""Humillar la vanidad"" (versión, de Ezra Pound).
(Selección)
Por Gabriel del Casal y Gajaka II
El poema del amor, 1860,
de lo único intacto del pasado, hoy presente.
Y bájese de ese avión no tripulado.
Para ser sinceros existió, pero no es como el tigre y su canibalismo.
Emigrándote a la vida. El yo amoroso reencarnado.
Ahora si comencemos, dejate de virtualizaciones de dramitas, por si te suena a contundencia.
No seamos pringosos, duele estar poseído, si lo mismo suena a poseída. Ahora si la mano que sube al pozo.
Antes mucho antes de pararse de la mesa al suplicio eterno de la mirada congnoscente, que suena a bocas imantadas, y el coraje de vivir.
No hablemos de canibalismo pero si de sadismo hasta donde pueda el cuerpo hermético, y salvar la herida.
***
El amor medio tocado, susto al yugo, y memoria intacta.
La felicidad vulgar, que empezó, con las letras en el siglo 19, tempranito a las siete. Hasta bien entrado el 20, viejos zorros no se borran, ni las brujas y su voluntad de poder.
Esa libertad de clases, o las clases juntas, hasta su exterminio cómo los últimos tártaros. El juego aún macabro de hacerte desaparecer con todo y pueblo entero.
Si recurrimos al masaje en toda la silla amueblada de la cabeza, el cerebro amoroso estaría las 24 horas de plácemes. Y las manos entrelazadas como el aguacate.
Si pensabamos colgar juntos la llamada, ahora medio mundo estaría recomponiendo las órbitas exageradas de unión, es delicioso trampas en el amor, aún así que estas lejos.
Pero si la esfinge vive tan ocupado cómo nosotros, un micro mundo traería paz entre nonas nonos o no me olvides.
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Diarios de bien entrada la guerra, si repetíamos la ortodoxia.
Mirámos María todos los códigos del acervo, lo que procuraba la vendimia, la chata luna, y el viejo Newton entre nosotros, su alquimia de la rareza.
Y viajemos a la luna otra vez, compremos sus tiquetes, aunque bajemos la ventanita de seda. Procurando ser el mensajero.
Dos mensajeros se encuentran, en el aire? y ahí comenzó Rocío Durcal. Que pena me da mi caso, aunque no sea mental, porque eso tiene sus generaciones. Nací en el diez.
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La chica y el chico plástico (versión de Blades).
Nota: Sabían que Sandro aprendió a danzar salsa bugalu caleña, en los 70s, pasando desapercibido (Diarios de Ricardo Piglia).
Vayamos anotando, un cineasta vive y muere con sus tomas, subrayando el exito de las rodillas (de plástico), hasta se pueden labrar por dentro. Amor viene el amor. Bilioso, los gestos de Charlotte Rampling en Portero de Noche, una y mil veces.
El amor es retro, leélo en mis ojos, confirmado y abjuro ante la diosa pedernal. Solo hay comunicación con la marihuana alcanzó a decir la Pizarnik, Cortázar se moría más de frio. Lo mismo me pasa a mi. The wanderer.
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Los hilos de la ternura en la boca inmunda de la fiera.
Si hay cicatrices que sean todas de amor, el sexo cruel vulgar, se inspira en el perro, el caballo, el burro, el negro de La Amistad.
Si no podemos entre dos fanatismos, menos mal, nos espera la gracia de haber nacido en cunas paralelas de estilo, cómo las de los gorriones.
Ante los tribunales que despliega la dictadura hoy llamada nazi, advertido siempre. No aguantan invierno sin guerra, y el amor ese pacto va al infierno.
Pero yo soy como Unamuno dejó claro, que esas guerras no destruyen el amor, solo la mala imagen de la libertad entendida en un mañana, con nuestro trapo mojado de regreso.
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Vayamos sumando, la lista de los amores para hacer Uno.
Si estás que entregas las armas, pide un boleto para islas Fidji, allí estarás mejor el resto de tus días, solo abruptos, ciegos racimos de una victoria que solo lo logra la espiritualidad.
No era un paraíso el favorito fracaso de todos los días? Amor distante pesado y hereditario, que busca hurgar en los genes de la belleza y la grandeza, en la noche clara de la navidad.
Ya ciego, eres Homero o Borges, y me buscas, ya no tienes miedo, hay suficientes astros dentro de ti, y somos la interpretación permanente del asombro y el recuerdo afortunado.
Mi entusiamo hacia ti, concuerda, sed del transplantado, del amigo de un dios, acechante. En el templo de Athenea, los que llegaban para destruirla.
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Me olvidaba escribir que son textos en colaboración. Luego vendrían Mandarin y Del Casal.
ResponderEliminarHay una propagación
ResponderEliminarprofanación
profase.
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ResponderEliminarHumillar la vanidad. ¿Humillarte? Humillar la bobada vanidosa. ¿Humillarte. ¡El librito de lo imposible!
ResponderEliminarRocío Durcal, la pobrecita.
ResponderEliminarHumillar la vanidad está claro
ResponderEliminarQuién pidió cangrejo?
Gajaka eres sumamente osado porque escribes con pelo en pecho, osadamente. Pero hay trabajo como para los chinos y todos los indios para humillar la vanidad.
ResponderEliminarMis dos heteronimitos peludos, sienten miedo cómo Sansón.
EliminarMedellín ya tiene metro
Eliminarahora le falta el litro
y el kilo
Era labrar la corrección y no lavar.
ResponderEliminarTe salvaste, o te salvó la metáfora.
Me morí!
ResponderEliminarte han superado tus dos heteronimitos, con Gabriel del Casal muy cubano, y Gajaka II muy antiacadémico. te lo juró te adivine esos hechizos que de seguro vienen de La cantidad hechizada de Lezama Lima.
Gajaca por dios querido, es navidad o vanidad? Las dos salen bien, pero que tal esa vanidad de la navidad.
ResponderEliminarEl decano de los buitres
ResponderEliminarmurió sin que nos fijáramos
—tan clásico era—
y desde entonces
el hígado de Prometeo, al crecer como siempre,
lo infecta todo,
lo amarga todo,
se cuela por debajo de los muebles.
Es un asco.
Medellín ya tiene metro
ResponderEliminarahora le falta el litro
y el kilo