La mierda de millones (de aves por supuesto) abarca el más bajo interés posible. No alcanza para el tomate.

Por Mandarin CarrolI

Por fin autorretrato

Un pensamiento de más absurdo, interrumpe el diálogo consigo mismo, Hamlet que está de moda.

Las alegrías (de Algeciras) cada vez más cursis, cursilería, chocolate del centro de África, tabaco y ron. El príncipe heredero, el invasor frio calcula por la aparente matemática que ve en mi.

¿Ciego cómo quién? Anda prensado en el hechizo #7. Mamambé Mallarmé (y el  Mallarmé me alarmé de Comas).

Nací para ser brillante al lado de un marfil, o la poca descripción de los hechos, hasta para ripear el olmo alimenta el error. No es Genet es Pierre Michón.

Se levantan los grandes telones, y aparece Juan Diego Flórez cantando Júrame de María Glever. Nunca una palabra locura tan bien cantada.

¿Todos los hermanos escriben igual? Siempre comidas con vegetales crudos; si, igual.

Me duele el alma emocionada de otra vida, y me asfixia la tóxica muestra de arte del impostor inocente.

De qué sirve dime que te diga, ¿qué es un heliotropo? Me pintas la bombona que es un botellón. Esa otra planta originaria del Perú.

Escribe John Ashbery, Mi poesía es hievática, no está en la categorías por ejemplo cómo el auriga, conocedor del arte de conducir los carros de caballos.

Decía Aristóteles, versión, Sólo hay una fuerza motriz, el deseo. La esperanza, el alma y el deseo. Tonalidades que van perdiendo peso con el tiempo derramado en un lienzo.



Lanzamiento de La risa de Demóstenes, rara, III. Medelín, 2017. Rafael Urrea, Pearl Harbor (F.V.), Elmer y Gajaka.

Hablemos de ese hombre despierto, manejado por un dios fundamentalista como Alá, en el valle oculto y preferido de la luna. Imagen glorificante de la tecnología contra el amarillo intenso de la naranja en su factor moralizante.

El cuaderno de Amorgós de Elsa Cross, lo dice todo en el desierto, de lo que ha sido la isla siempre, parte de la Atlántida. No te embulles en algo que no tiene futuro.

Fragancias, ese era el olor remasterizado, A Madrid no llegas, mientras este tú te ahuyenta. Vaya que la corona española me debería de oír, en claros de sonata refuerzas tu trasero adburquico.

II

Los tétricos temblores, la bujía en el guarda agujas, lo recuerdo, ya no soy un sádico, ya no soy un duende, ya no soy cuerpos de cuerpos en la perpetuidad del orgasmo virtual.

Calmaste, ya no eres ira, combate pero de esperas, y si funciona la otra matemática, fuero, resistencias al glamour de la diosa.

¿Quién era Miguel Hernández, el poeta de Alicante? Lo sabrás a su debido tiempo. Poeta republicano de gran estirpe. Estirpe dice mucho de un barroco lírico.

La Residencia de estudiantes, la solidaridad socialista frente a frente con el aplastante socialismo de los nacionalistas. La fe de un caudillo mentiroso, de una vertiente vallejista que salió intacta.

Con la fiebre de la cerveza un jabalí resbala por entre las balas de otoño, su mismo mimo de la incongruencia, ¿Para qué describir frustraciones? (L.R,D.D.R.II).




Javier Sologuren, poeta del Perú.