Viendo esas listas de poetas para el mercado, asunto varios, me arriesgaría no tanto por los de Europa, Pessoa, Celan, Mediterránea Pindaro, Asía, Basho, sino por los de América, sin Whitman enigmático, lo mismo Frost y Eliot, entre México y el Cono Sur: los 5 mejores, Borges, Lezama, Paz, Vallejo y Deniz.
¿Dejando a Dominguez, Silva y, Martí!?
Hilario Aquiles Luna
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Orquídeas
I
Tersa de fragilidad en sus pétalos,
que sus alas parvas para horizonte,
escamas cuyas en desnudas ramas,
la orquídea, aún niéguela su frío.
Piara futil un quiebre de corola,
sus fungidos colores superpuestos,
obstada begonia virgen del polvo
pues su firmeza desnúbil campea:
ignara de empeño, menester, medro
por negar abigeato del dicho,
que compartidas edades supinas:
soles y lunas soñados en ella,
mareas, nubes, playas, pues albora:
transcurre muda en día de días.
4
Otra vez enrumba el silencio por veredas
a traer lo no asido es su pena y quiebre.
Es la orquídea que practica sus pecas
en la hojosa altura de temblantes ramas:
voluntad de moras buscando apretura.
Lago en bostezo y bostezo en su corola:
garra prisa que no logra las raíces.
Las lluvias, no el granizo, talante suyo;
no los prados, sotos, ni cimacios, copos.
Anhelos suyos hierven, desean plumas,
vuelo, los lúcumos fluires en escamas;
pero quiebre puro en soledad sus cálices,
genealogía descombrada sin pepas
y helado toque en su anhelante hervor.
9
¡Eclosionada orquídea en los trances previos!
Enfatizan las noches tu albura cultivada
en grecas y rosetas, rosetón de ningunos.
Edificas tus peldaños en copas, cimacio.
¿Qué trizará los dedos para el cese del viento!
¡Milimetrada orquídea cuya pecosa albura!
Tu pureza tiene apenas palpitar de sangre,
afecciones arriadas a las hojas y ramas,
obstado empuje de los límites del horizonte
en un vuelo que quisieras nave entre tus pétalos.
¿A dónde tu corola cuando quiera corales?
¿De dónde traerán lluvias labor seminal
para tu pronta y feliz renovación en lo albo?
Viento: añoranza y posible trote peligroso:
sépalas gaviotas espantadas por espumas.
Lima, 2007.
k
Muy señor poeta neobarroco, al que todos copian, porque se copian los mejores, siguiendo las enseñanzas del Quijote.
ResponderEliminarNeobarroso
ResponderEliminarneoberraco
neofarmacos
neopatafisico, ese es Gajaka
neoinbéciles, esos son los neonadaistas
neomiserias
neobribones
neorusos
neofrancos, los del festivil
neomamertos, el 80% de los poetas del festivil
neonazis, solo mierda en el papel blanco y sepia para el fundillo acribillado, mierda me he equivocado.
Neoonazi Roca.
EliminarNeoberraco Fidel Castro.
Neofarmaco Harold Alvarado Tenorio.
Neomiserias el hamaquero y sus súbditos.
Neorusos los del Polo democrático alternativo.
Neofrancos los del Centrro democrático; que casualidad con los del Festivil de poesía.
UUUUUUUUUuuuuuuuuuuuuuuuu. UUUUUUUuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
EliminarNeofranquistas.
EliminarMuy arriesgadas las listas neo, neoromanticas, a juzgar por los Casos, algunos cerrados. Otros, irrevocables, osea no puede ser.
ResponderEliminarNeos que los ha rebasado el ensayo y la poesía como tercio donde no se lee, ni Cervantes.
Vaya la lista de Hilario Aquiles, ha dado una buena lista.
Pulguita no te meta en harina de otrro costal, cómo puedes comparar el festival de poesía de Medellín con el centro democrático de Alvaro Uribe?, eres una porquería mamerta, si se lo dices a otros, y a Roca como un neonazi, no joda, que mierda es esa!
ResponderEliminarNo se si es neobarroco o neoberraco pero los fragmentos del poema Orquidea de Morales Saravia se defienden, son muy interesantes.
ResponderEliminarsiiiiiii
Eliminarni Pepa ni limonada...ni de Severo enredo este gato por liebre...
ResponderEliminarcorolas que escoran los cimacios de la mala poesia,
vaya tracia desgracia que Valderrama derrama sobre la lira delira del la poesía peruana.
poemita pomada para leer por la niña Mercedita Uribe (tan agraciado pétalo)
durante el trance de la feria de las flores, bajo el vetusto árbol de aguacate
del jardín botánico de Medellin.
Pasa por el colador y quedan las corolas, los lúcumos y cálices, en la programación del poema.
ResponderEliminarYo diría neobribón.
Y cuáles son pues los poemas neobarrocos que le gustan a Rosa Cagi, que me los den bien envuelticos.
ResponderEliminarPABLO DE CUBA SORIA
EliminarSOTIE
[Cuando no es fijeza ni dador, sólo venidas]
Volvamos a sembrar el terror –
1896 hizo el amor con la Belleza
era el tiempo de Ronda distanciando se de Sorge:
Ya se vienen ya se vienen, gritaron los pobres atentos de
soles –
Fue helada quien las mantuvo erectas
desafiantes de horizonte se empinaban –
Felices entre liendres: engendran –
Alinearon altavoces hasta cubrir los gases
eran los liendres penetrando en melodía:
De su venida darán fe, también de sus olores –
Mira los, mira los, cómo tiemblan los muertos bien
muertos de frío –
Hueso adentro: he tanteado –
Fue el tiempo de Ronda sedienta de polvos –
Cántales Lengua Muerta
cántales largo hasta que duerman
si todo descansar se acuesta tarde –
Que las madrastras al fin sean las madres –
1896 accedió a la Salud temprana:
rumbo a Canto, allí donde Belleza sembrará el terror
Drâma
[Digamos que a Trinidad a veces la compone Tres]
Rumbo a Canto, donde daremos muerte a nuestros
nombres –
Quedará Abstracto desterrado por la ley de Drâma
O acontecimiento de amor, en su forma –
Tener una amante negra hasta quedar nos calvos y decir
le a Aburrimiento:
—No tenemos prisa, a Salud se llega en celos y todos los libros se han leído –
Rumbo a canto, donde toda penetración principia en
Tres
O acontecimiento de amor, entre los gases
CANCIÓN DE AMOR PARA LOS NAZIS EN BAVIERA
ResponderEliminarMarlene Dietrich
cantaba en Londres una canción entre la guerra:
Oh no no no es cierto que me quieras
Oh no no no es cierto que me quieras
Sólo quieres a tu padre, Nelson, que murió en Trafalgar
y ese amor es sospechoso, Nelson
porque tu papá
era nazi!
Era el apogeo de la aliadofilia
debajo de las mesas aplastábamos soldados alemanes
pero yo estaba sentada junto a ti, Nelson
que eras un agente nazi
Y me dabas puntapiés
Oh no no no es cierto que me quieras
Ay ay ay me dabas puntapiés
Ceremoniosamente me pedías perdón
posabas una estola de visón sobre mis hombros
y nos íbamos a hacer
el amor a mi buhardilla
pero tú descubrías a Ana Frank en los huecos
y la cremabas, Nelson, oh
Oh no no no es cierto que me quieras
Ay ay ay me dabas puntapiés
Heil heil heil eres un agente nazi
Más acá o más allá de esta historieta
estaba tu pistola de soldado de Rommel
ardiendo como arena en el desierto
un camello extenuado que llegaba al oasis
de mi orto u ocaso o crepúsculo que me languidecía
y yo sentía el movimiento de tu svástica en mis tripasoh
oh oh oh
Néstor Perlongher
A mi el poema de Perlongher no me convence, es neobarroso, no llega a Berraco!!!!!!
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