Vaya seguro a su doctorado
Por Gajaka Extramitico unido al pie del ángel supremo.
Una vez adquirida la Doctora Patafísica, ves a los hijos de Blade Runner, ya tienen piernas humanas, de primera y segunda categorías. Juro por mi madre que aborté en Castellón de la Plana, condenados a las Azores, eso si recuerdo placentero.
Y cuando vengan esos poemas, Genitor por la imagen. Tu te cagas en tu madre, y yo en la mia.
Gajaka de Natalia Lange
Un concepto dos, despotricando, no te metas con el verbo. Así la Patafísica sea noticia en los globos aerostáticos, que es lo mismo que extraterrestre. Viajas hacia el sur sin visagra, ni sicopete embrión, a las ñatas experimentales, lo mismo que lista de futbool, y de vegetales. Los pacifistas enemigos de la iglesia, vulga y talmud, Bulgata Bulgaria.
Hermenejildo Segrera
Y si te mueres, después de dejar el jardín florido, te llevas tus propios testimonios al parecer testamentos, todos poéticos como los de Mandarin Carroll.
No faltará la imagen desnuda de la desazón, la de un río entero. El dos por tres de la diosa de Taliecin.
No olvides las actrices que hace un año amabas, por las otras en cartelera. Ah, yo soy así, me fascinan los dos reynaldos de la foto con Lezama.
La goma hernández es poco para tanta locura especulativa. No le pegue a la gorda, versión, va para todos en Pinar del Río, y La Habana vieja. Que sepan cocinar y ahí está.
Irma, la dientona alemana. (Nos sedujo a Deniz y a mi).
Tenía el misterio de las catedrales de Fulcanelli, se ha dicho un millón de veces. Celebremos tu oro de novio. La luz infame no absuelta, en la estructura. La pirámide del cuaternario, jiji me soplaron. Lo que veía al otro lado daba cuenta la muerte.
Mandarín Carroll
Un concepto dos, despotricando, no te metas con el verbo. Así la Patafísica sea noticia en los globos aerostáticos, que es lo mismo que extraterrestre. Viajas hacia el sur sin visagra, ni sicopete embrión, a las ñatas experimentales, lo mismo que lista de futbool, y de vegetales. Los pacifistas enemigos de la iglesia, vulga y talmud, Bulgata Bulgaria.
Hermenejildo Segrera
Y si te mueres, después de dejar el jardín florido, te llevas tus propios testimonios al parecer testamentos, todos poéticos como los de Mandarin Carroll.
No faltará la imagen desnuda de la desazón, la de un río entero. El dos por tres de la diosa de Taliecin.
No olvides las actrices que hace un año amabas, por las otras en cartelera. Ah, yo soy así, me fascinan los dos reynaldos de la foto con Lezama.
La goma hernández es poco para tanta locura especulativa. No le pegue a la gorda, versión, va para todos en Pinar del Río, y La Habana vieja. Que sepan cocinar y ahí está.
Irma, la dientona alemana. (Nos sedujo a Deniz y a mi).
Tenía el misterio de las catedrales de Fulcanelli, se ha dicho un millón de veces. Celebremos tu oro de novio. La luz infame no absuelta, en la estructura. La pirámide del cuaternario, jiji me soplaron. Lo que veía al otro lado daba cuenta la muerte.
Mandarín Carroll
Alfred Jarry, el
padre de la Patafísica, solito con las estrellas.*.
Pocas personas pueden arrogarse el hecho
de haber inventado una ciencia. Alfred Jarry es una de ellas, ya que el escritor
francés es el padre de la patafísica: la ciencia que estudia las “soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones”.
La
patafísica, en realidad, es una pseudociencia creada en el marco de la ironía y
el absurdo que manejaba este autor nacido el 8 de septiembre de 1873 en la localidad de Laval, a unos 300 kilómetros de París.
Jarry creció en Saint-Brieuc y en Rennes, donde cursó su educación secundaria.
Luego, en París, aprendió Literatura en La Sorbona, pero sin llegar a completar su
licenciatura. De todos modos, con sus primeros trabajos literarios pudo
alcanzar un gran reconocimiento.
El éxito de sus
libros y la herencia que le dejó su padre al morir permitieron a Jarry llevar, en un principio, una vida sin
preocupaciones materiales. En su juventud colaboró con diversos medios,
co-dirigió una revista de arte y hasta fundó su propia publicación, aunque
apenas duró un par de números.
En 1894, en la vivienda de un matrimonio amigo, Jarry presentó por primera vez “Ubú rey”.
Gracias a esta obra teatral, el autor suele ser señalado como pionero del
dadaísmo y del surrealismo.
Cuentan los historiadores que, a partir de entonces, Jarrycomenzó a comportarse como el personaje principal de su obra, adoptando comportamientos extravagantes y privilegiando el placer y los excesos por sobre todas las cosas.
Antes de cumplir 30 años, Jarry se quedó sin herencia por sus gastos
desmedidos. Así terminó instalándose en un pequeño departamento parisino y
viviendo en casas de sus amigos.
El 1 de
noviembre de 1907,
una tuberculosis que se agravó por su abuso del alcohol y
las drogas, lo llevó a la muerte. Tenía apenas 34 años y era admirado por Pablo
Picasso, Guillaume Apollinaire y Max Jacob,
entre otras personalidades.
En 1911, cuatro años después de la muerte de Alfred
Jarry, una novela
póstuma incrementó aún más su popularidad: “Gestas y opiniones del doctor
Faustroll, patafísico”,
donde sentó las bases de la mencionada pseudociencia.
,*:Tomado de Poemas del alma.
Poema de Alfred Jarry, de El amor
en visitas.
Trois grenouilles passèrent le
gué,
Ma mie Olaine,
Avec des aiguilles et un dé,
Du fil de laine.
C'est pour la robe du roi,
Ma mie Olaine,
Qu'elles feront avec le doigt
Et de la laine.
Voici qu'arrive le bourreau,
Ma mie Olaine,
Apportant un grand sarrau
De grosse laine.
— Coupez, cousez l'habit
d'elbeuf,
Ma mie Olaine.
C'est plein de sang, mais c'est
tout neuf
Et c'est en laine !
— Nous ne toucherons point au
sang,
Ma mie Olaine,
Aimerions mieux pourrir dedans
Avec la laine !
Le roi n'est plus, le roi est
mort,
Ma mie Olaine,
Et nous partagerons son sort :
Cassez
la laine
“”
Tres
ranas pasaron el vado,
Mi querida Oliana,
Con agujas y un dado,
Con hilo de lana.
Es para la túnica del rey,
Mi querida Oliana,
Que ellas harán con el dedo
Y con la lana.
Aquí llega el verdugo,
Mi querida Oliana,
Trayendo un gran blusón
De gruesa lana.
—Corten, cosan la tela de Elbeuf,
Mi querida Oliana.
¡Está llena de sangre, pero es flamante
Y está hecha de lana!
—¡No tocaremos la sangre,
Mi querida Oliana,
Más querríamos pudrirnos por dentro
Como la lana!
Ya no hay más rey, el rey ha muerto,
Mi querida Oliana,
Y nosotros compartiremos su suerte:
¡Corten la lana!
((()))
Ubú Rey, o los monstruos de cada
día.
Por Belgoña Barrena, El País.
El estreno oficial de Ubu Roi en el
parisino Théâtre de L’Oeuvre en 1896 fue todo un escándalo ya desde la primera
palabra del texto, “Merdre” -enfatizada así, con una “r” intercalada-, por su
atrevido lenguaje, el comportamiento transgresor e irreverente de sus
protagonistas, Père Ubu y Mère Ubu -remedos satíricos de los shakesperianos
Macbeth y su esposa- y los medios con que estos consiguen hacerse con la corona
de Polonia. La pieza del joven e irreverente Alfred Jarry convirtió a Ubú en
símbolo de la violencia y del abuso de poder, y supuso un antes y un después
para una tradición teatral que a partir de ese momento viraría hacia el
surrealismo y el absurdo. Los postulados más convencionales del teatro burgués,
dominado por el simbolismo, se fueron a la ídem con su alucinada predicción de
la devastación que el nuevo siglo XX iba a acarrear y que tan bien condensaba
esa expresión soez del principio. La resonancia de esa “r” intercalada ha hecho
que su onda expansiva llegue hasta nuestros días gracias a lo bien (¡) que los
políticos han ido cumpliendo a lo largo de los años con esa visión de lo que
iba a ser el nuestro mundo.
En cuanto toma el trono, Ubú sube los impuestos, despoja y mata a
nobles y magistrados, castiga a los comerciantes y hace de todo con el
propósito de enriquecerse; al final, huye buscando otras oportunidades de
dinero y poder. Muchos han visto, tras la cosa grotesca y el esperpento, un
parecido más que casual con la realidad política de cada momento. En 2002, el
premio Nobel Dario Fo y Franca Rame adaptaron la pieza de Jarry en un monólogo
cuyo protagonista estaba inspirado en Silvio Berlusconi y sus escándalos; el
título, Ubu bas, hacía referencia a la altura física y política
del entonces presidente del consejo de ministros italiano. Ese mismo año, Àlex
Rigola trasladaba la brutalidad, la crítica sobre el poder y la provocación que
encierra la obra en un montaje deliberadamente salvaje por procaz que pudo
verse en el Teatro de La Abadía de Madrid; buscó un equivalente actualizado al merdre original, añadió algún fragmento de
Macbeth, tomó elementos de dictadores como Hitler o Franco e incluyó en su
dramaturgia a Bush, Aznar y al Papa de Roma. Sin embargo, en nuestro país,
quienes más veces han puesto el dedo en la llaga han sido Els Joglars de Albert
Boadella, siempre a favor de la función higiénica de las parodias y las sátiras
basadas en el poder real. Tanto Operación Ubú,
montaje estrenado en el Teatre Lliure en 1981, como Ubú President, versión ampliada de 1995, tenían
como gran protagonista al ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi
Pujol. Según el programa de mano de la segunda, la primera “fue recibida como un fenómeno
excepcional dentro del moderado panorama teatral de aquellos
tiempos. Los ingredientes de sátira política directa, así como el sarcasmo
impecable sobre las megalomanías de nuestros dirigentes, encendieron las
opiniones adversas de quienes creían que la joven democracia y el floreciente
nacionalismo no debían ser materia de farsa".
Con estos antecedentes, el Ubu roi de los
Cheek by Jowl, la compañía de Declan Donnellan y el escenógrafo Nick Ormerod,
puede parecernos un picnic. O mejor dicho, una cena con amigos, pues este es el
punto de partida del montaje que llega hoy (y hasta el
domingo) al María Guerrero dentro del ciclo Una mirada al mundo del
Centro Dramático Nacional tras estrenarse en La Haya en enero y
pasar, entre otras plazas europeas, por el veneciano Teatro della Fenice en
agosto, programado precisamente por Àlex Rigola, director de la Bienal de
Teatro.
Donnellan parece desafiar la tendencia provocativa situando la trama de
Jarry en un elegante salón de un piso parisino burgués y actual, recreado por
Ormerod en color blanco, revistiéndola con la sobria sofisticación propia del
contexto y decantándose por el anonimato de los monstruos protagonistas. Sin
señalar a nadie, su Ubú se
convierte en una delirante lucha generacional. Un matrimonio recibe en casa a
unos amigos mientras el hijo adolescente de aquel se dedica a grabar la velada
con una cámara de video, siguiendo los movimientos de sus padres ya desde los
preparativos. Y será en su mente donde este grupo de burgueses perderá su
discreto encanto para luchar por la corona del rey Wenceslao. La cena y la obra
de Jarry se van intercalando con absoluta fluidez gracias al trabajo de los
intérpretes, actores franceses con los que Donnellan ya había trabajado. ¿Dónde
queda, a todo esto, su crítica? Pues más cerca de lo que parece, justo bajo las
buenas maneras y modales. El Padre Ubú es el padre anfitrión que prepara los
cocteles del aperitivo y saluda cordialmente a sus invitados al llegar. Es un
amigo que comenta sus planes a aquellos en los que confía, induciéndoles al
complot. Y será la tensión que genera la mirada del hijo, un poco al estilo de
Haneke en Funny Games, la que nos pondrá
sobre aviso y la que no permitirá que los monstruos salgan impunes.
Ya era hora.
ResponderEliminarLa patafísica entre el Simbolismo y el Surrealismo. Pero, creo que La seudociencia los sobrepasa. Nada supera al Ubú Rey, lo dijo Peter Weiss.
ResponderEliminarLo que va de la patafísica a las Severisimas neoberracas. Uff, trecho mancomunado.
ResponderEliminarA mi me chifla Jarry, su bicicleta, y esas millas millonarias, que vuelo, del que hablábamos. No lo estudie porque me moría de hambre. Celebro su profecía.
ResponderEliminarA naacocido el neoberrak, por encima de sierra roomm berraco.
EliminarExplíquese mejor, sáquese esa tusa de la próstata.
EliminarAbsenta.
ResponderEliminarEsa foto de Lorenzo parece mas joven, no será que es del 90? Gajaka descabezado, desde siempre lo ha sido. Es mas interesante un extrasmitico que tu lindo culito. je je.
ResponderEliminar
ResponderEliminarEl supermacho
Publicada en 1902, esta novela del escritor francés Alfred Jarry tiene como protagonista a Andrea Mercueil, un joven y espléndido señor que reúne en 1920 (fecha que el autor imagina como la del triunfo de la técnica) a varios amigos en su castillo de Lurance, a pocos kilómetros de París. Entre esas amistades figuran nobles, científicos, inventores, médicos y estudiosos de ciencias humanas, a los que Andrea Mercueil muestra la vivacidad de su espíritu, siempre curioso de nuevas realizaciones y al mismo tiempo alejado de auténtico apego a la vida.
El tema que más interesa a Mercueil es precisamente el de demostrar que el amor es un acto sin importancia y que, con un movimiento de la voluntad, podría superarse al indio que, según una cita de Rabelais y otros autores antiguos, tenía un acentuado vigor afrodisíaco. Después de varias discusiones, durante las cuales la terrible exuberancia del joven desafía las opiniones comunes acerca de las posibilidades eróticas del hombre, Andrea invita a sus huéspedes a que asistan a la prueba de un nuevo indio.
Alfred Jarry
Para tal prueba ha dispuesto que se presenten en el castillo siete cortesanas, las cuales se someterán al experimento a partir de medianoche y hasta la noche siguiente. Pero Elena Bison, la joven hija de un sabio inventor del movimiento perpetuo, organizador de la célebre carrera de las Diez mil millas, se enfrenta con el vigoroso y atlético personaje (que no es otro que Andrea). Elena encierra bajo llave a las encantadoras doncellas y se ofrece para sostener ella sola la prueba, al término de la cual, presa de una embriaguez cada vez mayor, parece morir.
También Andrea, aunque sigue dominado por el frenesí de su apuesta, está postrado debido a la excepcional fatiga; el sabio intenta inspirarle amor por su hija mediante una máquina de su invención, pero el prodigioso supermacho está tan excitado que incluso la máquina se enamora de él, y en lugar de verse afectado por su corriente, él mismo genera y excita otra nueva, hasta que, en una congestión final, mientras intenta escapar, le alcanza la muerte.
El libro, caprichosamente impregnado de una extraña y fantasmagórica fantasía, representa un intento de narración a medias científica y a medias fabulosa, y por sus posibilidades artísticas y su continuada y sostenida ironía parece encontrarse entre la Eva futura de Villiers de L'lsle-Adam y el Rey Francachela de Marinetti. Pero además del sarcasmo a propósito de la sociedad moderna, hecha de ficciones y de frases hechas, muchas de sus páginas hacen gala de un valioso juego inventivo y brillan por la desenvoltura del personaje, llevado por medio de razonamientos cerebrales a auténticos actos de locura.
Tumbaron el avion donde venia el equipo de futbooo del Brasil?
ResponderEliminarNo le dieron prioridad para aterrizar de emergencia, con la casi segurita verdad de que estaban borrachos en el avión, y en la torre de Rionegro viendo extraterrestres, y no aviones pidiendo pista.
EliminarAUTORRETRATO O DEL SUBWAY por Gilberto Owen
ResponderEliminar1. Perfil
Viento nomás pero corregido en cauces de flauta
con el pecado de nombrar quemándome hijo en un hilo de mis ojos suspenso
adiós alta flor sin miedo y sin tacha condenada a la Geografía
y a un litoral con sexo tú vertical pura inhumana
adiós Manhattan abstracción roída de tiempo y de mi prisa irremediable caer
fantasma anochecido de aquel río que se soñaba encontrado en un solo cauce
volver en la caída noche al sube y baja del Niágara
qué David tira la piedra de aire y esconde la honda
y no hay al frente una frente que nos justifique habitantes de un eco en sueños
sino un sonámbulo ángel relojero que nos despierta en la estación precisa
adiós sensual sueño sensual Teología al sur del sueño
hay cosas ay que nos duele saber sin los sentidos
Si, estás claro, siempre se te dijo, pero me tienes estragado con tus extrasmiticos tuyos, que el gran Ubú te proteja.
ResponderEliminarEstragado, a mi, si supongo el desfile de los neonazis por tu puerto.
EliminarEl poema de Owen tiene solo un regañito, frente a frente, una frente que nos justifique. Vaya usted me ganó.
ResponderEliminar"y no hay al frente una frente que nos justifique habitantes de un eco en sueños"
EliminarLeala ahora para que entienda anonimito de tres dedos en la frente.
O tocar la frente de Cuba, como lo escribe en su poema a Fidel, Neruda.
ResponderEliminarjajajaja jajajajajjjaj ajajjajai
Eliminarde perruda pata(física) cojean los parapléjicos nerudas
ResponderEliminaru.u. escupo en las babelias.
EliminarLo cuaternario, dimensiones iguales, sostén de Palacio de la cultura.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPremio Quechua Borromeo 2016
ResponderEliminarJosé María Arguedas, In memoriam.
Llamado a algunos Doctores
A Carlos Cueto Fernandini y John V. Murra.
(Fragmento)
Dicen que ya no sabemos nada, que somos el atraso, que nos han de cambiar la cabeza por otra mejor.
Dicen que nuestro corazón tampoco conviene a los tiempos, que está lleno de temores, de lágrimas, como el de la calandria, como el de un toro grande al que se degüella; que por eso es impertinente;
Dicen que algunos doctores afirman eso de nosotros; doctores que se reproducen en nuestra misma tierra, que aquí engordan o que se vuelven amarillos.
Que estén hablando, pues; que estén cotorreando si eso les gusta.
¿De qué están hechos mis sesos? ¿De qué está hecha la carne de mi corazón?
Los ríos corren bramando en la profundidad.
El oro y la noche, la plata y la nochetemible forman las rocas, las paredes de los abismos en que el río suena; de esa roca están hechos mi mente, mi corazón, mis dedos.
¿Qué hay a la orilla de esos ríos que tú no conoces, doctor?
Saca tu largavista, tus mejores anteojos. Mira, si puedes.Quinientas flores de papas distintas crecen en los balcones de los abismos que tus ojos no alcanzan, sobre la tierra en que la noche y el oro, la plata y el día se mezclan. Esas quinientas flores son mis sesos, mi carne.
¿Por qué se ha detenido un instante el sol, por qué ha desaparecido la sombra en todas partes, doctor?
Pon en marcha tu helicóptero y sube aquí, si puedes.
Las plumas de los cóndores, de los pequeños pájaros se han convertido en arco iris y alumbran.
Las cien flores de la quinua que sembré en las cumbres hierven al sol en colores; en flor se han convertido la negra ala del cóndor y de las aves pequeñas.
Es el mediodía; estoy junto a las montañas sagradas; la gran nieve con lampos amarillos, con manchas rojizas, lanza su luz a los cielos.
En esta fría tierra siembro quinua de cien colores, de cien clases, de semilla poderosa. Los cien colores son también mi alma, mis infatigables ojos.
Yo, aleteando amor, sacaré de tus sesos las piedras idiotas que te han hundido.
El sonido de los precipicios que nadie alcanza, la luz de la nieve rojiza que, espantando, brilla en las cumbres;el jugo feliz de millares de yerbas, de millares de raíces que piensan y saben, derramaré en tu sangre, en la niña de tus ojos.
Marzo, 1966
Las piedras idiotas, rescatable.
EliminarEspantando, es horrible.
Las cien flores de las quinua, Quinientas flores de papas, te puede llevar al paroxismo de una Edad madura en la vida de los que han desaparecido. La rasquiña cerebral.
Tiene semen en la boca el mudo beckettiano.
ResponderEliminar"Rogelio Echavarría escoge siete: Hernando Dominguez Camargo, J. A. Silva, Rafael Pombo, Luis Vidales, Alberto Mosquera, José Manuel Arango, Juan Manuel Roca".
ResponderEliminarQue ironía la de este paisa, Sarito Montiel, que ignoró Disidencia porque le era fuerte competencia con Roca. Ganó la Academia en aquel entonces. El sultán anda suelto y herido.
Mano suiza, no!
EliminarOye, muy bueno el Doctor Zocotropo, y el Manifiesto del neoberraco, deberían de salir en tu próximo libro,,, acabarías con Breton.
ResponderEliminarMejor numeral del año, del churrunguis de cristal de roca.
ResponderEliminar"IX
Lo mas claro es que el hombre siga al animal, en sus costumbres, lava las hojas, prende la mecha, pero y el sólo, no es acaso otro hombre, sin animal a imitar, como no sea rascarse de las ganas, que le muerdan los huesos, con la factura de una imaginación desbordante, y la larga fila de fenómenos paranormales, mientras haya cerámica toda la vida, ve cumplirse su otra fantasía erótica".
Gajaka extramitico
Vivan las comas.
EliminarVan a montar Ubú Rey en Bs As. Vienes? Tengo las entradas.
ResponderEliminarSi la presentan en marzo y abril iría. Coméntame mi nueva Lange.
EliminarMira, "Hago pi pi media velada", tienes que impedir Timo _ Petro, porque es el acabose de la izquierda en el poder.
ResponderEliminarQué, Timochenko Petro? Si es absurdo.
EliminarTu te robas todo lo mio, tendré que soportarte, mientras las divas pernoctan en la noche.
ResponderEliminarPerdóname, pero son los dioses los que juegan con nuestro destino. Te vez muy guapa de Natalia Lange, y claro, no desaproveché la oportunidad de meterte en mis cosas literarias. Valorando tus colaboraciones en el blog.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarOki doki
EliminarMe quedo con la Doctora Patafísica, con ese diploma firmado por Gajaka de Natalia Lange.
ResponderEliminarEnseñaré en Mar del Plata, instalada y seggregada. No se aquí menos allá con el antifaz de cabeza de vaca, tu sementera, la laguna azul de las diosas. Los grupos unidos, tierna edad para el martirio.
Lo bakovico, lo de nunca acabar cada que Dioniso LXXXV calza la ballesta de occidente.
Tatatatá
Firmado
Hilario Aquiles Luna
la patafisica como buena pata coja tiene una gracia albina y un taconeo demente que la arrima al berrinche ludico surrealista, pero su uso y abuso tiene la fea desgracia de ser un incomible potaje lexico, asi que pildora en mano con semejante
ResponderEliminarcatarro...
Natalia, ángel supremo.
ResponderEliminarUna vez adquirida la Doctora Patafísica, ves a los hijos de Blade Runner, ya tienen piernas humanas, de primera y segunda categorías. Juro por mi madre que aborté en Castellón de la Plana, condenados a las Azores, eso si recuerdo placentero.
ResponderEliminarY cuando vengan esos poemas, Genitor por la imagen. Tu te cagas en tu madre, y yo en la mia.
Gajaka de Natalia Lange
Ah, genial.
Tu te cagas en tu madre, yo me cagué en la mia.
EliminarNo se cae tan bajo, las cadenas abrazadas, las de plata hasta la muerte, los centros nerviosos, los opios dulces, remansos de agua.
ResponderEliminarHasta aquí la soledad, que vengan los azotes. Uno por cada cruda.
ole, ahogada de sol, vino australiano negro en Mar del Plata.
Eliminaru.u. preciosa diva.
EliminarLa disonancia, el absurdo, lo particular, lo lúdico y la risa... Hay está la Patafísica.
ResponderEliminaru.u. el masturbaba.
ResponderEliminarIrma, la dientona alemana, que buen epiteto. y que haras cuando ya no tengas leche de cabrito?
ResponderEliminarReynaldo Gonzalez y Reinaldo Arenas.Los dos en la foto de 4, con Lezama.
ResponderEliminarEl mejor Perfil del año 16, se lo llevó la fotografia de Lezama con los Rey y Rei, en una película de Alfred Hitckook.
EliminarSolo Lezama llevaba bota de campana, los reynaldos con pantalones muy apretaditos al cuerpo, de comienzos de os sesentas. La foto es del 65 o 66?
EliminarA mi diestro le parece que es del 69, 10 años de la Revolución, que con las criticas de Fidel, enfermó casi de muerte.
ResponderEliminarQuién? Lezama.
EliminarLas mañanitas
ResponderEliminarYa no. Ni tábano recogiendo miel del ojo en la última luz. Ni
furcias ni marucas. O. Un palabrón de tamaño tamañudo, de
extremaduros jamones en sal, y curtido de la mejor bacteria.
Tampoco. Se escapa la mañana. O. Y. La rumba del café en las
evacuaciones alvinas. Esta mañana en griego, en puterías, y
los pleitos a espaldas de la lectura de Mario Montalbetti. Un
rasguño en la verruga y este pus (morado) de pruritos e {a}
intervalos degenerados. La sumas tul en la garganta. Las
postrimerías que nunca salieron a desnudarse con el
desnudo. Una lista breve. Ya veré, en el color Luis XV de mi
tacita de Limoges, a sus degollados.
Poema de Noel Jardines, de Intervalos, muy concluyente, lo otro es el nido de águilas de C.P.West. Recuérdalo y vívelo.
Se distorsiona en el androide.
EliminarMe encanta esa foto con Lezama.
ResponderEliminarEl heteronimp favoritp es mandarín carroll.
ResponderEliminar