Fulcanelli, el alquimista.
Comentarios críticos, argóticos o de
argonautas (Fulcanelli).
Por Mandarin Carroll*
Estoy
entumecido, necesito algunas enseñanzas del hermetismo vuelto silencio, la
cúpula solo es de la capilla Sixtina,
Krisna de algunos locos, el pastel
de piña!
La muerte te
avisa por la mañana que te vas a morir por la noche. Y esperas ese momento con
fervor. El bestiario hermético de la catedral de Sevilla.
Qué Carlos Castaneda nos engañó a todos, yo
no veo el engaño, qué todo se lo inventó, mejor todavía, dónde está la
falsedad, en su método autista?
Qué las Enseñanzas
de Don Juan, puro pelele con aspirina? No señor, que extirpe, que sustancia
la de la última generación de Incas. Vallejo, Valdelomar, Arguedas, Castaneda, Hinostroza; con razón la serpiente esa de la
veda, no para de asombrar. Chamanes
de la escritura.
Otra cosa
los trismegistros, la sierra que
partía al ser humano en dos como un cerdo. Son los malditos chamanes que los matan los mismos
dioses que los creo.
Nunca
existió la perfección de don Carlos:
Cuando un guerrero aprende a parar su
diálogo interno todo es posible; hasta los proyectos más descabellados se
vuelven factibles (Relatos de Poder).
II
Decía Castaneda que cambiar nuestra idea del
mundo, lo que para mi es una metáfora, es el chamanismo.
Yo recuerdo
que vi la mujer que cruzaba el parque sin
ningún rumbo. La verdadera apariencia. Los ecos
reformadores, la paz interior, luego la paz de Basilides.
III
La
corrupción me sacó de quicio. Mafias que se aparecen en los sueños, con armas,
que te hacen desaparecer. Juegan a los Pablo
Escobar (no pensé que lo iba a escribir alguna vez). Otra cosa es Fidel Castro, que a buena hora nos metió
a todos al stalinismo, cuando esté
había sido vencido por la crítica y
la autocrítica.
IV
Las
golondrinitas invencibles del cambio climático, que emigrarán al sur, hasta el
viaje a la Patagonia, donde
desaparecen. Te cuento un cuento con Té.
Una realidad aparte pita, punto de cruzamiento entre una
escritura y un grito soberano de querer ser Dios, aunque en la corte lo eliminen con los quarks.
V
Cómo hace un
poeta en público diciendo babosadas, después de superar el miedo escénico? Ahí
está Trump, haciendo lo mismo como
presidente.
VI
Enrique Verástegui (1950-2018).
Voy a tratar
en 200 palabras definir lo que es el barroco
en América, cómo me lo pidió Enrique
Verástegui, antes de morir: misterio
invisible que eleva el ojal, la mano que la proyecta en proyectiles atómicos. Quebrantando
la luz, o esperando todo de ella. O. Cuando pasas por el frente de este arco
ojival, miras a contra luz, fotografías que hoy son de antaño. Los demonios sucios
de la concupiscencia a la puesta de sol, florido y Ponce de León. La
ilustración gongorina con su enciclopedismo moderno, y la
caprichosa y demostrativa capacidad de Quevedo, para paliar su libertad contra la contra
reforma establecida. Todo un concilio dedicado al cardenal Pietro Bembo, humanista y filólogo. 1524. Simetrías
pasadas por espadas azulosas. Las
Soledades que cruzaron el Atlántico
primero que Lope de Vega amancebado, y un poco turbio de valores reales,
para mandárselos a decir a Sor Juana
Inés y Domínguez Camargo.
…………………………………………….
Hasta aquí las primeras 125 palabras. Volveré al cono y no a la mezquita medioeval, para cruzarte de
brazos en el bastidor manierista. El
poeta peruano Verástegui estaría
feliz de esta monografía. Fui uno de sus ídolos de barro, por su admiración
hacía la revista ilustrada de poesía, Realidad
Aparte de Nueva York.
A Verástegui, In memoriam.
Carmen Ollé y Alarico Enrique Verástegui en París.
***
*Mandarin Carroll, heterónimo de Gajaka?
Como me gustó. A tu manera
ResponderEliminarFulcanelli, el alquimista que tenía varias nacionalidades, sugieren que fue Carlos Borbón, un príncipe de la dinastía. El secreto mejor guardado.
ResponderEliminarRico leerte Gajis.
Pongo a mi heterónimito mayor en el ocultismo y la alquimia, el paso alado por la vida y la muerte en oro de atenor rayado.
ResponderEliminarYa olvidaba tus hijos literarios, que te sacan de apuros
ResponderEliminarNo entiendo la relación entre Castañeda y Fulcanelli, me ofusca.
ResponderEliminarCastaneda es uno -1 ÷ 1
ResponderEliminarFulcanelli es uno -1 + 1
Me he deleitado. Oh, con este heterónimo, eres tu en toda tu mordedura locuaz, cinematográfico, buñueliano. Hay que tratar hacer más especulación que roce con la locura. Nos nos toca más de otra, poetas menores post socráticos. je.
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