lunes, 28 de octubre de 2019

Hilario Luna volverá a comer sancocho de gallina, en su tierra natal. Poemas en entreveo con la filosofía de la vida.





Gajaka en La torre de la libertad. Foto tomada por un juez de Paz.

)
Karma

Quiero una casa edificar
como el sentido de mi vida.
Quiero en piedra mi alma dejar
erigida.

Quiero labrar mi eremitorio
en medio de un huerto latino,
latín horaciano y grimorio
bizantino.

Quiero mi honesta varonía
transmitir al hijo y al nieto,
renovar en la vara mía
el respeto.

Mi casa como una pirámide
ha de ser templo funerario.
El rumor que mueve mi clámide
es de Terciario.

Quiero hacer mi casa aldeana
con una solana al oriente,
y meditar en la solana
devotamente.

Quiero hacer una casa estoica
murada en piedra de Barbanza,
la casa de Séneca, heroica
de templanza.

Y sea labrada de piedra;
mi casa Karma de mi clan,
y un día decore la hiedra
SOBRE EL DOLMEN DE VALLE-INCLÁN.
)
Poemas triunfalistas, por Hilario Luna (Aquiles)*.

La semilla de mar

A mi lado el altar de los acrílicos, enguevado, la luz apenas posesionada, una leve sonrisa de triunfo, cuando todo se ha hecho, yo con mi máquina de hacer versos.

Tengo ideas que transformarán el mundo, al menos el mio; cómo para darle un pitoborrazo. Vivencias al fin encerradas en pantalla, lejos del bosque más cercano.

El café para los grandes ayunadores, fíjese la norma pelirroja del mediodía, nuestras almas por el mismo laberinto, imaginado vuelo de ave extraterena, fea su larga vida, aves de rapiña amaestradas.

Las he visto. Conciencia infinita solo se lee a si misma.

Mal final del anterior verso, por donde asoman las prioridades según cada cosa, cada ser. Dejemos el infinito para la primavera.

La nave, oh Pizarnik, convertida en pájaro qué avisa que llegó.

En estos días de parranda, escrutados los sueños, vea usted señora de Ministro, ábrase al abismo de ese otro ritmo, por ejemplo de Columbia a Guaguancó.

El autorretrato de Rembrandt que me ha marcado para siempre, él y sus retratos de hueco mortesino, las aulas cerradas compuertas asiladas, paredes de fusilamiento.

Meditaciones que no son meditabundas, aunque suenen abundosas, reclaman la observación valorada por todo un instante que va a hacer grande.


Rembrandt, autorretrato.

Otro cosmos, para curar la verborrea; es cariciosa, la palabra.

Aprende a no corregir nunca, mientras tengas a todo tu destino encima. La niña de tus ojos corriendo, el libro que parece una biblia, enarbolado espíritu, resistencia interior y plagado blasfemando; has visto ese parecido en la pasta.

Esos silencios que preceden la armonía, suena cursi, pero desbarajado, esas tu, ahí que es toda la totalidad, todavía sueña con Ángelus Novus. De las águilas norteñas.

Me imagino el porvenir, tantas horas robadas al sueño, tu favorito, y desmoronando, nada sigue. Y otra vez te haces, y otra vez te haces, cómo dice la balada.

Has invitado al juego, con ese miedo de ponerse feos los hombres de supuestas razas arias (la ridiculez en pasta), y sobre todo mestizas. Plegables. Putas maneras. Postizo el trombón de maderas. 

El delirio de Tresor vuelvo hacer.

Y aquí aparece al que le dicen Las ruinas circulares, y se cree Bauman. Poca cosa para un filósofo soñador.



*
 Hilario Aquiles Luna, 1956. Hilario ha vuelto a nacer, alborotó el avispero, cree en la divina providencia, los días que son mastodontes de estorbo, vuelan con la mirada infernal. Si antes era caliente, que lo vuelva hacer, al menos para los huesos sempiternos, la vida rosa, la mirada en el cine por unos presupuestos malditos, maldito el poeta, que se queda en su eterna suite.



lunes, 21 de octubre de 2019

Gajaka Extramitico, ha regresado a la poesía, y la ha llamado financista, apoyado en Quevedo.




Dios, Quevedo, la Edad de Oro, y Verástegui.
Por Gajaka Extra (s) mitico

I

La sátira, no era adivinar el curso de esa lacónica conversación, crearle un salpullido, que lo anime a pensar la cosa en si. Requetemores, pues no sabe ni la mitad de la lengua.

Un clavo saca a otro clavo, no está bien visto. Las amenazas ejecutivas de Quevedo, para crear a la mujer (la modelo de la pasarela, Milán, Munich), los zócalos de la civilización.

Cada uno es artífice de su fortuna. Cágate los calzones, o recoge cera, moldéate gladiador.

Nadie te salvará de Quevedo, los que no son nadie, ni en tu querida guarida de callejón; mira que juzgarte y verte pasar me entra escalofrío, pero quién es? Que otra vez la madre, Julieta de los Espíritus, lo niega, mientras viva el dictador.

Que si bien es conceptista, un bárbaro español, es completamente desviado, precisamente. No había pelota, reducida estaba para las acrobacias indoeuropeo, Federer es el rey. Merovingio.

Prefiero aquello que medio se dice, fantasmal, de su propia medida, medina, mefistofélica, en este caso Quevediana, y que nadie se levante de su pesada cómoda.

Rivadeneyra, en su librito de oro del Príncipe cristiano le dice que eche mano para su servicio de los bienafortunados (Migajas Sentenciosas).



Gajaka Extramitico. Foto de Loli Cienfuegos.

II

Intensa rima pasada por la trituradora.

Encerrado en la media torre, que ahora le lanza el destino todo el albedrío, los casos cursi sueños de la melancolía. Mejor dicho el baúl completo de tangos.

El androide perfectamente inmodificable e intenso. Si dejaría de rezar ante tanto dolor, lo apuesto por la imagen carismática del católico favorecido con muchos años de vida.

Son esas sentencias, peores que las de la ley romana, las declaradas naves de ozono, y la perdida animal. Eso da miedo, cómo el extranjero nazi (en Orson Welles).

Ahora lo que se dé Arguedas, todos los Arguedas son locos, por unos cuantos tonos de quechua, que pone mi cerebro entristecido. Lo anuncio con los platos rotos.

Le hago honor a la semblanza, queridísimo condenado, que dios me coja confesado. Ud es parte de ese misterio, ¿de dónde vienen los poetas? (A Enrique Verástegui), a un año larguito de su muerte, su intensidad, de ver devorada su imagen, Esplendor, y la poesía de un asaltante del cosmos a villa real.

Dos poemas del peruano Enrique Verástegui: Si te quedas en mi país. Una cita con Sonja/ En los extramuros del mundo. Y te retiras a leer.



Enrique Verástegui y Carmen Ollé.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Mandarin Carroll el de la prosa limpia y bruta cómo palo. Heteronimito desplazado por su autor ABC.





Collage, Escuelas de imaginación, órficos. Gajaka extramitico.

Poemas contra el ABC, desde Roma, pasando por Castilla.

Por Mandarin Carroll, definitivo, se tragó entera la alcachofa, y su madre no lo quiso enterrar. El Tercer mundo embrutecido.

I

El acostumbrado humor cuando se muere un muerto, válgame Dios, no lo he corregido, - porqué no va para ningún magazin, es la letra muerta, muerta de hambre.

¿En qué parte, parte tan larga, la costa peruana, se enclava la ballena azul de la novela azul americana? Dentro de Chimbote, o en Piura, tenemos un testigo.

Regresa humor sin h, fuiste mi invención en el juego surrealista; pero que risa que estos Sabuesos verdes, miren a la mitología griega como inferior, o lo peor, sin invención, recíprocos que renuncian a la academia, negativos informes de supervivencia, serán tratados mejor por el nestalinismo gaseoso de tinte mercenario.

Los opacos colores (trituradora de espermas), post impresionistas, habían abandonado al dios negro y amarillo de la India inglesa.

Hoy es el instante de esta pesadez, la famosa espiritualidad ante la poesía, ¿no es para morirse de risa? No, es para umorografíar, no es nada más que un escapismo en la biosfera.

Tuvimos tiempo para quemar la guerra, las diosas cómo Atenea, no tenían seguidores, con unos 14 mil sería suficiente. Embalsamen el momento, el frenesí, tu modelo de escultura es una Naturaleza muerta para el arte.

En la larga costa donde cabían las naves, a estas (o estrellas) si se quemaban y han hecho infinidad de relatos de hipocresía. Una india se casó con un extraterrestre, lo mismo una boricua; y un científico más, se tiró por el túnel vertical del volcán aquel.

Nací bueno para el poema político, antisocial y antidemocrático. Me suena a fascismo, esas prácticas de maricas haciendo política.


Carlos Enriquez, paisaje.

II

¿Si dentro del fascismo, hubo tanto poeta bueno, ahora dirás qué no hay fascismo, porqué no hay poetas buenos, ahora, O por qué no hay escuelas de dónde acomodar la conciencia antes de que finalice su ciclo qué va con la muerte? Dice Gonzalo Rigor, que le hacen daño a la poesía.

Si se han atrevido de meter un loco poeta en una jaula, imagínense lo qué hacían, al contrario los chinos, inventando lenguas posibles, interactuando desde un afuera que también fue borrado por la ira divina de un gigante mastodonte, no cómo los que se ven en el Metro.

La nueva inquisición, nazista, se los come la vergüenza, y los queman juntos en un crematorio en un Campo de concentración. Métodos aceptados por las nuevas guerras. Un humano es una lagartija azul en el lavamanos del patio.


Derain.

III

La madurez enardecida, viva usted, aquí a mi lado.

La vejez tiene cara de fascista, el nuevo desorden humano, empieza en casita. Los antiguos molinos de viento, la bella sicología de los primeros súbditos de la megalomanía.

Si es un decir tanta ética, el punto invariable de una demostración que tiene castigos para los ignorantes. Punta de lanza de la auto contemplación de las leyes mosaicas.

Nuestros ancestros dormían toda la noche, y la luna es una simple vigilante, haciendo caligramas con los gatos felinos, dueños de la nocturnidad y sonámbulos vegetarianos en proceso vacuo.

Y para terminar, suba pa arriba.



Zama de Lucrecia Martel.


miércoles, 9 de octubre de 2019

Gajaka Extramitico muy orondo anoche en Dolor y Gloria de Almodóvar. Nos vimos de extra (miticos) terrestres en escena.





Dolor y Gloria de Pedro Almodóvar.

Gajaka extramitico (extra (s) mitico, sin pio, sin Baroja de Hollywood, aunque lo sepa todo y prefiera el cine iberoaméricano.

El deseo presenta, Dolor y Gloria, o cómo le gusta a Hollywood o a la España de Cristo rey; de dónde diablos, hacerle sentir al rey que tiene súbditos de aquellas tribus violentas que se enfrentaban a los moros, y se despedazaban canibalmente, ojo al ritmo, y a la comedia, al melodrama estilo gay, y con todo el mundo dándose balazos.

El deseo del destape, ante la opresión y represión, inaudible, encima del pueblo español de las iberias, y paremos el cuento, Pedro no es un inquisidor, aunque se excedió en Mala Educación, mostrando gays asesinos, horribles, solo la de la nariz grande, salvaba una película.

Gael (0tr0ra) se dejó deslumbrar con este guión de Almodóvar, de ese destape del cine español después de Franco (conservando la monarquía), del que, hay, no den un paso, o piérdase de mi vista. Chavela y el cine argentino. Todo un deleite, Dolor y Gloria, con esos colores vivos del setenta. Antonio Banderas fenomenal, la sonrisa del año.



Y es que cuándo comienza la anécdota, el filme cambia 100 %, la amistad gay y bisexual, la contragema, la true historia, entre dos amigos, y otro, y otro, ahí solo su madre y la amiga. La metáfora de la heroína, se la comió.

El Banderas de Átame, pero más maduro, una excepción a la regla. Penélope es Penélope (a la española (casi lo que es), en su papel de siempre. Y ser casi la segundona después de Sofía Loren, aunque haga su biopic, que risa. Góngora debe estar aplaudiéndole (a Pedro).

Pasolini asistiéndole una escena, con un niño ideal que emerge de las aguas del río, donde lavan y cantan las mujeres del pueblo.

Yo sufría, ya va a cagarse en azares, que tienen que ser concurrentes, hermano mio. La madre que salvó a Capote, Borges, a muchos de nuestros amigos, es la madre de Almodóvar, su humor es el lenguaje exclusivo de todas sus pelis, religiosamente atea.

Pero más católica, en los entremeses mofletudos de ánimo, pero es qué nadie les gana, y dejamos La mancha de Cervantes, por la Madrid contraactuada, de ese valle de caídos, vaya a saber después de las cuevas, y esa cueva de Altamira, donde creció el niño y aprendió de todo, sobre todo a escribir. Solo faltó otra vez la narizona.

Y con este cine español, hay que tener cuidado con la que vine, Mientras dure la guerra de Alejandro Amenábar. Cómo dicen los pichones de poetas, el uno Almodó (var) y el otro Amená (bar), tiene que ser del mismo origen.

Con su peli (P> Y G>), a lo Douglas Sirk, nos muestra a Unamuno y la caída de la república por el franquismo (nada de merovingios, que quede claro), y el nazismo para los poderes españoles inquisitoriales.


César Vicente, en el papel de analfabeta.

II

 No se bañe delante del niño, y es su maestro. El estilo de la droga, la huida del pop, acabadita de pintar. Y faltó el tocadiscos, y que sonará Il Volo, hay cuándo la vea Comas.

Nos mirábamos identificados en la sala, no hubo tal transgénero, talvez los gemelos de Ricky Martin. La unidad de cuidados intensivos, por donde viene la gloria, la estrecha relación entre individuos que alguna vez fueron tus amigos, El deseo presenta. El vómito del artista.

Son muy de primer plano sus actores, tienen sus rostros particulares, Leonardo Sbaraglia (Argentina), y Asir Etxeandia. Todo bien, entre más acentos el arte del cine nos une, ¿son metales preciosos, o solo mi imaginación?

A mi entender, subió la calidad de historias de su vida o la de un tercero, que es el mismo, Banderas muy emocionado, que gran parejo (ahora hacemos sopa de palma de oro). La mujer madrileña preocupada de los vitores y malos momentos de un director de cine, son las mejores extraterrestres de P.A.

La risa de Almodóvar no funcionó tan palatinamente. Más en Erase una vez de Tarantino, si, y menos en Judy, por los beneficios gays. De lo que hemos visto con pasión.

Don Martín de Angulo y Pulgar (Granada, 1594), el poeta pro gongorista, que escribió una égloga (Mocedades de don Luis) de su muerte, basado de sus poemas, Licidas/ Brazos le fueron de las Gracias cuna,/ y nido generosos/ en sus primeros paños/ de su primer gorgeo;/ Y Sobre sus plumas llueve/ la docta erudición su licor puro;






Los tres amigos: Carlos Enrique Ortiz, Elmer Restrepo, y Gajaka.


martes, 1 de octubre de 2019

Gajaka II, incursionando en el comentario crítico: fenómenos del siglo XX.




Los panfletos antisemitas de Céline.


Mi heteronimito Gajaka II, es mi más caustico (de los atravesados), digo enfermo lector, que todo lo ve con lupa, sin invertir nada que no demuestre la inmortalidad de un autor, y de una cantante.


Por Gajaka II

Céline odiaba a los judíos en su shofar, tan arrogantes, y él un simple escritor de novela y ensayo, por ahí jodido, por apoyar al nazismo. Ni Heidegger se dio cuenta, talvez le hubiera dado la mano, después de Viaje, en esa inconformidad entre el marxismo y el nazismo. Una psicología que nació c.a.g.a.d.a. o Bolsonaro que es lo mismo, arbitrariada, valga el pulso, del que se ufanan.

Muere el siglo 19, la sicología de Nietzsche, que nos llevó al nazismo, por la inteligencia suprema de los alemanes judíos, tan arrogantes, Kafka se llevaba a F.N. en el comentario, en sus cuentos, veinte años después. Voluntad de poder sin psicología, digamos la de masas, que al fin y al cabo han sido siempre la esclavitud, o desde, que solo queda la mano y el pie ensangrentada.

Pobre Céline, solo sabía escribir mientras un mundo se moría en los Campos de concentración, otros fusilados en Francia por colaborar con los nazis, y otros del frío polar. Él ahí con su esposa y el perro. 
Dice de si mismo en Conversaciones con el profesor Y. Cómo para tirarlo por una escalera de mármol, no se usaba, más que en los pisos de la desobediencia, un poco más de la altura de un cafre.

Confieso que me creí ario, y que podríamos estar unidos algún día en la tierra maldita, Siberia por ejemplo, o en el norte de África.



Los nazis en París.

II

La cruzada de los niños, lobos de si mismos, o el mismo cielo redondo por donde pasamos, en esa inmortalidad que viene a ser la eternidad, todo redondo, y punzante, la melodía de arrabal, cae muy bien.

III

Y la cantante es Judy Garland, interpretada por la actriz Renné Zellweger, en Judy, y para de montar a caballo con el narcotraficante presidente, ante esa vida desdichada, que solo sabía cantar para sobrevivir cómo mujer en el mundo del vodevil (ante un mentor gigante, su padre) y de Hollywood, el fracaso y el abandono. El exilio, London, y el paroxismo.

Ahora sabemos que esa voz de la radio era Judy y su Somewhere Over Rainbow, sus películas musicales, la voz, muy por encima de las contraltos.  De ese símbolo gay, que dicen fue, atravesando toda la línea de fuego. Se fue a los 47 años, otra más de este club de suicidas cómo el club de suicidas a los 42 años (Romy Schneider), a los 36, Fassbinder, M.Monroe, el club de suicidas de los 27, Winehouse, Joplin, Hendrix, y otros.


Renné Zellweger, realizando su biopic de Judy Garland (a la derecha). Ya tiene su Óscar en el bolsillo.


IV

La condición humana (A.M.)(un once de abril a la Parte quinta), solo desligo un cuento de otro, la filosofía francesa es pura literatura, gritaba Gide a Gide. Si es que ahora tenemos a la Unión europea de humanista ante el empoderamiento de los musulmanes con su oscurantismo.

V

Pasemos a revisar la Antología poética en honor a Góngora, recogida por Gerardo Diego: de Lope de Vega a Rubén Darío. Señor o Don Francisco de Quevedo, Don Hernando Domínguez Camargo, hasta Anónimos. Y la única mujer, Sor Juan Inés de la Cruz.

Claro signo del Betis (Soneto a Góngora de Lope de Vega), así comienza que no arranca más allá de un clásico con el Real Madrid.

Ya fijas váis, o ya llevéis delante/ por lúbricos caminos greña errante:/ Si amastéis en la vida/ y ya en el firmamento estáis clavadas,/ pues la pena de amor nunca se olvida/ y aún suspiráis en signos transformadas,/ con Amarilis, ninfa la más bella/ estrellas ordenad que tenga estrella. Quevedo y Villegas.

Plátano tu gentil estatura, / flámula es que a los aires tremola/ ágiles movimientos que esparcen/ bálsamo de fragantes aromas. Sor Juana Inés de la Cruz.


Gerardo Diego (a la derecha), entre otros.

A Teócrito y Poussin la Fama dote/ con la corona de laurel supremo;/ que en donde da Cervantes el Quijote/ y yo las telas con mis luces gemo,/ para don Luis de Góngora y Argote/ traerá una nueva palma Polifemo. Rubén Darío.

La regia sala, que asistió al intento,/ era alabastro y jaspes; tan costosa/ piedra da cuerpo y sólido cimiento/ al edificio. De palacio y cortejo de Cleopatra, por Don Juan de Jáuregui. Continua, Oro es el fondo, el friso, la moldura/ que el artesón en ángulos comparte,/ y en los entalles que el sincel figura/ rinde su aprecio la materia al arte.

end