miércoles, 18 de diciembre de 2019

Gabriel del Casal sacó la cara por sus hermanos, los heteronimitos, inaugurando nueva Era, nueva arqueología presocrática.






Poeta Lorenzo García Vega (in memoriam) con Gajaka extramitico. Del Neobarroco al Neoberraco. 1998. Foto de Alonso Mejía.

Poema o emoyi, aporías resueltas.

Por Gabriel del Casal, cambia de Partido cómo cambia de piel, repulsión al grado cero.

I

Cuando ya todo lo has descubierto con el Libro Rojo de Jung, Lou Reed en la contrapierna, Madame Blavasky VI, o la catalana de anárquicos espíritus asomada por la Madison y la calle 82 (N.Y.C.), por casi un golpe conjunto… Con El libro rojo de Jung.

Se es Catalán, ruso y de Murcia, que venían de Las Canarias, a ser campesinos en el Mediterráneo, cocineros en Cuba, más bien prisioneros de una tal reina Isabel, hija del más feo de los hombres, Fernando VII.

II

Que la niñez no se deja retratar en los sueños (los sueños de la niñez no existen, dado que fueras el primero en 100 años).

No me he vuelto, tal vez vino rojo enternecido, sabe a Tales, y si el otro odiaba a Demócrito, Platón por más señas.

Nadie avanza mientras los vencidos sean aniquilados juntos a sus líderes en aquellos siglos de grandes inventores de la poesía.

Los médicos y las guerras médicas, poco registradas, hay prohibición de no tomar el vino. Michel Onfray se desgañota para decírtelo así.

III



Gajaka en el Marilyn Monroe en el cielo del Morocco. Medellín, 2005.

Un muso no es nadie, ni para ella, una musa que no lo sabe; ni riesgos tragues esos párpados de arroz con paella en sopado de los gallegos.

Si, no ha habido guerra por ello; ¿de dónde han salido esos bárbaros aclimatados, resolviendo las cosas de los hombres tornasolados? Queremos verlo, aunque sea en un par de filmes, digamos históricos.

La guardia franquista que se volvió paramilitar en varios países del continente americano, después de los 40s. Hoy, apenas la vemos, en aquellos rostros asesinos, vestidos en prendas de medallería, el odio de Jarry (el patafísico) forrados en billete, que mueren porque no mueren.

Después de todo lloro cada que puedo tenerte a mi lado.

Aporías.

Y terminado el poema o emoyi, los arquetipos extramiticos se dejan notar en ese Espíritu de la profundidad, del que habla el Libro Rojo de Carl Jung, pero es mis queridos, Spinoza, el que cada vez es más claro.

Ya puedes hablar del deseo cómo un goce, mientras no, el cuerpo está vencido. Somos la inmanencia, A es más A, luego B, digo yo. C es camaleónico, y D es el espíritu a vencer.

¿Cuántos amigos tenía el poeta Anacreonte? No se sabe; por eso Foucault nos abrió los ojos, necesitamos volver a cerrarlos. No a todos, pero si a los ateos sesenteros. Viva Camus, Abajo Stalin.

Consignatarios en una noche con Herminione: no como el pan pan, ni el vino vino.
Gen y poesía entre estrellas galácticas, y así inventas palabras nuevas cómo folofea y crotero.

***


Lanzamiento de la Risa de Demóstenes, rara, III. Elmer R. haciéndole cositas a la cámara. Pearl Harbor (J.D.V.) esperando la dedicatoria. R. Urrea viendo la risa rara de Demóstenes III. Medellín. 2017.


Poema al polímero que empieza a asomar.

Oh polímero que empiezas a asombrar. Hasta el pecho o el más allá, con tal que no llegues a la cabeza. Réquiem en paz.

Ya no difumino, mis manos acrobáticas, honores reservados que me dan, sin ser exactamente el pianista en escena, influyo ahora, hasta en la sopa. En ese altar del guaguancó.

La terrible realidad del filósofo asesinado, es la noticia vieja que más interesa, ampliando el columpio rojo de Alejandría.

¿Para ud, cual fue la noticia más triste; que el abuelo matara a la esclava por inútil, y no la del perro que se comió todos los pollitos amarillos con pinticas azules? (seudos versos)



Nuestro premio Pulitzer de poesía 2019, Forrest Gander, segundo de derecha a izquierda. La chica Álvarez, la presentadora, Carrión del Ecuador, Gajaka de Colombia, y Samuel Gregoire de Haiti. Recital de lanzamiento del IV festival Internacional de poesía, Santo Domingo, Nov. del 17.


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lunes, 9 de diciembre de 2019

El cine latinoamericano, extinto, tiene un nuevo maestro: Jayro Bustamante y su segundo largo, Temblores, 2019.






Temblores (filme de Guatemala), de Jayro Bustamante, 2019.

El Pare de sufrir de los evangélicos latinos, el peso de una mentira religiosa que coarta la libertad del hombre para escoger de su propia cosecha (lo más íntimo del ser), más claro nos lo pinta Jayro B., el joven director que ya nos había sorprendido con Ixcanul, 2015.

Por Gabriel Jaime Caro (Gajaka extramitico)

Antes de irte de shopping o de vacaciones decembrinas, para y éntrale al movie, ya que puedes salir cómo yo, diciendo que es lo mejor que has visto este año, por encima de Scorcese, Almodóvar, Tarantino, en competencia; no solo por el guión sino por la dirección de actores en planos que son los primeros, para luego sentir el plano secuencia que te inunda desde la distancia.

Y es que el gustico con Guatemala se siente a maya o a mayas que hablan su idioma con el español en un diálogo de oportunidades. Allí la represión es más sofisticada con la religión evangélica que monta un negocio exorbitante, llamando a sus fieles a que luchen contra la homosexualidad que Dios ha rechazado y maldecido.

Cómo una trama de una sicosis acostumbrada al absurdo, nos damos cuenta de que el sufrimiento es aplicado violentamente, aunque sea con cuenta gotas. Hombres casados que tienen relaciones extramaritales con hombres gays, en aquel contexto que es pura mitología.

Viene la familia a derrumbarse por el rechazo, y nosotros ya no terciamos, vemos al hombre medio feliz y a la mujer (esposa) aturdida y manipulada por los pastores evangélicos, que hoy a nombre de la Neoinquisición pretenden convertir a los seres humanos en unas máquinas de pecado y de arrepentimiento forzado, para explotarlas económicamente y volverlos victimas de su ignorancia.



Pasa ahora en Guatemala, vienen del Brasil, la idea religiosa, ya está en todo Centroamérica, México, Chile, Colombia, Etc. El caso de la película es verídico. Los métodos sospechosos, ya lo habíamos visto en muchos cortos sobre hombres casados vueltos gays, un muro de placer inigualable por otro que trae la ley por antonomasia, represivo, de condenas mortales en muchos países, sobre todo musulmanes.

J.B. con Temblores se enfrenta a un rechazo por toda América Latina, pero cómo el filme es maestro, logrará cuestionar los albores de un cambio, que no permite la religión de estos señores, porque en el fondo son mafias con falsos profetas. Ixcanul, 2015, ya nos había enloquecido.

Cuando hay un líder natural, los otros son de cartón, y en esto el filme es explicito, la homosexualidad  tiene su espacio y su diversión, mito y realidad. El matrimonio queda nulo, mientras los hijos pequeños esperan su educación liberadora, y su padre desciende a los infiernos, para regresar agridulce, pidiendo un mezcal para la solución.

Mucha gente no sabe, lo que hacen los evangelistas, lo que está pasando, hasta en sus propios círculos, y por eso podrían rechazarlo de plano, y echarle la culpa a lo soso y aburrido de los matrimonios cuando el sexo es de cartón y no de intensidades mayas y astrónómicas (vetor 16), a lo que merecemos por nuestra evolución  y eternidad.

Otra cosa es la luna de miel, cuando descienden al limbo, y los roles se pierden, el sexo o la sexualidad es otra cosa que involucra a todos en la relación con otros seres. Que alguien aporte un f.a.l.o. O que diga que hacer si es beneficioso o no, en diálogo formal. La mujer no puede ser tan ignorante que solo actúa por lo que digan los pastores. O los demás, cursos de construcción institucional y religioso.



Vimos en La mujer Fantástica, el filme chileno del 2018, a un marido aburrido de su mujer que encuentra a un transformer que le da vida y felicidad. El gran disimulo es la auténtica verdad que aparece transformada, (mutilada) verdad y dicha, ah, poca la vida. Con un poco de gimnasio se quita.

Algunos actores: Juan Pablo Olyslager, Diane Bathen, Mauricio Armas, entre otros, en su mayoría naturales.

Nota al margen

Más pareció esto breve un discurso contra estructuralista, aquí es donde sucede, ustedes allá no (digo en Portugal), en Colombia te matan, le pagan al sicario, y en Pakistán estando (una propuesta) empezando a no matarlos.

Vayan a ver el filme, y después me dicen qué los enamoró, por fuera del clossett, tiado. Almodóvar ha muerto, es una metonimia que ayuda a la sustentación, sin nada de biopic o con muchos, Guatemala se las trae, para allá se irá Hollywood.




Jayro Bustamante al centro, al lado de los dos actores protagonistas, aunque en realidad son tres.


A L.C. Aragón. R.Urrea. Mr. Guatemala.




lunes, 2 de diciembre de 2019

Alexis Gómez-Rosa, el poeta dominicano que se nos fue a los círculos mágicos de la producción poética universal. In Memoriam.





Alexis Gómez-Rosa. 1950-2019.

Tan cerca de la muerte, y tan lejos de un plomazo*.

Gabriel Jaime Caro (Gajaka)

Alexis Gómez-Rosa ha muerto, dice el cable de León Félix Batista. Yo pensé en la misericordia del destino (todopoderoso), no hay dolor más agudo para el corazón desbordado de dichas, mejoras y traviesas adolescencias en adocenado espíritu (de la realidad). 1950-2019.

Welcome Alexis a esta página mia con audiencia en el destino (vándalos euripides), que si comienza, o termina de ser, mojito, tabaco y rón. Yo miro desde arriba jardines. Le alcanzamos a decir que la pelea es con Sarduy, (sarduystas), no se, pero como lezamista lo sabía.

Tus coqueteos con el surrealismo, van de la mano de la Poesía sorprendida y Octavio Paz. Pero nunca Cassius Clay, Jr, sería surrealista, con toda esa seriedad (póstuma) de sus fantasmas qué se agotaron con Buñuel. No hay nada onírico en los golpes.

Conocí a Alexis en 1985, recién salida la revista Enlace número cinco y seis, dirigida por el poeta cubano José Kozer, en donde aparecieron Cuatro poemas, de tinte o tinta neobarroca, en aquella primera feria del libro en Washington Square, N.Y., me miró de arriba abajo, yo diría cómo bicho raro, hablándole de Lezama, y con nuestra Realidad Aparte cinco acabadita de salir, proyecto poético, que dirigía con el poeta cubano Jesús Blas Comas.


Alexis en el centro de la foto, con los poetas neoyorkinos y el poeta Juan Manuel Roca.

En aquel número de Enlace, estaba la pesada de poetas y ensayistas latinoamericanos, nuevos y viejos, Gonzalo Rojas, Eduardo Espina, Juan Liscano, José Luis Rivas, Armando Romero, Raúl Henao, Carlos M. Luis, Mercedes Cortázar, Ana Becciu, entre otros.

Poeta de la postguerra, incluye su época trujillista, enraizado como palma africana. Pero estamos hablando del jazz, del alto Manhattan, de sus universidades, orgías literarias dionisíacas. De las primeras ferias del libro latino del Instituto de escritores latinoamericanos (85-87).

Comas era más su amigo, yo un aprendiz de solitario conversando con mi angustia, según Kozer, por entonces. Raúl Barrientos, su compinche y duro. Díaz Casanueva, Rosamel del Valle, Enrique Lihn, Huidobro, los conocía. Aquel cronista del boxeo, los últimos, ya no existen.

Recibí su antología poética, La mirada imantada, un negro presagio, o una manera del alma negra ante el conquistador gay (y albino cómo oro). De territorios de patas imperfectas, 1968-70. Hasta Prosas de un peso Welter; de “Cabeza de alquiler”, 1980-86, acostumbraba leerlos cada que podía hacerlo. Para mi lo más barroco, Campeador de onda corta, es uno de sus poemas más manifiestos.

Nunca antes los mitos fueron tan sabrosos. Cuando se va una vida y comienza el otro desespero, sin nada para la otra vida, no hay horas, solo los libritos quemados. Cortometraje de la muerte breve De Oficio de post-muerte (1973-76), de dónde salió este poeta que hacia estallar el lugar con su voz de lector preocupado.

Realidad Aparte le atrapó infraganti, ese mediodía no era cubano. Si, el Lezama de Reinaldo Arenas y Carlos M. Luis; la cosa era el azar concurrente, la diáspora, The New York City en tránsito de pie quebrado, 1993. Ah, antes que el chisme no te resbala, me gustaron los haikus de De High Quality Ltd, 1985. Ya era un poeta consagrado, vivía en la tierra de Lorca con Harlem, de Washington Heigths a Washington Square.

Publicaciones hasta en Aghula de Fortaleza. Tiene que haber pasado muchos años para que Alexis me esté regañando porque no tipe bien unos poemas para la revista, la nueva teoría de editor y autor enfrascados, vueltos a encontrar igual.

Era León Félix Batista quién siempre tomaba al poeta Alexis como un maestro en las volandas de los libros, llegaba el neobarroco con todo su destierro, la amistad con Kozer y da igual empezar a traducir a los poetas gringos, que así dejan de serlo.


Alexis Gómez Rosa por Ramón Saba.


Cuál esta desventaja de vida, empezamos de nuevo, sin el olvido característico de los tios sin moralina, las crónicas o pinceladas de un anarquista. Alexis Gómez-Rosa. Ávido de llevarnos al apocalipsis con su poesía tan determinante, no se salva nadie.

Desde el ministerio de la cultura dominicana, las editoriales, cuantifico todo, una colmena con la reina absuelta, el maestro de un estilo, que cuadra otra dimensión, por ahí lo metemos con Calderón de la Barca. Dije esto y me cayeron a golpes dos dominicos en la calle Colonial, donde vivía el poeta.

Fue Pedro Mir y Manuel del Cabral, sus maestros en la maestranza de sus poemas iniciales, y para eso tuvo que irse para Santo Domingo a continuar sus estudios y trabajar en el plano de la cultura, porqué tanto su otro mentor, Mateo Morrison y el profesor Céspedes, Cayo Espinal (hoy viceministro de cultura), Plinio Chahín y León Felix Batista, lo recibieron con los brazos abiertos, con su verso de pie quebrado. Su humor negro, deliberadamente negra era su vida, a la falta de jazz en la isla, y su falta de reconocimiento internacional, siendo el mejor en la batalla con los sarcos dominios de la intolerancia.


Poetas en la clausura del IV festival Internacional de poesía en Santiago de los Caballeros, nov. 2017. Se ve a Alexis  Gómez de frente, tercero de izquierda a derecha. Victor Sosa, Samuel Gregoire, Carrión, Forrest Gander, Chema, Batista, Henao, Gajaka, Sauma, Chahín,, Almánzar, entre otros. Faltan en la foto, Sonia Betancort, Pedro Burgos, Galán y Friedemberg.

*Parte de un ensayo en preparación.

A L.F.B.  y S.G. por nuestra estrecha solidaridad.



domingo, 24 de noviembre de 2019

Hilario Aquiles Luna, es el favorito heteronimito cuándo de demostraciones poéticas recuerdan su desnudez.





Gajaka, casi 71,  Spain restaurant, foto de Carlos López.

Mares tienen punticos. 

(Poema largo e indemostrable, a no ser que baile, pero cómo una zorra encerrada, no, que guayabo, con Yes, de nuevo. Punticos cremados) (?). La metáfora se quedó en una cometa en lo que llaman Sur y no Suriman. En el Norte claman por el Imaginismo.

Por Hilario Aquiles (Luna)

La metafisica tiene metáforas. La metáfora no. Y si prescindimos de ella, la metafísica, perdemos el puesto que nos ha asegurado la vida.

Que tus ojos sean el vivo retrato del otro, no es metafísica, ya que limita con la seducción, más metáfora, fin del siglo 19.

La jefa de todas las razones, es más Hamlet enloquecido y asesino, ante la estrechez de espíritu de la nueva época. Madre loca,

Si al final razonas, la metafísica descansa en pilares indemostrables, no sea que el olor de la India invada nuestros corazones.

Si era Dassain en algún círculo nos encontraremos, vencido el ánimo, esperan las golondrinas el aviso de esa quietud del instante antes de cambiar de vuelo.




Caída de sol en Montauk. Foto de Loli Cienfuegos.


Si, todo es platillos. Si es hilada manera o un infinito que comienza con la muerte. Escucha.




Leo: Papantla, pueblo de México, de dónde viene la vainilla. Ión, muerta todo un año (Ezra Pound). Por el solo hecho de hacer metáforas sobre la sexualidad.

Y quién se acuerda de John Ashbery? De Hotel Lautréamont? León Félix Batista: Este futuro nos hace bondadosos. Cosa del paso/ tú en tus límites. Extractos de la traducción.

No te atrevas con Erotismo y la muerte (Bataille), si el retiro vergonzoso de Heidegger, O no te atreves en Erotismo y poder desafiar hasta la gravedad de la tierra insomne. Si has superado a Fritz...Con su espantosa sífilis (su esposa diría Ka.), con su alzhaimer incluido aluminio.

Un vértigo de película se ganó todo su calificativo. Que descuido de ángel rosado, O mejor negro, de pura orfandad. Mientras lleves amarillo no hay negra la noche.





La araña de Louise Bourgeois. Foto de Loli Cienfuegros.

A Carlos Enrique Ortiz, por fin en El Capiro con los extramiticos desfogados, y sin la intromisión de la Chucha inmunda. El mundo al instante.


martes, 19 de noviembre de 2019

El heteronimito (Gajaka II) más cerca a heterónimo de cannon, y no es nearsighted, osea miope en algunas cosillas con Yogananda, y Kafka.




Yogananda, Hare Krispy. Collage. GajaKa.

Kant va hacía Canetti (este búlgaro no tiene miedo, con su profesor Kien (Auto de fe), ¿quién no se incendia, si a su lado está el viejo de K.?
La biblioteca negra de vergüenza, los poemas de Hermann Hesse.

(El proceso de Kafka III)

Por Gajaka II (desnaturalizado con voto)

I

K. acostumbraba subir escaleras y descolgarse por ellas, según lo dice Felice Bauer. No bajaba escaleras, y cómo hace para bajarlas si siempre va  inclinado. En cambio su espíritu no. Las mil tantas, escalas de las murallas cabras.

Esto es un absurdo, a quién hoy, qué no sea un viejo inquisidor, le puede interesar el asunto, ni enredo de chisme del hazmerreir; pero está tan pispo (afeitadito) este malvado. Aceptado por la Academia de la lengua española, hoy podemos jugárnosla toda con las preguntas. Poeta madre.

Que te descuelgas aterrorizado (vinito amarillo, muñeco terco). Y te salen con el sexteto de Charles Mingus. Profesor Kien, muerto de pánico, no, imposible, entre 25 mil libros. ¿Pero no son todas sus mujeres, digo las de Hesse, unas esquizofrénicas? Dale al bajo.

K. reflexiona: siente el cimbronazo adecuado de ataques invisibles, vaya salen, se hubiera salvado con los bien pretendidos conceptos de sospechas. Viviendo de prestado no se puede ignorar que estás en el trial desde la infancia cuando destacaste tu primera letra gótica (la g). Lamido por un lobo expulsado.

II

La casita en el sueño, vuelvo a ella cada que alucino perfecto. Tiene entrada y sala vacía. Ah, en la pared: Ancho de hombros, nada de insecto, insepto, inserboboro. Cada que puede las sonatas de Doménico Scarlatti. ¿El por qué se casan los hombres por ley si cuando deviene el místico está acorralado por esa histeria? Los niños son otra cosa, lo mismo los bebedizos.



III

“Eso”, que no tiene forma, tendrá que apoyarse en algo, enredo del maligno, de buscarle el contenido orgánico, nada con el espejo del otro, los primeros hombres en Nueva Guinea, tenían visa derechito al fondo de la cosecha alucinatoria. Hoy son todos unos desgraciados. Y las hierbas volverán a su cosmos de dos veces la luna.
La forma de la desesperación, con todos sus planos, ahí derechito el superhombre nietzscheano que vemos todos los días. Ahora inyectados.

Lo veo aquí en El tercermundano, ensayos (Incursiones de un tercermundano en la ficción del pensamiento) de Jorge Mario Mejía T., el Mudo Beckettiano, en La partitura de la serpiente (Ensayo de pensamiento teatral reactivo). Nietzsche (Zaratustra) y Beckett.

Que si El último hombre es “eso”, El Superhombre, reuniendo unas condiciones ejemplares para superar lo abismal (su abismo que ya no será espejo sino sombra), destronando al encantador, la serpiente envenenada, sin evolución, que no sea lo que es por sobrenaturaleza. La triste música que todo lo envuelve con su manto de magia. Versión (El tercermundano, según el autor, hoy es un vejestorio).

IV

Ahora que si Kant se incendia, era el titulo original de Auto de fe de Canetti, era que todos los escritores alemanes estaban en su contra, vivían el Nacional Socialismo cómo amos del mundo. Kien, su protagonista, significa en alemán algo así cómo leño. Con una sonrisa pueril murió entre las llamas de su biblioteca.

V

Kane, el ciudadano Kane también está en este proceso que han vivido todos sus pensadores en el siglo XX, de ahí que Orson Welles sea una luz que atraviesa la equivocada raza de los que no pueden, y solo conservan a la hora de su muerte la desazón primigenia, la escuálida verdad del deseo.



Gajaka y Ortiz.


VI

Y terminamos con Hermann Hesse, El lobo estepario, viendo la película protagonizada por Max Von Sydow y Dominique Sanda, ambos vivos, en aquella magia del hombre civilizado y domesticado que dicen ser los burgueses, que cuándo confían en el ser maligno, la espada de su sombra, mueren aplastados así renieguen de los totalitarismos, sin haber defecado su maldición, y nosotros conservamos esa belleza que se agota con el animal Baco, y las leoncitas según Pedro Montero. Hesse:

En la niebla

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.
Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.
¡Qué extraño es vagar en la niebla!
Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada uno está solo
(Hesse), hasta aquí, negativamente sobre cientos de pesos cómo la mentira de la muerte de Dios en Engadina, Zeus conduciendo a los piratas por el Atlántico. La intensidad de la palabra y del olvido.
Cuándo Bach toca la flauta en su concierto llegamos a lo sublime, quiénes llegaron se quedaron, los búlgaros al lado de grandes ríos y mares interiores. Me conduele que Dimitrov no le gane a Federer porqué lo imita, es su fans trans, y no puedo. Yo casi me reviento.

Y que manda a decir Teresa que hay muchas palabras inútiles que son cada vez más horrorosas, dote, gago, voto. Osea, Kafka quería llegar a la conclusión de que las mujeres no son iguales, a pesar de la valentía de la psiquiatría, versión. Rosa Luxemburgo no es igual a Dominique Sanda en nada.

A manera de conclusión, están abolidos los epílogos:

A O.J.G. (fue La cantidad hechizada de Lezama que sacudió el continente), el mudo beckettiano que gana en todo, el filósofo y poeta platónico de los 70s. colombianos, que ni argentinos, ni brasileros sobre todo se colarán, no sea qué, ese diosecillo (Demóstenes) en la clase, el Gregorio Samsa en la pared, mientras el Mudo Beckettiano lo mira de reojo, con el rabito izquierdo; me lo restrega en la cara el poeta Ottiz.
Hasta cierta parte de la vida, vale y con, taconeo. Bar L.C. A Angélica en Guadalajara. La pelea es entre sarduystas. J.B.C. y que resuciten el Kamasutra Kalatrava. Y que no se olviden de las horribles palabras.




Elmer, el maqrquetero surrealista.






domingo, 10 de noviembre de 2019

El Proceso de Kafka, el manifiesto más implícito de la terrible existencia humana. Gajaka II y su pecado de opinión.





Jeremy Irons cómo Kafka.

Cualquier descripción, sin decripción, de una mirada es insignificante. El Proceso o en el proceso del señor K (segunda parte).

Por Gajaka II, primo o número primo, divagaba incandescentemente, enredo en la lámpara.

Que vengan los kafkianos, y sale Elías Canneti, desfogado, y Deleuze convencido de su advenimiento. El discurso de la Academia si ha sido suficiente, lo siguen (a usted), y más si va meditando en la partida clásica de una mujer.

Pobre K, solo se había dado un beso en público, y ya el tío de ella lo increpa y le sube a sus faltas graves como el fascismo ordinario, convirtiéndolo en un perro.

El discurso metafísico descompuesto, obsesiona los tumultos (Auschwitz para Imre Kertézs) que no sean etruscos. Porque es el mismo de siempre desentona, solo que cuida de rizar su pelo ante el asombro. Y sé contralto en la cámara de gas.

Yo tenía un amigo, Peter, que ni corto, ni perezoso, se llevaba el bulto en el hombro imitando a la atleta etíope, es una loba independiente. Cállate K. Un poema al cedro, al espino y al limonero, y córtense los extremos.



La muchacha del Café.

Kafka en la piel de Jeremy Irons, La verdad oculta (1991), es más una reivindicación que una caricatura de si mismo, pensará el padre, porque mamás no piensan, y son así, despidiéndose. Una mujer, Teresa Russell, es así por fuera de la relación de pareja simbolizada, la progresión geométrica del monte apenino (a la cabeza, jajaja).

El insecto que crece hasta la altura de la papilla, suficiente las pruebas en su contra. Dirima su soledad en un desierto pintado de tríos de jazz, o las llamas confusas de su apreciación: son camellos que ruedan hacia el rio de la muerte. Grita el oliloquio, sin s, solo, y compruébelo, no sabe saludar como es.

K hubiera podido pulir los lentes de Spinoza, ser lo que es, lo condena a la observación estúpida de los humanos que apenas afloran una sonrisita para condenarlo. La ética no existe en el Derecho, tiene razón el paraco (nombre bíblico).

Que es imposible tocar al insecto, si lo torturan con el chorro de una manguera, ahí, no se sabe cómo va a sobrevivir sin una caricia de terciopelo. De niño le cortaba las patas a los animalitos que dibujaba, así el dolor es total y aplastante.


Romy Schneider y Antony Perkins en El Proceso de Orson Welles.


Ahora que si nos vamos, positiva (mente) hacia Oklahoma, veremos a un Kafka que fue cineasta en Hollywood (le consta a Orson Welles), desviando los presupuestos para un tren bala, entre tu vida y la mia, Milena.



Tiene que ocurrírseme un milagro trepándote por la muralla, la pobre descendencia de un vampiro obcecado por el mismo cuerpo desnudo, entre (a putrefacto coco). No, Kafka victamínisa el confort prusiano.

Quizás todos hemos tenido un señor K, el poeta Kozer (Un campo de achicoria), que no deambulaba, ni necesitaba la estación central para observar, y el adivino que hay, una suerte de ilusionismo en ese párrafo abierto. O el maratonista desnudo.

No hay que pensarlo dos veces, era no político, sino era demente, si las cuadrigas son arreglos de la modista Joséfina Pinta Pinta. K los tiene ahora a punto de escupirle la cara al detective de ojos verdes, que de seguro es caníbal.

La poesía kafkiana más parecida la vemos en Pessoa, sonrisa de presidio, la suerte encantada, pero el hígado de cucaracha. Tan sagrados sus libros, que a pesar del degüello, llegan a una masa estudiantil polarizada, olvidada de la esclavitud de castillo, saca las alas de la reencarnación, vuelo recreacionista en el infierno decoroso del siglo XX.

A mi alter ego (jazz).





Dibujos de Kafka en la oficina.


lunes, 4 de noviembre de 2019

Gajaka II, recuerda el cine y la literatura. Kafka que nos devora.


Jarry y los patafísicos.

Lo mejor es ser un animal sagrado:

Gajaka II

El hecho de que los monjes leen de pie caminando, y los de sotana, aprovechan para masturbarse (verbo irregular en pasado todo el tiempo), nos dará derecho a la simple razón de semejanza en el proceso.

El Proceso de Franz Kafka, hasta donde hemos llegado, a la perfección del absurdo y del crimen de la locura.

Que escalofrío da el proceso de uno mismo contra los otros, todos incomunicables, Piazzola y ese animal sagrado.

You Honor, somos payasos ante ud, aparezcase unos 5 minutos. Ea le leo la frase del día, mientras escuchamos Nonino la muerte:

Ah La felicidad busca la luz, 
por eso juzgamos que el mundo es alegre; pero el dolor se esconde en la soledad, por eso juzgamos que el dolor no existe. Después vienen los dibujos, y nos tocamos, con todo el (in)debido respeto.

El señor K, apuñalado, muerto del experimento humano, la sujeción de los valores dementes, la cabeza con la poltrona pegada, las escenas para el escenario, mientras Peter Brook desconecta a las cabezas pensantes del lugar (espacio).



Escalofriante, hasta en los claros oscuros de El Proceso según Orson Welles. Bastaría re conectarse hacia ese análisis, que revolucionó la literatura en el cine, el absurdo en el cine.

Anthony Perkins, que se expuso hasta hacernos borrar su belleza. Y Orson Welles, jugando con la literatura y el teatro en el cine, Pasolini, Bergman, Kubrick. El cine Noir, Cine negro, filosofia del crimen perfecto. Esa idea que pulula hoy.

Cada idea un filme, que recuerden a un poeta los hace grandes; y hay vienen esos dos, mis verdugos, los que esconden y mueven cuchillos.





Hoy estuve en Irlanda, 108 con Amsterdam Ave, y entendí por fin el día de 24 horas de Ulises, de Joyce.

Un burro desfasado de nalga, los eternos pastores, y el pueblo protestante. La bella no tenía pelo, pero era bella, entre ellos y mi alegría al leer aquello que no era teatro absurdo como en El Proceso.

Kafka, ese judío beckketiano, juntos pegados de la mano hacía ese animal sagrado, que roba nuestra alma. Sus sueños de América y el mismo encierro y tortura, restallándose el señorito K. podía volar como un insecto de verano.

Pero es el individuo en un tablero de ajedrez, un juez que no existe, y más. si estudiaste leyes, puedes decir Te contradices. Soberbia de enigmática manera.











lunes, 28 de octubre de 2019

Hilario Luna volverá a comer sancocho de gallina, en su tierra natal. Poemas en entreveo con la filosofía de la vida.





Gajaka en La torre de la libertad. Foto tomada por un juez de Paz.

)
Karma

Quiero una casa edificar
como el sentido de mi vida.
Quiero en piedra mi alma dejar
erigida.

Quiero labrar mi eremitorio
en medio de un huerto latino,
latín horaciano y grimorio
bizantino.

Quiero mi honesta varonía
transmitir al hijo y al nieto,
renovar en la vara mía
el respeto.

Mi casa como una pirámide
ha de ser templo funerario.
El rumor que mueve mi clámide
es de Terciario.

Quiero hacer mi casa aldeana
con una solana al oriente,
y meditar en la solana
devotamente.

Quiero hacer una casa estoica
murada en piedra de Barbanza,
la casa de Séneca, heroica
de templanza.

Y sea labrada de piedra;
mi casa Karma de mi clan,
y un día decore la hiedra
SOBRE EL DOLMEN DE VALLE-INCLÁN.
)
Poemas triunfalistas, por Hilario Luna (Aquiles)*.

La semilla de mar

A mi lado el altar de los acrílicos, enguevado, la luz apenas posesionada, una leve sonrisa de triunfo, cuando todo se ha hecho, yo con mi máquina de hacer versos.

Tengo ideas que transformarán el mundo, al menos el mio; cómo para darle un pitoborrazo. Vivencias al fin encerradas en pantalla, lejos del bosque más cercano.

El café para los grandes ayunadores, fíjese la norma pelirroja del mediodía, nuestras almas por el mismo laberinto, imaginado vuelo de ave extraterena, fea su larga vida, aves de rapiña amaestradas.

Las he visto. Conciencia infinita solo se lee a si misma.

Mal final del anterior verso, por donde asoman las prioridades según cada cosa, cada ser. Dejemos el infinito para la primavera.

La nave, oh Pizarnik, convertida en pájaro qué avisa que llegó.

En estos días de parranda, escrutados los sueños, vea usted señora de Ministro, ábrase al abismo de ese otro ritmo, por ejemplo de Columbia a Guaguancó.

El autorretrato de Rembrandt que me ha marcado para siempre, él y sus retratos de hueco mortesino, las aulas cerradas compuertas asiladas, paredes de fusilamiento.

Meditaciones que no son meditabundas, aunque suenen abundosas, reclaman la observación valorada por todo un instante que va a hacer grande.


Rembrandt, autorretrato.

Otro cosmos, para curar la verborrea; es cariciosa, la palabra.

Aprende a no corregir nunca, mientras tengas a todo tu destino encima. La niña de tus ojos corriendo, el libro que parece una biblia, enarbolado espíritu, resistencia interior y plagado blasfemando; has visto ese parecido en la pasta.

Esos silencios que preceden la armonía, suena cursi, pero desbarajado, esas tu, ahí que es toda la totalidad, todavía sueña con Ángelus Novus. De las águilas norteñas.

Me imagino el porvenir, tantas horas robadas al sueño, tu favorito, y desmoronando, nada sigue. Y otra vez te haces, y otra vez te haces, cómo dice la balada.

Has invitado al juego, con ese miedo de ponerse feos los hombres de supuestas razas arias (la ridiculez en pasta), y sobre todo mestizas. Plegables. Putas maneras. Postizo el trombón de maderas. 

El delirio de Tresor vuelvo hacer.

Y aquí aparece al que le dicen Las ruinas circulares, y se cree Bauman. Poca cosa para un filósofo soñador.



*
 Hilario Aquiles Luna, 1956. Hilario ha vuelto a nacer, alborotó el avispero, cree en la divina providencia, los días que son mastodontes de estorbo, vuelan con la mirada infernal. Si antes era caliente, que lo vuelva hacer, al menos para los huesos sempiternos, la vida rosa, la mirada en el cine por unos presupuestos malditos, maldito el poeta, que se queda en su eterna suite.