león de greiff, 1895, 1976. otro león
de la metro, de gris, de greiff, greiffiestein, leonidas el púrpuro, bueno este
último me lo inventé yo. amado pelo mistico.
gabriel jaime caro (gajaka)
león de
greiff. míralo miralo. maestro ni con
mayúscula he podido, altas las aches, mudo el corral nada de baladas, las
primeras serán las mías migajas sentenciosas de quevedo. si funcionaron para
ti, porque no ha mi con tu adn en el exclusivo club de los aterradores nombres.
las tergiversaciones jodidas, no me intercepte la llamada, don león de aldecoa.
las puertas
ventanas agoreras, vuelan como aves, no son ellas las que cortan la leña. Los mamotretos enardecidos del joven poeta,
aquí tardío tus santuarios verticaleros. jardines colgantes de babilonia con la
que pusieron hermosa. esto último va después de n.cage.
te cuento
que ellas mismas levantan las piernas y paran el tráfico. pensaran las
golondrinas. los bellos caminos de mi amigo, que ahora recuerdo.
otro estilo
europeo barroco colombiano. no había vuelto a nacer don luis de góngora, 1927, pero conocía la obra de lautremont como
bretón. y así hasta morirse de soberbias stalinistas, dice mi alter ego.
DIMINUTA BALADA DESOLADA
A Ricardo Rendón
La balada
desolada
de mi vida
dolorida…
La tristura
deleitosa,
la hermosura
dolorosa;
la ilusoria
pantomima
de la gloria
de mi rima…!
La alegría
inexplicable;
la ironía,
la inefable
paz de
aurora de su frente
soñadora;
la
inclemente
carcajada de
la “Intrusa”;
la rosada
luz difusa
de mi
ensueño adormecido,
y el beleño
del olvido…!
La balada
desolada
De mi vida
dolorida…!
1914
o la BALADA TRIVIAL
DE LOS 13 PANIDAS (“Bárbaros sanchistas! - ”), baladas para Aldecoa, Leo y
Gaspar. “Altaír”. los sonetos, “ OH, LA PEREZA…!…”. alegra mucho leoncillo, tu
verso “que el sueño es lo que existe!”. tus prosas de Gaspar, el mejor libro de
prosa poética de 1925.
desciende
con un saxo, tocándome el sonsonete, y las triadas triecas rosaditas de nuevo. te sigo contando, me has definido en una de
tus prosas, los “pero si sabrosos disparates
muy bien urdidos y trabados…”
en la lucha
con el silencio, el olvidadizo de la cuadra, de vaqueros y de guerra da lo
mismo, no hay colibríes decía el de otraparte. neumónicas cilíndricas monjitas
de papel. ahora son drogos. los halcones negros.
“variaciones
alredor de nada”, versión de alberto aguirre, el más extenso poemario, compite
ahora antes no. el libro de los relatos, gaspar, de stepansky, harald el
obscuro, de proclo, de guillaume de lorges. el final del cuarto mamotreto.
alrededor por supuesto. yo le hice una balada a nicolas cage. nunca escribiste
sobre la actrices alcohólicas? no se lo permitía ilse.
yo lloro,
aunque me duela la pelvis esclusa y
navío largo. por todas partes su bogotá , su medellín, nació en prado centro
supongamos pues. bolombolo, allí llegó después de estar viviendo en bogotá parte
de su jodentud, korpilombolo, sweden, música maestro.
XV
Amor,
deliciosa mentira,
Áspero amor,
abur…! Abur…!
Es de ceniza
vuestro azur,
Amor,
deliciosa mentira…!
Por vos el
poerta delira
En Brujas,
Tókio y Nischapur…
Amor,
deliciosa mentira,
Áspero amor,
abur…! Abur…!
1923
RELATO DE
SERGIO STEPANSKY
En el recodo de todo camino
la vida me depare el bravo amor;
y un vaso de aguardiente, ajenjo o vino,
de arak o vodka o kirsch, o de ginebra;
un verso libre -audaz como el azor-,
una canción, un perfume calino,
un grifo, un gerifalte, un buho, una culebra...
(y el bravo amor, el bravo amor, el bravo amor!)
En el recodo de cada calleja
la vida me depare el raro albur:
-con el tabardo roto, con la cachimba vieja
y el chambergo agorero y el buido rojo,
vagar so la alta noche de enlutecido azur:
murciélago macabro, sortilega corneja,
ambular, divagar, discurrir al ritmo del antojo...
(y el raro albur, el raro albur, el raro albur!)
En el recodo de todo sendero
la vida me depare a ésa mujer:
y un horizonte para mi sed de aventurero,
una música honda para surcar sus ondas,
un corto día, un lento amanecer,
un lastrado silencio hosco y austero,
la soledad, de pupilas redondas...
(y ésa mujer, ésa mujer, ésa mujer!)
En el recodo de cada vereda
la vida me depare el ebrio azar:
absorto ante el miraje que en mis ojos se enreda
vibre yo -Prometeo de mi tortura pávida-;
ante mis ojos fulvos, fulja el cobre del mar:
su canto, en mis oídos mi grito acallar pueda!
y exalte mi delirio su furia fría y ávida...
(el ebrio azar, el ebrio azar, el ebrio azar!)
Y en el recodo de todo camino
la vida me depare "un bel morir":
despéineme un balazo del pecho el vello fino,
destríce un tajo acerbo mi sien osada y frágil:
-de mi cansancio el terco ir y venir:
la fábrica de ensueños -tesoro de Aladino-,
mi vida turbia y tarda, mi ilusión tensa y ágil...-
(un bel morir, un bel morir, un bel morir!)
León de Greiff
Relato de Hárald el Oscuro
|
Prosas de Gaspar
XIX
Mi verdadera vocación es el silencio. Mi vicio incoercible, la aridez. Mi solo crimen, la soledad.
La risa o la sonrisa o el rictus: tácitos glosadores de los fenómenos circundantes y del espectáculo grotesco. Tácitos, pues no es sonora mi risa —tumulto latente.
Ah, las intraducidas burlas! Ah, la nunca espetada ironía! Ah, los sarcasmos suculentos, la buída gorja, la alacre befa, el comentario acre, el peregrino escolio! Tácitos. Jamás oídos.
Mi verdadera vocación es el silencio. Mi vicio incoercible, la aridez. Mi solo crimen, la soledad.
La risa o la sonrisa o el rictus: tácitos glosadores de los fenómenos circundantes y del espectáculo grotesco. Tácitos, pues no es sonora mi risa —tumulto latente.
Ah, las intraducidas burlas! Ah, la nunca espetada ironía! Ah, los sarcasmos suculentos, la buída gorja, la alacre befa, el comentario acre, el peregrino escolio! Tácitos. Jamás oídos.
* * *
Alguna vez soñé ser cazador de muy
donosas hamadríadas, de oreadas y de faunesas, y aun de ninfas no habitadoras
de los bosques ni riberas, sino citadinas ninfas, harto muy seductoras;
De ellas apasionadas, de ellas un poquitín frías, unas graves en demasía, otras frívolas en extremo;
De ellas leales, francas y rendidas veramente, de ellas traidorzuelas o apenas tornátiles o sólo volubles:
Enamoradas ésas del amor, y de sus juegos accesorios, esótras de lo segundo singularmente, acaso más en lo cierto y valedero;
Aquellas otras afincadas por redes y redecillas de prejuicios y temores: pero que se donaban y ricamente, en intención y pensamiento, de lo cual deducíanse muy sabrosos deliquios, un poco enervadores a la larga.
En fin, el eternal proceso amatorio de todos los siglos, desde Eva y Lilith (pasando por la fastuosa teoría, por la aromosa guirnalda venusina de las donas ilustres y las damas galantes), hasta las de hoy fatales vampiresas, absolutamente semejantes a las ingenuas, o no tánto, burguesillas, o a las en bruto apetitosas musas campestres.
Y soñé ser cazador de féminas sabidoras, por las florestas de los símbolos y emblemas, por los meandros de los mitos, por los laberintos de las leyendas y de las sagas.
Pero mi vera vocación es la soledad. Mi delito real es la aridez. Y mi sola disculpa es el silencio.
La risa o la sonrisa y el rictus: tácitos glosadores, arquílocos benévolos y zoilos que asordinan leve incredulidad.
De ellas apasionadas, de ellas un poquitín frías, unas graves en demasía, otras frívolas en extremo;
De ellas leales, francas y rendidas veramente, de ellas traidorzuelas o apenas tornátiles o sólo volubles:
Enamoradas ésas del amor, y de sus juegos accesorios, esótras de lo segundo singularmente, acaso más en lo cierto y valedero;
Aquellas otras afincadas por redes y redecillas de prejuicios y temores: pero que se donaban y ricamente, en intención y pensamiento, de lo cual deducíanse muy sabrosos deliquios, un poco enervadores a la larga.
En fin, el eternal proceso amatorio de todos los siglos, desde Eva y Lilith (pasando por la fastuosa teoría, por la aromosa guirnalda venusina de las donas ilustres y las damas galantes), hasta las de hoy fatales vampiresas, absolutamente semejantes a las ingenuas, o no tánto, burguesillas, o a las en bruto apetitosas musas campestres.
Y soñé ser cazador de féminas sabidoras, por las florestas de los símbolos y emblemas, por los meandros de los mitos, por los laberintos de las leyendas y de las sagas.
Pero mi vera vocación es la soledad. Mi delito real es la aridez. Y mi sola disculpa es el silencio.
La risa o la sonrisa y el rictus: tácitos glosadores, arquílocos benévolos y zoilos que asordinan leve incredulidad.
* * *
Otro tiempo fui leogrifo, y otra ocasión
juglar de larga travesía, y alguna vez hube de incursionar por cotos
vedadísimos, tras de la música y en pos de la poética: Dianas celosísimas que
cribáronme con sus veneblos —pero mi solo vicio es el silencio, la soledad mi
vocación, y la aridez mi crimen.
Aridez, fino manto, vulnerable corteza tenue: por recatar —acaso— un espíritu asaz emocional.
Silencio, joyel de músicas recónditas.
Soledad, con los mudos amigos.
Mudos amigos: cuya callada melodía por los ojos se cuela y se aposenta en el magín. Mudos amigos que otro ensueño ajeno creó. Mudos amigos que engendró el propio ensueño, si no urdió la fantasía, y vivos —ah, tan reales!— como nó los que topan conmigo o que discurren a la vera de mi aburrimiento.
Soledad, con los mudos amigos; aridez, fino manto; silencio, joyel de músicas recónditas, floración de recuerdos, divagar...
Ah, las jamás catadas elaciones nacidas del silencio! Las sortílegas músicas que la soledad acondiciona! Y la frescura espiritual que la aridez depara: fruición de callado embeleso, inebriante acinesia de extático y eufórico regusto!
Aridez, fino manto, vulnerable corteza tenue: por recatar —acaso— un espíritu asaz emocional.
Silencio, joyel de músicas recónditas.
Soledad, con los mudos amigos.
Mudos amigos: cuya callada melodía por los ojos se cuela y se aposenta en el magín. Mudos amigos que otro ensueño ajeno creó. Mudos amigos que engendró el propio ensueño, si no urdió la fantasía, y vivos —ah, tan reales!— como nó los que topan conmigo o que discurren a la vera de mi aburrimiento.
Soledad, con los mudos amigos; aridez, fino manto; silencio, joyel de músicas recónditas, floración de recuerdos, divagar...
Ah, las jamás catadas elaciones nacidas del silencio! Las sortílegas músicas que la soledad acondiciona! Y la frescura espiritual que la aridez depara: fruición de callado embeleso, inebriante acinesia de extático y eufórico regusto!
(De Prosas de Gaspar, 1937)
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El
millón de sombreros y otros recuerdos
En aquel 1954, me enteré por el Diario de Colombia de que León de Greiff acababa de publicar un
nuevo libro: Fárrago. Quinto mamotreto, en el cual recogía
poemas escritos durante los últimos veinte años.
Dirigía ese periódico Gilberto Alzate Avendaño,
quien era, políticamente, uno de los soportes de la dictadura de Rojas
Pinilla.
Aquel periódico parecía ser, por lo demás, el único
que en sus páginas acogía al poeta medellinense, gran amigo del director. Ni El Tiempo ni El Espectador lo hacían con igual amplitud.
Con El
Tiempo, De Greiffhabía reñido,
según contaba, a raíz del suicidio del dibujante Ricardo Rendón, ya que el periódico,
al serle diagnosticada al caricaturista una tuberculosis, rehusó aceptar que,
para cambiar de clima, pudiera realizar su trabajo desde la cálida y cercana
población de Villeta. Según el maestro, ello motivó el suicidio, sobrevenido en
la trastienda de la cigarrería La Gran Vía, en la carrera Séptima con calle
Diecisiete, donde algunos bohemios se reunían a libar unas copas.
Tal era la
versión aportada por De Greiff, quien fue uno de los más próximos amigos de
Rendón. Por mi parte, me parece que tal circunstancia tenía maneras de ser
obviada y no justificaba un suicidio.
Dispuesto a lograr que el poeta me obsequiara su libro, me personé a eso de las nueve de la noche, esta vez sin compañía, en El Automático. De Greiff había salido a cenar, pero dejó, en una mesilla del mezzanine -en la cual destacaba, dibujado en la madera, un tablero de ajedrez (el café era también lugar de reunión de ajedrecistas)-, su maletón de estudiante, con algunos ejemplares de Fárrago, y una botellita de Coca-Cola con un cuarto de frasco de aguardiente en su interior.
Yo, que había tomado ya algunos tragos en
otra taberna, extraje uno de los ejemplares, empecé a leerlo y, esta vez por
sugerencia de la mesera, que me trajo una copita, comencé a servirme de la
provisión del maestro. Todavía ignoraba yo, claro está, el carácter hosco y
sumamente difícil del poeta. Pero ocurrió, por esa vez, lo que luego supe
increíble. Cuando llegó se instaló en la mesa con gesto afectuoso y, como padre
solícito, siguió sirviéndome él mismo el aguardiente de la pequeña botella y
accedió a obsequiarme y firmarme su libro, que todavía conservo.
Se encontraba,
parece evidente, de buen humor. No obstante, en ese escanciar en mi vaso había
una intención velada.
No era yo todavía un bebedor avezado y, al cabo de media hora, me
hallaba en estado de completa beodez. De Greiff me sugirió irme a casa. Traté
de hacerlo, mas ya en la acera, al contacto del aire frío perdí el equilibrio y
debí, como en cualquier escena de Chaplin, asirme de un farol.
En ese momento,
De Greiff salió del café con rumbo al apartamento que habitaba en cercanías del
Parque de los Periodistas. Le supliqué ayudarme a conseguir un taxi, y se negó
de plano. Por último, logré embarcarme en uno que, antes de bajarme en casa de
mi tía Mary, bañé en un vómito aciago. El conductor se mesaba los pelos, pero
ya nada había qué hacer.
Al maestro De Greiff quise seguir frecuentándolo, pero no era nada
fácil. Pronto me hice consciente de su hosquedad distanciadora y de su carácter
un tanto antojadizo, que a veces lindaba con el natural caprichoso de los
niños.
También de que amaba tomarle el pelo a todo mundo, pero no consentía que
se lo hicieran a él. "Gasto bromas, que no aguanto", dice en algún
poema. En cierta ocasión, no sé qué pretexto me inventé para poder alternar con
él, así que me acerqué a su mesa de El Automático, donde se encontraba en
compañía de sus hijos Boris y Axel.
Le pregunté si podía acompañarlos y me respondió: "Usted verá", frase que me obligó a batirme en retirada. Años después comprendí que una persona era De Greiff en la intimidad y otra en público. En aquélla, era tierno e inmediato, y fue el caso de la noche del mezzanine, cuando no había testigos; ante éstos era huraño, olímpico y sumamente áspero.
***
Alberto Lleras Camargo tomó posesión de la Presidencia de Colombia
el día 7 de agosto de 1958. Entretanto, me las seguía arreglando yo con el
parvo ingreso supuesto por los crucigramas que fabricaba para El Espectador. La
revista Estampa había dejado de ser dirigida por Alberto Acosta.
Tan pronto eso
ocurrió, la nueva dirección prescindió de mis servicios. No era solamente yo el
que sobrellevaba la aridez de la pobreza. También León de Greiff había quedado
hacía tiempos sin empleo y su orgullo a toda prueba le impedía aceptar favores
de nadie. Días había en que la pasaba sin almorzar, pues para ello aguardaba la
llegada redentora de su hijo Boris y, en muchas ocasiones, Boris no daba
señales de vida.
Algunos contertulios de El Automático, conscientes de esa
circunstancia, se ingeniaban cualquier pretexto para que les aceptara una
invitación al almuerzo. Él se negaba en absoluto. El propietario del café, un
antioqueño llamado Fernando Jaramillo, le abrió amplísimo crédito,
advirtiéndole que pagara sólo cuando la situación mejorase. Esto lo aceptó, mas
únicamente para beber una o dos tazas de café tinto al día.
Uno de sus amigos más próximos, Juan Lozano y Lozano, que a menudo
se reunía con él a conversar en el establecimiento, hacía todo tipo de
esfuerzos por conseguirle un trabajo. De Greiff se había desempeñado casi
siempre como estadígrafo, sagaz como era para las matemáticas, pero las
gestiones de su amigo resultaban vanas. Una mañana, del comité central del
Partido Comunista, y a través de Efrén Díaz -ya que Diego Montaña Cuéllar había
sido expulsado del grupo político, bajo sospecha de inclinaciones burguesas, y
se consagraba a orientar sindicatos por cuenta propia-, le llegó la única buena
noticia en años: se le nombraba delegado por Colombia al Congreso Mundial de la
Paz, organizado en Estocolmo por la Unión Soviética. En el segundo semestre del
58, partió para Suecia vía París.
Era la primera vez que trasponía un océano. Con anterioridad, sólo
había salido del país para ir a México, a traer a mediados de los cuarenta las
cenizas de Porfirio BarbaJacob.
Una vez concluido el congreso, De Greiff fue invitado a Rusia por Illya Ehrenburg. Allá amistó también con el gran lírico turco Nakim Hikmet, que había introducido el verso libre en su lengua y pagado larga condena por su acción revolucionaria. Cuando regresó a Colombia, la situación volvió a apretar. Sólo al final del año obtuvo un cargo como auditor en la Contraloría de Cundinamarca.
Él, claro, hacía burlas diciendo que era ahora ni más ni menos que "oidor". Sin embargo, no había corrido un mes desde su posesión, cuando Lozano y Lozano le trajo una bella noticia: el presidente Lleras Camargo había accedido a nombrarlo primer secretario de la Embajada en Suecia. Lo natural hubiera sido, por supuesto, que se le designase embajador, pero el primer mandatario objetó que un individuo tan bohemio y desaliñado dejaría mal al país.
Acorde con el nombramiento, pues para nada aspiraba al cargo principal, el poeta -gracias a aportes de amigos hechos en secreto y entregados como si los originara el Partido Comunista- compró ropa y zapatos nuevos, se hizo arreglar la dentadura y se dispuso a viajar. Los contertulios de El Automático le tributamos una despedida muy cálida en la azotea del Hotel San Francisco.
Irónicamente, una vez instalado en Estocolmo, De Greiff se hizo amigo personal del rey Gustavo Adolfo vi y, como en esa nación los soberanos transitan las calles como peatones, se reunía con él en una cafetería próxima al palacio a beber café y a platicar en francés. Con el embajador, su superior, de cuyo nombre prefiero no acordarme, tenía frecuentes roces, ya que desaprobaba muchas actitudes del poeta. Una de ellas, la de asistir a las recepciones ofrecidas por la Embajada de China Comunista. "Colombia -le dijo- no sostiene relaciones con Pekín". De Greiff repuso: "Puede que Colombia no sostenga relaciones con Pekín, pero don León de Greiff sí las sostiene y seguirá asistiendo a esas recepciones". Pronto, el embajador, sin dar aviso a la Cancillería, lió sus bártulos rumbo a la patria y el poeta quedó en Estocolmo como encargado de negocios, al mando de la misión.
En
desarrollo de tales funciones, ofreció a comerciantes suecos los sombreros
vaqueros y panamá que se fabrican en Caldas de palma de iraca. Los comerciantes
se entusiasmaron e hicieron un pedido de un millón de sombreros. Entonces, los
manufactureros caldenses revelaron, con tristeza, que un millón de sombreros no
podrían producirlos ni siquiera en un siglo. Sin interés de los suecos en
remesas menores, naufragó el negocio.
Por aquellos días, se estrechó más que nunca mi amistad con León
de Greiff. Había regresado él de Suecia, dos años antes, porque, según dijo,
echaba de menos su tertulia bogotana. Sus amigos dieron en recibirlo
ofreciéndole agasajos con fríjoles a la antioqueña. Harto de ellos, el maestro
preguntó al fin si era que lo consideraban un "paisa" palurdo, que
sólo sabía comer el plato típico de su tierra. En uno de esos almuerzos, y en
tiempos en que todavía no era posible soltar palabras gruesas delante de las
señoras, el dueño de casa, León Castro Medina, preguntó al poeta por qué, si
firmaba todos los manifiestos a favor de Fidel Castro y votaba en las
elecciones por el comunismo, no se hacía miembro de ese partido. De Greiff, sin
alzar la vista del plato, respondió: "Porque no soy pendejo".
Las señoras enrojecieron como granadilla. Solicitada la
aclaración, nos preguntó si alguien lo concebía haciendo autocrítica ante una
célula comunista. Yo, que había permanecido silencioso, dije entonces:
"Para mí, maestro, usted ha sido siempre un aristócrata". Me quedó
mirando con sus ojos convexos y zumbones, y articuló con lentitud:
"Aristoácrata".
En meses inmediatos, el maestro había aceptado una invitación a Alemania Oriental, y sus compañeros de viaje habían sido Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias. De esa gira que los condujo a varias ciudades, se desgranó todo un rosario de anécdotas. Recuerdo sólo algunas. Al llegar a Berlín fueron conducidos a un hotel más bien modesto, como lo eran los del sector comunista. La mujer de Asturias, de nacionalidad argentina, se horrorizó y se puso a gritar: "¡Este hotel no es digno de Miguel Ángel!".
En meses inmediatos, el maestro había aceptado una invitación a Alemania Oriental, y sus compañeros de viaje habían sido Pablo Neruda y Miguel Ángel Asturias. De esa gira que los condujo a varias ciudades, se desgranó todo un rosario de anécdotas. Recuerdo sólo algunas. Al llegar a Berlín fueron conducidos a un hotel más bien modesto, como lo eran los del sector comunista. La mujer de Asturias, de nacionalidad argentina, se horrorizó y se puso a gritar: "¡Este hotel no es digno de Miguel Ángel!".
De
Greiff, con su sorna eterna, la interrumpió: "Mire, señora mía, si este
hotel es digno de don León de Greiff, es digno también hasta de Miguel Ángel
Buonarrotti". Creo recordar que fue en Leipzig en donde el maestro cobró
inquina permanente al novelista guatemalteco. Entraron con Neruda a una
taberna, y el chileno y De Greiff pidieron sendos alcoholes. Asturias anunció
que se abstenía, pues su esposa le había pedido no probar ese día la bebida. El
colombiano se hallaba muy lejos de aceptar que acatase nadie imposiciones
conyugales. Su vida bohemia hacía años había destruido su matrimonio con
Matilde Bernal, a quien mucho amaba.
Fue así como ridiculizó a Asturias al
extremo de sacarlo de casillas. Terminaron intercambiando gaznatadas en la
calle. De Greiff llamaba a ese episodio "la noche épica de Leipzig".
Ya para concluir la visita, Asturias y Neruda, que procedían hacia Moscú, se
despidieron del maestro y le preguntaron por qué no continuaba con ellos.
"No he sido invitado", respondió. "¿Pero -inquirió Neruda- por
qué no has hecho lo mismo que nosotros?" "¿Qué cosa?", demandó
el colombiano. "Muy fácil. Hacernos invitar", dictaminó Asturias. De
Greiff, con el orgullo esponjado, repuso:
"Sepan ustedes que don León de Greiff sólo va donde lo
invitan y no se hace invitar".
Recién casados Josefina y yo, visitábamos a menudo al maestro en
su caserón del barrio Santafé, que aún denotaba el esplendor de otros tiempos,
pero que, ausente Matilde Bernal -que se había ido a vivir a Medellín-, y al
habitarlo sólo el poeta displicente, se había convertido en eso que él llamaba
"cuarto del búho". Los libros se encontraban esparcidos por el piso y
los que demoraban en los anaqueles no mostraban el lomo, de suerte que
resultaba imposible conocer su título. También en el piso vimos una condecoración
que el rey de Suecia le había impuesto durante sus años diplomáticos. Para
colmo de sorpresas, Josefina abrió un día el refrigerador por ver si había algo
de hielo, y en el congelador encontró un libro ya entumecido y tieso, pues
debía hacer marras que se hallaba en ese lugar.
En una de esas oportunidades,
no sé por qué recayó sobre Asturias la conversación. Yo, que acababa de leer
con genuino deslumbramiento Mulata de tal, opiné que el guatemalteco podía muy
bien recibir el Premio Nobel. Para De Greiff aquello fue como si le hubiese
abofeteado. Se alzó de su asiento y tan sólo la intervención de su hijo Hjalmar
impidió que me arrojase por las escaleras. Luego nos expulsó a mi mujer y a mí
de la casa. Descendimos y ya afuera, cuando él se ocupaba en asegurar las
cadenas de la verja, iniciamos el camino hacia nuestro apartamento cuando, de
pronto, él llamó a Josefina e inquirió: "Oiga, Josefina, ¿tiene usted
cigarrillos que me deje? Los míos se me agotaron". Mi esposa repuso:
"Claro, maestro". Y se los suministró.
Al día siguiente, ni él ni
nosotros recordábamos el episodio. Asturias, en efecto, recibió el Premio Nobel
en 1967.
Nadie parece ignorar que, junto con la poesía, la gran pasión del
maestro fue la música. "Música, oh tú, mi inasequible dueño...",
clama en algún poema. Hasta el día en que fueron de uso los discos de setenta y
ocho revoluciones, su discoteca constaba de millares de ellos. Al implantarse
los de larga duración, la vendió a la Radiodifusora Nacional, que trasladó todo
ese contenido a cintas magnetofónicas, e inició la formación de una nueva, la
cual era ya asimismo impresionante por los días de que me ocupo.
Acostumbraba
De Greiff, hallándose uno en su casa, poner a sonar un disco y plantarse frente
al fonógrafo en ademán de dirigir la orquesta. Haciendo honor a una vieja
costumbre de su familia, lo examinaba a uno acerca de qué obra estaba sonando.
Jamás he logrado identificar al rompe las piezas musicales, por mucho que las
conozca. La mayoría de las veces, una obra me resulta muy familiar y hasta
puedo establecer el nombre del compositor, pero rara vez el de la pieza en sí.
Una noche nos hallábamos en casa del maestro y nos pidió no sólo identificar lo
que iba a colocar en el aparato, sino explicarle además qué elemento extraño encontrábamos
en la grabación. Cuando se inició, reconocí de un tirón el Concierto en re para
violín de Beethoven, ya que es obra más que popular, pero pude también, como es
apenas lógico, advertir la rareza de la ejecución: en el momento en que el
violín debía entrar, lo hacía un piano. Así lo manifesté al maestro y lo vi
soltar una carcajada de regocijo y preguntarme: "¿Ya ve, Espinosa, lo
patafísico que soy?". Era una alusión al personaje de Alfred Jarry con el
que creía encontrarse analogías muy axiomáticas.
No toleraba De Greiff que alguien supiera algo que él ignoraba.
Alguna vez Ernesto Sábato visitó Bogotá. El día antes, por decir algo, le
comenté al maestro: "Mañana llega Sábato". Me miró perplejo e indagó:
"¿Cuál Sábato?". "El gran novelista argentino", aclaré. De
Greiff dejó vagar su buida mirada por el ambiente y contestó: "No será tan
grande cuando jamás lo he oído nombrar". Unos tres o cuatro días después
me comunicó: "Ayer almorcé con ese gran novelista que es Ernesto Sábato, a
quien usted ni siquiera debe haber oído mencionar". Una anécdota similar
sobrevino una noche en que lo visitamos Josefina y yo en compañía de Hernando y
Patricia Chaves, y también de René Rebetez, a quien deseábamos presentarle. En
algún instante de la conversación, el maestro hizo mención de las memorias de
Illya Ehrenburg, que yo acababa de leer en edición de Joaquín Mortiz.
Así se lo hice saber y él, sin dejarme terminar, profirió:
"Usted no puede haber leído esas memorias, porque yo las conocí en francés
y no están traducidas al español". Le hablé de la edición mexicana,
traducida por Augusto Vidal, y traté de hacerle entender que en francés también
hubiese podido leerlas. Me fulminó con los ojos y agregó: "Pues ni están
traducidas al español ni usted puede leer en francés". El asunto no pasó
de allí, pero René Rebetez publicó en la Ciudad de México una crónica sobre la
visita, en la cual me presentaba como un joven impertinente que se puso a
hablar al gran poeta sobre lo in y lo out, que eran términos de moda, y había
acabado mereciéndose un justísimo regaño.
Pese a tales desencuentros, De Greiff nos quería bien a Josefina y
a mí, pero sobre todo a ella, a quien tomó inmensa estimación y respeto desde
el día de nuestra boda. Mas no con todas las casadas era igual. Cierta tarde en
que se encontraba en nuestro diminuto apartamento libando conmigo llegó de
sorpresa una pareja amiga, que -según nos comunicó con alborozo- acababa de
recibir la bendición del cura. Se trataba del luego malogrado escritor Roberto
Ruiz Rojas y de su mujer, la odontóloga Olga Galeano. Con ellos departimos un
rato, pero al cabo de muchos alcoholes De Greiff se dedicó, con impudicia muy
propia suya, a enamorar a la recién casada. Ruiz Rojas, para colmo de
desdichas, se quedó dormido por efecto de los tragos en una poltrona.
El acoso
sexual llegó a tal punto, que Olga Galeano se alzó de su asiento, abrió la
puerta de salida y se disparó hacia la calle. Durmió en un hotel de la
vecindad. Al despertar al día siguiente, Roberto no quería creer que su reciente
mujer no hubiese pasado con él la noche de bodas. Pero Olga no tardó en llegar,
impresionada todavía por el asedio de un poeta al que mucho admiraba. Son
incontables las anécdotas que podría referir sobre León de Greiff. Como ser
humano, era tierno en la intimidad pero altanero e innecesariamente injurioso
en público. Relata su hijo Boris que, en la casa vienesa de Franz Schubert,
cuando contempló los anteojos que usaba el compositor, derramó lágrimas. Pero
ese ser delicado podía convertirse también en un fustigador temible.
Todo en
él, claro está, era desinteresado: una noche me mostró en su casa una carta de
Pierre Seghers Éditeur, de París, en la cual se le solicitaba enviar una
selección de sus poemas para ser traducidos al francés y publicados en la celebérrima
colección Poètes d'Aujourd'hui, donde sólo han aparecido los más altos
poetas universales del siglo xx. Le pregunté si la había respondido. Me dijo que no le interesaba. Más tarde, lleno de alarma, conversé con su hijo Boris a ver si podía subsanar aquella anomalía. Me contestó: "Ya sabes lo difícil que es papá. Nadie lo convencerá de responder". Así como era de desentendido en ciertas cosas, poseía un sentido de la ética al
cual habría que calificar, por lo menos, de hiperbólico. Las acciones más naturales y ausentes de malicia, referidas al dinero, podían cobrar ante sus ojos dimensiones de contravención. Como diplomático en Suecia, la ley le hubiera permitido importar sin impuestos un automóvil al país, con lo cual, vendiéndolo, hubiese podido ganar una suma respetable. No lo hizo, porque -según me dijo- no le parecía ético. Esta especie de miramiento excesivo lo había aprendido, al parecer, de su padre, hombre riguroso en extremo, lleno de recatos dramáticos.
poetas universales del siglo xx. Le pregunté si la había respondido. Me dijo que no le interesaba. Más tarde, lleno de alarma, conversé con su hijo Boris a ver si podía subsanar aquella anomalía. Me contestó: "Ya sabes lo difícil que es papá. Nadie lo convencerá de responder". Así como era de desentendido en ciertas cosas, poseía un sentido de la ética al
cual habría que calificar, por lo menos, de hiperbólico. Las acciones más naturales y ausentes de malicia, referidas al dinero, podían cobrar ante sus ojos dimensiones de contravención. Como diplomático en Suecia, la ley le hubiera permitido importar sin impuestos un automóvil al país, con lo cual, vendiéndolo, hubiese podido ganar una suma respetable. No lo hizo, porque -según me dijo- no le parecía ético. Esta especie de miramiento excesivo lo había aprendido, al parecer, de su padre, hombre riguroso en extremo, lleno de recatos dramáticos.
Pero nada de ello contaba cuando de lo que se trataba era de sexo o de alcohol. En esto era permisivo como el que más. Nunca, sin embargo, hizo escenas en estado de embriaguez. Resistía el alcohol en dosis severas y apenas si alguna vez lo vi salir tambaleando del café. Se preciaba ante todos de sus conquistas amorosas, reales o imaginarias, no lo sé. Hacía que las mujeres le dejasen la huella del lápiz labial en el cuello de la camisa, para luego presumir. Cuando contaba más de setenta años, solía ser vox populi en El Automático que conservaba intacta su libido. Era, al menos, lo que él deseaba que creyeran. En ese establecimiento, a De Greiff se lo acataba como a un fetiche o como a una fuerza de la naturaleza. Sus actitudes más arbitrarias se tomaban por genialidades. En sus años postreros, mantuvo a su lado a una mujer a quien amó de verdad -le consagró buen número de poemas- y que se llamaba Lilia Sánchez. Falleció ella a comienzos de los noventa y, al parecer, su familia vendió después a algún librero un cúmulo de manuscritos, cartas y documentos legados por el maestro.
Hay todavía otras anécdotas y aspectos de
León de Greiff que podrían completar su semblanza, pero sobre ellos volveré
después, cuando haya avanzado en la relación de estos años sesenta.
Germán Espinosa
Ensayo tomado de Arquitrave, revista virtual.
Poetas y escritores colombianos en New York: Benhur Carmona, Gabriel Jaime Caro (Gajaka), Hersilia Restrepo, Tomás González, Alexis Gómez Rosa (poeta dominicano), Jesús Blas Comas (poeta cubano), Juan Manuel Roca, Eduardo Marceles Daconte, Miguel Falquez Certain, Timoteo Pratt (poeta estadounidense); Hincados: Berty Barranco, Alfredo Ocampo Zamorano, Nelson Ortega. American Society, 1992. Foto de Renán Dario Arango.
ufffff
ResponderEliminarosea
que mejor
que Álvaro mutis y
José Asunción Silva.
Bueno estamos en el 13.
Pocos lo leen, por raro, y porque no leen poesía.
ResponderEliminarDicen que Barba Jacob es el mejor
Eliminarpero a mi me gusta Aurelio Arturo, Gaitán Durán, porque a este señor lo veo muy europeo.
Dicen que era surrealista, y se callaba, barroco sueco, mujeriego y que abandonaba a los hijos para tirarse a la bohemia en El bar Automático de Bogotá.
Eliminardicen que yo no te merezco,
ResponderEliminarSi me llaman el loco, porque el mundo es así. la verdad......!!!!
ResponderEliminarVuelvo y coloco los seis poetas colombianos, por ser mis favoritos:
ResponderEliminarJosé Asunción Silva
León de Greiff
Porfirio Barba Jacob
Aurelio Arturo
Álvaro Mutis
Juan Manuel Roca
Los mejores (por su claridad mental)son:
ResponderEliminarGajaka
Gabriel del Casal
Juana la loca
Hilario Aquiles
Gali Matias
Gali Matias te lo dejo a voz, neoberraco haciendo su entrada.
EliminarAh y Gajaka Submítico...pa completar el 6º.
ResponderEliminarO si prefieren: Gajaka Inframítico...
ResponderEliminarArquitrave peorisimo arquitrave
ResponderEliminararquitrave eeeee e ee arquitrave arquitrave
sadel y amapola.
es un poeta que escribe en ruinas, que discutía tanto en el Automático, un perfecto guerrillero de cafetería, el primero o el último. menos mal mejoró su vida con los libros.
ResponderEliminarmenos mal.
Eliminar"Nunca, sin embargo, hizo escenas en estado de embriaguez". Es absurdo, Qué, escenas de cine?
ResponderEliminarDemasiado culto según Germán Espinosa.
me gusta mas el león de greiff raro y no el que está enamorado de cuanto culo se mueve.
ResponderEliminarneoberraco, claro, si, el único...!
Gabriel, yo pienso o estoy seguro que tu podrías ser el mejor editor de poesía y llevar una revista de poesía como lo hacías en Nueva York, y AHORA MAS, por tu maravillosa experiencia. Así que póngase las pilas y saque una revista que será la primera, y con el neoberraco que has inventado será mejor. Ánimo artista.Suerte poeta, que como usted ninguno.
ResponderEliminarGracias Robinson, pero en Colombia no hay editores de poesía, publican cualquier cosa, siempre y cuando tenga nombre, y así no se puede. Editores como los que contamos en Realidad Aparte, Jesús Blas Comas, Noel Jardines y Alonso Mejía, que siguen ahí leyendo poesía.
EliminarComo no leen poesía de otros, o de otros países, estamos jodidos.
Pienso que Colombia es el más atrasado en el continente. La envidia y la soberbia, que a veces llega tardíamente nos caga.
Pis como no va a ser el más atrasado si estás vos echando el cuento de tu enredo mental al que inscribís en el neobarroco...pis claro...
EliminarCuál enredo mental, por las minúsculas. No me crea tan pendejo. Envidia de la buena, mijo. Así que revise su coloquio mejor su escritura copista y verá la luz del camino en un abrazo sincero.
EliminarQue soberbia tan tardía, mijito.
ResponderEliminarMira si te molesta el neoberraco, quédate rezagado en el neobarroco.
ResponderEliminarsi, estos académicos autodidactas si nos tienen jodidos a todos.
Eliminartres respuestas inmierdiatas del mismo neobobito que hasta querido era en un tiempo en que no era resentido, ni se creía el ungido de la vanguardia (puro caca-o mental, y del malo). ¡Qué risa! Neoberraco...Bandeja paisa mezclada con aguamasa...y pedos...
ResponderEliminar"Que hasta querido era en un tiempo en que no era resentido". Ahí está pintado el que es.
ResponderEliminarLos que se quedaron sin probar chochita
ResponderEliminarahí tienen su culo viejo para los perros
callejeros.
Los que se quedaron enanos, feos y biscos
sin imaginación, para los trastes viejos
donde el colesterol los llama por entre las yemas
de las mortecinas.
Los que reniegan del otro por desigual curvo
y con tumbao, compran escaleras de incendio
y aceptan el protocolo de la vejez sin batiburrillo.
Los que pierden facilmente la juventud por falta de magia,
esa si que les es esquiva, sea por avaricia, o por miedo
a meter la mano. Pobres seres sin masajista. Lo más rico.
Los que se venden para conocer otros lados del mundo
y no recuerdan nada, porque su alzaimer les persigue
como una vieja sorda y sin patas.
Ah, las patas, esa es la cuetión.
Voy a ensayar algo sin sentido y sin respeto ninguno por la mínima coherencia, es decir voy a ser moderno y aspirante a neoberraco (ah y con herrores porqu8e dee eso se trata la suprema novedad), dame tu bendición neobobazo:
EliminarLos que se creyeron el cuentico y embauvçxcarron a otros.
los seriotes en su vejez aclimattada,
lis que se reesintoierobn de que naides reconociera su genio obtuso,
los tontarrones de cucos amarillos,
a lo marylin lunática,
los que se olvidaron de una verdad y nos metieron mentiras,
los que siempre buscaron que los llevaran y los trajeran
a punta de carreta barata,
los seniles y chochos…¡qué pecao!
Los que dan rixitas y gesticos precariecitos.
Esa es la cuextión...
Ya me aburris...
neobobito, que hermosa respuesta para alguien que se derrama en sensibilidad.
EliminarLos enanos, los avaros, y los que copian hasta las babosadas de los niños.
CHAO.
ResponderEliminarTiene que ser muy interesante lo que haces Hilario para que los que aparecen de anónimos por este blog, tengan que destacar que tu blog es la berraquera, porque ellos ni mu.
ResponderEliminarAhora si lo puse en su sitio con mi verbo poderoso y uñico. Yo el gran maestre del neoberraquismo. Lleven todos de mi genio atrofiado.
ResponderEliminarGabriel del Cañal.
ah, Gabriel del Cañal, así se aprende.
ResponderEliminarGajaka, please, publica otros textos de León, sobre todo los de Ramón Antigua. No te quedes filtreando con estúpidos, que lo único que quieren es tu abdicación.
ResponderEliminarLa misurgia de "Variaciones Alrededor de Nada".
ResponderEliminarQue suene la orquesta, y que terminemos con el requiem de Mozart
Comas, Mejía y Gajaka no sirven para nada. Pésimos poetas, no le agrego nada, embutidos japoneses.
ResponderEliminarGabriel del Cañal, que absurdo para una crítica.
ResponderEliminarDe lo peor que he leído para un contradictor, como si Gajaka Extramitico no lo fuera, y agregarle trampas, las mismas que le van a poner a usted, no lo crea, se ve.
Realmente los enemigos de Gajaka están regados por entre la mierda sin control de la falta de creación, ah, si, solo creen en Dios.
"Zafiros", que embeleco tan femenino de León de Greiff. ÉL el macho, tan feo y narizón.
ResponderEliminarEl texto poético del neobobito, ha dado un golpe en la escena.
ResponderEliminarMusurgia gajaka, no se como te atreves, pero esta parte me ha gustado. Es que no veía libro de poesía colombiana que me interesara mas.
ResponderEliminarTe lo dedico.
Sara Magda. peo escaneado.
ResponderEliminarARIETA
ResponderEliminarYo me enveneno con un recuerdo:
En el violado camarín, la seda
y el sutil vello y de odorante nardo
discreto olor y la hora soñada...
Yo me enveneno con un recuerdo.
En el violado camarín, el mudo
férvido amor que en las pupilas arde
y el tibio zumo de la boca henchida...
Yo me enveneno con un recuerdo.
En el violado camarín, desnuda
la grácil forma sobre el raso verde
y a mí enlazada la delicia toda...
Yo me enveneno con un recuerdo.
L.D.Greiff
Ah, yo como estaba pasando de güeno poniéndole picante a esta baba sosa (y tonta) de blog, dedicado a la exaltación del patrón de las banguardhias, me tengo que ir. No choren neobobitos…pueden phataliarr…
ResponderEliminarTe digo hermano que FARRAGO, es el mejor libro con sus Secuencias hasta llegar a la CANTIGA. Ahi si si yo no soy de por aqui.
ResponderEliminarDe Leon de Aldecoa decian lo mismo, que lo que scribia era un gali matias, y ya ven es de lo mejorcito que se ha escrito en la poesia colombiana. Gajaka necesita es escribir mas mas y mas, y cuando llegue a sus 70 ya veremos si le damos el hacha de oro o la cruz de Malta.
ResponderEliminarGajakito te adoro en mi silencio mudo, aqui en Magangue con el calor mas hijueputa pero cerca de las pocas vacas que sobreviven a los paracos y las garcitas blancas que han crecido.
Torito mio, guárdame una para mi finquita en Chochorna.
EliminarTe envie las fotos con Elmer, para el churrunguis.
ResponderEliminarSi no me escribes nada sobre el Relato Quinto de Gaspar, no te vuelvo a hablar> @!#$% Y en mi mester de juglaria, va para largo, con las gentusas mas diversas tope (y con altas gentes ademas, como es justo)y (como es obvio) tope conmigo mismo que ya es tope. (Y top. Stop.)
ResponderEliminarMaravilloso de Le'on el gris, y como callado.
Apio solo
ResponderEliminarEn verdad les digo, que me he vuelto seguidor dos de Quevedo y sus 4 males de la humanidad.
Que pasa entre dos poetas, e ahí la cuestion.
Relaciones de poetas hermosas, la de Carlos Enrique y yo, a prueba de misiles norcoreanos.
No necesito el opio del pueblo, como llegar a revertirlo. la paz de un mistico mientras la otra toca el pianisimo.
La sopa de pollo pollito preparada por mi vale lo que pesa un arbol de apio en la cocina.
apio y opio
ResponderEliminaropio y apio
jujujuju tira lu, Gombrowivz y Gaspar Quinto de De Greiff. menos humala, humaka, huminido huruuuuuuuu.
Toggeder, a la lista le falta con Fernando Gonzalez.
Josefo II eres uno d e nuestros historiadores de la poesía. Witold y León igualiticos a pesar de las diferencias especificas que valen un culo.
Eliminarme lo imaginé, ay perdon no tengo, que eeres una caca inmadura, sofrito de gallinazo.
ResponderEliminarLos anónimos en este blog son los venecianos, gaschip sgashi pip, s
ResponderEliminarque estupideaz la que has escrito, che
ResponderEliminarcuáles venecianos?
Primero que todo la historia, la historia del cine solo es una referencia.
ResponderEliminarpERDÓN CASI CHISTE ZEN como respuesta.
Segundo, que vivimos guerriando com o los neorepublicanos y su party militar.
Pero era "Anónimo Veneciano", como para salir del cuento.
'¡'¡'0¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'¡'?¿?¿'¡'¡'¡'?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿¿¿¿¿???????
ResponderEliminarte ves rejuvene y el verde de la piramide muy sospechosa. Pero es el verde de los Andes, y ahi si no hay discusion.
ResponderEliminarGajakita vente pa Nueva York que allá los malitos poetas te odian y no te dejan pelechar. Publica aquí tu Risa III, haber si en esta singladura volvemos a tomar el mando de esta cosa tan peluda.
ResponderEliminarPorqué malitos en Colombia, casi todos.
ResponderEliminarY eso que hay miles, hasta en el bajo Nechi, te cantan a las mujeres de una manera muy particular, como lo único que existe bien, los demás son unos desalmados.
En Medellín, los poetas buenos son los viejos, los pocos viejos, porque los jóvenes se agotan muy rápido con su I pod.
X, Darío, de la Univ de Antioquia no hay tres.
En el centro, Bedoya que es de Belén. De la Unive. de Medellín, han salido dos. Los otros se pìerden entre la gentuzas; si habían antes ahora más por metro cuadrado.
Que viven en fincas casas de campo, casi uno.
Seguiré......
Tu eres un malito, apenas comprendes una cosa, le haces la propaganda, y nos metes a todos en tu batahola. Deja de enviarme tus textos, bórrame de tu email, y nos vemos en facebook para los comentarios.
ResponderEliminarNo vayas a caer en lo de CONFABULACION, que dicen que los leen 100 mil personas en todo el mundo, que bobería como la tuya.
Fin d elos Mayas
Cómo qué, porque parece que nadie inventa nada, o como dice mi amigo Alonso, que se le seca el cerebro para la poesía, y trata de inventar finales que no llegan, porque está metido asfixiado entre el dogma y los principios, y mueren renegando.
ResponderEliminarPor lo demás un abrazo.
abriel Jaime Caro y sus 5 poetas favoritos: Hernándo Domínguez Camargo, José A. Silva, León de Greiff, Alvaro Mutis, Jorge Gaitán Durán. Y un sexto: Juan Manuel Roca.
ResponderEliminarMuy acertado gajakoa
Sobre todo por León de Greiff.
EliminarYo diria que De Greiff ha pasado de moda, con eso de los movimientos para la música clásica, y clarto se salvan los textos poeticos, son maravillosos, pero nadie puede entrar a un libro como Farrago, tan barroco, que no permite sino artesanos, medianamente barrocos, y me meti en la camisa de 11 varas, pero tampoco publican el libro como una joya para la poesia latinoamericano, al menos Colombia-España-Suecia.
ResponderEliminarCuando eso ocurra el regueton ha enterrado a la poesia por asesinarla.
oh lalá, está como el descubrimiento de la misma escuela musical entre De Greiff y Beckett, no Gombrowicz, por tira ru, en fin que vale la mención, pero acercarla más a la exactitud.
EliminarLezama Lima no lo conocía, porque jamas hubo un libro de León en el extranjero, hasta 1975., y más que no fue Piedra celista, "Piedra y cielo"., y a estos últimos los leyó Lexama, y quedó desencantado, porque solo parecían copias de romanticos y modernistas mexicanos y argentinos.
ResponderEliminarGuillermo Valencia era el mejor de ellos, pero visigodo.
Yo veo más influencia de Porfirio Barba Jacob, que de otro escritor colombiano, Aurelio Arturo, por supuesto lo debió de seducir, en aquellas oficinas con balcones de la Bogotá bobalicona.
ResponderEliminarPero de Barba Jacob los Relatos, hasta terminar con RELATO DE GUILLAUME DE LORGES.
¿Gajaka Extramítico? ¡Qué Risaralda!…Más allá del mito… ¡Qué soberbia estúpida!...más bien Gajaka Extramíquito…Eso somos todos: miquitos remedando al hombre…
ResponderEliminarFabulosa respuesta, extramiquito. Por fin despues de tantas intentonas, yo diria pocas, haces algo nuevo. Te considero ahí metido lameculos.
Eliminarremendando muy flojo. cásate con espina. o casate.
Eliminar"Remendando al hombre", si tuviera los huecos grandes y arrugaditos, jejeje. Típica respuesta de un hombre falto de imaginación y miserable.
Eliminar¿Lameculos?...Dado tu gusto nalgatorio (que me tiene sin cuidado),sé que es un gran elogio. Gracias Oh Maestro Inframístico, me arrodillo a tus pus...
Eliminarquerido anonimo, casate con las estrellas, dedicate a ser niño, que tu ignorancia de lo que es un hombre solo es comparable a tu ridiculo tratando de serlo.
Eliminar¿Aguuuu?
EliminarVi la foto de Gajaka imitando a X-504, buen momento.
ResponderEliminarsi, en Bolombolo, 1993.
EliminarMira y cuando vas a hacer la lista de los pésimos o malos poetas colombianos, los que están vivos. Claro mijo, te incluis ahí para que no te acusen de narcisisto
ResponderEliminarPoetas malosos, secos y narcisos de Antioquia:
ResponderEliminarRobinson Quintero
Luis Fernando Macías
Luis Fdo Cuartas
Javier Naranjo
Anabel Torres
Rafael Patiño
Edgar Trejos
Olga Elena Mattei
Oscar Gonzalez
Clemencia Sanchez
Jairo Guzman
Carlos Enrique Sierra
Darío Ruiz Gómez
Victor Raúl Jaramillo
Teresa Sevillano
Rubén Darío Lotero
Marco ntonio Mejía
Luis Eduardo Rendón
Omar Castillo
Orlando Gallo
Juan Diego Tamayo
Berenice Pineda
Luisa Aguilar
Y Gajaka, por supuesto.
Se me adelantó Mora, pero faltan algunos, sobre todo los de Nueva York.
EliminarRafael Patiño escribe bien, aunque no sea poeta, un vividor como todos.
EliminarHAY que hacer justicia: OSCAR GONZALEZ es buen ensayista, no poeta. Orlando Gallo si es MUY MALO. DARIO RUIZ GÓMEZ, buen ensayista; no hace ningún esfuerzo por ser un gran poeta. Gajaka es fuera de serie. Rubñen Darío Lotero es puro cuento, más burgues que una perra terry. Javier Naranjo cree que la poesia es no leer a los grandes poetas, y utiliza a los niños para su provecho como escritor, poeta gallina, lo mismo hace Edgar Trejos. Anabel Torres agotó la anchura de la cama y su imaginación puede irse por la traducción.
EliminarContinuará.....
Marco Antonio Mejia, Juan Diego Tamayo, y otros, no son poetas porque escriben unos versos sueltos y los publican. Angela Garcia si es poeta, y por lo tanto no est}a en esa lista de malitos.
EliminarA mi me gusta el Manifiesto del Neoberraco. Cuándo publicarás la plaquette?
ResponderEliminarLa risa III. Juana I, la enlagunada y Manifiesto del neoberraco por Endimion este año-
EliminarMas malos:
ResponderEliminarOlga Acosta, los del periodico el Gaviero, Mosco en Leche, Victor Gaviria, Ines Betancur,
Quien es Mosco en leche.
ResponderEliminarQuién pregunta?
ResponderEliminarQué diferencia hay entre el cuerpo muerto y el espiritu?
ResponderEliminarLa respuesta la tiene Hegel
EliminarEspiritu es vida, y si la tiene la piedra y el árbol frondoso. el cuerpo muerto se va alejando como si nada
ResponderEliminarcomo si nada.
Y el Horroris Causa DE NUEVO para Gajaka y Oscar Mario Estrada, el uno se cuida y el otro no, jejejeje.
ResponderEliminarTe lo he dicho, mil veces, que tu mejor amigo, sea este oficial, llega a hacer tu peor amigo, puede que enemigo no, pero la decepciones matan. Entre el machismo "gay", y la heterosexualidad "enana·.
ResponderEliminarinteresante la variante; pensándolo bien esto sucedería cuando se llega a la vejez y el cerebro está bien gastadito. Yo con mi retraso mental y físico no llegaría a esto nunca, aunque la amistad terminara, para eso está la solidaridad de los que tienen el corazón manso, y su origen primero que todo.
EliminarQue es Heterosexualidad "enana", doña Mónica?
ResponderEliminarYa te había felicitado por tu cumple, pero tu madre fue sensacional, que alegría la que administraba, única y concordante. Gracias por esas fotografías en la que se ve muy mágica como dices tu, digamos todos pues, que profetisaba, zaba?.
ResponderEliminarProfeta en su tierra.
ResponderEliminarUn chiste de mujer, anónimo.
ResponderEliminarTeresa María, la reina dionisíaca, que tomaba aguardiente hasta los 97 años.
ResponderEliminargAJAKIN, yo de Leon de greiff se lo que sabe un perro de Kant.
ResponderEliminarMosco en leche, no fui yo quien te puso así, perdona, pero ya lo sabía, pues eres de esos nuevos poetas que no leen a nuestros poetas grandes, y ven a Greiff como un europeo, y que por eso escribe asi, falso de toda falsedad. Eso mismo se le inculcaba a Guillermo Valencia, la otra cara de la moneda con León de Aldecoa.
ResponderEliminarTambién me dijiste que no leerás El Quijote, ni a Ulises de Joyce. Pero lees a Alejandra Pizarnik, y ahí si hay un equivoco, porque para entender a la bonaerense hay que leer a los anteriores, digo yo, emocionado.
Quién es Mosco en leche, pues este chisme gajakudo, merece primera plana, y quién es la mesa que escribe, la quinta esencia, cadavereto, ºººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº
ResponderEliminarentremos en materia fecal los tropos de tan viruelo Blog
ResponderEliminarEntremos en materia, como dijo el gusano...
EliminarEres Mosco en leche, te felicito tu variante patas arriba con los amigos.
Eliminary como va el Manifiesto, seriamente. Nos interesa su parte colaboradores, hagan mejor su trabajo que tu, verdaddicha.
ResponderEliminarEres yu....
EliminarCabra con cencerro, eres lo mejor de este blog ciruelo.
ResponderEliminarlA FRASE DEL MES:Qué es Heteroxesualidad "enana".
ResponderEliminarQue Anabel Torres, "agotó la anchura de su cama", es de lo peor que han escrito en este: mala mierda Gana.
ResponderEliminarde la cama". Que desprecio por el odio que le tiene a Vásquez.
ResponderEliminaraNABEL NO ES HETEROSEXUALIDAD ENANA? Para que lo sepan de una vez, o todos.
ResponderEliminary porque preguntás.
EliminarQué más de León de Greiff, amante de Anabel?
ResponderEliminarNo, María Mercedes Carranza, talvez por la cercanía con el poeta musical Don Berebundo el Lelo.. La Bogotá suicida estigmatizada con Silva, que fue asesinado. Tremenda casta colombiana, asesina.
ResponderEliminarHare Krisna, Hare Krisna, Krisna Krisna, Hare Hare.
ResponderEliminarHare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.
Hare Krisna Sidharta, Hare Krisna Krisnamurti,
Hare Krisna Yogananda. Rama Ricardo, Rama, Teresa María,
Rama Lorenzo, Rama Winehouse, Rama Barba,
Krisna Krisna.
El poema de la semana, para el silencio técnico de ahora.
pal el avion, si, me gusta.
Eliminarlas puertas ventanas agoreras, vuelan como aves, no son ellas las que cortan la leña.
ResponderEliminarPor
las puertas ventanas agoreras vuelan como aves, no son ellas las que cortan la leña.
La foto del siglo, queri do. Deyzy Zulu, mamaci ta.
ResponderEliminarlo escogieron, le arreglaron un ojo, y parecía sexy,
ResponderEliminarpero después del filme daba pena acariciarlo.
en todo caso, se resuelve, por escogido.
y asi asi asi, y podrías triunfar.
Le cambiaron el cerebro lo trastornaron, no tuvo la suerte del otro amigo, que siempre conservó intacto su cerebro, es un decir muy gueno.
ResponderEliminarPero León y Anabel, es posible a sus veinte.Como yo y todos ustedes.
Pero quedaremos en el olvido por culpa de una contradicción maoísta o liberal?
maoísta a estas alturas de la vida del siglo XXI?
EliminarLIBERAL, SI, PUES CASI TODOS LO SEMOS.
INDEPENDIENTE, LA PERRA Y MIS RENCOS
RENCOROSOS.
Mi querido bardo Gajaka o Harald el clarisimo
ResponderEliminarhas metido el diente en el Leon y el rabo
entre las piernas;
que falta de dieta hermetiana;
has perdido a las bacterias florales
por ganar un osito.....
Entre febrero de 1910 y julio de 1911
ResponderEliminarT.S.Eliot escribia The love song of J. Alfred Prufrock
y en 1914 con tinta de otro costal Leon de Greiff dibujaba
su Diminuta balada desolada...
como dice Rolando La Serie
cambia el paso que se te rompe el vestido
No es perfecto
Eliminarpero es perfecto.
Siguiendo a Cordelia Fine, "Nuestro actuar depende de lo emocional más que lo de lo racional"; deberíamos tenerlo más en cuenta a la hora de juzgar a los demás.
ResponderEliminarA estas alturas del paseo o paseíto, Anónimo, ha fenecido por su falta de imaginación, y por estar atacando al Gran gajakudo, que con León de Greiff en su manga le ha cogido milla y media a los enanos bartolos que se arrodillan a la mierda por falta de fe.
ResponderEliminarVuelvo y aparezco porque sé que les hago falta, se nota, pa ponerle picantico a la tontera. La verdad es que quedé anonadado, drogui con la soberbia inteligencia del Gran Kagajudo perdón GajaKudo, que como Proteo con sus mil formas (y nombres) alimenta el cholito su bo...blog. Disculpen mi gaguera y mi ausencia, me siento como embartolado (no sé que es eso), como sin fe en este maravilloso bodrio para el cual escribo. No puedo seguir, estoy abrrrrrrumado...
ResponderEliminarPara Tesos y Bostezos
ResponderEliminarnosotros los mediometraje sin pulgadas felinas (ni de leon ni de gato)
estaremos con la mierda hasta el cuello
pero sin la paisa Fe de los que gargarean con la Kaka
vaya paseito tan cagalitroso
El neoberraco cuaja, y la puntica se clava en el estomaguito
ResponderEliminarpobres enanos de hoy, pues saben que con media pulgada más habrían
conquistado a la vaca tronera de vecina, limpia, de honguisas resultados venereos,
y se la pasan apagaditos, explicando orgasmos que no han tenido NUNCA.
Pregunta, que me gano yo con saber que asen y hacen son diferentes, vow,
que con la musica apago el fosforon?
"Que cuaja cuaja (ya era hora),no es sino irle dando manija, ordeñando el trompirojo" Así hablaba Calostro.
EliminarBueno mi mijo, se dejó pillar, ya se quien es "busted" y me da pena, que solo tenga este medio para expresarse, y no agote otra personalidad heterónima.
EliminarMira si alguna vez nos quisimos, porque eso quedará claro en mis Memorias carolingias, no se porque ese ataque a este pobre tartamudo poeta que soy yo.
Ya vez, conoces a mas de un `poeta neobarroco y neoberracos por este cagado blog. Y cuando salgan mis memorias escóndase por esos cerros del ayer y quizás del mañana para que grite: gajaka es un hijueputa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, como dice que fue mi amante!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, malparido!!!!!!!!!!!!!!!, hijo de puta""""""""""""""""""""""""!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, porque tuve que conocerlo por mi intereses literarios ya que no quería ser arracachero, y esto es un decir, para alguien que cocina solo huevos con arepa. Y se derrite pendejamente por las pelaitas peladas y pelados bilingues, esto también es un decir, ya que tu conoces mis metáforas.
Será una venganza dulce para mi. Estamos?
Bueno si no eres tu es el otro, ambos enanos. En cambio yo sigo con mis 172 cms, y 22,5 de lo otro.
Ay como estamos pasando de gueno.
¡No pues pobre tu! La mismísima arrogancia disimulada. Tate tranquilo….so….so….Podés hacer con tus fantasmas que ni entiendo, lo que queráis en tus desmemorias que seguro serán un bestseller nacionalgas… ¡Oh gran Kagajudo!…Seguí chocheando…No te angustiés pero voy a tener que salir de aquí del todo…El tedio tiene un límite aunque a veces pienso que cuando te puyaba pasábamos hasta gueno. Ah, y es con vos (y tus infinitos nombres) que hablo, no me interesan los “paliques” con naides más. A veces caen las mosqueras en la leche. Chao pues….
Eliminar...o en el calostro...
EliminarEspero que hayas conseguido.
EliminarAsi hablaba Cagliostro.
ResponderEliminarEL NORTE
ResponderEliminarYo soy el viento que escarda las espumas del rompiente,
el que riza al galope la blanca crin de las aguas,
el que atruena a rachas y golpes de mar esa concha marina
en forma de anconada.
Soy el rebaño de focas en la banquisa, mugiendo con el claro
de la luna,
la sombría silueta de la escarpa barbada de mergos y piqueros,
serrada a contraluz del crepúsculo, como celeste llave.
El breve arcoíris que nimba las olas arboladas que baten
en los riscos,
el lirio de las aguas sobre la cubierta de la barcaza náufraga
a medias en la gola.
Yo soy el bagre encovado en una hendija de escollera,
asomando a la bajamar su lacio bigote,
soy el curvo trazo de la tonina a ras de las aguas del estuario...
QUIEN ADIVINE EL NOMBRE DEL POETA DE ESTE POEMA, SE GANARÁ UN BESO AZUL.
YA QUE SERÁ EL PRÓXIMO POETA DEL BLOG.
Para un imbécil como Anónimo, este poema es un galimatias.
ResponderEliminarQUE TAL ESTE OTRO EN PROSA. y NO HAN ADIVINADO QUIEN ES. PONGANSE LAS PILAS.
ResponderEliminar1
En un cóncavo tepalcate —que una vez formara parte de un cántaro de greda— carbonizaste una raíz cortada en tiras finas de devilansogala y otra de negogoba, junto con las plumas de una gallina negra (también con las vísceras del ave, pero no con su sangre).
Con esos ingredientes hiciste un polvillo, que conservaste después en un casco de bug sellado con una capa de Sebo de Caridad.
A la primera luna amasaste con grasa una pequeña porción de ese polvo y, con el emplasto formado, embadurnaste tu seno izquierdo, enfermo de cáncer, noche tras noche, durante tres semanas, hasta que sanaste.
Gajakita, quién es Mosco en leche, please, por mis nalgas perfectas en Realidad Aparte!!!!!!!!!!
ResponderEliminarNO te redime ni Jose Luis Rivas
ResponderEliminarEl beso azul se lo da a la cabra con cencerro...
ResponderEliminarOtero Gotero se ganó el beso azul, porque el negro está prohibido por el mamertismo de Camaguey.
ResponderEliminarpero a Mosco en leche le gustaba el beso negro, pero como anda ahora con héteros, mejor se queda como lameculos, algo de lo que el poeta Jenao abominaba en los 70s.
ResponderEliminarpor que todos los cantaros de embarro terminan en Cuba?
ResponderEliminarPorque en Camaguey prohibieron el beso negro, y allí el 90% de la población masculina era gay y ese era su plato favorito, el beso negro, hasta que llegó Fidel o mejor el Che y mando a parar.
EliminarUna pista:
ResponderEliminarMosco en leche tiene gafas
es enano
mete coca con sus amigos "famosos"
su poesía es malísima, y él no sabe. Le importa un tiro
Tiene un gemelo, que escribe mejor que él.
Esto último es un despiste.
y como está tan bajadito.
escusas.
Y Adriana Mora si sabe de bajaditos, porque ella es la primera, enemiga de Darío Ruíz Gomez, claro, hasta detesta al Gajaka por una contradicción sobre la tecnica antes y despues en el cine en un encuentro recientemente.
ResponderEliminarNo creo que sea esa, es otra que a lo mejor lee poesía, Adriana Mora, la otra, no sabe sino de cine.
EliminarEscribía Horderlin: "la poesía es un juego peligroso". Hay nos vamos entendiendo.
ResponderEliminarEl amor
ResponderEliminarNo hay otra cosa que el amor. Acuérdate siempre de un verso de Walt Whitman (lo digo siempre en la traducción de León Felipe, que encuentro muy bella aunque no se ajusta exactamente a las palabras): “El que camina una sola legua sin amor, camina directamente hacia su propio funeral”.
Lo que no hagas por amor pertenece a la muerte.
Álvaro Mutis
El autor de esos dos poemas es José Luis Rivas, mejicano. A mi no me gusta mucho pero si dices que es neoberraco, haya usted.
ResponderEliminarGajakudo, publica a Alejandra Pizarnik y a Antonin Artaud, para que te des cuenta que son iguales.
ResponderEliminarya estan los felpudos poetas con el gusto del chupete en la boca...
ResponderEliminarMi querido Gajaka
ResponderEliminarle transfiero mi premio no metálico
al senor Antonio Curis
pero que sea un beso rosa y con bigote
oh oh oh
ResponderEliminarCuris, agacha la cabeza, y piensa: por Serrat.
Yio propongo a Eduardo Peláez, el doctorcito en poesía. O a su esposa mística, Margarita Cardona.
ResponderEliminarYo propongo a Noel Jardines, el de Santiago de Cuba.
ResponderEliminarY yo a Rómulo Bustos, seleccionado en 1986 como el más promisorio poeta de la Costa Atlántica colombiana.
ResponderEliminarMatilde está muerta.
ResponderEliminarTodos iustudes son unos Mini Mi, jugando tenis.
ResponderEliminarHollywood ha revelado que la actriz Keyra ("Madame Bovary"), fue clonada de Winona Ryder.
Que tal les quedó el ojo.
A propósito de los poetas malitos y narcisis de Medellín y aledaños, medio medio se salva, Darío Ruiz. Orlando Gallo, por su gran esfuerzo, el Gran solitario. A Robinson lo salva sus redenciones, mucho mejor Gustavo Adolfo Garcés, que si salió de Li Po..
EliminarPero como tu y otros han dicho: Medellín y aledaños, puros copistas.
Si fueras loca, dirías: Hay me cansé, como hacen otros poetas maricones. Pero los de Cali son los mejores.
ResponderEliminarMe gusta el poeta del centro de Medellin "y aledaños", Carlos Bedoya.
ResponderEliminarEn este 1913 se definen las tendencias en la literatura y el pensamiento occidental, que cada vez más se va uniendo o globalizando y ya no hay tres mundos, sino uno y muy chimbo.
ResponderEliminarNeos ante la amenaza del neonazi.
Barroco Berraca es la tendencia mayor.
Las tendencias de esta Década querrás decir Santiaguito.
EliminarQuiero decir 2013.
EliminarMe gusta más David Huerta que José Luis Rivas. Caminan juntos pero se desplazan torcidos por "los senderos que se bifurcan".
ResponderEliminarMENTIRAS TUYAS
ResponderEliminarTened piedad de mí, viajero ya
de tantos viajes sin valijas.
Henri Michaux
Pieles nuestras, pellejos,
se extienden sobre nenúfares
no obstante el cotidiano
hundimiento del sueño
Nos despierta a veces
el fragor que ronda
raquetando a los músicos
Retorna más tarde un aria
perfumada por la parálisis
Madrugan sacando pecho
bromelias
saliva púrpura
anudadas al verde oliva
de tu garganta
Ave fénix sin aire
sin más que nada
Carlos Bedoya
Sacada del blog de Emdymion Editorial.
ResponderEliminarTodos hemos intentado alguna vez vivir al interior de una canción. canciones donde la gente se muere de amor. canciones de personas en fuga... siempre he deseado vivir al interior de las canciones y no regresar jamás. TOM WAITS
MEDIALUNA
El amor puede tener un fin
y la amistad no.
Juan Carlos Onetti
Media luna
yeguas abrevan nubes
de insomnios ávidos
El sol pasea
su esqueleto
en el ordeñadero
a oídos sordos
del jardín risueño
En la quebrada
un rumor frenético
descalza sus pies
en llagas
De la cuchilla
descienden espinales
tarareando
valses infestos
Aquí yacemos
saboreando la niebla
Guauuu, que belleza, preferiría el tinto sin azucar, y un poquito de miel. Saz, se hace.
EliminarMe gusta to munch Carlos Bedoya, si es el poeta de Medellín, del centro que ahora está mal, no quieren a los poetas.
ResponderEliminarEl amor puede tener un fin
ResponderEliminary la amistad no.
Juan Carlos Onetti
Buches!, te pegas de un avión fallando.
ResponderEliminarMira Omar, tu te sientas y les hablas de Harald el oscuro, el clarisimo, y los estupidos oidores, o los que no oyen nada, que son miles, te traban la trava o viciversa, y les los otros relatos, ojo, se caeran los puentes del absurdo ese de no oyen nada ni ven ni rintintan turulu
ResponderEliminarGajaka
ResponderEliminarpor que no tomas y archivas las lenguas dactilares
de los que babean en tu blog
porque de tantos anonimos queda el mono en seda fecal...
Osea que te importa un culo Gombrowicz.
EliminarUna manera de ser feliz es encontrarse con esos anónimos y decirles en la cara, siempre terminan igual.
ResponderEliminaruna de las conclusiones de POESIA 7,1:
ResponderEliminarque los marihuaneros desde Barba Jacob son mejores que los cocaineros, estos notan su diferencia, repito son mejores, son mejores amigos. mezclada la una y la otra solo un super man puede. conozco uno.
gran sorpresa los dos poemas de Carlos Bedoya, la dama de los cabellos ardientes lanza su sonrisa top 10.
pero fue la sorpresa cubana en la lectura de león de greiff, y no se diga más.
que tal los cocineros con delantales pespunteados; adictos a los ripios de oregano y al tomillo machucadito,
ResponderEliminarno son amigos contundentes del pan sin levadura y del panadero con calentura?
ay tienes raz
Eliminaron, pero son hindus al fin y al cabo de la esperanza, que ya vale huevo.
oregano y tomillito, y a escondiditas, semejante religion.
ResponderEliminar"el panadero con calentura" me tumbo de la silla. Ojo con los caballos extraterestres, comprados por la niña desde el balcón.
ResponderEliminarPREMIO IMPISBOL IMPOSIBOL IMPOSIBOL, a la foto de los caballos extratererstres, pues tres minutos después no estaban a la vista.
ResponderEliminarSino publicas el Manifiesto del Neoberraco, que está bien controvertido, no truculenta pero si turulu..., te van a comer a tarrazos, o sino pregúntaselo al buey con tarro.
ResponderEliminarA mi que me incluya como una de sus bastardas, criando a tres niños de la Cortina de Hierro.
ResponderEliminarManifiesto del neoberraco, la berraca de culo que dios me dio al nacer, sirviÓ para alimentar medio Atlanta en sus primeras noches de METRÓPOLIS.
y que de sobremesa latina me den al Mudo de Beckett para bañarlo con caca de ukraniano, alimentado de papas peruanas.
ji ji ji.
tienes que ser una loca tremendisima.
EliminarY que conste que El Ché se ve muy hermoso viendo a Boris De Greiif jugar en La Habana en un campeonato mundial de ajedrez.
ResponderEliminarMe disculpan poetas malos, por haberlos puesto en la lista negra, pero es solo para estén a la altura de la política de Sergio Fajardo, Antioaquia la más educada y la más poética, y ustedes con esos poemas tan simples y guevones no irán a ninguna parte, talvez a Irán para ser quemados por los filósofos persas.
ResponderEliminarTengo otra lista para que se agarren de las pelotas.
Hay poetas copistas que tienen algún rango dentro de los poetas, casi siempre lo hacen porque su imaginación razonada no les permite crear algo nuevo o de acorde a las tendencias vigentes o continuadoras como el surrealismo.
ResponderEliminarLos copistas, llamados fotocopios por los círculos literarios, van muy campantes robando aquí y allá y se reconsideran "ladrones nocturnos", pobres cafres, son diurnos.
Abandonan la poesía para dedicarse al cuento que dizque es más fácil, y mentira, allí no triunfan o salen adelante más que dos o tres cuentistas por país-
En Colombia los costeños son casi todos copistas, pero es en Medellín donde abundan cuando tienen nombre y fortuna.
Los costeños, siempre ellos, y ellas, tan largas, puntiagudas y puntiagudos, uhmmm ni que decir más esto eso aquello tienen un inmenso corazón de tarro, querido Buey con tarro.
ResponderEliminardejense de peleas, que mi profesora Oliva me pone de abogado del diablo, y de la virgen, aunque no se como, pues todas se parecen. el polvo de su cara para una larga actuacion, y sin mejorar embejecen.
ResponderEliminarAhora si entiendo porque Gajaka es el poeta millonario. Alza la copa, come carbohidartos al vapor y cerveza negra. Las artrosis lo cercaran hasta la ..........
ResponderEliminarComo la madre.
Es que no encajo en un cuento, una semblanza si, pero vaya, han desaparecido los buenos para eso, semblante divino, inmisericorde, semblante de un poeta en cuartilla y media, maximo dos ters cuartos.
ResponderEliminarTengo mi apartacho como casa de madonnas,
pues,
puede usted venir.
Feliz cumple para los del 3 de febrero, algunos son raros, y bien raros, pero otros son simplemente la hormiga atómica.
ResponderEliminarLa derecha del hombre celoso
ResponderEliminarla izquierda del hombre celoso
el centro mismo del ser.
Centro izquierda
Centro derecha
Centro independiente
Centro y neutro.
Centro between.
Lo que mas me gusta de la foto, que esfuerzo he hecho, es el reloy de los muertos, del brazo de José Manuel Arango.
ResponderEliminarAy me canse.
pis pis
EliminarMira Gajaka escribe tus Memorias, serán únicas, las mejores. Tu lenguaje locuaz y sincero agrega a cualquier obstáculo que encuentre el lector, te lo pronostico. Armado de valor te refrescaré la memoria de cuando editabas a Realidad Aparte con Comas y luego con Alonso Mejía. Primera Vida y la Segunda con beca de Venezuela.
ResponderEliminarDe Venezuela no recibimos ayuda como Becas y eso, solo que Juan Liscano me prometió pagarme el pasaje y una estadía en Caracas, desde Nueva York, para presentar Realidad Aparte Segunda Vida, pero se murio en esos días. La plata salía de un dinero, millones de bolívares que le había dejado Rafael Caldera al poeta para fondos para artistas, y eso se quedó así.
ResponderEliminarpobre bobo con semejante absurdo.
EliminarCagón
ResponderEliminarpipi
popo
pipi
popo
lengua
lengua lengua
pipi
pipi
lengua
lengua
lengua
popo.