Soledades de Góngora va en el entramado sin tapiz persa. Si solo ahora son los perros los que tienen genes de amor. Escuela de Pekin?
Por Mandarin Carroll (menos que un genio, una oblonga libertad) (el que construye palacios de grandes misterios, y no esperar 100 años)
Tesis, no admite indices en la racha suerte de haberlas escrito.
Tengo que meditar esto: los Godos que no pudieron con los Sacerdotes Romanos, que lo leían con ojo de águila, era la aruspicina, hoy tenemos millones de sacrificios, no vemos nada para el futuro. Un buen cheff como Happy Square, si, lo ve. Lo dice Josefita, la indiana de Castilla, vaya a saber por dónde se coló, que pintarrajeó al sacerdote, y este se convirtió en un espía del duquesado de Vania, 12 siglos largos.
No funciona por ninguna parte, aunque hayan reencarnado (Felipe y Juana) en el siglo 16, doscientos años después. Era? No alcanzó el umbral de formas gustosas, acaso, asco, mal tono, a falta de principios religiosos, ni bárbaros aparecidos.
Sigue sin entendimiento, y no está demente, e ahí un gran amor.
El fin del mundo II
Bicoca, será la palabra final de lo que ha pasado. Somos reyes Leares (por Lear), véala dueña de una isla, es que después buscando el encanto de antes del Fin del mundo. Se puede humillar con Gritos y susurros, que ya nadie ve. El horrible experimento de Drácula, el Gran Inquisidor.
Notas estas ganas de echarle aguaagua a los cipreses, a sus pies, entre cejas el soporte emocional. Miro un purgatorio lleno de dominicos expertos en piratas holandeses. Tirar esa roca pedestre, ah arriba se siente mejor.
Voy a emigrar, es el síntoma de ver más allá de los desiertos que hoy son blanco de misiles interplanetarios; dejarán la tierra vacía cuando vuelva el Califato.
La ficción desaparecería, no la puede poseer ese umbral de la despedida. O lleva los huesos, podrían reencarnar en los mismos, pero nunca debes de soltarlos.
Vagamente avanza en la misma plataforma de lanzamiento, es lo mismo el día de la medalla de oro. Lars Von Trier, vaya y con ese miedo de partir dejando solo su laboratorio de plata martillada, de cuando era judio y no era Era.
Pensé en el regalo a la de las citas de odontología suave, las trufas de pistacho. Y no hablo, ni leo, sin oratoria, solo así la poesía es para todos. Desaparecieron las vegas de Granada...Una idea elemental y artística, y consté la plena unidimensional.
Fin del mundo a punto de ser aplazado, Por querer hacer meditaciones ya quiero. Esa chica del desierto, la cúspide de esta desazón de la vida ante la muerte.
Y los libros se pusieron de moda, desde Fiodor Dostoieski, y mira yo publicando un libro ahora finito, contra la oscuridad de mi muerte, hasta el momento de cortar la cinta.
Confucio con su taller a la p.u.t.a. m.i.e.r.d.a. Ya fue inventada viene adherida en el desasosiego final.
La contumacia.
ResponderEliminarEl final de Melancolía de Lars.
ResponderEliminarSi se lee esto, si hay fin del mundo sin el tonel de Diógenes. Jua jua.
ResponderEliminarEse eres tú, relajaito a las 2 de la tarde. El clan es una masterpiece.
ResponderEliminarVaya no fue mi intención ser tan seudoconfuciano. Es migraña.
ResponderEliminarAlgo me da vueltas, la de nombre vasco, el peo del descremada broccolli
ResponderEliminarPara no ser...y rianse.
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