miércoles, 2 de agosto de 2017

Un poema de Enrique Lihn, con hache muda, Poetcast Pista 78: Porque escribí, que lo deja muy bien parado, a pesar de la aparición desastrosa en el filme Poesía sin fin, de Jodorowsky.



Enrique Lihn



Poetcast Pista 78.

: Porque escribí. 

Descripción:
Porque escribí
.
Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.
.
Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.
.
Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
-¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria-
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces.
De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.
.
La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudaran
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).
Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.
En su origen el río es una veta de agua
-allí, por un momento, siquiera, en esa altura-
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.
Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.
.
Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos sicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.
.
Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.
.
Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.
.
(La musiquilla de las pobres esferas, 1969)

***
Comentario para empezar del poeta Enrique Lihn, con hache muda, y de aproximación al filme Poesía sin fin, de Alejandro Jodorowsky, 2016.


"O, qué puede dar el hombre, a cambio de su alma?
Kertész

Un poema que lo dice todo, que envuelve su aventura por su vida en Chile: Enrique Lihn con hache muda, poeta y artista chileno, 1929 – 1986.
En el mundo del cine  La poesía sin fin (2016), así lo muestra Alejandro Jodorowsky, casi poesía; pero no alcanzamos a verlo todo, solo su parte dionisíaca en su adolescencia pura de los veinte años, y dejemos la película, para seguirlo en su viaje poético, prometido, de una limpieza sicoanalítica, lo traspasa, hasta llegar a este poema. Un desgraciado poema para quien alucina con las severas disciplinas de la poesía.
Un molde, una cortina metálica, lo que venga, a un chileno, muerto por la poesía. Claro que nos sorprendió el actor que lo animaba en escena, y Jodorowsky muerto de la risa, quizás nunca más se volvieron a ver desde aquella despedida para Francia.
Un Premio Casa de las Américas, para un viajero con sus plumas de avestruz, de carboncillo amarillo. Arde ahora en el infierno de su amigo de la adolescencia ( A.J.). Un rizoma metafísico con una corona de laurel. Ardido in imaginario. Tan oculto como Rosamel del Valle. Viajeros por USA, Lihn varios años trabajando en Cuba, en la Revolución, y volvieron a morir como Huidobro a su Chile chilenses.
Gran amigo del poeta cubano, Heberto Padilla, a quien defendió en el famoso Caso Padilla. Quedando así desilusionado del régimen comunista cubano.

Gabriel del Casal

16 comentarios:

  1. Lo estoy leyendo.

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  2. De verdad te gusta Jodorowsky?
    El amor al pene en la gran pantalla, el sainete circular, el topo, ls mierda y el suspiro verbal con aire acondicionado
    Va de retro, mi amigo

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  3. Briggite Batista Luis Guillermo3 de agosto de 2017, 9:15

    Casi poesiA, caso lloro
    ¿Lihn con ache estetica, o tiene una gran raiz.
    Lo leeré a los chachos paisitas.

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    1. Yo tambien, la tenía y se le iba de las manos. La paz con Neruda stalinista.

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  4. No se dice regimen comunista cubano, sino regimen castrista. Vas a mil.

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    1. Dictadura stalinista Chévere?

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    2. La risa de Demóstenes, rara, III4 de agosto de 2017, 9:39

      "Che harto pues te pichoneo"

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    3. No dices nada del Che
      Parece que remaras en un laguito

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  5. Me gustA un montón el poema de Lihn con hache muda

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  6. Déjense de vainas, el lio es este poema, parece quien pueda

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  7. Hombre del mar, "La línea de la rompiente en que un verso se espuma"

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  8. Con dos wiskesitos tus Elegias son lo más teso del asunto, la mantiene parada.
    Hakaka, de un beso la vida.

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