Desierto de la lingüística
Nos enseñaron
letras
primero las
vocales
luego las
consonantes
nos dijeron
que unidas
formaban las
palabras
las palabras
conjuntas
(nos decían)
ayudaban a
traducir
ideas.
Y ahora nos
dejan solos
con esta obstinación
infatigable
terca
obsesión frustrada
¿qué haremos
con este hatillo
deforme
de absurdas
dependientes
espontáneas inocuas
crueles
canallas torpes
huérfanas
insensatas
palabras sin
raíz
y sin
destino?
Los cobardes sabemos elegir
Dos cosas hay:
un atado de
hielo
y una huida.
obviamente
parece
que de elegir
la huida
nunca me
gustó el hielo
aunque me
convertí
involuntariamente
en un buen
catador
de escarchas
y de témpanos
(hay seres
vertebrados que segregan
engendros
congelados
desde su
lengua frígida
y sus manos).
He de tomar
la huida
la huida a no
sé qué
a un cúmulo
de signos
que
interrogan
a otro rincón
del mundo
en que seré
extranjero
(extranjero
del mundo siempre fui).
He de asumir
la huida
sin motor ni
zapatos
desnudo es
que me iré
desvestido
inclusive de mi sangre
dejaré el
corazón
atado con
alambre
de púas
contra un poste
como a un
cristo de espinas
y lo
abandonaré.
Me iré sin
sueños
desterrado de
todo lo que fui
(lo que fui
es un periódico
amarillento y
sucio
mojado en la
garúa
de una tarde
piazzólica
tirado en un
baldío
de yuyos y de
olvidos)
he de tomar
la huida
los cobardes
sabemos elegir.
(Nota al pie de un ahorcado)
Querida:
los amores
que alimentás
mueren
literalmente
de amor.
El implicado
Prédica obscena al desdentado dios de los
humildes
Engendro
poderoso
semidiós
asesino
que habitas
en el núcleo
de la tierra.
Verdugo de
los pobres
Caín de los
impuros
y los parias
me arrodillo
ante vos
musgoso santo.
Rey coronado
de gusanos
tapia los
pozos del alma
(o enseña cómo
se hace)
donde penetra
sólo
la música
infeliz
el tenebroso
acorde
de los
muertos.
En nombre de
nosotros
los mal
intencionados
los mal
nacidos
los peor
pagados
danos al
menos
el escudo
posible
contra los
buenos del planeta
los bellos
mercachifles
del cobarde
optimismo
los generosos
en complejo B
domingueros
de iglesias
perfumados de
dioses permitidos.
Danos
decía al menos
el engaño de
la felicidad
para morir a
orillas de la nada
ataviados con
la sonrisa estúpida
por último te
pido
la edición
póstuma
de tu Biblia
imposible
aquellas
trece páginas
llenas de
imprecaciones
que nos
libren de todo mal.
Amén.
La poesía exiliada de los centros poéticos
Quiero saber de vos
te busco
pero la
espuma
que besa la
orilla
logró borrar
tus pasos en
la arena.
Traías una
bolsa de arpillera
agujereada y
ridícula
de letras y
palabras
(por lo
general
eran palabras)
pero estaban
gastadas
rotas
descoloridas.
Mi absurda
pretensión
era que me
entregaras
los básicos
colores
de acuarela
y un pincel
desgarbado
y casi calvo
para iniciar
la fiesta.
Quiero saber
de vos
te busco
pero te han
exiliado
de esta playa
en ese bosque
no saben de
vos
ni los
pájaros
ni los
árboles
y el
guardabosques
te busca
con los ojos
desorbitados
y un hacha en
la mano.
Sé que andás
arrojando
palabras que
decapitan
en las
iglesias
en los
ministerios de cultura
y en los
tribunales
quiero saber
de vos
te busco
pero tu
desnudez
con la piel
en jirones
anda ocupada
en pegar las
cabezas
de las
palabras
al cuerpo de
la naturaleza
del hombre.
Quiero saber
de vos
te busco
desesperadamente
para dejar de
ser
un degollado.
Balada ególatra
Me habré de vivir
hasta el
cansancio
me habré de
decir
las cosas que
no debo
me habré de
inclinar
torpemente
ante
montículos encantados
que las más
de las veces
serán de pura
mierda.
Me habré de
habitar el corazón
(perezosa
caverna
cerrada con
siete llaves)
con telas de
araña
tejidas por mí
mismo
y haré las
veces
de verdugo y
víctima
de gusano y
de ave
de idiota y
genio
los otros
tendrán
algo que ver
de acuerdo.
Pero seré yo
quien me
sobreviviré
quien me
soportaré
hasta que
muera.
Domador de tortugas y cangrejos
Dicen que los
hombres
que comienzan
a penetrar
la niebla
espesa de la muerte
(amando
delirantes
a la dama
temblorosa
de la agonía)
hacen un
recorrido galopante
y preciso
por todos los
recodos
de su pasado.
Y me pregunto
si estaré muriendo
horizontal
como ellos
voy develando
los pétalos
de plomo y
ácidos
de una
cebolla
que contiene
aquello que fui.
Claro que
ellos parece
cabalgan una
liebre
y yo acomodo
el culo
en la montura
gris
de una
tortuga
que a veces
se exorciza
(por
designios extraños
que obedezco)
en el
espectro
de un
cangrejo.
Mi vida digo
a lomo de
tortuga
y pasan en
las distintas pantallas
de cebolla
todos los
otros que fui.
Algunos me
saludan
otros me dan
un beso
y otros
lloran desconsolados.
Algunos
montan raudos
unas ancas de
nácar
y apenas si
me miran de reojo
balbuceando
algo parecido a
“después
hablamos”.
El que más me
sorprende es uno
de ojos
asombrados
enamorado de
los techos de la ciudad
sentado en
una tarde de verano
en un campo
de hinojos
con un
cuaderno viejo
y un lápiz en
la mano
dice esperar
por mí
a él le grito
que soy él
más viejo
a él le grito
que nunca me fui
él parece no
oírme
y comienza a
escribir
en el
cuaderno.
Por allá veo
a otro
embrujado de
luna
estirando los
brazos
hacia el
cielo
inmensurable
de leche
al que liba
como un huérfano
inadvertido
habitante
de un planeta
sin luz.
Veo espectros
caminando en
la niebla
veo cosas que
pasan
pero
evidentemente no tengo
la claridad
de los que montan
la liebre.
Esto
pretendía ir más lejos
ser más
preciso
dibujarme
algo
pero así
abruptamente
me vuelven a
cambiar
la tortuga
por el cangrejo.
Los poetas Antonio Curis y Carlos Enrique Ortiz, en Medellín, Aquarimantina. Enero del 2014.
Soy mi conejillo de indias poético
Ahogado en el intento
de saciar mi sed
me abrazo a mi desesperadamente
me percato de esto
me percato de esto
cuando siento
el crujir
de las uñas
clavadas a la espalda.
Soy mi
conejillo de indias poético.
Me doy vino tanat para ponerme triste
entre llantos
de madre
dibujo un
poema
oscuro y
deplorable como la noche.
Soy mi
conejillo de indias poético
abro el ojo
que alumbra la ciudad
y le pregunto
qué ve.
Él alcanza a
decir que hay sangre
en el viento
y cierra
abruptamente la ventana.
Siglo XX
A Enrique Santos Discépolo
A Don Mario Benedetti
¿Te acordás
siglo veinte cuando eras
el mejor
exponente de esta raza
de humanoides
viajando el universo
y nosotros
oscuros vaticinios
te creíamos
todo lo que hablabas?
¿Te acordás
de la sangre en las veredas
y cuando Marx
nos dijo y le escuchamos
cuando la
baba se llamaba espuma
y dios era de
izquierdas?
¿Te acordás
que las calles
eran madres
que nos
sacaban a pasear erguidos
orgullosos
ponentes de la historia
que creímos
que todo
había nacido
en vos?
¿Y todo lo
demás
serían tres
días
necesarios
para toda tarea
y la tuya y
la nuestra
conspiradas
era tanto y
tan poco
como
restituirle al hombre su sangre
su honra y su
equipaje?
¿Te acordás
cuando eras el señero
y todo
acaecía en tu vientre
de
aceites y de manos como puños
para
sentirnos dueños de algo?
¿Te acordás
que se te inflaba el pecho
de banderas y
gritos libertarios
y eras la
hora señalada
para los unos
y para los otros
que para qué
negarlo
esperábamos
deudas
de otras
horas?
¿Te acordás
siglo que Neruda
que Buñuel
que Serrat que Zitarrosa
que Cortázar
que El Che que los Anarcos
que Lenin que
Violeta que Vallejo
que El Gabo
que Walt Whitman que Galeano
que Allende
que Nietzsche que Einstein
que Fidel que
Miró que Brell que Borges?
Allí nacimos
y diseccionamos
por tus
suburbios por tus callejuelas
por tu barro
salvaje por tu suerte.
Sin embargo
ya ves
ya te vamos
dejando
con tu
mochila de traidor a secas
con tus
promesas incumplidas
a trece años
de tu muerte.
No fuiste
sólo vos fuimos nosotros
y este que
ahora te habla
(tarde como
siempre)
que te miraba
sólo con tristeza.
Ya ves siglo
de siglos
que no eras
tanta cosa
que eras otro
exabrupto
de días y de
horas
pudriéndote
como otros
tantos siglos
en un rincón
del tiempo.
Iba a decirte
algunas otras
cosas
pero yo nunca
escribo
algo lo hace
por mí
y ese algo se
cansó
vive cansado
oyéndome
raspar
hojas de
otoño.
En su Apartamento de Union City, New Jersey, aprendí a tomar vino de su risa y de su canto. Ah, y de su mano.
Luego marchó a Minneapolis, Minnesota.
Ha publicado plaquetes, y escribe hasta en el papel higiénico, de ahí la limpieza de sus poemas. Un humano de genes anarquistas, y quizás budistas, comprometido por las causas de los derechos de los ciudadanos oprimidos.
Como todos los poetas uruguayos, viven obsesionados por su país (algo tiene la República oriental), no tanto como otros, y de seguro, como diría Eduardo Espina, le prohibieron alguna vez tomar mate en el bus.
"y Dios era de izquierdas", ya no, vive en Dubai.
Los poetas en la fiesta de Realidad aparte, Segunda Vida: León Felipe Larrea, Robertico García, Gabriel Jaime Caro (Gajaka), y Antonio Curis. Brooklyn, 1996.
*****************************
Antonio Curis, 1956, es uruguayo, y posiblemnte estaduonidense, y porqué no, aquí han vivido los más grandes poetas del siglo XX. En que tiranías no hay poetas, dicen que hay una, pero callemos a las Parcas. Perteneció muy tempranito a Realidad Aparte, en su Primera Vida, allí publicó varios poemas de un libro con un título inmenso, según Curis, no pretendía....."Poemas", cuando escribía: "Soy un ser peligroso". En su Apartamento de Union City, New Jersey, aprendí a tomar vino de su risa y de su canto. Ah, y de su mano.
Luego marchó a Minneapolis, Minnesota.
Ha publicado plaquetes, y escribe hasta en el papel higiénico, de ahí la limpieza de sus poemas. Un humano de genes anarquistas, y quizás budistas, comprometido por las causas de los derechos de los ciudadanos oprimidos.
Como todos los poetas uruguayos, viven obsesionados por su país (algo tiene la República oriental), no tanto como otros, y de seguro, como diría Eduardo Espina, le prohibieron alguna vez tomar mate en el bus.
"y Dios era de izquierdas", ya no, vive en Dubai.
Mira voz otro poeta del Sur, y yo aquí muerta de angustia, porque se me ha ido Alejandra.
ResponderEliminarY este es neomarxista, o neogaleano, lo veo con la hierba que adormece más no con la que cambia. Nuetro intere e formarte. Pliegues a la camisa. Te salvate de ser un hombre burning. Burning!!!!!! la pelota.
ResponderEliminarSi hay tres dioses en occidente, Francisco, Fidel y Franco. Bien repartiditos, izquierda, derecha y nazi.
ResponderEliminarFrancisco, el Papa?
EliminarNo, Barba Jacob.
Pero que esta pasando aqui, mejor me voy para Facebook. Perdona Gajakita pero no me vuelvas a invitar a leer el blog, mas ambivalentes que la margarina con la mantequilla.
Eliminar"Lo que pasa es que la banda está borracha, está borracha".
ResponderEliminarMe gustaron, sobre todo la forma manuscrita, muy sueltos, y otros son muy retóricos.
ResponderEliminarQuedarán estos poemas inéditos en 100 poetas uruguayos vivos? Seguro mi hermano. Claro que alguien dijo que no existe la negación en poesía, pero me inclino a creer que si, si la cuestión lleva música con el saxofón. No cierto Perucho.
ResponderEliminarQue tienen Discépolo con Bebedetti, casi nada querido. Estos diarios del vivir tienen que quedarse engabetados, bastante daño le hacen a la poética actual, tan pobre en visiones, visible a loas con estrías.
EliminarHombre anónimo, vuelva y lea, y baje su estampa, no es que sea neoberraco, de estos hay muy pocos, pero algo te silva al oído, las prosas del común, al menos superas al Benedetti, que si y que no, que mejor Castaneda. De agujas en un pajar, hasta te puedes alistar al ejercito de reserva de los Estados Unidos, y alegrar a los muchachos en flor, que al fin y al cabo son el futuro de una generación insatisfecha.
ResponderEliminarumnh?
EliminarCliche super cliché.
ResponderEliminarCulo pa alla, culo pa ca, esta es la murga de Panamá.
ResponderEliminarLo que más me gusta es la nota semblanza de Antonio Curis, un ex miembro de Realidad Aparte, la Castaneda, bien lo ha dicho alguien por aquí, la Lezama retardada, bizca, como la Padilla, "Dios era de izquierdas", esto es lo cliché, señor Edisson Zapata.
ResponderEliminarQuién es la bizca, la castaneda, Curis o Realidad Aparte?, un poco confuso, señor amigo de Gajaka.
ResponderEliminarso. so.
ResponderEliminarCarraspanda, so. so. es 50/50, o más o menos, o aburrido.
EliminarYo pienso esto: si la bizca con zeta, ha mandado, refunfuñado, descaraterizado a muchos opositores, La castaneda es la presencia que han tenido, perplejo el ánimo, otros aprovechan y se apoderan del espíritu, así la contención con la confrontación, no van paralela aproximándose y esparcida la niebla, Realidad Aparte sopesó átomos, genes, voluntad barroca, al son de la pisada del elefante amaestrado de la India, armó la gorda, expansiéndose por ambos mares, chiflado el uno, violento el otro.
ResponderEliminarBrindemos amargo.Acariciemos nuestros pétalos de rosa.
Para nada Templaria; ahóguese en esa hoguera, antes que Felipe el Hermoso, le cambie la condena, y Clemente le agradezca su proféticas palabras. Y que para algo sirva el corazón y las cristezas.
EliminarUn amigo de Gajaka es mejor que el propio Gajaka, al menos en las ecuaciones, metáforas, y precisión axiomática.
EliminarNo entiendo ni culo.
Eliminar“Silencio”, un poema de Billy Collins [Versión: MMF]
ResponderEliminarEstá el silencio repentino de la multitud
sobre un jugador inmóvil en el campo
y está el silencio de la orquídea.
El silencio del jarrón que se desploma
antes de tocar el suelo,
el silencio del cinturón cuando no flagela al niño.
La quietud del vaso y el agua que contiene,
el silencio de la luna
y la paz del día apartado del rugir del sol.
El silencio cuando te aprieto contra mi pecho,
el silencio de la ventana encima de nosotros,
el silencio cuando te levantas y te alejas.
Y está el silencio de esta mañana,
roto por el rumor de mi pluma,
un silencio acumulado a lo largo de la noche
como nieve que cayera en la penumbra de la casa:
el silencio previo a que yo escribiera una palabra
y el silencio ahora más empobrecido.
[Poema incluido en el libro The Trouble with Poetry, Random House, Nueva York, 2005]
u.u.
Eliminar¡Pendejo!
EliminarPésimo el poema de Billy, no se que le ve Carraspanda, que ya estaba aprendiendo a escribir la tercera palabra.
ResponderEliminarEn la noche del cuerpo se preparan
ResponderEliminarlos alimentos de Dios,
la cena carmesí de los esclavos, el místico bocado
de los turbios amantes-
sudor, lágrimas, mierda-
el humus lento, el óvalo marchito,
el resto náufrago del visionario,
el regalo sedente
que se posa en la tierra-
un vapor de Demonios
rodea los Testimonios.
En la noche del cuerpo
se preparan de nuevo
para sus explosiones
diurnas, para el momento
en que habrán de salir
entre el humo feroz de su estallido.
La noche del cuerpo - Poema de David Huerta
No me gusta, dos ideas en seis líneas, eso no es neobarroco, es pura prosa poética robada al cuento.
ResponderEliminarMe gusta hasta "Testimonios". Claro, que estoy escribiendo sobre el poema de Huerta, La noche del cuerpo.
Siiii, comienza genial, la noche, "el óvalo marchito, el resto náufrago del visionario, el regalo sedente/que se posa en la tierra". Pero, insiste, está acompañado, y así no se juega limpio. Parece un poema a a los padres. La cola parapléjica de la vida, la falta de suchi.
Eliminaru.u.
EliminarGajis, feliz día de la felicdad.
ResponderEliminarHay perdonan la i.
Eliminar"!Abajo Europa, la razón, el honor, y la Cruz". (Albert Camus), y toda esta poesía sin desierto, y fetiches cuadrados que te obliguen a callarte de una vez, y robes al menos un libro en la librería.
ResponderEliminaru.u.
Eliminar¡Pendejo!
EliminarPor lo que veo, hay una relación sado masoquista entre Anónimo y Carraspanda.
ResponderEliminar"".Que se jodan, que se vayan todos a la mierda". Graffiti en San Francisco.
ResponderEliminar