G/D. 1934-2014.
Gerardo Deniz, le dije, ole, su prosa
representa una filosofía De marras. De su parte alegro con moto, sus textos a Viceversa, en los noventa. Apunte in
extensión. Límpiese bien las trasedillas, para que no diga que se le acabó.
Gabriel Jaime Caro (Gajaka)
Con su prosa
reunida, De marras, del poeta Gerardo Deniz, nos damos un vueltón,
hasta suavizar los conflictos con el balsámico cómo penicilina, y la risa de
Demóstenes en el exilio de verdades insulares. Ronda por sus textos a la revista Viceversa de México.
Prepárese
para el infarto al miocardio, mio poseso, a la mezzo, a esos Puritíticos positivistas…En la Quemazón de condesas. A esa pocilga
donde llegan todos; es propicio el examen de los labios amargos.
Tres chat de
tequila para el doctor Juan Almela.
La prostitución está en los labios, la marea está baja, límpiese los hongos herpianos, para
que después no diga que está acabado.
Y La siesta del fauno, de Debussy. De Mallarmé otra vez, su página en blanco con solo una h, entra y sale
por el viejo escritorio. El nacimiento de
la música moderna. Es bien sabido. Bravo Debussy y, G.D. anda
feliz. Es solo la colaboración para Viceversa
(1994-2000).
Si, que es
lo qué más se le acerca a la alquimia,
la bioquímica, exacto para otros la quántica y Diógenes Laercio. Ah, y
el dibujo, desde pequeño.
Ese cuento
se lo habían echado a Stravinsky, La
música moderna existe entre pechos, entre telones y pieles color de gallina. Niyinsky desmoralizado.
Antes el
caso Dreyfus, El cielo del fauno en
la hierba se desparrama en un cuarto de hotel, no terminé la investigación,
siguiendo a Deniz, seguían las
persecuciones a los judíos en Francia,
fundamentalistas entre los aplausos del público. El otro villano.
El Himen en México, sobre un cuadro de Chavarri. Se ve desde las montañas de
Toluca. El cádaver de Anatole France
(Viceversa, junio d 1995), una
pequeña joyita, Deniz de cuerpo entero. ¿Qué es un sifonaptero? Muy cerca cabalgamos, no es burra es mula.
Cabalgamos
dice G.D. en la Isla de los pingüinos de A.France,
su más universal y única novela, pero G.D.
da su voto por El figón de la reina
patoja y Los dioses tienen sed. Se
declara prehistórico, lo mismo que a
A.F. (para nosotros los prehistóricos). El
appergione de Schubert, para el
precio de la fama. Atenor con
arcilla de coca.
Una rareza, el absurdo en la alquimia,
puede ser ahora para los nulos lectores, G.D.,
cuadra con el neobarroco por el Siglo de Oro que lo lleva de escudo
proserpiniano, a la vio con Diana, la energúmena de la provincia de Papantla, de donde viene la vainilla.
También
publicó en una de sus entregas, Viceversa,
una Escena Dramática, Acto único:
diálogos ejemplares. Una obra intensa como las del Berlín Ensemble, Esquilo,
casi apoteosis, que contradicción también rumorada. Una obra clásica, la
comidilla en Tepen el fin de semana.
Que sigan, Bonnet, Busser, Franck, Cheveliard, Orson Welles, sin telón
de fondo Buenos Aires. Que se
desinfla, que se ve como Narciso, y
muchas cosas más. Me sigue sonando Debussy,
mientras los falsos cantantes de la música moderna utilizan el violín.
G.D. seguía trashumante escribiendo sus
libros de poesía, Ton y son, Letritus, Fosa Escéptica. Cubiertos de
una piel. Una maestría, cuántas maestrías leídas, mejor que leer mala
poesía, condenada en el oráculo de Sierra
Leona, por el homosexual F. Pessoa.
Para los de la poesía difícil de leer, un tonel de mierda de laboratorio, y montar por última vez en bicicleta, camino expreso donde Dioniso, O, quedarse quieto con la momia.
Y escribió Violín (Dic. Del 2000). En el violín los
rusos y Bela Bartǒk, a
todos nos dijeron desde pequeños, el stravagarius, el violinchelo, toda la
familia unida. Deniz aconseja el
peyote (el preludio te lo haces). Sibelius,
Prokofiev, si, y los rusos
escandinavos también. Acción extrema, pluralidad de sonidos mágicos de violín, para el Juicio Final.
Preludio,
que ahora va a sonar Alban Berg, Para mi el mejor concierto para violín. Otro más que lo mató un resfriado.
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Tomado del
blog: Otra iglesia es
imposible.
martes,
julio 10, 2018
Secreto
Ponderan mi memoria de cosas variadas
(—Tiene usted una memoria felicísima,
me dijo a mis diecisiete un viejo químico),
pero el secreto que sólo yo conozco
es que más y mejor recuerdo todo
lo que atañe a cierto olfato y cierto tacto
(no hablo de zonas erógenas pues son el cuerpo entero),
y que estos rastros mnémicos
me asaltan a mano armada en mil circunstancias.
De pronto mi órgano de Jakobson, mis manos y lo demás
despiertan, desvergonzados y simultáneos,
ante la estantigua de las ausencias,
quienes, por si fuera poco, cargan a la espalda
sentimientos, palabras, preguntas sin respuesta o respondidas,
más toda la tramoya necesaria
para seguir existiendo sin perder lo existido
que siempre concluyó de igual manera,
pero dejando todos los detalles tragicómicos.
Huellas dactilares, indicios de ADN,
parafernalia caduca, pero ello,
lo puedo asegurar, no tiene gracia ninguna.
Preparativos
Me preocupa (entre otras quisicosas) pensar,
ahora que me quede ciego,
qué voy a hacer con la mesa de billar que traigo dentro de la cabeza
cuando rueden por ella
(y a oscuras)
cisticercos, pezones lisos como caramelos chupados,
canicas, avellanas, vólvoces (gónadas), burbujas de chicle, oes
y hasta una que otra piedra de la locura.
(No) vamos a ver qué pasa.
Sintomatología
Esto va de mal en peor.
Hace unas horas te encontré en una pieza de Scriabin
que, por tanto, en adelante será tuya.
En mi poblacho habrá esta noche una luz
y en adelante continuarán siendo más, bien lo sé:
son las metástasis que sin querer desparrama tu existencia.
No sólo por el andar se denunció la diosa.
Es ello, estoy seguro.
Gerardo Deniz (Madrid, 1934-Ciudad de México, 2014), Siglo en la brisa. Blog de Fernando Fernández. Laberintos. Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles, n° 17, 2015
Envío de Eduardo Ainbinder.
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G.D. con O.P.
Me descachucho. De todos tus denizes, este es el mejor, lenguaje apretadito de humor.
ResponderEliminarLes cuento que Facebook rechazó esta entrada como de lenguaje inapropiado, y quizás reciba una sanción por algunos meses. Porque por ahí puse culo, pero luego lo cambie, y nada sanción es sanción.
ResponderEliminarLa siesta del fauno de Debussy, es el comienzo de la musica moderna, un aserto.
ResponderEliminarGakalita pobrecita lagartita
ResponderEliminarNo recibió mención el armadillo. Apostaste por el. La gallina culeca,
ResponderEliminarClaro, semejante armadillo, muy elegante. Así es la caratula de su prosa, De mallas, hay pintado un armadillo rojo.
EliminarAquel filme de Bardem, que se come a las gallinas vivas, pensando en Penélope, lo dice casi todo de nuestros estados amorosos.
ResponderEliminarPreparativos, su último poema. Mis respetos a un gran cronista.
ResponderEliminarSe enteraron que Madame P.o.p.o, hizo p.o.p.o. en Madrid, a la que se perdona, Dignísima Majestad.
ResponderEliminarLos tres inéditos de Gerardo te dan mi perdón, si exacto, te perdonamos de que nos mandes al pinguin y nos hagamos desaparecer por un rato o instantáneamente.
ResponderEliminarUfffff
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