Gajaka y Peña Villa, Marilyn en el cielo del Morocco. En este caso del consulado colombiano de New York. 2001.
Parte dos de G.D.C., le encargo todas
mis medicinas, la voz de un rematador en Dakota.
Canto Segundo
Por Gabriel del Casal
I
Riqueza
loba, con tal que no sea una transeúnte la que me vacila, suena precoz. Oh tu
me copias, alado imnominado, única in absolutes señor K. La voz implacable de la lógica del absurdo.
Supestamente
es de quedar atragantado, no creo ayuda de Atenea
en este romero que se convirtió la evaporación de la caparazón, la dosis
antiiti, la Rita de Múnich. ¿El fragmento a retornelo de antítesis hacia el mar de Crimea?
Le quedan
pocas plegarias (plegaria de Zoroastro),
bendiciones fregadas, con esto va al castillo de trapistas, yo puedo hacer el
animal perfecto. Sirenitas, cochecitos, mi libro, que tapas aquellas!
Te ha
acomplejado la guerra, un esguince de torso aterciopelado, Manfred, de las
putas cegueras de Orfeo pasée al subdirector, conduzca el carro de fuego. La
versión de Queens, que termina en aleluya…o…la columna al instante, que como
te ha ido, super rosas negras, Demi.
La nueva ola francesa. Paul Celan la diminuta marioneta.
El arte
conceptualiza, la tiara emblemática de la reina cosaca, que se rasca las nalgas
con hilillos de acero. Los diminutivos príncipes de la confrontación, en tratar
de llevar la Analítica por igual en varias lenguas. Dioses de la peste.
Por qué no
sales del alemán, de oscuros y no muy confiables orígenes. La memoria por
ejemplo es mocha, judaica y católica, qu sin atrivutosieren beberse a Bacco, no más claro que a El hombre sin atributos en Paraguay.
Teatro del absurdo.
La misión
mosaico de la ubicación de los mormones, la cada rendija de la sacristía. ¿Cómo hacer de Sócrates una mujer? Mira Alcibíades,
me gustas mucho. Crrato por Crat, Crato por catre. La supremacía del cuerpo.
Pasa el
coro, hace mover los cuchillos. De seguro pasa un Dios, el otro el único verdadero.
Con 100 caballos. Pregunta lo otro en la encina del camino, yo siempre un
plebeyo, tirando a esclavo servilineo en el tren del Oeste. Se mover mi Ph, lo invento de los sumos sacerdotes,
que aparecen en lenguas de mercurio. Leyendas de aguas submarinas.
Va a ser
hipocondríaco, convencido del lujo excesivo de la sirena, se apersonará de las
alajas o almejas, por recorridos de oro del horneado. Hace distancia del otro.
Es casi un rey Hessiano..
II
Cuando no
existe el exilio, es mejor la escritura poética (las memorias marcianas), otra cosa de pueblos ancestrales, arrodillado
ante un penitente, registra la nueva petición de apátrida, columnas victoriosas
del conocimiento, la cola netamente. Migraciones por el hambre de los
dictadores neoliberales.
Recital de Rainer María Rilke en la Bucovina. Los Soliloquios sobre Inglaterra de Santayana, rayan la haya la haba. Padre celestial, renombra
casualidad del devenir descabezado. Tribuna errante, ceguera de paliza,
sobrevaloriza las cuotas comerciales mensuales. Se ha estandarizado,
ningueniado el filo no solo será el de la navaja.
Zoroastro.
Las cuotas
mensuales por la bacinilla de María Antonieta, violencia de género en el
uso equilibrado del sentado de sombrilla. Pida esencia de vainilla, y aléjese,
mortífero es el sueño de la discordia, no sucede en la cobarde adolescencia.
Los hijos,
son los hijos de la princesa, los demás son cuervos que se baten en retirada.
No hay que
ser como el Mutis, ni cómo De Greiff, de Borges los borgianos de
la Enciclopedia Británica.
Vallejistas stalinistas contra glotones de la pretora. Manuel del Cabral (Habla Compadre
Mon).
O de la
sorpresa del teatro de marionetas de
Von Kleist. Que vuelva y exista el
coqueteo suicida, rodeado de esferas cuneiformes, sin llanuras para la
confrontación, lo inmediato reducido a no querer hacer nada.
Garry Winogrand.
Me he quedado helado.
ResponderEliminarLindo, lindo lindo.
ResponderEliminarQue buen registro de Winogrand
ResponderEliminarOMG, ya te había abandonado por paisa recalcitrante, pero no lo eres, me alegra este estilo provocativo.
ResponderEliminarJa me provocas, dónde pasáras el verano de Rohmer, de la Pizarnik muerta, solo manejo los tres nocturnos de Chopin, y me muero por volverte a ver en la isla de Safo.
ResponderEliminarfaltaron las bañistas de Matisse.
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