Tres poemas de Gajaka Extramitico.
(Más por la emoción
pagana, de tenerlas a todas las figuras en pie de lucha, que por miedo al
linchamiento isabelino).
I
La esencia del ser es
la risa, surfeaba en el tablero verde. No es son romeo
ronronea ese ron desnaturalizado.
Empiezas mal, con la riña, la esclerosis múltiple de nuestros cerebros, la guerra de Viet Nan le queda chiquita. ¿De qué lengua me habla, su palabra final, agotada especie sonriente y petrificada? Así Petra muerta.
Tan tan, tocan a la puerta que nunca
dividió, tus pasos en la hoguera, j aja ja. Milenios de los Partos.
Hasta los beckettianos destruidos professörchen, arrastraran los fardos del alemán de dientes de cocodrilo. No querer
ser yo.
Solo un hombre de éxito, que sabe perder
su corazón en no te hagas el guasón animalesco, tres patas.
Si van a quitarme la casa, el miedo
de toda una historia derruida, me perseguirá sin armas para un valor que viene
del juego en la habitación.
Los hijos del sol no mueren, y como
rastras, patafísicos indescriptibles, que se lo deben al barroco, que carajo.
Desbalance de cargas emocionales,
diferencias ahora si de formas en el epicentro cultural, si quién gana es la
menor causa castigada, la aurora boreal.
***
h
Dónde está Emilio? (1986) Por Gajaka.
II
Mientras purgaba la
pena en el Paraguay, imaginó a Roma como el epicentro de la tierra.
Otros aquiescentes para el paraíso
fundido, su calma de atmósferas, que son de cine cuarzo. Los lugares que son
fábulas sicotrópicas.
¿Pero cuántos infiernos poseen mayor estabilidad, si el ser no pertenece a
ello? Martín Heidegger nos espera con su clase de piano, solo allegros,
estructuras de poder sin la voluntad representativa, solo medias de ética
spinosiana.
Ama más allá el negro chocolate con
ajo, los bosques de leche, la madre ternura, por si acaso el acoso, la cruda
realidad de la tradición.
Si lo que detesta la naturaleza son
las semillas como naves, silenciosos astros que un día explotaran diligenciando
el desorden, el incendio causado por la momia milenaria.
Ya no inspira compasión, dejadez de
la carne ante el gran lujo del Sultán, porte de chamizo en la arena de los
demonios, los causantes de cierta evolución musical, la espada sagrada del rey
Arturo, las seis esposas del gordo Enrique VIII.
La antorcha desplegada entre los
infinitos puntos de un océano. Divino arrobamiento, la mina de sal en el
cabestro del caricioso asno, maldecido por Dios
ante sus criaturas en el registro del juicio preliminar de las artes.
***
Fauvismo.
III
El imposible azul de
frente, a marchar, al infierno del Dante dominico.
Nadie más que los piratas agridulces
han mimado al Lucifer de las antorchas olímpicas, nadie dijo nada de ellos,
eran parte del conflicto armado, ante millones de cocodrilos con lomos
amarillos.
Quien ve lo divino, desde ese
horizonte lunar, dispone de sonidos ultrasónicos, casuales berrinches, ahora
sin la boca del lobo luciferino.
Ya en tierra cubana, todos posesos,
virgen del cobre, tarántulas habladoras, descendientes de un cataclismo que
todo lo amasó con dulce de cañafístula (¿).
La humedad hidratante en definiciones
orgánicas, macho u hembra. Que unos consuman las hierbas para machos, y las
otras los moños de las higueras.
Las invasiones de extraterrestres no
son indeterminadas, no existe eso, más bien de cálculos de hierro fundido, o concreciones
de un mito corroído. Ay Plato.
En el fondo de este texto ronronea el caballo mitológico.. je je.
ResponderEliminarTremendo neoberraco. Hay algo que no me cuadra en el primer poema. Que le debemos al barroco, que ya pasó, lo nuevo?
ResponderEliminarClaro mijo, sacaste las uñas, cada vez, más intraducible o bien intraducible. El extramitico no es acaso, un solo peldaño?
ResponderEliminarCasi todos han visto la pelona, viva la risa, y no es exactamente la de Demóstenes, que no existe, lo contrario de la pelona.
ResponderEliminarOle, olé.
ResponderEliminarAcabo de escuchar el vídeo que me enviaste, de las diez palabras sin traducción al español. Struggle y crush.
ResponderEliminarAwkward.
ResponderEliminarDónde está Emilio? Fauvismo abstracto.
ResponderEliminarNo creo, bueno si creo.
EliminarSe consolidó el neoberraco, sangre de toro abys o avis.
ResponderEliminarTu retraso mental se fortifica con las pendientes de el extramitico, solo que a mi me parece que todos tus heterónimos escriben igual.
Guau.
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