El gran poeta norteño Gilberto Owen, “Poeta
de Consulado”, mal llamado, maravillosa pluma y tan encantador como Javier Solís.
A 60 años de su muerte
Gabriel Jaime Caro (Gajaka extramítico)
Gilberto Owen el más raro entre los Raros, nació en
el Estado de Sinaloa. Ahora no se si
ya México era federal en 1904. No investigaré, no vale la pena aunque se mencione.
Del Norte se fue al centro, y allí aprendió y gozo mucho con su inteligencia
mesoamericana, salido del Popol, no me cabe duda.
Ya que a los 18 años escribía
con un estilo que más tarde fue vanguardia, con sus prosas poéticas sin corregir,
bueno, algunas se quedaron así en posteriores ediciones. Para mi, el más
barroco poeta mexicano del siglo XX, luego vendría Marco Antonio Montes de Oca, digamos que con un parecido. Tardío
todo, bien reconocido por los más famosos poetas y pensadores después de la
revolución. El ancestro se apodera del fantasma. Ya era gringo keroke.
Gestor
number one de Los comtemporáneos,
amigo de Jorge Cuesta, un poeta
científico, Alfonso Reyes, Salvador Novo, Elías Nandino, Octavio Paz y la Michelena.
Owen y Xavier Villaurrutia (murieron en el mismo año, para dramatizar las
escenas). Casi todos los poetas en esos años de post guerra venían del Norte . Villa Hermosa, Monterrey por ejemplo, en
donde pernoctó Porfirio Barba Jacob
lleno de maletas de papeles y marihuana para fumar y vender. Nuestro primero y
muy grande jíbaro.
“Esta forma, la más
bella que los vicios, me hiere y escapa por el techo. Nunca lo hubiera
sospechado de una forma que se llama María” (de Poética, del libro “Línea”.
Alto
parecido entre Owen y Barba Jacob.
Iré diciendo porqué. No se conocieron bien para no mencionarse, pero seguro que Cuesta se le presentó y el colombiano estaba en una fusca que ocultaba su grandeza. Owen salió de Mexico por el 28 y no regresó en 13 años, los mismos años de Barba Jacob hasta su palacio de la Nunciatura. Bebedores los dos, y enamoradísimos tenían todos los proyectos del mundo para realizar; Gilberto escribió pocos libros pero fue superior al santarroseño, angustureño, que hacia derrumbar bustos de Porfirio Díaz, con su poema Aquarimantima.
Iré diciendo porqué. No se conocieron bien para no mencionarse, pero seguro que Cuesta se le presentó y el colombiano estaba en una fusca que ocultaba su grandeza. Owen salió de Mexico por el 28 y no regresó en 13 años, los mismos años de Barba Jacob hasta su palacio de la Nunciatura. Bebedores los dos, y enamoradísimos tenían todos los proyectos del mundo para realizar; Gilberto escribió pocos libros pero fue superior al santarroseño, angustureño, que hacia derrumbar bustos de Porfirio Díaz, con su poema Aquarimantima.
Owen con” Línea”, a la par con Vallejo, “Trilce”, León de Greiff con su Gaspar de la noche. Se conocieron en Bogotá en donde el sinaloense se casa y escribe en El diario "El Tiempo". Alberto Lleras, dientón y fascista sentía apreció por el manito o norteño, como Caro por Silva. Nuñez por Rubén Darío.
Huyendo de Perú, sin dinero, lo mismo que el Barba
huyendo del dictador Leguía. Ambos
coinciden allá, Barba Jacob escribiendo la parodia del dictador, y Owen en el consulado escribiendo contra
el dictador. Seguro veía al colombiano como un lameculos. Claro, que Barba se
reveló, y de esto supo más tarde en Colombia el mexicano en marras, muy culto,
su nombre ya es un culto en la poesía
americana. Owen se adhirió al “APRA" de Haya de la Torre.
Fundó el
teatro “Ulises” con Novo. Su escritura
poética, era contra el Realismo socialista que se impuso entre Moscú y México.
Con “Línea”, sus prosas-poéticas, llamadas
por el cubistas (ver ensayo de Vicente
Quirarte en PBF). Por mi, neobarrocas.
Desde ahora un sagrado un instinto de categoría mayor. Por su poesía y su
embriaguez. Su entropía mágica como la segunda ley de la termodinámica.
“Adiós Manhattan
abstracción roída de tiempo y de mi prisma inexorable/ caer/ fantasma
anochecido de aquel río que se soñaba encontrado en un solo cauce”.
Más tarde el
neo modernismo en la poesía de los
años 30s desde el Norte hasta la Patagonia que ya tenía solos pero enormes poetas
y escritores. Borges lo mira por la
calle Trujillo de Lima, y dice no lo identifico muy bien. Cuesta y Owen se querían muchísimo, eran gemelos, dice Quirarte que Owen lo visitaba a Tlapan,
en el siquiátrico.
Leeré todo “Perseo vencido”, su libro vanguardista,
por su muerte en Filadelfia, a donde había regresado, dicen que en un hospital
de Manhattan, en 1952 de 48 años, ciego e infinito.
PROSAS POÉTICAS
De “Línea”
Poética
Esta forma, la más bella que los vicios, me hiere y escapa por el techo.
Nunca lo hubiera sospechado de una forma que se llama María. Y es no pensé en
que jamás tomaba el ascensor, temía las escaleras como grave cardiaca, y, sin
embargo, subía a menudo hasta mi cuerto.
Nos conocimos en el jardín de una postal, a mí, bigotes de miel y mejillas
comestibles, los chicos del pueblo me encargaban sustituirlos en la memoria de
sus novias. Y llegué a ella paloma para ella de un mensaje que cantaba:
“Siempre estarás oliendo en mí”.
Esta forma no les creía. Me prestaba sus orejas para que oyera el mar en un
caracol, o su torso para que tocara la guitarra. Abría su mano como un abanico
y todos los termómetros bajaban a cero. Para reírse de mí me dio a morder su
seno, y el cristal me cortó la boca. Siempre andaba desnuda, pues las telas se
hacían aire su cuerpo, y tenía esa grupa exagerada de los desnudos de Kisling,
sólo corregida su voluptuosidad por llamarse María.
A veces la mataba y sólo me reprochaba mi gusto por la vida: “! Qué
truculento tu realismo, hijo!” – Pero no la creáis, no era mi madre. Y hoy
quise enseñarle la retórica, me hirió en el rostro y huyó por el techo.
AUTORRETRATO O DEL
SUBWAY por Gilberto Owen
1. Perfil
Viento nomás pero corregido
en cauces de flauta
con el pecado de nombrar quemándome hijo en un hilo de mis ojos suspenso
adiós alta flor sin miedo y sin tacha condenada a la Geografía
y a un litoral con sexo tú vertical pura inhumana
adiós Manhattan abstracción roída de tiempo y de mi prisa irremediable caer
fantasma anochecido de aquel río que se soñaba encontrado en un solo cauce
volver en la caída noche al sube y baja del Niágara
qué David tira la piedra de aire y esconde la honda
y no hay al frente una frente que nos justifique habitantes de un eco en sueños
sino un sonámbulo ángel relojero que nos despierta en la estación precisa
adiós sensual sueño sensual Teología al sur del sueño
hay cosas ay que nos duele saber sin los sentidos
2. Vuelo
con el pecado de nombrar quemándome hijo en un hilo de mis ojos suspenso
adiós alta flor sin miedo y sin tacha condenada a la Geografía
y a un litoral con sexo tú vertical pura inhumana
adiós Manhattan abstracción roída de tiempo y de mi prisa irremediable caer
fantasma anochecido de aquel río que se soñaba encontrado en un solo cauce
volver en la caída noche al sube y baja del Niágara
qué David tira la piedra de aire y esconde la honda
y no hay al frente una frente que nos justifique habitantes de un eco en sueños
sino un sonámbulo ángel relojero que nos despierta en la estación precisa
adiós sensual sueño sensual Teología al sur del sueño
hay cosas ay que nos duele saber sin los sentidos
2. Vuelo
Ventana a no más
paisaje y sin más dimensiones que el tiempo
noche de cerbatana nos amanecería un sol de alambre sólo
hay pájaros que no aclimatan su ritmo a un poco balas
ríos alpinistas que nacen al nivel de sueños sin pájaros
y no se mueren ni matan a balas perdidas que nadie ha gritado
ahorcada cortina forma dura que corriges mi inglés y mi julio
mi pulso insegura línea fría del frío bailada de electricidad alambrista
enjaulados nosotros o el tiempo cebra inmóvil patinadora en llamas
la prisa une los postes la reja es ya muro se despluma contra él la plegaria
pisada lineal los numerales hacen hoy más esta ciudad una mera hipótesis
recuerdo una sonrisa que yo sabía pronunciar delgado la llamaba Carmen de ti
y alguien que era más sensual y más puro
y qué pena en realidad el sueño no se casa con sus amantes
y se amanece al fin de cuando en vez de nieve espuma de un mar más alto
llamémosla en llamas Jesús
noche de cerbatana nos amanecería un sol de alambre sólo
hay pájaros que no aclimatan su ritmo a un poco balas
ríos alpinistas que nacen al nivel de sueños sin pájaros
y no se mueren ni matan a balas perdidas que nadie ha gritado
ahorcada cortina forma dura que corriges mi inglés y mi julio
mi pulso insegura línea fría del frío bailada de electricidad alambrista
enjaulados nosotros o el tiempo cebra inmóvil patinadora en llamas
la prisa une los postes la reja es ya muro se despluma contra él la plegaria
pisada lineal los numerales hacen hoy más esta ciudad una mera hipótesis
recuerdo una sonrisa que yo sabía pronunciar delgado la llamaba Carmen de ti
y alguien que era más sensual y más puro
y qué pena en realidad el sueño no se casa con sus amantes
y se amanece al fin de cuando en vez de nieve espuma de un mar más alto
llamémosla en llamas Jesús
EL
NAUFRAGIO
Esta mañana te sorprendo con el rostro tan desnudo que
temblamos;
sin más que un aire de haber sido y sólo estar, ahora,
un aire que te cuelga de los ojos y los dientes,
correveidile colibrí, estático
dentro del halo de su movimiento.
Y no hablas. No hables,
que no tienes ya voz de adivinanza
y acaso te he perdido con saberte,
y acaso estás aquí, de pronto inmóvil,
tierra que me acogió de noche náufrago
y que al alba descubro isla desierta y árida;
y me voy por tu orilla, pensativo, y no encuentro
el litoral ni el nombre que te deseaba en la tormenta.
sin más que un aire de haber sido y sólo estar, ahora,
un aire que te cuelga de los ojos y los dientes,
correveidile colibrí, estático
dentro del halo de su movimiento.
Y no hablas. No hables,
que no tienes ya voz de adivinanza
y acaso te he perdido con saberte,
y acaso estás aquí, de pronto inmóvil,
tierra que me acogió de noche náufrago
y que al alba descubro isla desierta y árida;
y me voy por tu orilla, pensativo, y no encuentro
el litoral ni el nombre que te deseaba en la tormenta.
Esta mañana me consume en su rescoldo la conciencia de
mis llagas;
sin ella no creería en la escalera inaccesible de la noche
ni en su hermoso guardián insobornable:
aquí me hirió su mano, aquí su sueño,
en Emel su sonrisa, en luz su poesía,
su desamor me agobia en tu mirada.
Y luché contra el mar toda la noche,
desde Homero hasta Joseph Conrad,
para llegar a tu rostro desierto
y en su arena leer que nada espere,
que no espere misterio, que no espere.
sin ella no creería en la escalera inaccesible de la noche
ni en su hermoso guardián insobornable:
aquí me hirió su mano, aquí su sueño,
en Emel su sonrisa, en luz su poesía,
su desamor me agobia en tu mirada.
Y luché contra el mar toda la noche,
desde Homero hasta Joseph Conrad,
para llegar a tu rostro desierto
y en su arena leer que nada espere,
que no espere misterio, que no espere.
Con la mañana derogaron las estrellas sus señales y
sus leyes
y es inútil que el cartógrafo dibuje ríos secos en la palma de la mano
y es inútil que el cartógrafo dibuje ríos secos en la palma de la mano
Gilberto Owen en Bogotá, la Atenas suramericana, quinto de derecha a izquierda parados. Piedra Celistas y liberales.
*
Fragmento del día once Llegado de su sueño.
Al lado de la vida,
equidistante
de las hambres que no
saciamos nunca
y las que nunca
saciaremos,
pueril peso en el pico
de la pájara pinta
o viajero al acaso en la
pata del rokh,
hongo marciano, pensador
y tácito,
niño en los brazos de la
yerma, y vida
una vida sin tiempo y
sin espacio,
vida insular, que el
sueño baña por todas partes.
Fragmento del día diez,
Llegado de su sonrisa.
Ya no va a dolerme el
mar,
porque conocí la fuente.
¡Qué dura herida la de
su frescura
sobre la brasa de mi
frente!
Como a la mano hecha a
los espinos
la hiere con su gracia
la rosa inesperada
así quedó mi duelo
crucificado en tu
sonrisa.
Ya no va a dolerme el
viento,
porque conocí la brisa.
*Collage de Gajaka para la llegada de Gilberto Owen por el asteroide paseador. "El colibrí y el asteroide".
***
Santiago el menor22 de febrero de 2013 14:02
que yo sepa por Octavio Paz conocemos a Gilberto Owen. Escribe Paz: "Solía tener a flor de labio el buen humor, la burla, la sátira, con que disimulaba una singular conciencia poética. Lo antintelectual de la palabra hablada en la camaradería del bar, a la orilla de una mesa de café, escondía al hombre que, a solas, aprendió a labrar una de las poesías mas hondas de las últimas generaciones mexicanas" ("Poesía en Movimiento").
Premio Dodo a mejor montaje entre foto y pintura, Yogananda perdido entre las mentes irreverentes solo invita a atreverse un poco para dejar de ser mamerto godo u liberal llerista; entra a tu casa en vuelo de jet no tripulado. Collage de Gajaka para el churrunguis tunguis.