El poeta chileno Gonzalo Rojas, 1916-2011.
Dos poemas de Gonzalo Rojas*
En
cuanto a la imaginación de las piedras
En
cuanto a la imaginación de las piedras casi todo lo de carácter copioso es poco
fidedigno:
de lejos sin discusión su preñez animal es otra,
coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas,
su naturaleza no es alquímica sino música,
pocas son palomas, casi todas son bailarinas, de ahí su encanto;
por desfiguradas o selladas, su majestad es la única que comunica con la Figura,
pese a su fijeza no son andróginas,
respiran por pulmones y antes de ser lo que son fueron máquinas de aire,
consta en libros que entre ellas no hay Himalayas,
ni rameras,
no usan manto y su único vestido es el desollamiento,
son más mar que el mar y han llorado,
aun las más enormes vuelan de noche en todas direcciones y no enloquecen,
son ciegas de nacimiento y ven a Dios,
la ventilación es su substancia,
no han leído a Wittgenstein pero saben que se equivoca,
no entierran a sus muertos,
la originalidad en materia de rosas les da asco,
no creen en la inspiración ni comen luciérnagas,
ni en la farsa del humor,
les gusta la poesía con tal que no suene,
no entran en comercio con los aplausos,
cumplen 70 años cada segundo y se ríen de los peces,
lo de los niños en probeta las hace bostezar,
los ejércitos gloriosos les parecen miserables,
odian los aforismos y el derramamiento,
son geómetras y en las orejas llevan aros de platino,
viven del ocio sagrado.
de lejos sin discusión su preñez animal es otra,
coetáneas de las altísimas no vienen de las estrellas,
su naturaleza no es alquímica sino música,
pocas son palomas, casi todas son bailarinas, de ahí su encanto;
por desfiguradas o selladas, su majestad es la única que comunica con la Figura,
pese a su fijeza no son andróginas,
respiran por pulmones y antes de ser lo que son fueron máquinas de aire,
consta en libros que entre ellas no hay Himalayas,
ni rameras,
no usan manto y su único vestido es el desollamiento,
son más mar que el mar y han llorado,
aun las más enormes vuelan de noche en todas direcciones y no enloquecen,
son ciegas de nacimiento y ven a Dios,
la ventilación es su substancia,
no han leído a Wittgenstein pero saben que se equivoca,
no entierran a sus muertos,
la originalidad en materia de rosas les da asco,
no creen en la inspiración ni comen luciérnagas,
ni en la farsa del humor,
les gusta la poesía con tal que no suene,
no entran en comercio con los aplausos,
cumplen 70 años cada segundo y se ríen de los peces,
lo de los niños en probeta las hace bostezar,
los ejércitos gloriosos les parecen miserables,
odian los aforismos y el derramamiento,
son geómetras y en las orejas llevan aros de platino,
viven del ocio sagrado.
Las adivinas
Cada piel se baña en su desnudez, la Juana
se baña en su desnudez salada, la prima de la Juana sin más música que la de su pelo, la madre de la Juana aceitosa y deseosa como habrá sido, las cerradas y las adiestradas de la casa de enfrente, las perdidas y las forasteras sin mancha, las vistosas de seda y organdí de 6 a 7 se bañan.
En hombre es como adelgazan su figura, en olor de
hombre
se paran en las esquinas, anclan en los bares de los suburbios, fuman un tabaco religioso para airear la Especie, son blancas por dentro y guardan una flor que preservan por penitencia, la Urbe es la perdición, ellas no son la perdición, nadan en la marea de los taxis de Este a Oeste, conocieron los laberintos de Etruria mucho antes que Roma, mucho antes.
Además son locas, dejan
corriendo el agua y ríen, sangran y ríen, se amapolan y ríen, cuentan las sílabas de los meses y ríen, bailan y ríen, se perfuman, se desperfuman y ríen, sollozan y ríen, adoran la vitrina.
Lo que pasa es que no
duermen y andan todas ojerosas por muy fascinadas e imantadas de un cuerpo a otro cuerpo en un servicio casi litúrgico de ablución en ablución y eso cansa de Nínive a New York siglos y siglos, desvestirse y vestirse de precipicio en precipicio cansa, predecir la misma carta del naipe en la misma convulsión de hilaridad en hilaridad en el mismo abismo del orgasmo cansa.
Preferible salir rápido de la fiesta, comprar
diez metros de oro de alambre de ébano y marfil en el mercado polvoriento: con ese alambre y ese polvo hacer un reloj de polvo, quemar encima incienso propicio al vaticinio, dejar que eso se seque, no importa el humo, las pestañas. Toda puta resplandece. La Juana y su parentela no son las únicas. Baudelaire vio por dentro a Juana.
De Materia
de testamento, 1988.
*Tomados de la revista Gradiva, Año 1, No. 2, 1987, cuando todavía erán inéditos. <><><><><><><<><><><><><><><>><
Éxtasis del zapato*
|
Recuerdo que lo conocí en el Festival de poesía, 2003, Cumbre por la paz, y Gonzalo después de escuchar a Amiri Baraka, voltió y dijo, yo no estoy aquí por eso, vengo cansado y alegre de la poesía.
ResponderEliminarEra su jefe sin más no estoy.
Te acordas de acordar? Lo confrontó en la clausura del evento. Rojas sería el jefe comunista y no el músico poeta.
ResponderEliminarMuy buenos poemas.
ResponderEliminarUn abrazo desde Cañasgordas.
Me mori.
ResponderEliminarÉxtasis del zapato
ResponderEliminar¿De dónde habrá salido este zapato
de mujer, enterrado vivo
entre el cerezo y el espectáculo
del cerezo?
Alguna vez hubo
uñas de diamante ahí de un pie
libertino en diálogo
con el otro
del que no hay noticia.
Ocioso
ahora duerme su desamparo en el pasto
a medio fulgor, mezcla
de altivez y
lástima: todo tan lejos. Lo
arqueológico, lo arterial del arco, el tacón;
¡y esa música!
Gonzalo Rojas
Gracias querido, no es para tanto. Has oído la grabación de la lectura del Éxtasis del zapato?
EliminarGajakita precisamente con estos poemas de Gonzalo Rojas empecé mi taller de poesía en la biblioteca de San Javier.
ResponderEliminaru.u.
EliminarApenas en 1633 Galileo dijo que la tierra giraba alrededor del sol.
ResponderEliminarAsí mismo el asombro ahora es el transformista que pide ley para los gays.
Cumbres hijos, a nuestra imagen haremos el ancho de las puertas de Francia. No más vea esos hombros pintados que infunden miedo, el mismo ante los dioses.
Que se maten por brutos, sobre todo los superfascistas con los mamertos que adoran a Stalin. Paz comemierdas.
Le he declarado otra vez mi amor a las ventanas sin hombros.
Hamlet en Colono.
Eliminarsin hombres.
EliminarLa selección de León Félix Batista de mejores poetas colombianos, muy muy interesante, de lo más extrafarario.
ResponderEliminarLa fuente de la Fontana en Roma, ahí fue que le propuse matri a mi luciita.
ResponderEliminarlucidito anónimo, fuente y fontana son burros gemelos...
ResponderEliminarFontana dei Quattro Fiumi
La escultura de la Fuente de los Cuatro Ríos, se encuentra en la Piazza Navona de Roma (Italia) y fue ideada y cincelada por el escultor, arquitecto y pintor Gian Lorenzo Bernini en 1651 bajo el papado de Inocencio X, en plena época barroca, durante el periodo más prolífico del genial artista y cerca de la que en otro tiempo fue la Chiesa di San Giacomo degli Spagnoli
Oh gracias, solo que hay un detalle de la fontana en la foto, porque la escultura es grandísima.
EliminarLa Fontana de Bernini hecha hace 500 años sobre 4 ríos de la vieja plaza Navona.
ResponderEliminarLolli mejor tres ideas concretas a la vez. jajaja jajajaja
EliminarComo decía Borges de Macedonio, usted observo algo, no no observó.
ResponderEliminarLa Fontana del Pliego
ResponderEliminarla pereza es derecha ave de carroña
el zurdo es absurdo felino de corral
la vaca es bacanal de la maloja
el perro es hierro de acero errata
el cero es el uno que se esconde
el uno es alguno que aparece
el aparecido es espiga espuela
de burra majadera
muy bien Benito
dice y escribe el dedito pulgar
muy bien Benito
vaya con jota la virjen de Juan Ramón
Grande Umberto, la verdad no es berraquina, berraca ca.
EliminarMe uno en las defensas de las majaderas.
ResponderEliminarCuándo vas a terminar de editar?
ResponderEliminarAl parecer nunca.
ResponderEliminardonde estan las acasias florecidas, a este blog le falta la iraca, la ipeca cuana ipanema.
ResponderEliminarSolo extraño las arepas chuiquitas congeladas, tu voz de palo, la mañana la otra redimida, rica en labores, los patacones y el ajillo, contables emergencias, sellados para el simulacro, cuando llegue la verdad, ya habrán pasado tres siglos.
ResponderEliminarRilke el soberbio.
ResponderEliminarEl final de la especie
ResponderEliminarHemos llegado al limite de lo opuesto, chiricuto siempre será su otro tanto, ay tan de virgen lleyenera. Mejor asi mejor asi.
Pero también hemos llegado al final de la especie multiplica por unos y doces. El salon que cambio de nombre dice pregunteme, y yo digo 1530
Servet es teólogo del rey Carlos V.
Una linea larga es un perseguido.
Pregunteme otra, pero fue suficiente, el final de la especie.
"estas enamorado (bis), de un amigo mio". Os podeís bautizar si querés.
Eliminaru.u. Poesía histórica!!!!
EliminarRellenera.
EliminarHopper para su época UN GENIO. No tiene nada de hiper realismo.
ResponderEliminarEl realismo, la soledad.
EliminarMiguel Servet a sus 21 años era un genio. Estuvo en la coronación de Carlos V como Emperador romano germánico en 1530. Eran amigos dice Paley.
ResponderEliminarSeguis editando, jugas con las alternativas de tu pasividad de vida, enroscado como una aspid, neoberraco oportunista, sin ni siquiera le has dado algo bueno a tu país, para declararte en exilio.
ResponderEliminarTe lo dices a ti mismo por ser mamerto?
Eliminar