Respuesta a una pregunta: si tiene esos, no propiamente relojes con cuerda, dispérselas. Respuesta a una pregunta: Me haré entender.
Por Mandarin Carroll
Cuándo admitió su soledad, y qué lo llevo a esto, si así se le puede llamar, femeninas y abstractas maneras, haiku zen, la perdida del primer amor, no, un libro, cuál?
Mi primer encuentro con la soledad cuando joven era prohíbida. James Joyce me observa, no tiene prisa.
Y con Derecho me dio derechos para escribir, metonimio o chismoso, mi primera máscara (u
na marioneta), mi primer amor. Ah, mi primer libro de la soledad The conquest of happiness de Bertrand Russell que leía mi padre. La fatiga.
Femeninas y abstractas maneras podrían ser las pintoras liberadas del siglo XX. El vislumbre, el haiku zen. Los derrames de sangre, la excentricidad del cuerpo en crecimiento, otra cosa es el conocimiento impuro, el libro salvado de la hoguera.
Lo otro era todo lo que iba a aprender con La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne, por Borges entrecruzado. Nathaniel y Góngora (Hasta hoy su metáfora tiene un verbo reluciente, a quién lo adivina).
Más fue la soledad en aquel trino del desgaste, la juventud que a veces luce igual que la represión en esa geometría de muro y redonda acicate y alicate para destornillarse, de aquellos siete tejados, pero no para el ojo del mapache sin espejo. Hasta las guerra frías de las 13 colonias, hasta el rey Igor.
Queda contestada su pregunta. Al asunto cojonudo que no es de diablos, rey David.
Postdata
Hay dolores que no son del alma, la artrosis descarada, y hay dolores que si son del alma. La locura tiene su dolorcito especial, te tuerce el ojo, descuelga su energía. A quién acudimos con desmembraciones de corte laboral?
Este teatro del absurdo es viejo, caemos en delirio si el Alfa Romeo para a mis pies, si compran la perrita ya sabes a que atenerte, la querrás más que tu primer amor. Desconfías más de la masa que del pueblo violento que como vivia según Juan Rulfo. Pedro Páramo.
Gárgola en la catedral de salamanca.
Canción Una
!Con ojitos verdaderos que nada lo afecten, si no afectan los telescopios, la curva, el ciego animal de amarillo, el ciego animal de amarillo.
Ya no tiene obra el Márqués, Tow away zone.
No parking road repair, Wednesday.
Del uno al uno, que son diferentes. La mano y la boca contienen el tráfico de todos los seres.
Incluyendo al negro batá. Se dijo después del 34, la España monárquica, pero no la de Quevedo.
Lo que inventamos, vaya usted a saber, llenito de fracasos, y un fracaso más, no, carajo, 33 veces.
Con ojitos verdaderos, los del tras el mostrador.
Canción Dos
Lo llamaban Camilo sobre la cruz, y con muchas referencias como a Jesús.
Esa si era la frase de rebelión, pero bien alto nuestro cielo vio aquello que con sillas alminodadas, lo más extraño que la noche que existio.
Max Brod partío y dejó sembrado su arbolito de naranja en Chequia. Era Palestino.
y fuimos esas unidas generaciones de padres que si sabían que eran conservadores, y los estornudos del capitán ante el general Bolívar.
Unidos por la bronca.
Canción Tres
Las semanas de bondad, nunca se olvidan, si o no surrealismo. Los grandes negocios, las grandes comilonas. Lo indescifrable, la encerrona al poeta Lorca, solo por eso y es justo no olvidarte.
Nuestro cósmos, lezamar del mundo, ángel verdadero. No caíste en la intempestiva concepción del desierto cómo alveólos. La cajita, la muerte o el final de Ulises cinematográfico.
Y por último recordarte querido Ernest Fuchs, Art Porfolio.
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Muy patafixico
ResponderEliminarY dónde está Fuchs?
ResponderEliminarYa llegará.
Con qué ritmo, regueton o salsa? Tus tres canciones.
ResponderEliminarA mi me salio cumbia serratiana.
ResponderEliminarSerrar rumbo al Nobel.
ResponderEliminarLas canciones están del carajo. Un guiño.
ResponderEliminarSon Cantos.
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