Tres poemas de Gabriel del Casal
Verbena de la paloma
Estaba pensando que eres más cruel
que Trujillo, o es que yo
Siempre la cago
-
Siempre la cagas.
Perfecto, estás perfecto ¿Válgame Dios, qué es esa otra imperfección?
Los nominados son: Fassbender,
DiCaprio, Hanks, Ruffalo, Noel Jardines. No cabe duda qué Ruffalo no tiene que
ver con nada de esto.
And the Winner is, Noel Jardines.
A Loli, Comas y Noel.
Señor
-
Mi pequeña dosis dosificada
Señor otro verso de
gracia, los orígenes son divinos o la capsula
casi humectante en caída
libre. Traerme al reo.
Señor yo se que no le gustan
los enanos, pero este no es feo.
Que limpie el piso, que
no se acerque a la familia. Pero si es de los Dávilas donadores de órganos.
¿Y nosotros que somos, chan con chan?
El Cuervo y la Luna
El cuervo se lamenta, en creciente,
tiene algo en las alas.
Será vieja y sorda con su pico
iluminado por el sol
Cambia de diálogo, como quien entra
con 100 libros.
En el tribunal de siempre enlagunado
hablaba con
los cuervos, si, Allan Poe y sus
lamparitas de petróleo ahumado.
No te olvides, la materia y el espíritu,
que no te dejan muerto.
La carcajada que habita, el vivo
ejemplo del que no es, elefantes
blancos con lluvia, tu collage
sincero.
Modigliani.............
Modigliani.............
Del Casal es Gajaka, jajajaja jajajaj jjajjaja!
ResponderEliminaroh oh oh, pa quitarme el sombrero de es picos.
ResponderEliminarcuando los anónimos y ramirez cojean de la misma lengua
ResponderEliminary los gajakas y resacas alcanzan los públicos rimeros del oscuro cero...
y del mismísimo Euclide de Megara la ripia moneda de la geometría paparazzi...
época de premios y gremio de los apremiados
ResponderEliminaren las épocas opacas cojean las patas de los infelices, que dan la lata dodecafónica con las listas de los apremiantes premios, que inundan y circunda en estas encrucijadas
del año. De nimias y polillas comienza el cretino jolgorio
de los predestinados ganadores y mamadores al gusto.
Que la demencia tenga su finisterre, es causa probable,
sino astuta certeza del psicópata de turno, pero la idiotez,
es un evidente y caliente saco sin fondo. De la ristra y la lista de los perdedores gotea la diluvia descalificación
de todos los premios, incluidos aquellos amañados helénicos, que el cetrino Píndaro cantara al mejor tenor.
Ni Cesar Pellejo ni el Francisco Kafka…
Ni Céline ni Celan
Ni Lima Lezama ni Ávila Santayana
Ni Welles Orson ni Luisito Buñuel
ganaron el garabato de lata
Ni Bach ni Bartók
la tecla de latón…
El cuervo y la luna, mis respetos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarRechazo el Premio, si esa es la otra imperfección.
ResponderEliminarHanks y Dicaprio son mis favoritos. Iñarritu le demostró todo su amor a Dicarpio anoche< dijo, eres lo mejor del mundo mi amor.
ResponderEliminaru.u.
EliminarSabiduría
ResponderEliminarNada a las fuerzas próvidas demando,
pues mi propia virtud he comprendido.
Me basta oír el perennal ruido
que en la concha marina está sonando.
Y un lecho duro y un ensueño blando;
y ante la luz, en vela mi sentido
para advertir la sombra que al olvido
el ser impulsa y no sabemos cuándo...
Fijar las lonas de mi móvil tienda
junto a los calcinados precipicios
de donde un soplo de misterio ascienda;
y al amparo de númenes propicios,
en dilatada soledad tremenda
bruñir mi obra y cultivar mis vicios.
Ricardo Arenales
si de Santa Rosa de Osos
Eliminarme vienen las lánguidas patillas
y del paisa el oscuro bigote de Porfirio
es bien justo que la arenosa Barranquilla
me llame por el nombre de Ricardo
que ya de Gajaka tengo el perentorio
de escribir el nombre de Miguel Angel Osorio
Si era feo Barba Jacob, parecía un caballo con viejas herraduras del campo antioqueno. Gajaka se parece cuando no se pintas sus barbas.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarVaya con otro heterónimo, de seguro el primero fue Fifí, tan quisquillosa como la Gajakalencería. El próximo será la santa rojiza de nalgas ca''idas.
ResponderEliminarPerra boba sin castrar.
EliminarEres una bestia. No pelees con mediocres, que a lo mejor es Mosco en leche, Quinta esencia, Renán, Farsael, Peo de zombie, La mesa que escribe. No seas bobo, no les contestes, Gabriel del Casal se defiende solo.
EliminarEl retrato de Van Dyck parece una fotografía, pues todos miran a diferentes partes. No era común en aquella época hacer retratos de grupos como lo hace después Goya.
ResponderEliminarMejor decir: Gabriela del Casal y sus tres poemas menstruales.
ResponderEliminarNo, es Misia Gabrielita del Cañal y sus tres peditos de rancio, rancio abolengo.
EliminarEspero con impa-ciencia los próximos tres poemas mensuales.
ResponderEliminar!Qué desocupe¡
EliminarAy no que Tola.
EliminarEl a b r a z o de la s e r p i e n t e.
ResponderEliminarLomellini, Sforza.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarREÁMBULOS BARROSOS
ResponderEliminarInfinitos preámbulos barrosos en la canilla que no cierra, pre-ámbulos, deambulos, bulones en la chata florida de los bulos, golosos cotorreos en el cierre del mimbre que gotea, gracial, en esa jarcia a rascas el cimbreo, en el bleque, de ese ruedo, de alpaca zarpullida a narigazos, la nieve o la creolina, el demorado desconcharse del cierre, en el eléctrico botón, empala lo que lame a lo que enjaba, encía milagrera la almorrana, espía en el recanto del esfínter, desafinando mandolinas al toletole de la hinchada, hinchando en leves várices de una furtiva dentellada el timo: si se huía, por los corredores que vanal calambre, al vomitorio, se rasgaba el satén de las esperas flatulentas, de las borlas de nalga abochornándose en la bombacha de laqué. Bombeé, aspiré el orujo en la estampida tibia, estampilla en estampas de Gobel, lino sudado en la vertiente ácrata del soba, sobar bajo los ábacos la cuenta cristalina de la transpiración, agror marino en elazor marrano delicuesce, en shampoos que se pudren en la mata, de tedio, poco usados: si el olor, olor fiero, olor de macho en la soirée de bolas, algo peludas, inflamadas por lainminencia del ardor, del merdar, del dolor de merdar y ser merdado en la lisura de ese acuario, llano, chato, adonde descendían en un intento fatuo de salvar los pececillos languidecentes, fosforescencia que se abruma, en la bruma del brillo, en la solapa del sopapo, ocaso, en la cresta de brines, que, desabotonados, corrían como peplos en bandera, rasguñando el olfato de fragancias de lágrima.
De Parque Lezama de Nestor Perlongher
ResponderEliminarDANZIG
La rutilancia de las lentejuelas
en un rimmel de tan marmóreo transparente
el rebote de los ojares
en las azulejas de pintos níveos y plumosos
esfinge nítida bajo el implacable velador
cebaba el puntilleo de las pestañas
con una fijeza de ciempiés,
sólo mucho después conoce su renguera.
Esfinge de codos revoloteantes y ampulosos, la gorguera
en la rebaba de la cervez
alabraba otros potros que los amarrados al palenque. El palio
era como intestino, porque las pompas
tapizaban en la escamación las peceras ventrales, y el dolor
de la espera, o de la sola sola noche
sollozaba contra el estaño pegajoso:
la noche del carnicero
en la lámina de la hoja el pincho
pichicho fuera de sí.
Los tatuajes de los azulejos se repetían en los antebrazos, pero los abrazos en los
anteojos los refractaba la luz de plata
que salpicaba las muñecas de la mancha rocío.
Pero la esponja del lavacopas detergía la hialinidad de los guerrero
sque se tumbaban en las puertas de aireo de ráfagas de betún
poniéndole precio (o ala) al cenicero,
aplastaban las coles en el mosaico pantanoso,
en balde,
porque la novia estaba ahogada en el bañito
de “Parque Lezama” (Buenos Aires, Sudamericana, 1990)
???????????
EliminarSeñor
ResponderEliminar-
Mi pequeña dosis dosificada
Señor otro verso de gracia, los orígenes son divinos o la capsula
casi humectante en caída libre. Traerme al reo.
Señor yo se que no le gustan los enanos, pero este no es feo.
Que limpie el piso, que no se acerque a la familia. Pero si es de los Dávilas donadores de órganos.
¿Y nosotros que somos, chan con chan?
Gabriel del Casales zen
Buda filántropo de los chist
Gabriel del Casal
EliminarBuda filántropo de los chistes zen.
uyuyui que culo el de David
ResponderEliminarQue trasero Loli, ahora si entiendo tu cambio de sexo. jajajaja jajajajaja.
ResponderEliminar